—¿Le apetece? —Entusiasmado toma la tetera transparente ya llena de agua hirviendo. —Hace poco compré té de oolong, es rico y también-también azul océano, ¿Le gusta? —Pero el chico solo lo mira detenidamente sin ninguna expresión en el rostro; parece tenso, sí, y aun así hay algo en su actitud que le inquieta. No es suficiente, esa expresión no le dice nada y realmente no le gusta nada.

¿Llevárselo había sido mala idea?

Pero no puede hacer nada, él nunca retrocede ni se deja doblegar por nadie; siempre ha sido así. Es verdad que a veces no tenía las mejores soluciones y terminaba por complicarlo todo, sí ¿Y qué? ¿Qué se supone que le harían? ¿Regañarlo?

¡Já!

Espera que el bajito no sea una de esas situaciones complicadas, porque entonces tendría que tomar las medidas necesarias para limpiar su intento fallido de capricho, de igual manera... aparentemente no hay mucho qué hacer con él, pero algo se le ocurrirá.

Si Jeon descubre su intromisión en el plan que le estuvo ocultado con recelo desde hace tiempo, probablemente se molestará, pero no suficiente, porque Jeon jamás se molesta demasiado con él. No puede. Si el plan se arruina ¿No estaba destinado a un inminente fracaso desde el inicio? ¡Ese insolente debió seguir su consejo y no meterse problemas!, ni siquiera valía la pena arriesgar tanto por algo tan mediocre como lo era la vida de gente aún más mediocre.

Toma un par de tazas transparentes, llevándolas al gran ventanal donde ha dejado al pálido chico. Mirándolo curioso le entrega el objeto que es recibido vacilante y forzado.

—Toma asiento —Indica señalando el pequeño comedor a un costado, el chico obedece con lentitud, a Seokjin casi le pareció divertida la forma en la que se encorvaba como si tratara de esconderse en su propio caparazón. Pobrecito.

Sirve el té en ambas cristalinas tazas, no ha esperado a que las hierbas suelten su esencia por completo, así que el color es un azul mucho más tenue, y de sabor, probablemente más insípido. No importa, después de todo duda que su invitado lo beba.

Aún de pie, el pelirosa rodea la mesa del pequeño comedor, satisfaciéndose con el nerviosismo reflejado en el semblante del contrario. Uh, pero algo le incomoda.

¿Por qué no lo mira? En el reflejo de la ventana ve su cuerpo envuelto en el vestido negro traslúcido que llega por encima de sus muslos, también la larga bata que decidió ponerse debido al frio clima. No joyería, maquillaje o algo especialmente sobresaliente. Esa es la razón ¿No? ¡Claro que sí! No lo miraba porque no había nada sobresaliente en él.

Esa noche no asistió a la reunión; no tenía ánimos para estar rechazando peticiones ni tampoco para soportar el roce de otras pieles con la suya. Jungkook lo visitó antes de que el evento iniciara, le dijo que se veía bonito y besó su frente, entonces le creyó. Si para Jungkook se veía así de bien ¿Entonces por qué para el trabajador no? No había dado motivos para que le tuviera miedo, ¿O sí?

—Parece que no tiene intenciones de hablar conmigo, ¿Al menos podría decirme su nombre? —Arrastra la silla a un costado del bajito y se sienta cómodamente mientras le mira interesado.

—Yoongi. —Murmura. Deseó negarse y mantenerse silencioso, pero ¿No sería mejor evitar problemas?

Seokjin relame sus labios antes de estirar una sonrisa jovial. Voz agradable ¿eh?

—¿Edad? —Levanta las cejas acentuando su interés.

—Veintitrés —Solo un año menor. Bien, mejor para él. El pelirosa exhala satisfecho con la información; se encargará de investigar a fondo y encontrar la manera de sacar provecho.

—Gracias, lo hiciste bien —Ofrece una amplia sonrisa de dientes blancos. Desconfiado, Yoongi lo escruta buscando las mudas intenciones del mayor, porque lo sabe, sabe que ese hombre tiene algo en mente. Un movimiento ágil, el rostro del pelirosa muy cerca del suyo y una presión rápida sobre sus labios. El pálido retrocede exaltado, extendiendo los ojos y tapando su boca con su antebrazo. —Lo hiciste bien —repite animado.

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—¿Número de habitación? —Repite el hombre. Jungkook muerde su lengua manteniendo la neutralidad de su expresión. No debe dejar que sus emociones hablen por él, menos en una situación como esa.

—Como le he dicho, señor, mi invitado ha pedido respeto a su privacidad, así que no puedo darle tal información. —Mantiene la mirada con el hombre que no está ni remotamente convencido de su respuesta. Bookyum gira la copa desde la base y bebe del vino tinto afrutado; hay inconsistencias, él no es ningún idiota.

—No había tenido el honor de... de conocer a tu acompañante. Me parece intrigante que recién lo note. Todos aquí nos conocemos, después de todo somos personas muy específicas las que asisten a estos eventos. —Correcto, todos ahí se conocen porque se trata de un grupo muy cuidadoso al escoger a sus integrantes.

Siempre tan precavidos en sus reuniones y en la información que sale y entra; aunque el dinero y el poder pueda silenciar a los medios de comunicación, si la información llega a la población, entonces sería mucho más grande que un problema.

Es fácil desaparecer a un pequeño grupo, pero no a una población entera.

—Usted tiene razón, señor —admite —, sin embargo, por la misma razón le pido que confíe en mí. Soy yo quien dirige a este grupo, y aunque sé que les parezco demasiado joven para ser el sucesor, lo cierto es que toda mi vida he crecido observando, conociendo y aprendiendo sobre el negocio; soy tan bueno como mi padre. —Una sonrisa cordial. —Si usted duda de mí, puede contactarlo, él conoce todos mis movimientos, él ha sido quien me permitió traer al acompañante por quien pregunta. —Listo, está hecho. Bookyum relame sus labios y da un largo trago a su copa, lo mira una vez más escaneando su inexpresivo rostro. Chasquea resignado.

—Jeon, no dudo de las decisiones de tu padre, si él te puso al mando es porque... —es para lo único que le sirves —Porque eres capaz para manejarlo. —Jungkook ofrece una reverencia a modo de agradecimiento. Reconoce el tono altivo con el que le ha hablado, sabe que sus palabras acertaron y el hombre no seguirá insistiendo en el paradero de Jimin, pero también sabe que Bookyum no se detendrá hasta estar convencido. De estar en su lugar, él tampoco lo haría ¿Quién confiaría en un desconocido que sabe la parte medianamente podrida de los poderosos?

Y sí, solo medianamente retorcido, porque ese pequeño grupo no es nada comparado con la parte más putrefacta del poder.

Debe tener cuidado, vigilar sus movimientos y ser precavido con Park si es que no quiere arruinarlo.

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Alterados preguntan insistentes sobre lo que ha sucedido; Jimin ya trae puesta su ropa de repuesto y Soohyun tuvo que ponerse nuevamente el uniforme del trabajo, pues se había ensuciado con el vómito que la ansiedad le provocó después de notar la usencia de Yoongi.

El mayor de los tres permanecía sentado en la orilla de la cama, viéndolos nervioso por todas las preguntas que insistían en hacerle; regresó al piso -2 luego de una hora con el pelirosa, consternado por lo rápido que corrió el tiempo, pero sobre todo, por la última parte de su encuentro con ese hombre

—¿Le hizo daño? —Jimin apretó su hombro, llamándole la atención. Está preocupado, asustado, pero también aliviado con el regreso del mayor. No mentiría, él realmente creyó que no regresaría, al menos no con vida.

—No —admite. Los dos chicos aún más intrigados, incitan con la mirada a que continúe hablando —, me dio té, pregunto mi nombre y edad... Él es extraño —esta vez Jimin asiente de acuerdo con las palabras. Le parece acertado. Extraño es la palabra que describe a esa gente. Seokjin; ese chico es aterrador —, no pasó nada más, luego me dejó venir —miente. Ha ocultado la última acción, pero no es necesario decirlo, no hay razón para decirles que ese hombre lo besó ¿verdad?

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—No sé de qué hablas —muerde sus labios. Enredando el listón de la bata entre sus dedos, decide no ver al pelinegro que lo tiene apresado contra la pared.

—Hyung, deja de mentir —molesto aprieta los dedos en las mejillas del pelirosa, obligándolo a que le dé la cara. Jungkook lo conoce demasiado bien, sabe que algo le oculta y la sonrisa reprimida en los labios del contrario solo le da la razón.

Seokjin estira una sonrisa labial fijando sus ojos con los castaños del menor, nota que está molesto, pero no tan molesto. Entonces sonríe más amplio y luego una carcajada pequeña se escapa de su garganta. Jungkook rodea los ojos irritado.

—Estaba aburrido, no viniste en toda la noche por estar con ese trabajador —finge decepción —, solo busqué un nuevo proyecto, así como tú. ¿No te parece que es bu-

—Seokjin, déjate de bromas. Te pedí que no te metieras en esto ¡Vas a alterar todo, maldición!

—Si me vas a gritar, que sea porque estamos jodiendo ¿De acuerdo? —Suspira molesto. Detesta que Jeon lo reproche ¿Por qué le grita?, si fue muy precavido aunque haya desobedecido la petición. No iba a alterar nada, al menos no tanto. Detesta tanto que lo esté reprochando por nada. No. No detesta; odia.

Jungkook traga sus palabras al notar la mirada acuosa del pelirosa, toma aire sintiéndose frustrado porque sabe que aunque discuta con él, la situación será exactamente igual. Tampoco es como si quisiera lidiar con Seokjin armando un alboroto por haberle levantado la voz, sabe que si lo hace llorar le constará el mundo entero para animarlo nuevamente. Eso sería sinónimo de problemas. Muchos problemas y dolores de cabeza.

—Solo dime lo que hiciste y no estaré molesto contigo —acaricia la piel enrojecida la mejilla donde dejó sus dedos marcados —, no me molestaré, lo prometo. —Besa la punta de su nariz bajo la mirada muerta del pelirosa.

—Después de llevarle sus pertenencias a tu juguete, me llevé a Yoongi —escruta una sonrisa cuando el pelinegro levanta las cejas en incredulidad. Así que sabe quién es Yoongi —, no hay nada de qué alterarse. No le hice daño, lo traté bien y cumplí mi promesa.

—Explícate.

Seokjin aprieta los labios al notar la amenaza implícita en el tono de voz. No debió.

—No hay nada qué explicar. Solo estaba aburrido e hice lo mismo que tú. Veré cómo sacarle provecho, pero... de todas formas, eso no te incumbe. Él es mi responsabilidad ahora. Es mío. —Levanta la barbilla de manera altiva. —Tú no me has dicho para qué usarás a Jimin, yo tampoco te diré. No tengo por qué.

—No me interesa para qué usarás a Yoongi, pero te advierto; no te metas en mis asuntos. Si ese chico llega a cometer un error y mis invitados se ven afectados, debes saber que tomaré las medidas en contra del responsable.

—No puedes hacerme nada, cariño. —Brama seguro de su posición. —Pero no te preocupes, sé lo que tengo y quiero hacer. —Relame sus labios al sentir la pesada respiración del contrario sobre su boca. —¿Te divertiste esta noche sin mí? —Cambia el tema. Deslizando sus blancas manos por el torso del pelinegro, sus intenciones para el rumbo del nuevo tema son certeras, sin embargo se sobresalta cuando el pelinegro se aparta antes de que el primer botón de su camisa sea liberado.

—Buenas noches. —Y sale de la habitación.

Número desconocido

A partir de mañana trabajará en el turno matutino.

Váyase directo a casa. No deambule por el edificio, salga lo más pronto posible. Tome el día libre, me encargaré de avisar a sus superiores.

7:25 AM

Jimin bloquea su teléfono cuando Soohyun se asoma sobre su hombro con intenciones de ver la pantalla. El más alto arruga el entrecejo comenzando por alarmarse al notar el temblor en las manos del rubio.

—¿Qué pasa? —Pregunta inquieto. Yoongi voltea a verlos mientras seca su cabello goteante.

—Rápido, tomen sus cosas y salgamos del hotel. Algo no va bien. 

🌱

No me sentía bien, así que hasta apenas actualizo. Mañana y el sábado también habrán actualizaciones para recuperar la semana c:

Es un capítulo tranquilo y cortito, sí, pero también se plantean las primeras problemáticas, jujujú. No se preocupen, no todo será estrés y miedo, también habrán situaciones re lindas.

Estaba pensando ¿Cómo sería este fic si los papeles se invirtieran?, es decir, si Jimin fuera el dueño de la habitación y Jungkook el trabajador. Me gustó mucho la idea, así que quizá algún día saque un capítulo especial con esta temática.

En fin, ¿Les gustó?

Muchas gracias por leer, votar y comentar; significa mucho para mí. <3

A la persona que le dedico este capítulo: BusanIsa, espero que te haya gustado. Muchas gracias por apoyar esta historia desde hace tanto, te estimo mucho. 💗

-Dravi SY🍁