dieciséis
Me levanto de la cama y miro alrededor de mi habitación, Me encuentro a Paddy y Marcos durmiendo en el colchón de debajo de mi cama. Después, miro a mi lado y veo como Marco sigue durmiendo. Me levanto con cuidado de no despertarlos y cuando voy bajando las escaleras voy viendo en las demás habitaciones a: Maca, Lucas, Isco , Sara, Daphne, Carvajal, Ceballos, María y Nacho.
Cuando estoy en la cocina, me doy cuenta de que no soy la primera persona levantada en la casa, sino que mi madre también está despierta.
- buenos días mamá - digo acercándome a darle un abrazo y dos besos.
- buenos días hija.
- ¿Qué estás haciendo? - pregunto, al ver cómo está haciendo algo de comer.
- el desayuno para vosotros. - dice con una sonrisa. - Por cierto hija, tus amigos te quieren mucho nunca te separes de ellos.
- yo también les quiero mucho y te aseguro que nunca más me separare de ellos.
- anda ayúdame a terminar.
- voy.
Justo cuando mi madre y yo terminamos de hacer el desayuno, los chicos van despertandose. Nos sentamos en la mesa del jardín, que es más grande, a desayunar.
- ¿Tienes todo listo? - me pregunta Nacho.
- pues os digo que no había sacado nada de las maletas. - Respondo y todos ríen.
- mucho mejor - dice Maca.
- por cierto, ¿a qué hora es el vuelo? - pregunto.
- dentro de dos horas y media. - dice Marco mirando el reloj de su mano. - Creo que va a ser hora de ir despidiendonos.
- va a ser que si. - Afrima Ceballos.
Subimos a las habitaciones y cada uno va a un lado de mi casa para cambiarse de ropa ya que seguíamos en pijama, pero como hay confianza ya, pues no pasa nada .
Me cambio por una falda larga beige y una camiseta de manga corta blanca lisa. Antes de salir de mi habitación cojo las maletas y bajo a bajo donde ya me encuentro con todos los chicos, con mi padre y mi hermano recién llegados de hacer deporte por la playa, y también están Igor y a Gilberto.
- hermanita no sabes lo feliz que estoy porque vayas a volver a Madrid. - Me dice mi hermano Raúl.
- oyeee. - Me quejo dándole con el brazo.
- sé que eres feliz allí pero sabes que te voy a echar de menos.
- lo sé, yo también a ti. - Digo abrazándole.
Mi madre se acerca y me abraza.
- hija no dejes que nada ni nadie se interponga en tu camino. - Susurra para que solo yo lo escuche.
- ojalá así sea.
- y así va a ser. - Contesta antes de alejarse del abrazo y que mi padre me abrace.
- estoy seguro de que vas a ganar el juicio, princesa.
- ahora mismo no pienso en eso pero veremos que pasa.
Y por último antes de que nos vayamos de mi casa Gilberto se acerca a abrazarme.
- mi niña cuídate muchísimo.
- tú también, Gilberto.
- y no pienses en la gente, has lo que te de la gana. - Me dice antes de soltar una pequeña risa que al final me contagia.
Salimos de mi casa y nos montamos en la furgoneta del amigo de Igor, que es el que la conduce.
Cuando llegamos al aeropuerto nos despedimos de Igor. Primero se despide de los chicos y luego de su hermano dejándome a mi la última.
- sabes, ya mismo creo que podré decirte cuñada. - Murmura y yo ruedo los ojos. - No me hagas esas caras, Gala. - me regaña y yo me rio a carcajadas.
- ay Igor no puedo decirte nada pero quién sabe.
- estoy seguro de que te llamaré cuñi y estoy deseando. Ahora venga que tienes que irte a ganar ese juicio.
- te quiero, Igor.
- y yo a ti, Gala.
Entramos en el aeropuerto y después de esperar hora y media, y hacer todas las cosas permanentes antes de subir al avión por fin ya estamos subidos y con ganas de volar hacia Madrid.
Después del vuelo, aterrizamos en suelo madrileño y después de esperar algunos minutos, ya tengo mi maleta, salimos del aeropuerto y nos ponemos todos de acuerdo para ir a un restaurante de Madrid para celebrar que volvemos a estar todos juntos aunque no han sido muchos días.
Por petición de Marco me monto en su coche.
- te he echado de menos. - Dice sin dejar de mirar la carretera.
- yo también Marco.
- pensé que te ibas para siempre y no te vería más.
y es ahí donde mi corazón se hace chiquito.
- ¿Qué? No jamás me iría así por siempre - digo y me mira ya que hay un semaforo en rojo. - Si es verdad que no quería involucraros a todos, pero creo que finalmente os hubiese dicho donde estaba. Además que si no lo haría yo, Brandon, Javi, Berto, Ángel o incluso tu padre o tu hermano te lo hubiesen acabado diciendo, pero finalmente ustedes vinisteis primero.
- puedes que tengas razón. ¿Has estado con los chicos? - pregunta.
- ajam, un día estaba sentada en la playa y me encontré con Berto, que estaba esperando a los demás, y ya pues cuando llegaron nos sentamos todos y hablamos.
- no me han contado nada los capullos.
- prometieron no contártelo.
- vaya, nunca pensé que serían tan buenos en guardar secretos.
- ¿Y tú cómo has estado? - decido preguntarle.
- mal. En los entrenamientos no daba lo suficiente de mí y bueno también he llorado. - Dice y lo miro con los ojos abiertos como platos. - Y los chicos pues también han estado mal. Había un ambiente raro, pero por fin ya estas con nosotros y no te vamos a dejar escapar nunca más, pase lo que pase. - Me dice con una pequeña sonrisa.
Y estoy segura de que lo que ha dicho es verdad.
- llegamos. - Anuncia y veo que estamos frente al restaurante amazónico, mi favorito.
Bajamos del coche y los demás ya estan aquí, así que nos presuramos a llegar y nos sentamos.
El almuerzo lo pasamos hablando de estos días que no hemos estado juntos, pero el tema principal es el mismo. Aún así, no importa ya que son mis amigos y me han demostrado que siempre puedo contar con ellos. Para irnos ya para el juicio en el que también vienen ellos como testigos, ya que se han ofrecido y yo no sabía nada, pagamos la comida bueno mejor dicho la paga Nacho que no nos ha dejado pagar ni un centavo pero así lo ha querido él y cuando se pone cabezota no hay quien lo pare.
Llegamos al juzgado y empiezo a ponerme nerviosa porque nunca me he visto en una situación así, pero confío en Marco y solamente espero que todo salga bien o mayoritariamente lo mejor posible. Entramos a la sala y la veo allí junto a sus abogados y con una cara de querer matarme.
- ni la mires porque va a ser peor. - Me dice Paddy y yo asiento, ella coge mi mano para tranquilizarme un poco.
Nos sentamos en los asientos correspondientes y el juicio da comienzo.
Después de hora y media más o menos, por fin puedo decir que mi pesadilla se ha acabado. Sandra está condenada a diez años de cárcel.
- lo logramos. - me dice Marco, para luego cogerme en brazos y dar vueltas conmigo.
- todo es gracias a ti Marquito. - digo y siento sus labios junto a los míos.
Después de despedirnos de todos, por fin voy a mi casa que aunque hayan sido pocos días, lo he echado mucho de menos. Marco y yo hemos decidido pasar la noche juntos en mi casa porque los dos nos hemos echado de menos y así podemos recuperar el tiempo perdido.
@galarodriguez
@galarodriguez : hogar dulce hogar ✨
➡️@paddy.8 : más feliz que una perdiz estoy 💖
↪️@galarodriguez : si somos 😂💞
➡️@marcosllorente : que bien te sienta Madrid ❤️
↪️@galarodriguez : los amigos que merezco ❤️
➡️@mcm1989 : es que te como la cara 😍
↪️@galarodriguez : que atrevida María😂❤️
➡️@nachofdez90 : vuelve a casa vuelve 🧡
➡️@iscoalarcon : que eso es para navidad 🥴
↪️@galarodriguez : te quiero Nacho 🥺
➡️@iscoalarcon : estás preciosa 💙
↪️@galarodriguez : malagueño mio 💙
➡️@sarasalamo : te amooo 💖
↪️@galarodriguez : eres la mejor 💘🥺
➡️@lucasvazquez91 : niña no te vayas más 🥺
↪️@galarodriguez : lo prometo 🤞🏼
➡️@macacapilla89 : a tus pies 🛐
↪️@galarodriguez : a los tuyos 🛐💖
➡️@dani.carvajal_2 : 🧡🧡
↪️@galarodriguez : 🧡
➡️@daphnecanizares : me muero 😍😍
↪️@galarodriguez : yo contigo 💙
➡️@marcoasensio10 : 😍😍😍
↪️@galarodriguez : ❤️❤️❤️
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro