igual, pero distinto
Kanon
Ha pasado tanto tiempo. Ya me siento preparado, estoy listo para lo que sea. O eso creo... ¡No! ¡Estoy listo! No voy a dudar. Voy a ir por ti, Sorrento. No pude corregirme en todos los aspectos, pero ahora me da igual. Voy a jugar todas mis fichas en ti.
Mierda, esto va a estar complejo. ¿Cómo te encuentro...? Creo que debería partir por donde están todos: redes sociales. ¿Cómo se maneja esta mierda? Ah, sí. Crear cuenta.
Veamos.
Inserte nombre... Kanon el lobo... Está usado... ¿Usado? Mierda. ¿Lobo marino? No, no es sexy. Mierda... Piensa, Kanon, piensa...
Ya sé. Dragón marino. Kanon Dragón Marino. Suena bien. Un gran comienzo.
Descripción: esto será más complicado de lo que pensé. Veamos...
Cantante
Adicto a los deportes
No sé qué más agregar. Creo que eso es suficiente.
Subir una foto. Mmm... Sólo tengo fotos como Saga, no me agradan del todo. Ahora tengo el pelo extremadamente largo, tal vez deba sacarme una foto nueva. Igual me veo rico en esa... Pero no, mejor una nueva.
Frente al espejo... Bien. A ver... sí, ésta está genial. Vaya, me veo terriblemente sexy. Funcionará. Quiero que Sorrento se derrita cuando me vuelva a ver.
Listo. Buscar amigos... Sorrento... No, no es ninguno de ellos... Creo... O mierda, ¿Es él...? Es él. No, mierda, es él. ¿Quién es ese tipo? "En una relación con Orfeo".
Mierda. Tiene pareja. Mierda, mierda... ¡mierda! Se ven bien juntos... Vaya, es bastante atractivo ese tipo también. Se parece un poco a mí, de hecho... Está rico también. Mierda. ¿Le gustará mucho?
No. Cálmate. Orfeo no es su dueño. Nunca pertenecemos a nadie. Somos almas libres... Si Sorrento escoge estar con él, no hay problema. Pero no renunciaré a mi plan. Si fuera yo el de la foto... Se ven muy bien. Sorrento se ve... Increíble.
Filarmónica, ¿Eh? Tan talentoso como siempre. 26 años y ya llegaste a cumplir tu sueño. Oh, Sorrento. Si supieras cuán orgulloso me haces sentir. Eres lo máximo, de verdad.
Le voy a mandar un mensaje.
Te felicito, estás en la Filarmónica. No esperaba menos de ti.
Eso es. Muy bien. Es lo más honesto que le puedo decir. Aunque su foto... Te ves increíble. Eres tan lindo...
No puedo evitar decirte que te ves increíble.
Ya está. ¿Estaré siendo muy honesto? No debería haberlo hecho... ¿No se puede borrar? No. Mierda. Ya, fue.
Sorrento, espero algún día puedas disculparme por haber desaparecido repentinamente.
No, no puedo mandarle eso. Borrar.... Borrar... Ya está. No quiero pelear por ningún motivo en esta primera instancia. Temas difíciles... Para después.
Esto será más difícil de lo que pensaba.
Sorrento, me encantaría volver a verte.
Enviar. Ya está. Simple y al grano.
Qué locura. 28 años y haciendo estas pendejadas como un adolescente... Pero lo necesito. Te necesito Sorrento, eres muy importante para mí...
----
Suena su celular: mensaje en la bandeja de entrada.
- ¿Qué es esto...?
- ¿Todo bien, amor? - gritó Orfeo desde la cocina.
- ¡Todo bien...!
Sorrento miró su celular y revisó las solicitudes de mensajes. Mensaje de Kanon Dragón Marino.
Su corazón saltaba con furia. Leyó los tres mensajes y no pudo hacer más que dejarse caer en su sillón.
¿Todo este tiempo desaparecido...? Y justo ahora que había consolidado una relación tan sólida con su pareja. ¿Quién se cree que es?
Buscó su foto de perfil. Demonios, estaba mejor que nunca, algo difícil de creer, pero cierto. Ya no estaba tan corpulento, pero se notaba ejercitado. Su pelo largo llegaba hasta su trasero, muy chascón de color cian, como siempre. Increíble.
Información... Deportes... ¿Cantante...? ¿Cantante? ¿Kanon es cantante? No puede ser... Vídeos...
Un vídeo.
Kanon cantaba la canción que solían disfrutar juntos en su adolescencia. Su voz era sublime. Sorrento estaba impactado.
Orfeo había llegado a ver a Sorrento, cuando lo escuchó ahogar un grito.
- Uuuooo, se pasó ese tipo. Tremenda voz. ¿Quién es...? - Sorrento se sorprendió tanto que casi bota su celular. - Déjame ver... -
Sorrento no tuvo opción de mostrarle el vídeo. - tremendo. Se pasó. Ese tipo... Míralo... Uh, no me importaría engañarte con ese tipo - dijo bromeando Orfeo, pero Sorrento lo sintió de una manera tan diferente, pensando en el gran impulso que tenía por salir corriendo a engañarlo con aquel hombre.
- No... No es una linda broma - dijo Sorrento, conteniéndose. Orfeo rió, lo besó suavemente y partió de regreso a la cocina.
- ¿Sabes? Es increíble la cantidad de talentos que uno se puede encontrar en redes sociales... - dijo alejándose.
Sorrento no podía creerlo. Tuvo que ver el mensaje de nuevo, y no pudo evitar reproducir el vídeo nuevamente.
Nuevo mensaje.
¿Te gustó el vídeo?
Hay tanto que quisiera compartir contigo...
Mierda. Había visto los mensajes leídos. Estaba en línea. Su corazón bailaba tan fuertemente en su pecho...
- No sabía que cantabas.
- Hay muchas cosas que debes conocer de mí. Veámonos, por favor.
La oferta era tentadora. Se derretía internamente. Pero por otro lado, estaba Orfeo.
- Vamos, Sorrento. Dime que sí.
- No puedo.
- ¿Porque tienes pareja? No es problema. Sólo charlaremos, lo prometo.
- ¿Seguro?
- Seguro.
A menos que tú quieras algo más, pero no creo que sea el caso.
Maldito. Lo odiaba en este momento. Tan repentinamente que aparecía, y coqueteaba con desfachatez.
- Estoy comprometido - mentí.
- Felicitaciones.
- Gracias.
¿Gracias? ¿Gracias? Demonios, respondía sólo incoherencias.
- Aún así, me muero por verte. Ya no muerdo.
A menos que me lo pidas, pero no creo que sea el caso.
Sorrento no pudo evitar sonreír. Estaba excitado recordando sus mordidas.
- Te preguntaré todos los días hasta que aceptes salir conmigo. Si no quieres, tendrás que bloquearme...
Qué insistente.
... Estoy a tu disposición.
...
Quiero verte. Por favor, será una sola cita.
- Tengo pareja.
- Bueno, entonces acompáñame a hacer un trámite muy importante. Me da igual el nombre.
Lo que quieras, tú sólo déjate querer.
- Kanon, no puedo hacer eso. Tengo pareja.
- Eso ya lo has mencionado.
No es importante para mí.
Sólo necesito verte. Hay muchas cosas que quiero contarte. Me emociona la idea de verte. Vamos, di que sí.
Di que sí...
Ya, si no vas a decir que sí, te aviso igual que esta noche estaré en La Pocilga de Hades. Ya la conoces. Ve con tu pareja, si deseas. Les invito unas cervezas.
Saludos...
Fuera de línea...
¿Ir o no ir...?
-----
Aquella noche Sorrento invitó a Orfeo a aquel bar. Se sentaron e inmediatamente les llevaron un par de cervezas a la mesa, al parecer se había anunciado que irían. Sorrento sabía que no sabía disimular su curiosidad...
Cuando anunciaron la banda que los acompañaría esa noche, Sorrento estaba con sus ojos centrados en Orfeo, a veces miraba a su alrededor en busca de Kanon... Hasta que se dio cuenta que estaba en el escenario. Comenzó a cantar... Sorrento lo miraba apretando los puños, intentando controlarse ante lo que estaba viendo, era lo mejor que podía haber escuchado. La voz de Kanon era increíble y totalmente irresistible. No podía evitar estar excitado viéndolo, y por cómo la gente reaccionaba alrededor, estaban todos igual, inclusive Morfeo.
- Es aquel hombre del vídeo, ¿No? Uff... Qué hombre, Sorrento. ¿Cómo diste con él?
- Él...
- Sorrento, buenas noches. Me alegra que vinieran - dijo Kanon agitadamente luego de haber bajado del escenario - mucho gusto, soy Kanon. - dijo estrechando su mano.
- Orfeo, y él.. Ya lo conoces, al parecer. - respondió estrechando su mano también.
- Así es. Sorrento si me permites contarle lo siguiente... El hombre que te acompaña, Morfeo, es mi inspiración. Él me hizo amar la música cuando éramos muy jóvenes... Lo escuchaba tocando mientras yo entrenaba... Y llegaba a casa a sólo cantar sus melodías. Me alegro de verdad que hayas venido, Sorrento.
Sorrento no reaccionaba.
- ¿Estás bien, amor?
Kanon apretó sus dientes cuando escuchó esa última palabra.
- S... Sí, Orfeo... Kanon, estoy sorprendido. Nunca me dijiste...
- No tuve el valor. Me costó mucho tiempo lograr estar en donde estoy...
- Eres fenomenal - dijo Orfeo - nosotros trabajamos juntos en la Filarmónica, conocemos muchos músicos... Pero tú tienes algo, ¿Eh?
- Muchas gracias, Orfeo. Eres muy gentil. - dijo cordialmente, pero internamente estaba muy celoso de que hablara en "nosotros" al frente suyo.
- Y gracias mi amor, por haber conocido a este espléndido hombre y traernos a verlo - dijo Orfeo besando los labios de Sorrento.
Kanon estaba verde en aquel momento.
- Vaya... Sí que hacen una linda pareja, felicitaciones por su compromiso.
- ¿Compromiso...? - dijo en voz baja Orfeo mirando a Sorrento.
Sorrento tenía una sonrisa amplia dibujada en su cara, sólo atinó a reír muy fuerte, de una manera muy contagiosa.
- Sólo bromeaba. ¡Hey, qué buena banda! Te felicito. - dijo cambiando súbitamente de tema.
Entonces Orfeo sacó el celular de su bolsillo, alguien lo estaba llamando insistentemente.
- Discúlpenme un momento, debo atender. Ha estado vibrando toda la conversación, debe ser algo importante. Permiso...
Y mientras se alejaba, Kanon miró directamente a Sorrento y lo abrazó lleno de alegría.
- No sabes lo importante que es para mí que me hayas visto cantar, Sorrento.
- Estoy impactado.
- Te tengo que dar las gracias. Tú... Tú me enseñaste tanto... - dijo mirando el piso, ruborizado.
Era tan raro ver a Kanon así.
- No tienes que agradecer, yo no hice más que tocar...
- No, Sorrento. Tú me mostraste lo que es el amor a la música y lo hermoso que es poder sentirse acompañado por ella. Gracias a ti, las melodías llegaron a darme ese impulso de cantar, y te juro por lo que quieras que me ha mantenido con vida todos estos años.
Sorrento se había emocionado.
- No sé qué decir.
- No, por favor no estés triste - dijo Kanon agarrando su mano y besándola repetidamente con mucha ternura - yo te recuerdo tanto, Sorrento.
- Kanon... Sí... - dijo soltando su mano sutilmente y tratando de recomponerse rápido - entiendo lo que me dices. Agradezco que me aprecies de esa manera...
- No fue lo único que me enseñaste - dijo Kanon con una actitud juguetona y traviesa. Esa otra parte de él entraba al juego...
- ¿A qué te refieres...?
- No se me puede olvidar lo que es ducharse con un hombre delicioso como tú - susurró en el oído de Sorrento. Un escalofrío recorrió cada fibra de su ser.
- Kan...
- No se me puede olvidar el mordisco que te di cuando me viste en esa pelea... Y el beso que me diste en la puerta de ese taxi...
- Creo que es suficiente...
- Tranquilo -dijo alejándose a una distancia bastante prudente - no haré nada, a menos que tú pidas lo contrario.
Entonces llegó Orfeo a la mesa.
- Disculpen, amor, debo irme. Algo ocurrió a mi mejor amiga, tengo que ir a ayudarle.
- Vamos...
- Quédate, disfruta. No pasa nada. Te llamo cuando me desocupe...
- No, pero...
- Insisto, amor. Pásenlo bien. Adiós Kanon, un gusto. Lo dejo en tus manos, ¡Cuídamelo!
- Por supuesto - dijo Kanon con una sonrisa de oreja a oreja.
Orfeo se fue a toda velocidad.
- Te engaña.
- ¿Qué estás insinuando?
- No te insinúo nada, te lo digo directamente. Te engaña.
- Piensa lo que quieras - dijo Sorrento en un tono burlón, pero a los segundos muchos pensamientos atravesaron su mente, conectando situaciones. ¿Era posible? Algo lo hizo sentirse realmente incómodo con ello. No. No quería pensar. Algo le decía que no era el momento. Tenía que hacer algo para sacar su mente de ese hoyo.
Kanon tomaba su cerveza y se veía entusiasmado y entretenido. Qué gracia le causaba verlo, era tan particular en su forma de ser.
- ¿Por qué estás tan feliz?
- ¡Me encanta todo ésto! No puedo creer que vinieras.
- Ya, pero no te hace feliz solamente eso.
- Está bien, no te voy a mentir. Me encanta que estemos solos. Ya sé, ya sé "tengo novio". -dijo en un tono imitando a Sorrento - No me importa tu novio, me importas tú.
- Ya, debes parar con eso.
- Bueno, paro. Me hace feliz que podamos disfrutar de una cerveza.
- Sí, una cerveza.
- O tal vez dos - dijo vaciando su vaso por completo de un solo sorbo - no creas que soy alcohólico - dijo limpiándose con la manga - es que me encanta la cerveza.
A Sorrento le salió una carcajada. Cuando se recompuso de ella, tomó su vaso y lo levantó:
- O tal vez dos - dijo Sorrento bebiéndose todo el contenido espumoso de su vaso, golpeándolo contra la mesa al terminar. Ambos se miraron y rieron sin parar durante un largo instante...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro