Cap. 20
Atsuko Kagari Pov
Son las ocho de la mañana y Diana debe estar por llegar en una hora, salí de mi habitación antes para hablar con mi madre y asegurar la ida al bosque, pero si la encuentro desocupada podre hablar sobre el tema de Diana, ella debe tener mas información que yo sobre esas cosas de las brujas, también me llevare un libro de la biblioteca, mientras Diana entrena podre averiguar y aprender mas profundo ese tema.
Llegue al pasillo del cuarto de mis padres, mire los cuadros y pinturas que se encuentran colgados, la mayoría son mías y de los reyes, las paredes esta decoradas de una hermosa pintura azul marino con flores blancas, también hay cuadros de los reyes que estuvieron en este reino y su familia, generaciones entre generaciones, todos siguiendo el mismo ciclo de vida sin fin.
Al llegar a la habitación toque la puerta diciendo mi nombre, mi madre me dejo pasar y entre con seguridad. Mi sorpresa fue grande por ver a Sir. Kay tomando el té con la reina, los dos sonriendo plácidamente, sera esto... ¿Un amor secreto de mi madre? no lo creo, ella tiene a mi padre y aunque el ha estado ausente todo este tiempo, no significa que pueda... ¿¡Que estoy pensando!? No debería pensar estas cosas de la reina, aunque seria una buena historia de amor. Reina esta casada con su rey, pero por estar tan sola mucho tiempo deja de amarlo y se enamora de su leal caballero, que es mas simpático y menos gruñón que su esposo.
— Akko, ¿Estas bien?— pregunta mi madre viéndome.
— S-si, l-lo siento— rasco mi brazo nerviosa.
Demore mucho pensando en eso.
— Sir. Kay podría dejarnos a solas un momento.
— Deja la taza en la mesita— como desee mi reina— se retira.
— Suspire una vez se fue— madre, quiero que me concedas permiso para salir.
— Me mira esperando que diga a donde iré—
— ¡Al bosque!— aclaro— iré con Diana.
— Esta bien, pero no vuelvan muy tarde— se levanta y camina a su guarda ropa.
Tengo que aprovechar esta oportunidad.
— Madre, hay algo mas que te quiero contar, es sobre Diana.
— ¿Que es una Cavendish?— me mira de reojo— ya lo sabia.
— La miro sorprendida— ¿¡Enserio!? Entonces— hago una pausa— espera, ¿Como lo sabes?
— El parentesco que tiene con su madre es mucho, ademas esa cabellera la delata— saca dos vestidos— ¿Cual crees que sea mejor?— me los enseña— ¿Rojo oscuro o naranja claro?
— Te queda mejor el rosa claro— me acerco— ¿Puedes decirme como conociste a su madre?.
— Guarda los dos vestido— tu padre, invito a su mejor amigo y a la esposa de su amigo al reino, solo la vi dos veces y tuvimos un entendimiento bueno respecto a los hombres, pero también me enseño su magia— saca un vestido color rosa claro con diseño de rayas blancas— los Cavendish son poderosos en ese método, pero también tienen debilidades que desconozco. Conocí a Diana cuando tenia un año de haber nacido y a su hermano, tu no habías nacido, aun eras un feto— deja el vestido sobre la cama— nacieron el mismo día ese par. El rey al enterarse de la noticia se alegro mucho y hicieron una celebración en su casa, tengo que admitir que su casa era la mas bonita del pueblo, no fue tan grande pero si tenían un huerto de vegetales, su madre trabaja vendiéndolos en su puesto de comida y el padre era un caballero real del reino— se quita el brasier teniendo aun su bata de dormir— un día un caballero llego diciendo que la familia Cavendish despareció, no hubo rastro de sus hijos, ni de la madre, pero encontraron el cuerpo muerto de su padre. Alguien debió haberlos atacado pero no sabemos quien y hasta ahora no hemos encontrado el culpable, tu padre se entristeció tanto que mando a buscar alguna pista por todo el reino, pero no encontraron nada. Recuerdo que ese día lloro mucho y duro un mes deprimido por perder a su mejor amigo y también a la única bruja que quedaba, con ella teníamos las fuerza suficiente para vencer muchos reinos si nos declaraban la guerra, su magia era muy importante— se sienta en la cama— cuando vi a Diana pensé que era su madre— me mira— como dije su parentesco es mucho— sonríe de lado— pero al acordarme que ella tuvo una hija me sorprendí de que siguiera con vida después de tantos años, también de que es un caballero igual que su padre, pensé en preguntarle que fue lo que paso con su familia, pero no he tenido tiempo, ¿Sabes algo?.
Esa es mucha información.
— Diana, no recuerda todo— me siento a su lado— ella me contó que tiene prohibido decir su apellido a las personas, el padre de Amanda Zaid Vazquez, se lo menciono— Suspiro y miro el techo— Diana solo recuerda pedazos de su pasado, aun no están completos, pero con la información que me acabas de dar podemos completar los sucesos antes de la tragedia, Lotte y Barbara tienen un cuaderno, donde se encuentran dibujos y anotaciones de los recuerdos, ellas se están encargando de unir lo poco que hay.
— Ya veo— pone su mano en el mentón— ¿Esos recuerdos que vienen en pedazos le esta molestando cierto?
— Agacho la cabeza— si, la vez que fui al pueblo con mis amigas me la tope y canto una bella canción para calmar el momento de la princesa Hannah y el caballero Amanda, pero de repente se paro en seco y mirando a todos con temor, luego comenzó a sangrar por la cabeza y boca, le esta afectando mucho.
— Debió ser un hechizo de Bernadette, tal vez lo hizo para que Diana pasara por una buena infancia dejando atrás lo malo, una vez completado todos los recuerdos ella estará bien, por ahora debes tener paciencia, pero, lo malo— se levanta— es tu padre.
— ¿Que hará si la ve?.
— Tratara de que sus recuerdos vuelvan a la fuerza y puede ocasionar un daño en la mente de Diana, pero si ella es fuerte lo podrá soportar— suspira— bueno, ahora me iré a bañar tengo que preparar la competencia, sal de mi habitación— camina hacia el baño.
— Esta bien— me levanto— gracias madre, te veré en la cena— camina hacia la puerta.
— Akko.
— ¿Si?— la miro.
— Cuídala, puede ser la única que sepa quien esta causando estos desastres de los reino, necesitamos que recuerde— me mira de reojo— tengo una pregunta personal para ti y una orden que darte. Primero, ¿Ella es la niña que te salvo en ese incendio?
— Me sorprendo— ¿Aun lo recuerdas?
— No dice nada esperando mi respuesta—
— Miro aun lado— s-si, fue ella— me sonrojo un poco.
— Se agarra el pecho— uf que alivio, jaja— se tira fresco con su mano— pensé que te habías enamorado de una ladrona—aclara su voz— Segundo, no le digas a nadie mas sobre el apellido Cavendish, tenemos que ocultarlo hasta que sepamos la verdad de lo sucedido.
— Mi sonrojo aumenta— s-si mi reina— hago una reverencia y salgo de la habitación.
Camino directo a mi cuarto, tengo aun muchas preguntas que hacerle pero por ahora es suficiente, sabemos que Diana tiene un hermano o tenia, nos se si seguirá con vida, su padre fue un caballero y el mejor amigo del rey, tanto así que mi padre se entristeció mucho al enterarse de su muerte, pero lo mas curioso es que ellos vivían en este reino antes, ¿Como acabo Diana en Gran betraña?.
— Tengo que hablar con Diana sobre esto— digo para mi misma.
— ¿Hablar sobre que?
— ¡Ah!— me separo asustada— Por dios...— pongo mi mano en mi pecho calmando mi corazón— no vuelvas a hacer eso.
— Estabas muy pensativa, ¿Ocurrió algo interesante?
— Espera— me recuesto en la pared— eso fue un gran susto.
— Lo siento— hace una sonrisa juguetona.
— Llegaste temprano.
— Arquea una ceja— son las nueve en punto de la mañana.
¿Tanto tiempo hable con mi madre?
— Eres puntual— acomodo mi postura— bueno, tenemos permiso para salir, le dirás a la cocinera que prepare dos almuerzos y algunos apetitivos mas, dile también que son para llevar— llego a la puerta de mi habitación.
— Esta bien, por cierto te vez hermosa— dice con sus manos en su espalda.
¿Hermosa? Espera un momento... ¡Aun tengo mi pijama puesta! ¡Y mi cabello debe estar despeinado! ¡Que vergüenza!.
— Me sonrojo hasta las orejas— ¡No me veas!— tapo sus ojos con mis manos.
— Pero, si estas muy bonita mi princesa.
¿Mi princesa?... ¡Mi rostro se siente muy caliente! ¡Debo parecer un tomate ahora mismo!.
— ¡Cállate! — abro la puerta sin destapar sus ojos— te quedas afuera— quito mi mano y me encierro rápidamente soltando un suspiro de alivio.
Que pena...
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Tenemos todo listo, tengo un vestido que destaca mis curvas, llevo dos libros que saque de la biblioteca del reino uno que trata sobre las brujas y la magia, y el otro que es un cuento de hadas, servirá para calmar su mente después de contarle todo lo que me dijo mi madre. Diana tiene una maleta en su espalda, carga su ropa de entrenamiento y la cesta de comida incluyendo un mantel para poner en la hierva, tengo también mi cuaderno donde estoy comenzando a apuntar los recuerdos que Diana.
Diana trajo el caballo con la cesta acomodada aun costado y la maleta aun en su espalda, ¿Aparte de ropa que mas habrá traído?.
— ¿Lista?
— Si— le entrego los libros y el cuaderno con el lápiz— ¿Es seguro, verdad?
— Los agarra y lo guarda en su maleta— por supuesto, ¿Nunca te has subido aun caballo?
— Niego con la cabeza mirando el caballo que es totalmente blanco— tengo algo de mi-
Diana agarro mi cintura y sin avisarme me alzo subiéndome arriba del animal, solté un grito pequeño y cerré mis ojos, siento que me puedo caer en cualquier momento de aquí, en un movimiento cuidadoso se subió quedando detrás de mi, agarro la correa del caballo y hizo que caminara.
— No te caerás, ¿A que parte del bosque quieres ir?
— En los libros leí que hay un lugar bonito que tiene un lago y una cascada, dice que si encuentras unos arbustos con moras escucharas el sonido del agua y eso significara que estaremos cerca.
— Arbustos con mora— queda pensativa unos segundos cortos— lo encontraremos, pero ¿Es al sur o al norte?
— Norte.
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Después de veinte minutos llegamos a este precioso lugar, acomodamos las cosas, y ahora estoy sentada en la manta con el libro de brujas y magia, la cesta con la comida, el cuaderno y el otro libro aun lado. Diana se cambio de ropa detrás de unos arboles, su ropa de entrenamiento es una camisa blanca manga larga y un pantalón algo suelto pero largo, también tiene unos guantes.
— Se acerca guardando su uniforme en la maleta— iré a hacer los calentamientos.
— Esta bien, ten cuidado, estaré leyendo y después quiero habl-
Mis palabras fueron interrumpidas por un beso pequeño en mis labios, cuando se separo la mire sorprendida y sonrojada llevando mi mano inconscientemente a los labios.
— Buenos días— sonríe y saca una bolsa pequeña de la maleta— y compre mas dulces, he cumplido con mi primera regla del día hoy, pero creo que te prohibiré comer tantos dulces, puedes llegar a tener azúcar en la sangre y eso seria malo.
— Hago un puchero con mis mejillas ruborizadas— soy la princesa y-
— Te tengo que cuidar— me interrumpe otra vez— no quiero que caigas enferma— se acerca un poco mas y me da un beso en la frente— te quiero.
— Sonrió y agarro su rostro con mis manos— también te quiero— me acerco a sus labios y le doy un beso corto para después separarme.
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La pasamos muy bien juntas, nunca pensé que podría tener este tipo de felicidad, he descubierto emociones nuevas de mi misma, estar enamorada de una persona que siempre estará a tu lado no importa lo que pase, es hermoso y acogedor, mi corazón se siente protegido. Antes de tocar el tema de mi madre, hablamos un poco mas de nosotras para conocernos mejor, nos hicimos preguntas mutuamente y comenzamos a reír por algunas tonterías de nuestras anécdotas.
Cuando el momento llego, le conté con calma las cosas que me dijo la reina, ella me escucho con atención sin mirarme, como tratando de recordar esos sucesos, pero al acabar de relatar todo, comenzó a sangrar otra vez por la cabeza, le pregunte si esta bien y respondió con un mas o menos. Después de calmarse un poco y limpiar su sangre me dijo lo que recordó, ahora mismo esta acostada en mi piernas mientras la acaricio tratando de calmarla.
Si unimos todas las palabras sueltas su mente recordara todo, esto que le acabo de decir funciono dándome un gran detalle, según ella se encontraba en una carreta escapando de alguien o algo, no lo recuerda muy bien por que lo ve borroso, pero alguien se cayo de esa carreta. Eso fue todo, no es tan largo pero es mejor que nada.
Es de noche, el día se paso rápido y las luciérnagas dan un toque mas tranquilo al lugar, quiero que sea mañana para poder estar con ella otra vez. Le enseñe el libro que contiene un cuento de hada y le pregunte si alguna vez lo ha leído, Diana me lo negó y sonreí para después abrirlo para empezar a leerlo.
— En un pueblecito a las afueras de Londres, vivían tres hermanos: Wendy, Juan, y Miguel. A Wendy, la mayor, le encantaba contar historias a sus hermanitos, y casi siempre eran sobre las aventuras de Peter Pan, un amigo que de vez en cuando la visitaba.
Paso el tiempo y el cuento llego a su final, la mente de Diana se distrajo y ahora sonríe, cambio ese rostro serio y preocupado de antes, aun sigue acostada en mis piernas, pero se levanto una vez que termine con mi relato, para después abrazarme y agradecerme.
— Diana, ¿Alguna vez has llorado?
— Nunca— se separa del abrazo.
— ¿Enserio?
— Si, sabes, esa historia me ha inspirado para una canción, seria algo como...— pone su mano en mi mentón mirándome directamente a los ojos— Whenever I was frightened, or if I ever felt alone, I turned to the night sky— sonríe— at a star I call my own, Somewhere I could run to, just across the Milky Way— para de cantar— solo se me ha ocurrido esa parte— dice nerviosa quitando su mano.
— Fue hermoso, cantas hermoso, si algún día la terminas quiero escucharte— me acerco— tenemos que regresar, la cena estará en una hora y debo llegar antes.
— Esta bien— se levanta.
Sonrió y me levanto, cuando estuvimos las dos de pie empezamos a empacar las cosas, pero antes de irnos nos dimos nuestro ultimo beso de este día en este hermoso lugar. De camino de regreso me explico como controlar al caballo y que no hacer con el.
Este día ha sido mágico y curioso a la vez, me ha encantado, pasar momento con ella es lo que quiero en mi vida, la cuidare y nos protegeremos mutuamente.
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Fin del Cap. 20
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