Cuatro estaciones y un sueño roto.
Las cosas cambian con el paso del tiempo, si hace algunos meses le hubieran dicho que lograría tanto en tan poco tiempo, jamás lo hubiera creído. Tenía amigos, unos amigos invaluables; ellos eran un grupo un tanto singular, siempre yendo y viniendo juntos. Algunos de ellos, simplemente fueron unidos por el destino, se encontraron de manera casual y a partir de ahí nada podía separarlos. Aún recordaba cómo es que había encontrado a cada uno, pero sin duda no podía olvidar le giro que dio su vida cuando una sola persona entró en ella (o mejor dicho él se coló dentro de la vida del otro). JaeJoong era sin duda un pilar insustituible en su mundo, no que los demás no lo fueran, sin embargo, aquel chico de piel blanca y cabellos negros le había brindado todo aquello que le hizo falta una vez llegó a Seúl.
El chico en cuestión era alguien extravagante, su forma de ser resultaba única, sus talentos lo cautivaron desde un inicio, de hecho lo buscó por ello. Su voz, su actitud, todo lo enganchó a primera vista. Sin duda después de su audición, lo que más le costó trabajo fue encontrarlo, ir de lleno a ofrecerle su amistad por muy extraño que la situación fuera. Lo mejor de toda esa loca situación, fue que a pesar de las circunstancias, el vínculo que deseó formar con aquel chico se reforzó al descubrir que sin duda a pesar de venir de lugares y situaciones distintas, congeniaban tan bien, que sentía sin temor a mentir que su alma gemela lo encontró y tan afortunado era que hasta la fecha eran inseparables.
JaeJoong lo complementaba, y el a su vez era la parte faltante en la vida de su "hyung" él le ayudaba a mejorar su canto, le entrenaba la voz en las notas altas, quizá era un poco absurdo ya que era él quien llevaba más tiempo en la agencia recibiendo entrenamiento, sin embargo el talento de su amigo superaba con creces todas sus expectativas. Su voz era perfecta, armoniosa, suave, cristalina y llena de nostalgia; realmente no tenía palabras para describirla y si las había no dudaba serían Hermosa/Perfecta. Si alguien le preguntara, sin duda reafirmaría aquello que alguna vez le dijo "Era su fan". No sólo admiraba sus habilidades musicales, su constante esfuerzo le valía muchos puntos a favor. Era afortunado de haberlo conocido, de vivir con él y de poder ayudarlo también. Todo entre ellos era un conjunto de quid pro quo, ambos daban de sí lo mejor para con el otro.
Que todo pintara tan bien, le llenaba de júbilo y ...
Miedo.
Hoy, habían mandado llamar a los cinco, JunSu irradiaba una felicidad nerviosa que le contagiaba al resto; de todos ahí, era él quien llevaba más años como trainee, que le llamaran los altos mandos era un arma de doble filo, tanto como para ser puesto en un nivel más alto, como para darle malas noticias. Sin duda, todo esto apremiaba a los tres miembros restantes a morderse las uñas con desespero ¿Y si alguno no había sido calificado bien en el último mes? ¿Serían los profesores tan crueles de enviarlos lejos de su sueño? Se habían esforzado tanto, que la sola idea le revolvía las entrañas.
No había sido malo, había sido un desastre.
No podía aceptar la felicidad que llegaba en este momento, él, HeeChul, YoungWoon y JaeJoong habían sido elegidos para formar un grupo piloto, si bien no era nada seguro, era un gran paso. Y realmente se sentía feliz, feliz porque no sólo él sino sus amigos... Claro, con la obvia excepción que le agriaba la alegría del momento.
JunSu había quedado fuera.
No por falta de talento, no porque no lo quisieran ellos dentro del grupo ni alguna situación similar. Era aquel problema en las cuerdas vocales del menor que no le dejaban avanzar como a todos los demás les gustaría. Su voz aún no terminaba de cambiar, incluso pensaban que todo ese doloroso año de tratamientos médicos habían transcurrido sin una mejoría que satisfaga las exigencias de los CEOS, y eran ellos quienes se sentían tristes de no poder avanzar en conjunto. Todos ahí sabían que el mayor anhelo del menor del grupo era debutar, como solista o en un grupo pero hacerlo y por fin ver su sueño realizado.
El silencio se había hecho presente en la oficina de quien fuera el visor de talentos, aquel hombre al que siempre querían impresionar cuando pasaba a las salas de prácticas a ver los avances de sus discípulos, Lee SooMan era sin duda quien tenía ojo crítico para con los artistas de la firma, y era ese mismo ojo el que les había dado el visto bueno a cuatro de ellos, argumentando que JunSu no estaba preparado para ser incluido en un proyecto de tal magnitud, que si lograba superar las pruebas iniciales se convertiría en una boy-band exitosa.
¿Qué podía hacer? JunSu fue la primer persona en tenderle la mano cuando más lo necesitó, le dio un techo y confort, se encargaba de motivarlo a entrenar más duro, ellos eran rivales que se necesitaban para poder superarse a sí mismos cada día. ¿Sería capaz de dejarlo de lado por su sueño? Si se negaba estaría dándole la espalda no sólo a sus otros amigos que estaban ansiosos y excitados tanto como él mismo no se permitía expresar. Si aceptaba, era claro que a quien dejaría de lado iba a ser a su hasta entonces amigo.
JaeJoong había visto la cara de tristeza en todos los presentes, estaban ahí sentados en una oficina que se le antojaba tétrica, estaban cortando las alas de uno de sus compañeros para entregárselas en bandeja de plata a los demás, JunSu les había dado la chispa de energía y alegría que se necesitaba en los momentos más difíciles, poco a poco se transformó en una parte indispensable de su grupo de amigos, y dejarlo atrás era tan doloroso como ser expulsados de la agencia.
Cuando aquel hombre de trajes finos abandonó la habitación con intensiones de dejarlos decidir si aceptaban la oportunidad, o se sentaban a esperar –el milagro- de debutar como solistas, cosa que de solo pensarlo les erizó la piel.
Fue un tanto inesperado que la reacción inicial de todos fuera negarse, alegar que si no eran los cinco no habría proyecto, que podrían esperar y que sin duda, cuando el menor se encontrara listo, llegarían a la cima de éxito juntos. Él lo entendía y hasta cierto punto le aliviaba no tener que hacerlo solo y mucho más darse cuenta de que las personas presentes eran más como una familia que como un grupo de amigos que sólo velan por sus metas propias. Sin embargo lo vio claramente. El carácter hasta ahora dulce y tierno de quien en este momento era el directamente afectado mutó de forma extraordinaria. Con una mirada de súplica dirigida a su persona, JunSu logró convencerlo de dejar los miedos de lado y adentrarse en la oportunidad que les brindaban.
-Yo les deseo lo mejor, no deben preocuparse por mí, yo sé que el CEO tiene razón y no estoy listo aun.- Aquellas no eran palabras de consuelo, eran claras las intenciones de motivarlos a todos, JaeJoong podía intuir que a pesar de tener un dolor muy grande, era más fuerte su deseo de ver a sus amigos llegar lejos, sin embargo sabía que de no apoyarlo todos, terminarían por hacerle sentir quizá un poco peor de lo que ya se estaba sintiendo.-
-¡Pero es que no es justo! Todos no hemos esforzado es cierto, pero tú eres quien más lo merece.- Y ese era HeeChul explotando como siempre lo hacía cuando las injusticias apremiaban el momento.- Si tú no estás en el grupo me niego a estar en él, es mi última palabra.-
Pronto YoungWoon y YunHo se pusieron de acuerdo en lo mismo, gritaban y pregonaban su decisión final, no cejarían en ser cinco, no serían sólo cuatro.
Y fue ahí que lo vio, a pesar de toda la razón que llevaran sus amigos para JunSu sería peor cargar en la conciencia con la desafortunada situación de verse entre la espada y la pared, sin que nadie lo viera venir, tomó la mano de su donsaeng, le miró a sus sorprendidos ojos y no pudo hacer más que prometerle salir victoriosos de aquella difícil prueba. Para cuando le abrazó sintió sus lágrimas empapar su vieja camiseta, el corazón se le arrugó y a pesar de querer llorar ahí mismo, lo hecho, hecho estaba. Él había aceptado por las otras tres personas el lugar que les ofrecía el destino. Miró de reojo a sus amigos, todos estaban con las miradas gachas y con los puños blancos debido a la presión sobre estos.
Cuando YunHo pudo hacer contacto visual con JaeJoong lo entendió todo. El mayor no hacía aquello por ambición, JaeJoong estaba haciendo la acción más noble que habría visto jamás, aceptar no sólo era la forma en la que el mayor agradecía el sacrificio de JunSu, sino la forma en la que ponía a prueba a una amistad que de ser otra ya se hubiera quebrado.
Aun con todas las emociones a flor de piel, llegaron a casa, cansados, con el ánimo bajo y la tristeza opacaba toda emoción positiva.
Sin embargo, parado frente a la pequeña ventana, sintió los brazos de JaeJoong rodear sus hombros. Era extraña la acción del mayor, era distinto ser abrazado a abrazar, aunque eso, simplemente le brindó el confort que tan
-YunHo-yah hay veces en que triunfar es más duro que fracasar, debemos demostrarle a JunSu que todo su esfuerzo no es en vano, no nos estamos despidiendo de él, ni mucho menos dejándolo tras nosotros, estaremos mucho tiempo codo a codo sacando lo mejor de nosotros y yo... Yo aún no sé por qué tengo el presentimiento de que vamos a lograr estar juntos de aquí en más. Perdona si en algún momento les he llevado la contraria, pero ¿Te imaginas el cargo de conciencia que JunSu cargaría si nos limitaba? Aquello podría ser incluso peor que verse a sí mismo estancado, él es una persona noble que se preocupa por la gente que está a su lado, él te quiere... Nos quiere a todos nosotros, y estoy seguro de que de aquí en más él va a brillar tanto o más que una estrella.
-Lo sé, entendí todo cuando lo tomaste entre tus brazos, creo que no pensamos en ello muy a fondo y nos dejamos llevar por el enfado inicial, y no se nos habría ocurrido una mejor forma de solucionar aquel problema, daremos todo por no desmeritar su decisión, y por aprovechar al máximo esta oportunidad.-
-Esta noche es demasiado fría, creo que será mejor que nos abriguemos bien y descansemos esta noche, mañana será un día difícil y agitado.
-El invierno terminará JaJoong, es una estación necesaria, y hermosa como todas. Y tú eres parecido al invierno, hermoso, delicado y lleno de anhelos y buenos deseos-
-¿Soy frío como la nieve?
-Cuando la gente no te conoce, puede tener la impresión equivocada de ti, pero hasta el hielo quema, y tú eres una persona maravillosamente cálida.- Por primera vez una referencia hacia su "belleza" le dejó sin aliento, cuando personas ajenas le hacían comentarios sobre aquello se sentía mal, observado, e intimidado pero con YunHo todo era diferente... Todo, hasta la extraña sensación acumulada en su estómago.
*Quizá eran mariposas traviesas que revoloteaban sin su permiso.
*Tal vez era que jamás había tenido un amigo tan cercano.
*O podría ser un tipo de amor que hasta ahora era desconocido en su vida.
-Una estación, una de cuatro, cuatro como nosotros... Es gracioso si lo piensas JaeJoong-ah tan diferentes pero luchando por un objetivo en común. Todos nosotros somos tan distintos como el paso de las estaciones en el año.- Era aquello una verdad irrefutable, su séquito de amigos se compenetraba de forma única, tan diferentes, tan necesarios, eran como las cuatro estaciones del año, una seguida de otra, una necesaria para que el mundo tuviera un balance natura. Y si lo pensaba de una forma metafórica, si ellos mantenían el balance de la naturaleza, sin duda, el mundo donde todas las ilusiones habitaban era JunSu.-
-¿Qué piensas de un nombre así para el grupo? Deberíamos preguntarle a los chicos pero....-
-Creo que sería genial YunHo-ah.
Dormir no sólo era una necesidad humana, era el momento en que la cercanía de uno con otro era apremiante, abrazarse era el mejor cobijo contra el frío de la soledad y del invierno. Soñar juntos forjaba un destino que sin saber iba más allá de lo que podrían llegar a imaginar.
Y aquello era el inicio de 4 estaciones dedicadas a dejar sus sueños volar.
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