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Capítulo 10

El aire se siente húmedo después de la lluvia que azotó la cuidad hace un par de horas atrás; suelos repletos de charcos, temperatura gradualmente bajando y un cielo nublado anunciando la pronta tormenta eléctrica. Era terrible, el tráfico en las calles de Seúl era una pesadilla.

El demacrado chico mira por la ventana del transporte público a las personas con sombrillas e impermeables caminando agitados, también a los autos transitando lentos e impacientes. Le punza la cabeza cuando una nueva ola de pitidos resuena insistente.

Hunde el rostro en la gran bufanda gris que rodea su cuello. Tiene las mejillas heladas y la nariz enrojecida; culpa a su mala suerte, a su sudadera gris que no calienta ni mierda y al maldito charco mugriento que se le atravesó en el camino donde mojó sus deportivas de tela. Las únicas benditas deportivas que tenía, sus favoritas. Maldición.

Yoongi por tercera vez en la mañana saca el teléfono de su bolsillo para revisar la bandeja de mensajes. Está vacía. Vacía a excepción del chat familiar que no ha abierto desde inicios del año.

Aprieta los labios preocupado. Cuando despertó esa mañana, Jimin ya se había ido a casa, Jimin el chico al que asesoraba y al que le tenía especial cuidado porque, primero, le aterraba la idea de que la historia se repitiera, y segundo, porque el chico comenzaba a ser lo más cercano a un amigo.

Soohyun y él estaban confundidos cuando hallaron la cama vacía, supusieron que se trataba de la hora, pues pasaban de las 10:00 am y solían irse a casa mucho más temprano. Pensó que Jimin no quiso despertarlos, pero también su mente llevaba la situación al límite, tanto que se alarmó con los escenarios atroces de su imaginación, una realidad cruda. No, Jimin debía estar bien, solo había ido a casa temprano. Sí, no había pasado nada ¿verdad?

¿Y cómo se supone que se quitaría la angustia de la cabeza si el menor no respondía ninguno de sus mensajes o llamadas?

Porque sí, Yoongi había mandado demasiados mensajes al número de Jimin, no sabía con exactitud cuántas llamadas había hecho, pero eran muchas y el rubio no respondía ninguna.

Tiene la vaga esperanza de llegar al trabajo y encontrarlo en la habitación que comparten, tal vez durmiendo o jugando en su celular como ya era costumbre. Jimin solía llegar más temprano que él, en una ocasión le había dicho que vivía no muy lejos del hotel, pero llegaba temprano para poder despejar su mente antes de laborar.

Con esa idea, salió apresurado de casa dos horas antes, sin haber desayunado ni dormido suficiente para rendir en su turno. No le importaba. Necesitaba un tiempo a solas con el de labios esponjosos y rasgos faciales aniñados.

Media hora después el autobús llegó a la estación correspondiente, la gente salió empujándose y dispersándose por todos lados cuando la llovizna comenzó a rociarlos. Debía ser un mal chiste. Uno muy malo.

Corre hacia tienda de ropa con el techado ancho y caminar por la orilla hasta llegar a las puertas del enorme hotel.

Para él, la rutina podía tener dos perspectivas: la aburrida o la cómoda. Yoongi detesta que su rutina sea interrumpida y que su comodidad se vea alterada; Jimin es una de esas "interrupciones", con la diferencia de que el rubio no le molesta.

La culpa le devora los órganos vitales, se siente culpable de haberse involucrado con el menor más allá de lo laboral, pero nadie puede recriminarlo. No cuando Jimin había sido tan amable con él, con Yoongi que es y siempre ha sido una solitaria alma.

Cuando llegó hizo lo de siempre; pasó su credencial, anotó su nombre y hora de entrada para después irse directamente al piso -2. Estaba nervioso cuando recorrió el pasillo y mucho más nervioso cuando estaba frente a la puerta de su habitación. Con los nudillos golpeó dos veces la puerta, pero nadie del otro lado respondió.

Sabía que no estaba ahí, pero de todas formas repitió la acción. Rendido giró la perilla y abrió completamente la puerta; la cama estaba tendida, la silla en una esquina y las almohadas simétricamente en su lugar, pero Jimin no estaba ahí.

¿Qué se supone que haría una hora antes de que su turno empezara?

Esperar por Jimin, claro.

Sentado en la orilla del colchón, mueve la pierna en un tic nervioso mientras revisa la hora en el reloj de su muñeca. Falta bastante para que la jornada comience, en cualquier momento podría llegar.

Tratando de convencerse, saca su traje y zapatos de la mochila, bota todo sobre la cama, no le importa que se arrugue ni que los productos de higiene manchen la tela. Arrima la silla hacia la orilla del colchón para sentarse cómodamente mientras revisa una vez más la bandeja de mensajes.

08:30 PM

08:50 PM

09:00 PM

09:15 PM

09:30 PM

Jimin nunca llegó.



—Media hora tarde, ¿En dónde estabas? —El gerente lo detiene cuando estaba por ir a la cocina. —El turno comienza a las nueve, tu registro dice que entraste desde las ocho y sin embargo apenas comienzas a laborar. Quiero una explicación. —La mirada acusatoria fue suficiente para que el pálido bajara la vista a sus zapatos.

—Me quedé dormido, disculpe la tardanza. –Miente. El gerente lo mira en silencio, ¿se supone que debe creerle? El chico parece no haber dormido en días con esas ojeras tan oscuras y la piel tan pálida. Quizá sí se quedó dormido, pensó.

—Está bien, pero deberás cumplir esa media hora al final del turno para ayudar a limpiar o habrá descuento de salario. —Eran las reglas, ambos lo saben.

—Cumpliré con la media hora. —Responde rápidamente. De ninguna manera podía permitirse un descuento de salario, no cuando apenas le alcanza para sobrevivir en ese departamento que se desmorona con el pasar de los días.

—Bien, puedes continuar. —Da la vuelta con intención de continuar con sus deberes, pero se detiene al recordar algo. —Por cierto, Park, el chico que está a tu cargo —Yoongi se acerca casi corriendo hacia el gerente. La inquietud de su mirada sugiere desesperado por más información —habló por la mañana, dijo que había enfermado y no podía venir hoy. Me comentaron que se había sentido mal en la madrugada... ¿Sabes algo al respecto?

—Se desmayó por el cansancio. —Contesta. El contrario asiente y continua su camino sin darle más vueltas a la situación. Por otro lado Yoongi suspira en alivio; si había llamado para avisar que no llegaría, entonces Jimin estaba bien, no había desaparecido.

Sus pensamientos hacen que el estómago se le retuerza. ¿No había desaparecido?

Unas palmaditas en su hombro lo sacan de su encrucijada, frente a él una amplia sonrisa reluce con toda la intención de animar a quien sea espectador.

—Hyung ¿Todo bien? —Soohyun lo observa atentamente, pues ha encontrado al más bajito con la expresión consternada y la mirada extraviada en algún punto de la pared.

—Sí —responde —, ¿Sabes algo de Jimin?

—Hace un momento estábamos hablando, dice que se sintió mal y su amigo no lo dejó salir del departamento —comenta bajando la voz por si algún tercero está escuchando la conversación. No le gustó nada cuando Jimin era el tema de conversación entre sus colegas —, iré a verlo mañana por la tarde, me pasó su dirección, ¿Quiere venir? —Ofrece entusiasta. Sería más divertido si ambos iban a animarlo, pensaba que Jimin se alegraría si ambos lo iban a visitar.

—No. —Murmura dolido. Soohyun pone una muñeca confusa tras el cambio de actitud. Cuando estaba por preguntar la razón, el mayor ya había dado la vuelta para irse arrastrando los pies hasta la cocina.

Yoongi fue por un vaso de agua, el teléfono de servicio aún no sonaba y tampoco lo habían enviado a algún pedido especial. Aunque quiso restarle importancia a lo que había pasado, lo cierto es que se sentía decepcionado, también un poco iluso.

¿Estaba siendo demasiado tonto al preocuparse por alguien que ni siquiera lo tomaba en cuenta?

Pero si Yoongi había sido tan amigable con él, hablaron de sus vidas como si de verdad fueran cercanos, ¿entonces por qué a él no le contestó ni un puto mensaje?

El chico no tenía que contestarle si no quería, eso lo sabía, sin embargo aceptarlo no hacía que doliera menos.

"Estás exagerando, para empezar, esto no te debería afectar tanto. Vamos Yoongi, cálmate."

Ya se le pasaría, ¡De verdad!

Igual era culpa suya. Había sido grosero cuando recién se conocieron, y también lo había preocupado con todas esas advertencias paranoicas. Si algo le pasaba al rubio, sería su culpa. Él era el responsable, él le había contado cosas que no debía y no le correspondían.

Fuera lo que fuera, no se sentía bien.

El tiempo transcurrió con normalidad, tuvo que atender tres pedidos de huéspedes comunes y uno de pedidos especiales, nada nuevo.

Al final de la jornada fue con Soohyun a pedirle disculpas por su incorrecta actitud de horas antes. El chico no le había hecho nada, era un tipo agradable y no merecía tal trato desagradable.

Antes de irse, el menor le terminó dando su número para estar en contacto. A Min aún le quedaba media hora para irse a descansar, y por lo que Soohyun comentó, él solo se quedaba si su presencia era necesaria, o si algo pasaba, de lo contrario montaba su moto para ir a la casa de sus padres donde aún vivía. Yoongi otra vez estaba solo.

En ese tiempo ayudó con la limpieza de la cocina; lavó los trastes, metió en contenedores desechables la comida que había sobrado e incluso le dieron a él unos cuantos con su comida de preferencia. Tuvo suerte, generalmente solo se los daban a los cocineros y pinches. De cualquier forma dejó todo en el refrigerador, los tomaría antes de regresar a casa.

—Ya es todo, gracias por tu ayuda —la mujer agradece al silencioso chico que le acompaño esa noche. Eran las 04:42 AM, la mayoría ya se había ido a sus casas o a las habitaciones para el personal.

Yoongi está exhausto y sudoroso, tiene las mejillas rojas y el cabello alborotado y goteante de sudor. Ha sido un día pesado, el peor en lo que lleva del año.

Casi arrastrándose, va hacia el piso -2, los pasillos están silenciosos e iluminados por la blanca luz de los focos, le parece que está trabajando en un hospital psiquiátrico y no en un hotel de prestigio. Maldice por tercera vez en la noche a sus zapatos desgastados, puede asegurar que tiene enrojecidos los dedos de los pies porque los siente arder bajo la tela de sus protectores.

Abre la puerta. Cuando está dentro de la habitación, la cierra sin cuidado; tiene la mala costumbre de internarse en la oscuridad y luego lidiar con encontrar el interruptor. Cuando lo halla, la luz lo aturde un poco hasta que sus ojos se adaptan al brillo.

No puede hacer más que jadear y pegarse a la pared con una expresión sobresaltada.

Ahí hay alguien. Hay una persona sentada sobre el colchón con el rostro cubierto por un velo rojo y un abrigo largo que cubre casi la totalidad de su cuerpo.

—¿Qué es lo que sucede? —La voz masculina y cordial se escucha distante en sus oídos. No puede entender lo que está pasando y su cuerpo rígido solo le impide actuar, pero aun así, como instinto al temor de lo desconocido, toma la perilla de la puerta con intención de salir lo más pronto posible. No lo logra, esa persona ya se encuentra frente a él con ambas manos sosteniendo los costados de su cabeza. —¿Sabe usted que es descortés no saludar a los invitados? —Murmura cerca de su rostro.

El pelinegro le sonríe con los labios sellados. No puede bajar las comisuras de sus labios, no cuando el empleado lo mira a los ojos con el rostro desencajado. Sabe que tiene miedo.

—No se asuste, no pretendo hacerle daño —borra cualquier tipo de expresión. La inmutabilidad de sus rasgos es casi inhumana —, pero solo si se porta bien.

—¿Q-Qué quieres? —Titubea. Las piernas comienzan a temblarle y él, aferrándose del hilo que conecta su mente al cuerpo, toma todo el valor que tiene para no doblegarse ante el desconocido.

—Vengo a hablar con usted, ¡Solo eso! —Aparta las manos del rostro del castaño. —Nada importante. —Actuando con impulsividad, Yoongi vuelve a tomar la perilla creyendo que esta vez sería lo suficientemente rápido para escapar, pero su cometido se ve interrumpido cuando tiran con fuerza el cuello de su camisa hasta que siente su cuerpo impactando contra el cochón de la cama.

Aturdido por el movimiento permanece quieto un segundo hasta que nuevamente es apresado, esta vez bajo el cuerpo del hombre que le ha encajado una rodilla en el estómago. Gruñe desesperado, con las pocas fuerzas que le quedan comienza a forcejear con la persona que insiste en tomarlo por las muñecas, y él, sintiendo que la vida se escapa de su cuerpo, empieza a gritar por ayuda. Un dolor punzante en su estómago le saca el aire, la rodilla del pelinegro se ha enterrado con fuerza justo en el centro.

—No había necesidad de llegar hasta este punto, ¿No le dije que solo hablaríamos? —Yoongi se ahoga intentando recuperar el aire, ve puntos de colores sobre el techo y el velo rojo como una mancha oscura, una que lo absorbe. El desconocido deja de presionar con fuerza permitiendo que el aire llegue nuevamente a los pulmones del chico. Tiene los sentidos agudizados, la adrenalina lo hace sonreír al saber que está desobedeciendo tan gravemente. ¿Qué diría su padre? —Seré rápido, Yoongi. —De un tirón quita el velo de su rostro. —Han incumplido el reglamento, lo sabe ¿Cierto?, la persona que está a tu cargo ha visto... Nos ha visto. —El castaño siente que la sangre se drena de su cuerpo, tiene la vista fija en el par de iris almendrados que lo escrutan con severidad.

—¿Sabe cuál es la mejor parte de todo? —De nuevo esa voz cordial y melódica. —la mejor parte es que él sigue vivo, al igual que usted que no deja de verme, ¿No es grandioso?

El pálido continúa pasmado, manteniendo la vista clavada en esa sonrisa sardónica. Y es que no sabe qué hacer, en realidad no puede hacer nada.

—Él no se encuentra aquí, así que quiero pedirle un favor. Uno importante. —Con la punta de su dedo anular delinea la nariz del castaño. —Quiero que lo traiga. Tiene hasta el día de hoy, de preferencia antes de que su jornada comience. —Yoongi arruga la cara en deprecio, quiere escupir en palabras todo el coraje que corre en sus venas, quiere reventar a golpes esa maldita cara aniñada —Vamos, no le haré nada, pero si no lo trae... Tendré que buscarlo por mi cuenta, y si eso sucede, debe saber que no tomaré consideraciones de ningún tipo.

Reincorporándose sacude su abrigo, toma el velo entre sus manos y con cuidado lo pone sobre su cabeza hasta que cubre adecuadamente su rostro.

—Algo más, Yoongi. —El mencionado se estremece al escuchar su nombre. —Nada me asegura el silencio del empleado, así que si ha difundido lo que pasó, me veré en la penosa necesidad de hacer limpieza de personal. Espero que entienda a lo qué me refiero. —Un jadeo casi inaudible llega a sus oídos. El del velo rojo ensancha una sonrisa. — Como noticia nacional y encabezado de cientos de periódicos, "Personal de hotel ha desaparecido" —bufa —, aunque, por supuesto, estoy bromeando. Nadie lo sabrá, ni siquiera sus propios familiares, usted lo sabe mejor que nadie ¿Verdad? —Silencio. Sin agregar algo más, sale del cuarto dejando la puerta entre abierta. Permanece unos segundos a espaldas de la madera, sintiéndose afortunado por tener el placer de apreciar la respiración errática y el llanto lastimero que proviene desde el interior.


🌱

Les voy a dejar una canción "spoiler". Gracias a ella me inspiré en muchos aspectos importantes para el desarrollo de la historia. Espero que les guste tanto como a mí.

Como siempre; muchas gracias por leer, votar y comentar. ^^ 💕

¿Les gustó éste capítulo?

Sobre las actualizaciones: pido disculpas por el retraso, pasa que ya salió mi fecha de examen para la universidad y está muy próximo. Tengo el estrés consumiéndome y no he tenido nada de tiempo, estoy metida todo el día en el cuarto estudiando, así que este día lo tomaré de descanso para subir los capítulos que faltan (hasta el 15). Si me tardo en subirlos es porque demoro en leerlo y en corregir algunas cositas.  

Últimamente pensé sobre eso, la idea de dejarla en borradores no me gusta. Quiero darles calidad y no solo subir capítulos mal hechos. Ya que es mi primer historia me da inseguridad porque soy muy indecisa y casi no me siento conforme con lo que escribo, tengo que mejorar mucho (si alguien encuentra un error o quiere comentar algo respecto sobre redacción, o trama, díganme con toda confianza, lo agradecería mucho). Nuevamente lo lamento ;___;

Canción spoiler (me dicen que opinan ¿Vale?)

https://youtu.be/bLFrTMGWN30

🍁Dravi_SY

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