Meses terribles, eso es lo que creo. Pasaron cosas buenas y también bastantes malas, bueno pero si estoy escribiendo esto significa cosas buenas, hay que festejar estoy hablando y no me corte las venas. Felicidad, emoción que debería tener, pero no la tengo. En vez de sentirme feliz me siento triste, me sentía bastante protegida con el pensamiento de mi muerte, pero a lo contrario de lo que pensaba me siento vacía como si no hubiera sido malo el pensamiento de matarme.

Primero explicaré que es lo que paso en estos meses, en primer lugar descubrí que mi mamá no quería que naciera. ¡¡Boom!! quede impactada, entre en una crisis enorme lloré un poco, pero todo se solucionó. Aunque mi mamá haya dicho eso, se que ella me quiere, ella es la persona que más me ha recalcado que me quería, aunque ella dijo eso lo contradice con sus acciones, es una persona bastante amorosa a decir verdad, aunque ese hecho me explica algunas cosas. Aunque la perdono completamente, tal vez un poco de razón tenía.

En segundo lugar casi me tiró de la ventana (literalmente), tuve un mal día hice algo estúpido, me sentí tan inútil, todo era  mi culpa y lo es. Me acerque a la ventana, la abrí saque un pie, luego el otro solo faltaba tirarme y  todo terminaba. pero un momento de cordura me llamo: "No hagas tal estupidez aún, tienes que viajar hoy.  Además mamá y papá están en la planta baja, no hay que hacerles daño, se buena persona por alguna vez en tu vida". Baje de la ventana y cuando lo hice me di cuenta que toque fondo, desde ese día perdí mi miedo a las alturas.

Un día me dio curiosidad de como se sentiría que tu misma de cortes con el cuchillo, además quería saber con que fuerza tengo que apretar el cuchillo para que salga sangre. Lo probé con mi piel haciendo presión con un cuchillo que no estaba muy filoso que digamos, lo apreté contra mi rodilla (sí, contra mi rodilla. Ni loca pienso ocultar mis muñecas, me gusta andar con poleras cortas; tampoco mis caderas, son preciadas. Es más fácil la rodilla porque ya tengo varias cicatrices ahí una más no haría diferencia) y no salía sangre, se sentía como si tu piel se desgarrara célula por célula. Al final lo hice con un poco más de fuerza y salió sangre, dolió pero valió la pena, ya sabia como cortarme las muñecas. Pero hay que aceptar que después de eso me sentí muy culpable y estúpida.

El mes pasó, claro que no quería suicidarme, me lo prometí, pero no pude evitar aferrarme al pensamiento. Cada día cada hora pensaba lo mismo, pensaba que se sentiría genial ya no estar aquí. En momentos planeaba como acatarlo, calculaba las horas y pensaba que pondría en mi carta de suicidio palabra a palabra; luego podía pensar del porque no hacerlo, crear planes para después de la fecha indicada, pensaba en mis familiares y en todo lo que pudiera para sostenerme a la esperanza.

Planeé mi suicidio demasiado bien, consistía en lo siguiente: Traer el cuchillo a mi cuarto, poner agua en un termo. Como a la una de la madrugada dejar la carta de suicidio que debería estar preparada pegada en mi puerta (La cual debía decir explicitamente que no quería que vieran aún mi cuerpo hasta que venga la policía), asegurar mi cuarto y entrar a mi baño, sentarme dentro de mi tina y empezar a cortarme las muñecas, empezando por la mano derecha y luego la izquierda, solo la magia iba a funcionar y final asegurado. Después de todo quien va al cuarto de su hija a la una de la madrugada. Planeé también cuales iban a ser mis últimas palabras a mis amigas, como me iba a despedir de mis compañeros, que iba a hacer durante el día antes de hacerlo, como iba decir las buenas noches a mis papás y como iba dejar mi habitación. Además de borrar todas las cosas de mi celular exceptuando algunas fotos. Dejar grabaciones que explicaban el porque de todo lo que pasó.

¿Les dije que hice grabaciones?. Pues si lo hice, cada una de una media hora como mínimo, pero no tan sincero como aquí. Lo malo de las grabaciones que desvarió demasiado, no se me entiende nada, pierdo el hilo de lo quiero decir muy rápido. Por eso también escribí una carta de suicidio, diciendo cuanto quiero a todos mis conocidos y algunas últimas peticiones, como por ejemplo: Yo no quiero un funeral (soy atea), no quiero ser incinerada, quiero que quemen mi cuerpo y que lo lancen al viento. Nada más.

Pero aquí me ven escribiendo esta estupidez, pensaran que después de ese día me puse feliz. Todo lo contrario, me aferré tanto a ese día que me sentí vacía; porque algo que nunca pensé es que no me imaginaba viviendo un año más, no me imaginó estar viva un minuto más, me quede vacía sin motivos para seguir de pie. 

"¡Qué me importa fechas especiales para mi puta muerte! ¡Si de todos modos moriré!"

Creo que realmente no me debe importar, solo es una fecha. Perdí esperanza, no veo motivos para seguir viva, todo me parece tan estúpido, soy una persona realmente inútil. Pero... me falta decir algo más.

Me prometí que si sobrevivía de esa fecha, le diría a mi hermana. Solo quiero ser escuchada por una persona que si me podrá responder y en la que ojala pueda confiar, quiero una solución; hay momentos donde pienso en no decirle, porque nadie asegura que así no pensaré otra vez en el suicidio y si lo hago mi hermana tendría el peso de la culpa. Hay que pensar como se sentiría, es como si una persona te pediría ayuda, pero al parece no le sirve y pues muere; yo en lo personal me sentiría demasiado culpable, ella te pidió ayuda y ese pensar: "Quizás pude hacer más" no soluciona nada. Pero al mismo tiempo eso es mi última esperanza.

Cambiando de tema, he vuelto a leer los demás capítulos y son una basura, me parecen tan infantiles, puede ser que cambie otra vez de pensamiento. También puede que este mismo capítulo en un futuro me parezca estúpido, he infantil, pero solo el tiempo lo dirá.