Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

♞48♞

╔══━━━─ • ─━━━══╗

LO MÁS IMPORTANTE

╚══━━━─ • ─━━━══╝

Sucy Manbavaran Pov

«Esto es...»

Era increíble, pero no exacto, lo que lo hacía totalmente patético.

Arrugué la hoja, la lancé a una parte irrelevante de la habitación y empecé de nuevo.

—Eso podría haberte ayudado.

«Ah...» Y como si no fuera suficiente que mis propios pensamientos me atormentaran, la estúpida hada estaba conmigo.

La ignoré y continué dibujando un diagrama mucho más exacto que el anterior.

No necesitaba distracciones; no necesitaba algo tan insensato como un "podría" que solo existía para molestar.

Las fallas estaban constantemente en mi trabajo, con cada acción o resultado erróneo, sabía que era un paso más cerca de mi objetivo principal, sin embargo, cuando elaboraba meticulosamente los planes, siempre esperaba un resultado positivo y más prometedor.

De no ser así, quizás me hubiera vuelto loca por completo.

—¿Quieres ayuda?

—Piérdete.

Sabía que sus palabras eran un signo de burlar hacia mí; me era muy sencillo descifrarlo.

«Esto no está correcto», pensé admirando el dibujo del cuerpo humano con las señalizaciones. Pasé la hoja donde escribía mis recientes apuntes y retrocedí una vez más comprobando mi error.

«Antes esto no funcionó». Aunque no hubiera probado la poción en primer lugar por la causa de la invasión y ataque a mi reino, estaba segura de que faltaba algo importante que no estaba viendo, pero... ¿Qué era?

La reproducción humana era un tema para nada complejo de entender desde un punto bastante superficial, no obstante, ir más allá de lo básico demostraba los detalles sin simplificaciones que buscaba; pero, mientras más avanzaba, más complicado era.

La poción que me había sido robada, se trataba de la gestación de un ser humano a través de dos mujeres sin la necesidad de cambiar órganos, esto utilizando la magia a mi favor, claro estaba.

Era necesario que el desarrollo tuviera una potencia fuerte de vida, una esencia vital que lo impulsara. La magia podía ser lo suficientemente caótico y perfecto para ese punto, pero...

«Cuando la utilizo algunos idiotas no lo soportan».

Lastimosamente, las pociones de resistencia o de curaciones no eran para cualquier individuo. Y de ahí, mi gran fallo; existían una cantidad exorbitante en la bodega de mi castillo que muchos no podían utilizar.

De igual forma, no eran tan efectivas como esperaba, pero eso era el menor de mis preocupaciones.

«Poco me importan sus vidas».

Las pociones funcionaban para los más fuertes y mataban a los más débiles; y el trabajo que tenía mi más suma atención, era el anterior.

"Quiero que mejores las medicinas mágicas. Deseo que cada uno de mis caballeros tengan acceso a los mejores recursos en sus campamentos de batalla. Si es posible acelerar la rapidez de la entrega, dejaré pasar esta actitud".

«Maldición...» Esa estúpida orden frustraba por completo mis planes.

«¡¿Acelerar la entrega?! ¡¿En serio?!» Era una petición totalmente absurda.

«¡Y que importa si esos caballeros mueren!» Ellos habían tomado la propia decisión de entregar sus vidas.

¡Ellos podían esperar un poco!

"Algo más. Deseo conocer de donde provienen tus habilidades".

«Oh...»

—Sorprendente.

Mi ceño se frunció.

—Pensé haberte ordenado que te fueras.

—No atiendo a órdenes humanas.

«Hm».

Bajé la mirada y suspiré.

En lo que rodeaba el mundo, las plantas y los hongos eran organismos fundamentales.

«Las tierras de Rose Fort...» Si era verdad aquella suposición, allí debía estar lo que me faltaba, pero ninguno de los hombres enviados había regresado.

Rose Fort parecía tener una seguridad mucho más estricta de lo que pensé.

En una línea recta, taché unas palabras.

«Eso no es un problema». Si Akko hacía alianzas con esos reinos, tendría lo que quería a mi disposición.

Reí.

«Todo se mueve a mi favor».

Rose Fort era un reino promitente a estas plantas, y con ellas, no solo haría progresos bastante significantes en la medicina mágica, sino también... en las propias.

«Manipular la magia». Era sumamente peligroso, pero el recordar de las sensaciones que recorrieron por mi cuerpo esas incontables veces fueron tan... MAGNÍFICOS.

La magia no solo había impulsado mis investigaciones, sino también causó que muchas nuevas aparecieran.

Cuando la batalla contra el reino de Georgia ocurrió y el hada se mostró, creí haber visto un mundo nuevo.

¡Una nueva evolución!

«Ah... Qué hermoso...»

La ciencia y la magia combinadas... no solo llevaría a este absurdo mundo a oportunidades nunca antes vistas o imaginadas...

«No». Era posible que una destrucción masiva se encontrara mucho más cerca.

Ver de lo que era capaz y el nivel descomunal que podía alcanzar, me hicieron temblar de emoción.

"Funcionó". La magia surtió efecto en mis pociones. "¡¡Ja, ja, ja!! ¡¡Sí, sí!!"

Era extraña, no fue una sorpresa desde qué tuve reconocimiento de mi entorno; y en mis creaciones, encontré un refugio que amé más que cualquiera cosa real o viva en el mundo.

Estaba obsesionada, lo sabía; estaba loca, lo sabía.

«No importa cuánto me tome. No importa cuántas personas tengan que morir».

Conseguiría los resultados esperados.

¡Y una vez más, un nuevo descubrimiento explotaría!

No obstante, también había cosas que odiaba de mí.

«La magia es mucho más fuerte». Cada "molécula" del tamaño de un grano de arena, se disparaba en el cuerpo humano como un detonante.

Una explosión que mataba y atacaba primero a los pulmones, posteriormente iba directo a los riñones y el hígado, devorando después cada glóbulo rojo habido y por haber, acabando luego con el corazón.

A veces solo iba directo al corazón.

Lo que me hacía pensar en una sola cosa:

«Las BRUJAS son algo absolutamente INTERESANTE».

No solo tenían un cuerpo que podía soportar este tipo de "poder", sino que fueron lo relativamente estúpidos como para no aprovecharlo.

Con esa conclusión, estaba segura de que, Cavendish, nunca tuvo una oportunidad de encajar como humano en esta tierra. Y sí conseguía la ventaja de estudiarla a detalles, mis avances se volverían más propensos.

«Sin embargo...» Estaba unida a la reina de Bernicia, y la reinita no dejaría que tomara a su amante como un sujeto de pruebas.

Y el hada irritante a mi costado no era una opción.

Ellos eran seres mágicos protegidos por la misma magia de su mundo que impedía que cualquier ser inexistente en ese mismo pudiera hacerles algún daño.

No me había sido demasiado difícil llegar a esa deducción. Era un hecho obvio cuando el estúpido que tenía como padre intentó atacar a la otra sin pensarlo.

«En ese encuentro...» El hada que, anteriormente, estaba a disposición de la bruja demostró la fuerza que conservaban, pero a comparación de los magos y brujas, las hadas tenían cargas mágicas que se agotaban si utilizaban más de lo que podían.

«Oh...» Se me había olvidado.

«La tonta hermana está viva». Aunque no del todo.

Lo que significaba que su magia funcionaba ahora de manera idéntica; en pocas palabras, el rey de Bernicia se hallaba limitada en varios aspectos y Bernicia retomaría sus fuerzas de los caballeros de batallas y las creaciones poco convencionales, pero funcionales en ciertos casos.

Las catapultas no se me hacían una buena arma; aparte de necesitar a muchos hombres para moverlas, su tiro debía ser demasiado preciso para mentes tan vacías.

De igual manera, reconocía que gracias a ello se había ganado incontables guerras durante los años, pero, aun así, pensaba que se podía mejorar; no obstante, no era mi deber velar por esas cosas, así que no me importaban.

Retomando mis deberes, pasé unas hojas más que me guiaron a las pociones de curación.

Estas funcionaban principalmente con las plantas: Afitrinque, Grivower y Plurier.

La primera, Afitrinque, trataba las inflamaciones más frecuentes y causadas en batallas o actividades comunes de manera interna y externa, su efectividad era del 80% y su tiempo de reacción tardaba dos horas como máximo.

Solo las personas resistentes al dolor podían usarla.

La segunda, Grivower, era utilizada para el adormecimiento en áreas que requirieran de amputaciones u otras actividades. Gracias a la magia, su efectividad antigua de 30% pasó a un número considerable del 55%. Pero, el fallo que la mantenía en ese porcentaje, era su tiempo de reacción, tardaron alrededor de cinco horas y obligando a algunas personas a permanecer dormidas hasta sucumbir a la muerte.

Tercera y, última, Plurier, usada para tratar quemaduras o infecciones. Efectividad de 65%, tiempo de reacción una hora. Era una poción imbebible con efectos secundarios no agradables; solo recomendadas para los más tolerantes.

Combinar Afritinque y el hongo Palboe, creó el inicio de la poción de resistencia que tomé sin pensar antes de lanzarme de la torre de mi castillo.

Palboe, era un organismo que vivía primordialmente en los lugares más húmedos y cercanos a lagos. Gracias a su gran abundancia, logré hacer una cantidad significativa que se resguardaba con seguridad hasta conseguir su tercer paso.

Esas dos últimas pociones estaban inconclusas y eran completamente dañinas.

Una demostración era mi propio estado.

«Sin embargo...» A Cavendish le funcionó la otra.

Desde la mención de una poción de emergencia por si la magia de la bruja se viera afectada, no dudé en ponerme en marcha con diferentes experimentaciones y conclusiones que me llevaron a un rotundo éxito de primera vez.

Pero, no estaba feliz o eufórica.

Si un ser humano hubiera bebido de esa poción, era probable que muriese de una manera bastante dolorosa.

No obstante, tenía una mejor idea de cómo funcionaba su cuerpo.

Lo que me llevaba a mi siguiente paso: experimentar con la planta Mosk. La planta vista en Red Sea.

No obstante, Red Sea estaba fuera de mi alcance y no podía ir por mi propia cuenta. No aún.

El hongo Hate sería mi sujeto por el momento.

—Ah... ¡Estoy aburrida...!

—No molestes.

—Pero... quiero conocer más de ti...

«Qué frustrante».

—Déjame en paz.

—Puedo ayudarte.

—No necesito tu ayuda.

De nuevo, la habitación permaneció en un silencio que agradecí.

«La magia», leí y empecé a repasar mis propios apuntes.

"Es posible que Cavendish pueda darme un poco de su magia en apariencias diminutas y similares a granos de arena que son complicadas de cortar sin ponerme en peligro, pero una cantidad llega inestable.

Una demostración fue el resultado de la prueba #507 C8 que acabó con mi despacho en pedazos y mis avances inutilizables. Sin mencionar la cercana perdida de mi brazo derecho".

"Prueba #609, poción C8 inconclusa. Poción robada, efectos desconocidos."

"Prueba #107, experimento C5, lamentable. Resultados del 0%, la magia rechazó las sustancias del hongo Egestier. Simplificarla o contribuirla de diferente manera, provocó la detonación del recipiente y heridas menores".

«La incrustación de un pequeño vidrio en la palma de mi mano, no me matará», pensé en ese momento.

"Prueba #107, poción X15, fracaso. Ingredientes utilizados: hojas Clalpet, raiz de Lonlal, planta Regal y colmillo de serpiente. Causas: ninguna reacción. 0 resultados."

La recordaba, estaba intentando crear una bomba de explosión tóxica, pero la magia dio un efecto totalmente reversible que me ayudó a dar inicio a otra poción en la que estuve experimentando en estos largos años.

Justamente, la tenía en mis manos.

Su color era verde, su textura blanda, pero espesa.

Una sonrisa de dientes se dibujó en mis labios.

«¿Qué pasaría sí...?»

—¿Le tienes miedo a la muerte?

«¿Ah?»

Levantando una ceja en su dirección con mi labio un poco alzado en total desconcierto, la miré como el ser más estúpido viviente.

¿Qué clase de pregunta era esa? Creaba pociones, ¿No era eso suficiente para anticuar una respuesta lo bastante obvia?

Además, ¿Qué creador de elixires le tendría miedo a algo tan anticuado como lo era la muerte?

Si eso fuera así, no muchos tendrían los avances que conseguía. No. No hubiesen ni podido empezar.

Igualmente, existía algo mucho peor que eso.

El hada sonrió, apoyando los codos en sus piernas y el mentón en sus manos.

—¿Qué piensas de la reina?

«¿Ah?»

—Tu esposa. ¿No te parece bonita?

«¿Qué?»

Exhalé con fuerza, levanté la cabeza hacia el techo y llevé dos de mis dedos a mis sienes.

«¿Qué hice para merecer esto? Dejarme apuñalar, tal vez».

Fruncí el ceño y volví a ignorarla, regresando enseguida a mis apuntes.

De manera automática y sin necesidad de mirar, extendí mi mano hacia el pequeño bote de tinta, pero, al no encontrarlo, mi mirada se levantó una vez más hacia el hada que sostenía lo que necesitaba con una expresión divertida.

—Tus heridas tardarán más en sanar si no duermes lo suficiente.

—¿Ahora soy de tu preocupación?

—Me invocaron para cuidarte. Mi reina decidió que así fuera.

—Mm.

Crucé mis brazos con el cuaderno reposando en mis piernas.

—La bruja asegura no haber engullido magia la espada. ¿Qué piensas al respecto?

—Que algunas de ustedes me quieren muerta, pero eso no afectará en nada a mis objetivos.

—¿Crees que queremos matarte?

—Tu amiga lo ha demostrado muchas veces.

—O-oh, bueno... admito que ella puede ser un poco agresiva, pero-

Dos toques en la puerta la callaron y suspiré.

Cansada de las irrupciones de mi trabajo, di sin más pase a la persona desconocida, no sorprendiéndome o decepcionándome de no ver a Rosa, sino al rey de Bernicia, la bruja, ingresando y cerrando con normalidad la puerta detrás.

Ella miró el hada y la saludó con una sonrisa que fue devuelta antes de desaparecer en pequeños brillos mágicos.

Exhalé con fuerza, permaneciendo sentada en mi cama y con las mantas arropándome hasta la cintura.

—¿Qué quieres, Cavendish?

—Qué manera de saludar a un rey.

Pff.

No fue mi intención, pero me pareció muy gracioso.

«¿Ella? ¿Un rey? Por favor». La mayoría de los reyes que sabían de su ascenso y su dudosa procedencia, la consideraban como un intento de gobernador, aunque... no podía contradecir lo mismo de mi posición.

En mi defensa, nunca me importó mi reino.

—En tu estadía en mi castillo...

«Uh, su castillo».

—Tu comportamiento y respuesta en la reciente reunión, han dejado mucho que desear.

—¿Y?

Ella arqueó una ceja e imité su acción.

—¿Has venido a sermonearme por eso?

—Pensaba que podríamos arreglarlo de una manera... diferente. Si estás de acuerdo, por supuesto.

—¿Oh?

—Puedo tolerar tu falta de respeto hacia mí, pero no hacia mi reina. Por eso y otras razones que no repetiré, te desafió a un duelo sin magia. Solo nosotras dos en el segundo campo de entrenamiento.

«Oh...» Esto se estaba volviendo cada vez más interesante.

—¿Qué ganaría?

—Lo que quieras. Decide tu recompensa.

No necesité pensarlo.

—Oro. Cinco mil grandes.

La apunté con el dedo y ella apretó sus puños.

Sonreí con burla

—Luchar contra ti merece una recompensa más sobresaliente.

Desde luego, no era estúpida.

«Akko no dejaría que su intento de rey se valiera el cuello por algo tan tonto».

—Bien. Pero, si consigo la victoria, entonces contestarás a cada una de nuestras preguntas, compartirás con Bernicia el objetivo por el cual has puesto y pondrás en peligro a muchas personas. Y al final, nos contarás y compartirás lo que cargas y llamas como tu pasado.

«...»

Silencio. Permanecí en silencio solo un minuto.

Mi vida, era algo que había mantenido en privado desde que tuve consciencia de mí misma; era algo que ninguna persona conocía.

Y era emocionante. Totalmente EXCITANTE.

Que la privacidad de mi vida corriera peligro ante un encuentro con el caballero más fuerte de todos los reinos, ponía mis pelos de punta.

AMABA la sensación. AMABA lo que me ocasionaba.

Una nueva sonrisa de dientes apareció en mis labios.

—Bien...

Cavendish asintió con firmeza.

—Hasta entonces, espero su rápida recuperación y su regreso a-

—No —interrumpí—. Lo haremos... mañana.

Con una mirada divertida, despojé y levanté a la vista una poción... con tonalidad azul.

«Vamos... descubramos cuál es mi límite».

—Ja, ja.

No podía esperar.

«¡QUÉ EMOCIÓN!».

----------------

Fin del Cap. 48 (Lo más importante)

.

.

.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro