Capítulo 8
Jimin llegó a planta baja con el rostro pálido, la vista nublada y las paredes del elevador moviéndose irregularmente. Una chica lo había encontrado en un estado cuestionable, pues estaba sentado en el piso con las manos sosteniendo su cabeza como si en cualquier momento se le fuera a caer, ni siquiera la había volteado a ver cuándo le preguntó si se encontraba bien.
La joven hace señas a uno de sus compañeros para que la ayude; lo llevan tomado por los brazos hasta la sala de servicio y posteriormente lo sientan en una silla mientras intentan llamar su atención. Jimin parece que estar ebrio o muy consternado, ambos compañeros están preocupados por él, ¿Cómo no estarlo?
No es que Jimin estuviera inconsciente, de hecho se encontraba al tanto de todo lo que sucedía a su alrededor, sin embargo, no se sentía bien. El mareo insistía y las repentinas nauseas en la boca de su estómago terminaron por ponerle la cereza al pastel. Su presión estaba baja, lo sabía porque le solía pasar cuando tenía fuertes impresiones, e independiente a su estado físico, también estaba asustado. Mucho.
—Oye, ¿Qué pasó? —Pregunta uno de sus compañeros. De repente un grupo de gente empezaba a rodearlo. Jimin sintiéndose asfixiado, niega con la cabeza haciendo un ademán con la mano para restarle importancia a su estado.
Quiso decirles que no pasaba nada y que volvieran a lo suyo, pero apenas abre la boca, la bilis sube por su garganta y su lengua retrocede. Está punto de vomitar; él de inmediato tapa con ambas manos su boca con la intención de forzarse a tragar lo que está por devolver. Unas cuantas arcadas ahuyentan a algunos de los curiosos que se habían acercado.
—¿Qué mierda pasó? —La voz agitada de Yoongi se escucha en la lejanía. Abre paso entre sus compañeros para encontrarse con el menor en medio de una crisis. Tras ver su expresión, empuja al resto para tomar el bote de basura que estaba en la esquina y así llevarlo frente al rubio.
Entre forcejeos logra quitarle las manos de la boca, el rubio de inmediato se aferra a los bordes del bote comenzando a sacar un espeso vómito que salpica su traje y el de Yoongi. Los demás apartan la vista con disgusto mientras otros tantos se dispersaban para evitar escuchar las arcadas que les revuelve el estómago.
Yoongi está molesto. Muy molesto porque nadie había hecho nada por el chico. El coraje burbujea en su pecho con más intensidad cuando los quejidos de Jimin llenan la sala y algunos voltean a verlo como si fuera la novedad del momento.
De su bolsillo saca papel de baño y ayuda a limpiarle la barbilla, comisuras y parte superior del traje. Un ruido, solo necesitaba que alguien hiciera el mínimo ruido para romper esa burbuja de tensión y él comenzar a maldecirlos de todas las formas posibles.
Soohyun llega corriendo desde las escaleras de emergencia; pregunta al pálido sobre lo que ha pasado, y aunque obtiene una respuesta seca, es suficiente para tomar su teléfono y llamar a su médico para que les aconsejara sobre lo que debían de hacer, puesto que el hospital les quedaba lejos y eran las cuatro de la mañana.
—Hyung, el doctor me dijo que lo acostáramos de lado y pusiéramos un paño húmedo sobre su frente, no sé por qué el paño pero... —Hace una pausa cuando ve la insistencia en la mirada del castaño —No puede tomar medicamento hasta que lo revise un doctor, mejor llevémoslo al hospital. —Yoongi asiente convencido con la propuesta de Soohyun, pero Jimin, ya más recuperado, lo toma por el brazo y niega con la cabeza repetidamente.
—Estoy bien, solo necesito descansar —murmura con la voz enronquecida a causa de su garganta lastimada.
Aunque Yoongi y Soohyun comparten una mirada de desaprobación, terminan por ceder cuando el rubio intenta ponerse de pie en su intento para salir de ahí.
En silencio pasan un brazo por la cintura del menor y entre los dos lo llevan hacia el piso -2 donde evidentemente entran a la habitación que comparte con Yoongi y lo recuestan sobre la cama.
El turno había terminado de la manera más desastrosa posible, Jimin sigue sintiéndose mareado, la cabeza le punza, está impregnado de un pestilente olor a vómito y, por si no fuera poco, está malditamente asustado y avergonzado.
—Hyung, iré a limpiar el bote y el piso, cuida de él en lo que llego. —Pide Soohyun en voz baja para después salir de la habitación silenciosamente. El pálido permanece en su lugar viendo a Jimin apretar los ojos. No sabe si los aprieta porque algo le duele o porque no quiere verlo. En realidad sus razones iban más allá.
—Te ayudaré a limpiarte y desvestirte. —Entonces Jimin abre los ojos de inmediato. Intenta reincorporarse, pero el dolor de cabeza lo tira como una hoja con el susurro del viento. —Tranquilo, solo recuéstate...
Yoongi se acerca cauteloso; desabotona el saco quitándolo cuidadosamente, lo mismo con la camisa, los pantalones, zapatos y calcetas. Prácticamente solo lo deja con la ropa interior.
—¿Te llevo al baño para que te laves los dientes?
—Sí, por favor. —Pide con pesar, ya era bastante vergonzoso lo que había pasado anteriormente, pedir que lo llevara al baño era nada. Estaba resignado y agradecido, pero más avergonzado que nada.
El castaño lo toma firmemente por los hombros y entre quejidos llegan al baño donde Jimin pudo lavar sus dientes y rostro. El regreso a la cama fue más sencillo, el mareo iba disminuyendo —o era la fuerza de voluntad que emergía desde las profundidades de su alma envuelta en la más pura de las vergüenzas—.
Yoongi lo arropa con las sábanas, acomoda el delgado cuerpo de Jimin como lo había recomendado el doctor, de su mochila saca una toalla que moja para ponerla en la frente del chico, y por último, arrastra una silla para sentarse frente a él. El menor ruega por conciliar el sueño rápido y evitar cualquier tipo de conversación. También se siente acompañado, como niño pequeño luego de haber vomitado en el autobús durante la excursión. Uh, que ridículo
Soohyun llega minutos después, ambos velando por el rubio quien después de todo, sí logró dormir. Casi media hora después, ellos seguían despiertos mirando sus teléfonos, no molestándose en dormir porque pronto amanecería y podrían irse a casa, fue entonces que la luz del edificio se fue. Estaban por dar las 05:24 am, aún el cielo estaba oscuro y los pasillos vacíos. Extrañados bajaron sus teléfonos viéndose dudosos y cuestionándose las razones.
Un par de minutos pasaron esperando a que la luz regresara, la espera pasando a segundo plano cuando el sonido de unos pasos hacían un eco el doble de ruidosos por el apacible silencio; venían desde las escaleras de emergencia, del otro lado del pasillo. Fue extraño, no era común que alguien estuviera por ahí a esas horas, la mayoría dormía y era parte de las reglas no subir a planta baja después de terminar el turno, esto para prevenir problemas. Ese empleado que estaba afuera tendría problemas asegurados si alguien lo descubría por las cámaras o lo delataban.
Los pasos seguían avanzando hasta que se detuvieron justo frente de la habitación donde estaban. Soohyun y Yoongi se miraron entre sí tras sentir incomodidad por el repentino silencio, el corazón se les aceleró con el repentino sonido de la perilla de la puerta intentando ser girada repetidas veces.
Yoongi presiona su dedo índice sobre sus labios para indicarle silencio a Soohyun quien asiente con los ojos exorbitados.
Afortunadamente no habían olvidado ponerle seguro a la puerta, estaban seguros.
¿Seguros de qué? ¿De un empleado? ¿Por qué ellos se sentían a salvo si no había de qué temer?
Debió ser la impresión, sí.
La perilla dejó de moverse y los pasos retumbaron por los pasillos de regreso por donde vinieron. Cuando dejaron de oírse, el silencio volvió a ensordecerlos como si alguien les hubiera tapado los oídos. No tenía sentido, no había sido un empleado, podían jurarlo.
¿Pero cómo? Nadie externo tenía acceso a esa área, las puertas de ingreso estaban bajo llave, solo se podía abrir desde el interior y el elevador de servicio dejaba de estar en funcionamiento cuando el último turno daba fin, debía ser un empleado o un gerente, pero los gerentes ya se habían marchado al igual que algunos empleados que tenían medio con qué desplazarse.
Mientras Soohyun estaba casi seguro de que se trataba de un fantasma, Yoongi tenía cientos de pensamientos que teorizaban lo que acababa de pasar, en todos ellos estaba Jimin involucrado.
🌱
Muchas gracias por leer, votar y comentar, disculpen la tardanza :((
El capítulo está tranquilito porque el siguiente empieza medio fuerte, espero que les haya gustado :'')
No actualicé antes porque me dieron los resultados del examen para la universidad y no quedé, me sentía re mal, pero ahora ya me siento mucho mejor, así que a partir de hoy habrán actualizaciones diarias <3
AzulMartiny , AzucenaRojas6 Les agradezco mucho por sus comentarios tan lindos, si no los hubiera leído, probablemente no estuviera continuando la historia <33
🍁Dravi SY
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