Capítulo 9 - Parte 1
Después de los largos minutos en donde el autobús se quedó atascado a causa del tráfico, Jimin llega completamente fatigado a su pequeño departamento. Está vacío y también desordenado; hay un pan mordido sobre la mesa y una taza con café hasta la mitad, supuso que Namjoon había salido apurado al trabajo. Le hubiera gustado hablar con él aunque sea un minuto, hablar de cualquier cosa tonta para distraerse un momento.
Bota al suelo la bolsa negra que contiene el traje sucio y también su mochila, le duelen las piernas y también tiene sueño.
Mientras se quita los zapatos, recapitula mentalmente lo que ha sucedido en la madrugada de ese día, de verdad nunca había deseado tanto poder desaparecer del universo. Había armado todo un escándalo, no supo dónde meter la cara cuando algunos de sus compañeros lo vieron y murmuraron sobre él. Era cierto que se había alterado de más con lo que había pasado en el penúltimo piso. Ni siquiera fue para tanto, simplemente había coincidido con esa persona, eso era todo ¿verdad?
Claro que sí.
Frota su rostro con cansancio. Camina hasta la mesa para comer el pan y café que el mayor dejó; últimamente ha descuidado mucho sus horarios de comida, parece tener más sueño que hambre y eso no está bien, él es consciente de eso, pero tampoco hace nada por cambiarlo, no hay tiempo para corregir malos hábitos en esas circunstancias.
Al terminar su "desayuno", desbloquea su teléfono. Entrando a Kakao Talk decide quitarse la preocupación y las ideas que tiene en la cabeza, y nada mejor que platicar con el castañito de sonrisa cuadrada.
Taehyungie
Adivina qué pasó en el trabajo
09:24 am
Ya tan rápido te despidieron?
09:25 am
Que imbécil eres
09:25 am
Uy, amanecimos violentos
¿Entonces qué pasó? :'c
09:25 am
Me asusté por una idiotez y se me bajó la presión. Me vomité frente a todos ;___;
09:27 am
JDJJAJAJAJA
¿Pero estás bien?¿Te sientes mejor?
09:27 am
Estoy bien, solo fue el susto 👍🏻✨
09:28 am
Pero por qué?
Cuentaaaaa
09:28 am
¿Recuerdas que te hablé sobre el penúltimo piso del hotel?
Pues esta semana empezó un evento que se hace cada año y es jodidamente extraño, el gerente nos dio instrucciones poco comunes, decía que no viéramos mucho a los huéspedes del evento
09:32 am
Eso es raro...
09:32 am
Sí, ayer mientras subía un pedido me encontré con uno de esos, pero estoy seguro que es el dueño de la habitación que te conté
09:33 am
AAAHHHH ¿Lo viste? ¿Cómo era?
09:33 am
Por eso se me bajó la presión, fue como estar en mi propia película de miedo
09:33 am
¿Y cómo era?
09:33 am
Era alto, traía un abrigo negro que le llegaba a los tobillos y tenía la cara cubierta por un velo rojo
Lo peor es que por un momento sentí que me perseguía, quizás mi paranoia, pero puedo jurar que sentí cómo corría detrás de mí
09:34 am
Uy, q hot ¿Por qué no lo dibujas y me lo muestras? ;)
09:35 am
Ammm, no sé Tae
09:37 am
Andaaaaa, no seas envidioso
09:37 am
Por cierto, ya se me hace tarde para el trabajo, te mando mensaje cuando salgas de tu turno
El jefe dice que te extraña, todos te extrañamos :(
09:39 am
Bueno, adiós ^< ^
09:50 am
Bloquea su teléfono sin responder los últimos mensajes. No se siente capaz de hacerlo, nunca se despide de Tae. Cosa suya, Jimin cree que si responde a ese adiós, entonces se estaría despidiendo también de esa etapa de su vida y él no quería soltarla. Era una tontería.
Desde que se fue de Busan hablaba menos tiempo con Taehyung, y cuando lo hacía solo podía entristecerse por su ausencia; extrañaba verlo todos los días para ir al trabajo, extrañaba el tiempo en el que iban colegio juntos y también cuando hacían cualquier cosa en la compañía del otro. Son amigos desde el jardín de infantes, ese chico era muy importante para Jimin.
Piensa en la petición que su amigo le ha hecho, lo piensa mucho más de lo que suele pensar para tomar decisiones importantes. Cuando se convence de que no pasará nada, decide ir a su habitación para toma un lápiz y el cuaderno de dibujo que tiene sobre el pequeño escritorio.
La punta se desplaza por el blanco papel; trazos a todas direcciones, sombreado, relleno, borrones y un poco de color rojo.
Mira detenidamente el dibujo de aquella silueta masculina, era tan intrigante como la imagen que tenía grabada en la mente; largo abrigo, cabeza ladeada, velo rojo y esas proporciones corporales un tanto indefinidas.
¿Cómo será su rostro?
Toma una foto y la envía al chat.
El personal está alborotado con el movimiento y las mesillas llenas de platillos y licor. En la cocina han tenido que tomar personal de otras áreas para obtener ayuda con la preparación de todos esos platillos y bocadillos específicos. Jimin se siente pesado con el traje que le prestaron en lo que el suyo salía de la tintorería. No solo le quedaba enorme, también era más rígido que el suyo y eso le estaba asfixiando. No lo soportaba.
Esta vez sí parecía una fiesta, los tres últimos pisos estaban ruidosos a pesar de que toda la gente se hallaba en el penúltimo. Cobraba coherencia la razón de tomar posesión tres pisos, de esa manera se evitaban de reclamos por parte los huéspedes comunes.
El de cabellera dorada se esconde en el baño de nuevo, esta vez solo para tomar un respiro y limpiar adecuadamente el sudor de su frente y cuello. No ha visto a Yoongi desde que el turno empezó, tampoco a Jisung. Cuando preguntó por ellos le dijeron que se encontraban supervisando otro departamento de servicio.
Piensa seriamente en renunciar, tal vez era lo mejor. No estaba cómodo con las miradas de sus colegas, algunos incluso murmuraban a sus espaldas por el incidente del día anterior. Tiene más vergüenza que enojo. No está Soohyun y Yoongi para decirle que todo estará bien, y aunque sabe que no está bien aferrarse a otras personas para sobrellevar sus problemas, tampoco puede evitarlo.
Aun así sale del baño para retomar sus tareas, al menos terminaría la semana como correspondía, ya luego buscaría la manera de pagar la multa por haber roto el contrato. O incluso podría aceptar ir a la cárcel un par de meses con tal de no dar ni un centavo, era una opción tentadora.
—Jimin, ¿Me podrías ayudar? — Minhee lo toma por el brazo cuando estaba rumbo a la cocina —, los demás están ocupados y necesito subir dos mesillas, de verdad no creo poder hacerlo sin volcar nada...
—De acuerdo. —Responde un poco cohibido. No quiere ir, pero no se siente bien con la idea de rechazarlo, el chico ya le ha hecho un par de favores. En silencio toma la mesilla que contiene bocadillos y botellas de alcohol, espera a que el chico camine para poder seguirlo desde atrás.
Toman el elevador, su compañero marca el piso 98 y pronto comienzan a subir. Está tan silencioso que simplemente incomoda, aunque por un lado agradecía que Minhee no lo volteara ver por ningún motivo. Cada quien en sus propios asuntos.
Apenas salieron al pasillo, el fuerte ruido de la música absorbió cualquier otro que fuera ajeno. Dejaron las mesillas frente al número 658 dónde provenía el bullicio, tocaron dos veces el timbre y se apresuraron a regresar, Jimin jodidamente nervioso por haber entregado en ese lugar, pero también algo aliviado por ir con compañía.
A unos pasos de haberse alejado, se detienen en seco cuando dos chicos salen de la habitación contigua, ambos tan ebrios que apenas se poden mantener de pie, la ropa que traen puesta es... ¿Lencería?
No traen nada que les cubriera el rostro.
Jimin y su compañero bajan de inmediato la mirada en cuanto ese par se da cuenta de los empleados. Uno de ellos ríe torpemente, los ve entretenido mientras se acerca tambaleante hacia su dirección.
—¿Qué hacen aquí? —Pregunta arrastrando las palabras. El otro se acerca agarrándose de la pared, trata de observar de cerca a los cómicos pingüinitos. Contagiado por la risa de su amigo, él también suelta una carcajada. —Se ven como... como marionetas de ventrílocuo —ensancha una sonrisa malintencionada —, quedarían perfectos con esas articulaciones en la mandíbula, las- unas bonitas líneas verticales debajo de las comisuras. —Toma el rostro de Minhee, quien por instinto aprieta los ojos al ser tomado bruscamente por el mentón. —Solo- solo unas cortadas hacia abajo y quedarías precioso. ¿O te parece mejor la mandíbula rota? Yo creo que- no, definitivamente sí. ¡Le daría más realismo! ¡Podría atar unos hilos alrededor de los dientes para cerrarte la boca! —El otro hombre asiente de acuerdo, esta vez con una expresión seria.
Jimin no sabe qué hacer, su cuerpo está rígido y el corazón le late fuerte, tan fuerte que puede escucharlos sobre el estruendo de la música. Está aterrado.
La puerta se abre y el dueño se asoma con la intención de meter las mesillas con lo que ha solicitado, sin embargo, permanece de pie observando el pequeño show que sus amigos están montando.
—Seokjin, ya basta. —Levanta la voz cuando nota que el pelirosa ha subido la otra mano donde sujeta una bonita navaja dorada. Sus intenciones son tan claras que le hubiera encantado presenciar el desenlace de la situación. Pero no puede permitir que suceda, al menos no ahora.
Las risas fueron disminuyendo, la atención de esos dos centrándose en el pelinegro.
—¿No crees que se vería bonito? —Pregunta con los ojos llenándose de lágrimas. —Se vería lindo ¿Verdad? —Al no obtener una respuesta inmediata, estalla en una carcajada que pronto se convierte en un tempestuoso llanto desconsolado y sobre todo, fingido.
El pelinegro desvía la vista al chico apresado aún en las manos del pelirosa, luego mira de reojo al de cabellera rubia. Sabe quién es, y era tan predecible lo que vendría a continuación que la emoción comenzaba a borbotearle desde las venas. No tenía que hacer nada, estaba seguro de que sucedería.
La risa escandalosa de Seokjin llama nuevamente su atención, la mezcla entre risa y llanto le causaba un cosquilleo en el pecho, amaba escucharlo en ese estado.
—Adentro. —Ordena bajando la voz. Ambos ebrios obedecen sin rechistar, pasan a lado de los empleados aún estáticos y temblorosos. Saben que no tienen que hacer nada, ellos no, ya su amado anfitrión se encargaría. Tomaron las mesillas adentrándose con ellas a la habitación.
La puerta se cierra, el pasillo vuelve a una aterradora soledad, los chicos de servicio a la habitación están aterrados, ellos ni si quiera pueden asimilar por completo todo lo que ha pasado.
El rubio levanta la vista para encarar a su compañero, pero este parece no querer abrir los ojos, tiene las manos empuñando las solapas de su saco como si se aferrara a no perder la cabeza, a convencerse de que todo eso era real.
—¿Es-Estás bien? —Toca el hombro de su compañero intentando llamar su atención. Como respuesta, el chico lo empuja fuerte, casi haciéndole perder el equilibrio. Minhee retrocede rápido hasta chocar con la pared. La mirada horrorizada que le dedica al rubio, tensa sus cuerpos en un escalofrío seco. Se siente distinto a cuando surgió el encuentro, porque saben que algo está sucediendo y que algo sucederá. Saben que el peligro está corriendo por los pasillos, susurrándoles el destino en el oído.
—¿Se fueron? —Murmura Minhee con la voz temblorosa. Relame sus labios secos, no puede pasar saliva para lubricar su garganta, está a punto de tener una de sus crisis nerviosas, así que con el sudor frío resbalando por su frente, comienza a caminar apresurado hacia el elevador sin esperar al rubio. Jimin casi a tropezones le sigue el paso, sus piernas tiemblan tanto que aún no sabe cómo se mantiene de pie, puede ser la adrenalina, pero probablemente se era el miedo.
Las puertas se cierran y el elevador comienza a bajar, diez pisos después el celular de servicio suena desde el bolsillo del chico. Del de Minhee.
"Dos botellas de whisky. La misma habitación. "
🌱
Vine corriendo, disculpen la hora asdkjnfknas
Tuve que cortar el capítulo, mañana quiero hacer un maratón para terminar hasta donde nos quedamos.
Espero que les haya gustado, muchas gracias por leer, votar y comentar. <3
Vamos lento pero seguro, pronto comenzará esto LSDKJDFN
¿Qué opinan de la aparición de Seokjin? ¿les gusta?
A mí me encanta, podría decirles que es mi personaje favorito, sí.
También gracias por los comentarios tan lindos que me dejaron en el capítulo anterior, son re lind@s :'')
🍁 Dravi_SY
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro