Bajo el manto estrellado de la noche, Jade regresa a casa tras el funeral de su padre, con el corazón lleno de tristeza y los ojos bañados en lágrimas. En un mundo donde la realidad parece desmoronarse a su alrededor, se siente perdida y desolada. La reciente traición de su pareja, la distancia de sus amigos y la sensación de vacío la envuelven en una nube de desesperanza.

En un momento de vulnerabilidad, Jade se encuentra mirando al cielo estrellado, buscando consuelo en las estrellas brillantes que iluminan la noche. Con un susurro entrecortado por sollozos, le pide a las estrellas que le concedan un deseo especial: vivir en un cuento de hadas, donde los finales felices son posibles y donde ella pueda encontrar su propio "y vivieron felices para siempre".

En medio de la oscuridad de la noche, con la esperanza titilando como una luz tenue en su interior, Jade anhela un mundo donde la magia y la felicidad sean reales, donde los sueños se conviertan en realidad y donde el amor verdadero pueda sanar las heridas más profundas de su corazón desecho.