Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Había una vez una Rapunzel que debía morir

Había una vez, una princesa de largos cabellos áureos, llamada Rapunzel.

Cuando Rapunzel estaba a punto de nacer, su madre cayó enferma. Se dice que entonces, el rey salió a rogar al cielo, pidiendo que se salvaran los dos amores de su vida. El único astro que escuchó sus plegarías, fue la luna. Él no sabía, que los tratos que se hacen con ella, se pagan con sangre.

Rapunzel nacería sana, pero le pertenecería a ella. La luna quería a la niña, por eso, Rapunzel debería ser entregada a la luna como ofrenda apenas nacer.

El rey aceptó, aunque no tenía intenciones de cumplir.

A la mañana siguiente del nacimiento, la furia de la luna cayó sobre la familia real. La reina había despertado con los dedos negros en las puntas, y a los pocos minutos, estos se convirtieron en cenizas; horas más tarde, de la reina quedaba solo un polvo gris sobre la cama. El personal del palacio que había estado cerca de la pequeña princesa, pronto comenzó a sufrir lo mismo.

Por eso, el rey encerró a Rapunzel en la torre más alta del palacio, lejos de todos.

No obstante, eso no impidió que la enfermedad se expandiera.

El pueblo rogó por una respuesta a sus males. La luna proclamó que la maldición se rompería cuando la joven cumpliera dieciocho años; entonces, el chico con la marca de la luna, debería escalar tirando del cabello de la princesa. La sangre tendría que derramarse por el cabello de ella hasta que la víctima se drenara por completo.

Mientras tanto, los enfermos que quisieran sobrevivir, deberían saciar la deuda de sangre matando a una persona sana. Así, fue como la población se fue reduciendo, y los sobrevivientes se agruparon en grupos de caza.

Y aquí es donde entro yo, Taher: al que la luna marcó.

Resulta que en tres días es el cumpleaños de la princesa. Debo ir a matarla, pero en lugar de eso estoy aquí encerrado.

Gothel es la líder de un grupo de caza que quiere tomar el poder de Rapunzel, en lugar de deshacerse de él. Asegura que puede hacerse de él, si le corta la cabeza de la princesa junto con su melena.

Y hace un par de días, Gothel decidió raptarme, para asegurarse de que no pudiera matar a la chica antes de que ella la encontrara.

Estoy en una silla, atado con cuerdas de las que pinchan, y duele. Gothel se ha ido hace unas horas en busca de la princesa y me ha dejado con dos de sus guardias afuera. Ahora que ella está lejos, ya no tengo que fingir que no sé desatar los nudos mal hechos de sus guardias. Estoy buscando cómo abrir la puerta.

Sé que tengo que matar a Rapunzel, y ella sabe que debo hacerlo; no entiendo entonces, por qué ella está rescatándome a mí.

De la nada, aparece una chica con cabello rubio de longitud extra humana, en la puerta.

—Acabaste con las ataduras —observa—, bien. Ahora, vamos a la puta torre y acabemos con esto—agrega entregándome una daga.

Salgo aún sin comprender lo que sucede y encuentro a los dos guardias arrastrándose por el suelo con la mitad del cuerpo convertido en cenizas. Su serpenteante cabello hace que la otra mitad desaparezca también.

—Es el cabello —expreso en cuanto lo comprendo—, es lo que hace que te contagies.

—Chico listo —ríe—. Pero no te preocupes, tú eres inmune —aclara, apuntando a la marca de la luna que llevo en la mano—. Por eso tú eres quien debe escalar. Vámonos rápido.

Me doy cuenta de que Rapunzel jamás pensaría en resistirse, más bien, acepta su destino. No logro imaginar como es crecer sabiendo que miles están condenados, pero todo se solucionará cuando tú mueras.

Pasamos tres días en un viaje a pie y contra reloj de vuelta al palacio.

El primer día, Rapunzel se niega a hablar conmigo. Vamos huyendo juntos.

La segunda noche, cuando ella no puede dormir, consigo que me hable sobre su vida. Sobre la pobre chica, que a pesar de ser de la realeza, esta es la primera vez que sale del palacio, y la última, porque decidió usarla no para escapar, sino para rescatar a su verdugo.

La tercera noche, decide dormir a mi lado, porque soy la única persona con la que podría hacerlo, porque quiere pasar su última noche de vida, acompañada, para variar. La abrazo y la veo reprimir una sonrisa.

No logro entender la felicidad que ella logra transmitirme. Y cuando llegamos al palacio por la tarde, no se me ocurre una persona a la que desee menos hacerle esto.

—Sube Taher, acabemos con esto —me susurra con una lágrima rodando por su mejilla—. Solo grita cuando estés listo.

Entonces me regala un beso fugaz. Sus labios dejan una huella sobre los míos.

Una multitud observa, esperando que los salve al arrebatarle la vida a la princesa.

—Rapunzel, deja caer tu cabello —grito.

Su melena se extiende mechón por mechón hasta la última punta frente a mis ojos. No estoy seguro si debería estar escalando, porque aunque Rapunzel deba morir, no sé si yo sea capaz de matarla.

No tardo mucho en estar frente a ella en su estrecho cuartucho. La observo, reclinada junto a la pared, con miedo en la mirada. Y entonces sé, que no podré hacer esto.

—No voy a matarte —declaro soltando la daga.

Ella asiente lentamente con la mirada clavada en el suelo.

—Entonces será más fácil —dice.

No me da tiempo de comprender lo que está sucediendo, cuando de repente ella, saca de entre las piedras una daga y me la clava en el pecho.

—La leyenda dice que debe derramarse sangre sobre el cabello de la princesa, pero no dice que deba pertenecerle a ella —explica antes de sacar el puñal y dejar mi sangre caer—. Lo siento, Taher.

Yo no tengo voz para advertirle de que Gothel está justo detrás de ella.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro