Capítulo 2
—¿Dices que vamos a celebrar una contratación prácticamente inexistente? —Namjoon se está desabrochando las botas en la entrada del departamento. Cuando logra quitárselas, entra arrastrando los pies para posicionarse frente al rubio que lo mira atentamente.
—Sí —alza la ceja derecha y levanta la barbilla a la defensiva —, o qué ¿no confías en que sea contratado?
—Vamos, yo no dije eso. —Namjoon sonríe. —¿Pero por qué estás tan seguro?
—Porque la señorita me dio una cita para hablar sobre los requisitos y los beneficios del contrato, y yo, amigo mío, soy buenísimo hablando para cuestiones de trabajo. — Tuerce los labios con fingido fastidio. Da la vuelta caminando hacia la pequeña mesa que se encuentra detrás del sillón. —¡Compré pollo frito y cervezas para celebrar!, ni siquiera me has felicitado ¿debería ofenderme?
—Idiota, solo estaba preguntando —Namjoon se apresura para ir junto a Jimin, hay dos cajas con el logotipo de KFC, su boca empieza a salivar. Entusiasmado abre la tapa liberando el aroma que les hace cosquillas en la nariz y, maldita sea, huele delicioso —. Pero cuanta generosidad, señor Park, hasta que compra comida de calidad, Dios, mira ese- ese dorado tan perfecto, parece tan crujiente que-
—Me gasté mi parte de la renta —el más alto casi se atraganta con el aire —, pero una situación especial, requiere de comida especial. Son sacrificios. —Justificó.
—Carajo, más te vale ser contratado o te sumarás a los vagabundos del puente —amenaza —, Señor que estás en los cielos, por favor, te ruego que contraten a este imbécil que nos dejará en la calle, por favor, por favor, por favor.
—¡Oye, ya te dije que me van a contratar!
Después de una plática bastante casual sobre cómo les había ido en el día, terminaron devorando las piezas de pollo y bebiendo las latas de cerveza como si fuera la última vez que lo harían. ¿Intuición?
La noche siguió con ellos siendo dos chicos medio ebrios que hablaban de estupideces y hacían escándalo hasta altas horas de la madrugada.
Jimin despertó cuando sintió un pinchazo en su espalda. Era temprano, bastante temprano. Se irguió adolorido, no sabiendo en qué momento se había dormido sentado con el trasero en el suelo y medio torso en el sillón. Al buscar a Namjoon con la vista se dio cuenta que el moreno no estaba en casa. Su cabeza daba vueltas y tenía ganas de vomitar. No era por haber bebido, solo comió demasiado.
Encontró su teléfono votado en el sillón, lo desbloqueó y llamó al más moreno sintiéndose adormilado.
—Amorcito, me duele la cabeza ¿me traes una pastilla? —Agudizó la voz.
—Pero mi amor, sabes que mis servicios se pagan con... un favorcito. ¿Quieres averiguarlo?
—Namjoon, eres un degenerado. —Normalizó su tono de voz. —¿Pero dónde mierda te metiste? Es sábado, día dormir todo el día y no bañarse.
—Estoy en el supermercado, ya casi no tenemos nada de comida.
—Bien, apresúrate porque siento que se me bajó la presión, ¿puedes traer unas aspirinas?
Ese fin de semana estuvo tranquilo, bastante común. A pesar de ser un tanto monótono, ambos agradecían ese tiempo en el que no tenían que hacer algo especial, solo dormir, comer o ver alguna serie.
Comenzó la semana, el rubio estaba nervioso por la cita, pero al final decidió calmarse antes de que sus nervios arruinaran su confianza. Se arregló lo mejor que pudo y asistió puntual al Four Seasons Hotel Seoul. Escuchó atentamente y aceptó absolutamente todo, estuvo de suerte al ser el primero que llegó a la entrevista, le habían dicho que ya varias personas les habían cancelado y necesitaban una contratación urgente. Jimin se había preparado bien, llevó todos sus papeles por si le pedían uno en especial y su contratación fue inmediata cuando pasó la entrevista. Firmó los papeles sintiéndose un tipo con mucha suerte, ahora estaba pensando en cómo convencer a Namjoon para que le invitara una cena para celebrar.
La paga era excelente, muy buena. Lo único complicado fue el horario, no es que fuera tan malo, al final estaría dentro del hotel y quizá no habría tanto qué hacer por la hora, pero aun así debía estar al pendiente por si a alguien se le ocurría pedir algo en la madrugada, que era el turno que le había tocado.
Le habían dicho que sus asesorías comenzaban ese mismo día y tendría duración de una semana. A las ocho de la noche tendría que estar ahí.
No iba a mentir, tenía miedo de no ser tan competente, había sido él quien quiso solicitar empleo ahí, pero también admitía que quizá no era el más indicado para el puesto porque carecía de experiencia. Nunca había tenido un empleo tan formal, siempre había trabajado a medio turno en cafeterías cercanas a la casa de sus padres en Busan, así que tenía la sensación de que sería un estorbo para sus compañeros.
Le mandó mensajes a Namjoon explicándole todo, el contrario se vio en desacuerdo cuando le confesó su horario de trabajo, le dijo que tuviera cuidado porque aun estando al interior del hotel, no era seguro. Cuando Jimin llegó a casa, comió y durmió un rato, sobre todo porque no sabía qué tan pesado estaría su jornada.
Como niño en su primer día de clases, cuando su alarma sonó, despertó enérgico para preparar una mochila con cosas básicas como su cepillo de dientes, pasta, una botella de agua y una muda de ropa por si las dudas.
Llegando al hotel prestó mayor atención al enorme edificio; tanto el exterior como el interior era jodidamente lujoso, la vista era maravillosa y en la noche se veía mucho más imponente que de día. La gente que caminaba dentro y fuera lucía no común, es decir, podía darse cuenta fácilmente a qué mundo pertenecían.
Para ingresar, el personal de seguridad sugirió su identificación, y como aún no la tenía, mostró un papel que le había dado la mujer con la que hizo el contrato. Un hombre mayor lo condujo hacia unos pasillos y le indicó que caminara derecho hasta topar una puerta con un letrero que decía "Solo personal autorizado". Siguió las instrucciones y empujó la puerta para poder pasar. Dentro de ese lugar encontró tres personas más que guardaron silencio en cuanto Jimin ingresó. Se sintió tonto por no tocar la puerta antes de abrir, pero tragándose la vergüenza, hizo una reverencia rápida.
—¿Park Jimin? —Preguntó un joven pálido de complexión delgada.
—Sí, buenas noches. —Respondió de inmediato.
—Te estábamos esperando, mi nombre es Min Yoongi, tu asesor. Ellos son Lee Soohyun y Han Jisung, estarán respondiendo tus dudas sobre cualquier cosa referente al trabajo. —Ambos chicos saludan con un asentimiento. — No te limites a preguntar, cuando tu tiempo de capacitación termine, deberás desempeñarte de la mejor manera posible. —Yoongi hace una pausa, toma aire tratando de calmar sus nervios. — Los errores del personal no son nada gratos, suponen grandes faltas para la reputación de este hotel. Espero que lo tengas siempre presente.
🌱
Espero les haya gustado, disculpen la hora, trataré de actualizar más temprano, lo prometo. :(
A partir del siguiente capítulo comienza el misterio, manténganse atentxs.
Muchas gracias por todo el apoyo. <3
Dravi SY 🍁
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