Aún me pregunto por qué hago esto.
Si me dolió que me convirtieras en la mala
O si en realidad ya no puedo quedarme con el silencio.

Llevo este conflicto sola, atorado en mi pecho.
No se lo he contado a nadie.
¿Estoy haciendo bien?
¿O quizá esta soledad lo que me hace escribir?

A ti ya no te puedo contar nada,
¿recuerdas esas charlas por las mañanas?
Porque yo ya no.
Ni siquiera logro recordar la forma que tenían las bancas.

Escuchar. Hablar. Callar.
¿Qué es lo correcto y qué me ayudará?
No estoy dispuesta a dejarlo pasar.
Suficiente tuve con el pasado.
Abrumada estoy pensando en lo que sucederá.

Estoy convencida de que jamás me leerás.
Antes estabas ocupado tergiversando la historia principal
y ahora estás cuidando tu salud e integridad.

¿Es qué soy una desalmada?
Fuiste tú quien me trajo de la tumba,
desenterró mis huesos putrefactos
y los exhibió.

Llamaste a tus colegas,
a tu amiga influencer
y a tus papás.

Grabaron un reel para instagram
y yo solo pensé en contestarte con poesía.
Definitivamente estoy perdida.

¿Por qué no pudiste dejarme en paz?
¿Fue culpa de la muerte?

Ahora mismo me arrepiento de conocerte.
Es solo el miedo que me acecha,
el ritmo de mi corazón se acelera.
No quiero encontrarme contigo nunca más.

Si pudiera me mudaría de ciudad,
Pero ¿por qué tengo que hacerlo?
Soy mayor, ¿no me debes respeto?

Eso da igual.
Eras mi amigo.
Tenías que ser leal.

Me apuñalaste por la espalda
y yo te golpeé en la cara.
¿Estamos a mano?

Si quieres prolongarlo,
no huiré como hice en el pasado.
Aquí estoy.
Esto de ser valiente es bastante cansado.