Cuando despertó lo primero que notó fue la ausencia de JaeJoong, Kim no estaba en el futón, en la pequeña cocina o en el baño, tampoco en el ventanal o en cualquier otro lugar dentro del apartamento. Lo segundo que pudo notar, fue esa hoja de papel doblada cuidadosamente sobre la mesilla donde solían tomar el desayuno. En ella sólo había una explicación corta sobre el pequeño viaje que el mayor realizaría de forma rápida. YunHo supuso que al igual que él necesitaba el consuelo de alguien ahora que las cosas no pintaban bien. Entendía aquello, él quería desesperadamente ir a casa y tirarse a los brazos de su madre, disculparse con su padre y dejarse mimar por su hermana aunque ésta fuera más pequeña que él.

Se preparó lentamente mientras pensaba que ya nada tenía sentido ahora que habían sido rechazados como un grupo para entrenamiento. Sin embargo algo dentro de él le obligaba a seguir, quizá era él quien se estaba desmoronando por un pequeño fracaso, pero si algún defecto tenía era aquel y hasta ahora él único en poder tratarlo y calmarlo había sido ese amigo que ahora no estaba a su lado. Cuando llegó a la agencia el nudo que su garganta se negaba a pasar se volvió una piedra que no le permitió emitir sonido alguno cuando en la sala de canto HeeChul lo viera y pasara un brazo sobre sus caídos hombros.

-¿Cómo estás Yunn? No te veo muy bien...

-¿Cómo podría estar bien hyung? Apenas ayer se cayó a pedazos la esperanza que tenía de poder hace mi debut junto a ustedes, apenas ayer tú estabas llorando incluso más que yo sobre esto...

-No todo está perdido Yunn, ellos dijeron que como grupo no teníamos los requisitos necesarios, pero no nos han echado de la agencia ni nos han negado el entrenamiento, además escuché el rumor de que sí serán agrupados con otros chicos, así que todavía tienes que mantenerte fuerte.- Él no quería otra falsa esperanza, no quería terminar con el corazón roto una vez más, no cuando en este momento parecía que todo era tan lejano.-

-¿Serán? ¿Quiénes?

-Escucha, esto no es algo que deba decirte, en especial porque fue algo que escuché cuando subí a hablar con SooMan hoy en la mañana, pero él estaba hablando con algún CEO o algo así, el caso es que al parecer a los que quieren dentro de un proyecto no es a Four Seasons, sino a JaeJoong y a ti, no sé quién más estará involucrado en esto o si éste sea un 100% seguro para ser lanzado pero imagino que si han pensado que serán ustedes dos o nada debe ser algo por demás seguro y fiable.

-¿Pero... Y ustedes? ¿Mencionaron algo sobre ustedes?- JaeJoong tenía que regresar, al parecer después de un trago amargo algo de felicidad tocaba a sus puertas.-

-No nos han dicho gran cosa, sólo que seguiremos siendo parte de los trinees... Por cierto no he visto a JJ...

-Él se fue, esta mañana encontré una nota en casa, al parecer hizo un viaje rápido a casa.

-¿Crees que regrese? ¿Y si se fue porque se sintió decepcionado, cómo lo vamos a traer de regreso? ¡Él debe estar aquí, lo quieren a él también!- HeeChul tenía razón, él debía estar aquí, pero dudaba que hubiera huido, en JaeJoong había más valor del que había visto en cualquier otra persona, de entre todas sus cualidades era una que admiraba por sobre todas las cosas. Sin embargo algo le hacía sentir como si no debiera preocuparse, no ahora.-

-Va a regresar HeeChul, sólo hay que darle algo de tiempo, si el fin de semana no está de regreso... Iré a buscarlo.

-No sé si eso me tranquiliza un poco o me da miedo, imagino que si llegas como si nada a su casa lo único que vas a conseguir va a ser asustarlo, es como si fueras un acosador Yun.- Su hyung había reído pero no pudo evitar pensar que nunca había tenido la necesidad de ser tan cercano a alguien, tampoco de depender de esa persona como si no hubiera nadie más en el mundo, pero si hacía honor a la verdad, justamente eso era lo que más apegado lo tenía con JaeJoong, que parecía como si estuvieran hechos para pasar todo el tiempo juntos, como si cada parte del contrario complementara.

-¿Sería muy raro si llegara a buscarlo? No quiero que por ningún motivo el abandone su sueño, mucho menos ahora que su familia lo está apoyando. Aquella vez que ambos fuimos a su casa, pude sentir que él estaba preocupado por haber escapado, que tenía el temor latente de ser rechazado por sus seres amados, pero contrario a eso, todos parecieron entender que lo que él realmente deseaba es esto.- Si sólo un poco de esa suerte la tuviera él, distinta sería su historia.-

-Tranquilo Sr. Jung, si JJ te escribió una nota diciendo que regresaría entonces, lo hará. En lo que debes mantener tu mente es en que pronto te mandarán llamar para informarte de lo que se ha decidido, quizá esto tenga que ver con las audiciones extraordinarias que se hicieron el mes pasado, esas donde "los chicos aptos, son traídos por los caza talentos". En parte me da envidia que nosotros tuviéramos tiempos duros con nuestras audiciones normales entre cientos de personas y que aquellos afortunados, simplemente por verse bien entre la gente, tengan la oportunidad de hacer algo para impresionar a todos.

-Lo sé, ese sistema es muy injusto, sólo espero que tengas razón y JaeJoong regrese pronto, no me gustaría, recibir una noticia de tal calibre yo solo. Mucho menos si de buenas a primeras quieren meternos en un programa con esa clase de chicos que al obtener todo de forma tan fácil. No siempre son los más afables.- Quizá aquello no le preocupaba tanto, él sabía que a la empresa no sólo le importaba sacar un grupo que pudiera actuar bien frente a las cámaras, o que hiciera una armonía correcta; lo que S.M. estaba buscando era un grupo que pudiera suplir a una banda promedio, con lo que en palabras del CEO era una familia. No dudaba que aquello pudiera ser difícil, pero no era quien para admitir que la posibilidad era nula. Aunque, si era sincero, pensar en compartir un proyecto con JaeJoong lo hacía sumamente feliz, ellos después de todo lo vivido, ya eran como una familia... Como una familia en proceso de formarse, como... Un matrimonio.

¿Qué...?

-No creo que estés realmente bien, tal vez de la impresión de lo de ayer te has enfermado, te sientes algo caliente y te vez pálido. Si realmente no te sientes bien, puedes ir a mi casa esta noche si JJ no ha regresado. No sería bueno que enfermaras si no hay alguien que te cuide.- Alguien que cuidara de él, alguien como JaeJoong, ¿Por qué su mente traía a ese chico una y otra vez?

-Él no tiene la obligación de hacerse cargo de mi HeeChul-hyung, creo que si sobreviví tanto tiempo en la calle sin nadie a mi lado, podré sobrevivir un par de días sin él, no es como si fuera mi nov... mi madre o algo parecido. Si tiene cosas que arreglar, depende él, no de mí. Igual si él decide irse, será quien lo decida, yo no voy a meterme en sus asuntos.

-Necesitas relajarte, no estoy insinuando que no puedas cuidar de ti, pero me preocupo como amigo, no tienes que depender de nadie es verdad, tomaste un camino duro al estar solo, pero tampoco dudes que tienes amigos que darían todo por verte bien. JaeJoong no querrá verte enfermo, yo no quiero hacerlo y nadie realmente quiere que nada malo te pase. Si es el estrés por todo lo que hemos vivido últimamente, lo entiendo, pero estar a la defensiva no te va a ayudar. También yo estoy preocupado y algo triste, pero vamos, todo mejorará.

-Lo siento, han sido muchas cosas para todos, y no sé cómo debo reaccionar.

-Te entiendo Yun, pero lo mejor será que nos concentremos en la práctica, podrían venir a inspeccionar y no quiero ser regañado de nuevo.

*************

-Siento haberme quedado dormido, me iré ahora mismo.- Estaba apenado, había dormido más de lo que planeaba y por supuesto, no era su casa, y por mucho que la madre de su amigo y su hermana lo trataran bien, sabía que no era el mismo caso que el padre de YunHo, que probablemente lo veía como otro muchacho loco que dejó a su familia por perder el tiempo.-

El cansancio terminó por vencerlo a media madrugada, no podía conciliar el sueño y sabía que quizá se debía a la falta de familiaridad que tenía con el entorno que lo rodeaba, si bien se sentía cómodo en la habitación de YunHo, no era lo mismo que tenerlo junto a él mientras el sueño se adueñaba de él. Cansado de rodar en la cama ajena por un par de horas, tímidamente había decidido explorar la intimidad de su amigo. En esa habitación había trofeos que delataban lo hábil que era YunHo en le Happkido, y en el baile, los reconocimientos de los torneos de baile escolares estaban colgados sobre su cama, había posters y algunas figuras de acción, cuadernos, algunos libros y fotografías con amigos y con su familia. Sin duda YunHo era un chico como cualquier otro. Pero era su mejor amigo, y de alguna forma extraña darse cuenta de que quizá nadie en la agencia lo conocía como él le daba un calor inquietantemente agradable en el pecho.

-No te preocupes querido, he preparado le desayuno y enseguida voy a empacar algo para que no te mal pases en el viaje, y de paso le lleves algo a YunHo-ah.- Su sonrisa era tan amable como la de su amigo, seguramente había heredado eso de ella ya que en los momentos en los que pudo ver al padre de su amigo, no lo vio hacer un gesto parecido, ni mucho menos intentar ser amable con él.- Toma asiento, en un momento estoy contigo en la mesa.

Frente a él estaba la madre de su mejor amigo, con un gesto amable, con palabras cálidas que estaba seguro debían ser escuchadas por YunHo, y que sin embargo creía estarlas robando, no era del todo justo que todo aquello lo recibieran sus oídos y no la persona interesada. Como le habría gustado que todo eso lo escuchara de viva voz de su progenitora y no como un recuento de haberse entrometido en la vida de una familia que no era la suya.

-Mi esposo fue criado de una forma muy tradicional, cuando lo conocí, me fue difícil saber si realmente él estaba interesado en mí, sus prioridades eran terminar sus estudios y convertirse en ese hijo del que sus padres estuvieran orgullosos. Yo amaba cada uno de sus defectos, sus momentos románticos, su ceño fruncido, la dedicación que tiene con su trabajo; pero sobre todo amo que a pesar de ser un hombre frío y algo busco él es un hombre realmente consiente de su realidad. Cuando YunHo se fue, ambos sentimos que como padres habíamos hecho algo mal. Que lo que nos esforzamos por inculcarle a nuestro hijo, no había sido suficiente. Nosotros al ver crecer a nuestro pequeño imaginamos mil escenarios distintos en el que lo veríamos llegar lejos, jamás imaginamos que cada uno de esos, no fueran lo que él deseaba. Siempre lo vimos moverse de un lado a otro, disfrutando de ser libre, de crear, de cantar, de ser él mismo. No trato de justificarme JaeJoong-ah, simplemente me gustaría que entendieras esa parte de ser padre. YunHo-ah no es una decepción o un fracaso, es nuestro mayor orgullo como padres y ahora viendo que tiene a su lado a una persona que se interesa en él con verdadero afecto, nosotros o mejor dicho mi esposo reconoció que aquel mundo no puede ser tan malo si en el camino puedes encontrar personas como tú.

-Es YunHo quien ha hecho mucho por mí, yo no podía verlo triste, mucho menos ahora que... Bueno la agencia canceló nuestro proyecto y ese podría ser el único en el que nos incluyan, ambos nos sentimos decepcionados de no haber logrado nada, a pesar de que ya tenemos tiempo intentando sobresalir un poco. Su hijo ha logrado ser reconocido como un gran bailarín, tiene talento para el rap, y además día con día mejora su voz y lucha por ser un profesional. Cuando yo tuve problemas para ser un trainee, fue el único que me ayudó a llegar hasta donde estoy, ha cuidado de mí e incluso me llevó a ver a mi familia. Pensé que en ese momento el querría venir con ustedes pero tiene miedo de decepcionarlos y de que este fracaso realmente lo deje como ese hijo que no pareció lo que sus padres le ofrecían.- Listo, su cometió un error al llegar así como así a la casa de su amigo, esperaba que hablando le entendieran y que en su momento no fueran tan duros con su hijo.-

-Nosotros no podríamos ser duros con él, a pesar de que no sé bajo qué circunstancias esté viviendo, me doy cuenta de que no es fácil, seguramente ha tenido que pasar por cientos de duras pruebas de las que jamás nos enteraremos. No somos quienes para juzgarlo, y no lo haremos. Su padre está esperando el momento correcto para decirle que sí, que está orgulloso y que siempre lo ha estado. No es mucho, pero este sobre tiene algo de dinero y una nota que su mismo padre ha escrito con su puño y letra. Espero que regreses con bien y que más adelante pueda verte en un escenario, cantando, brillando siendo eso que amas sea junto a mii hijo o por separado.- La mujer que contenía sus lágrimas entre sus pestañas negras, deslizó un sobre con lo que suponía debía ser la carta que tendría como misión llevarle a su amigo, tal vez no todo estaba perdido. Podría ser éste el primer paso de YunHo para confiar más en sí mismo y darle la cara a la situación.-

Esa tarde a bordo del tren que lo llevaría de regreso a Seúl, sonrió tranquilo. No sólo entre sus manos estaba una parte de la felicidad que le hacía falta a su amigo. También ahora gracias a la señora Jung, tenía aquellos detalles que seguramente le ayudarían a mejorar el ánimo de su compañero. Ahora sabía su comida favorita, qué hacer cuando se sintiera triste, como animarlo y sobre todo como ser ese pilar que los sostendría a ambos.

Una vez en las calles de Seúl, caminó a su casa, a ese hogar que por ahora lo era todo para ambos. Se sentía ansioso, no sabía el motivo si lo peor ya había pasado, probablemente era que no sabía cómo su amigo reaccionaría a su imprudencia. Al llegar lo encontró en la pequeña terraza abandonada que pertenecía a su cuarto. Se veía tranquilo, miraba las estrellas con aire distante y distraído, internamente se preguntaba si se debía a que lo había extrañado tanto como él lo echó de menos. Pronto desechó la idea y sus alarmas internas se prendieron como focos navideños ¿Si algo en la agencia había ocurrido? ¿Si estaban fuera?

Demonios...

-YunHo...

Él se sobresaltó y lo miró con una sonrisa que llegaba hasta sus pequeños ojos castaños, cuando menos imaginó, estaba rodeado por ese par de brazos en los que siempre encontraba refugio. Se mecían a un ritmo inexistente en la balada nocturna compuesta por el ruido urbano, las luces de los altos rascacielos parecían un velo etéreo que alborotaba sus sentidos, los latidos de su corazón y su mente en un instante.

Con susurros quedos le explicó cada detalle de su viaje, sobre cómo se las había ingeniado para conseguir su dirección, el recibimiento que tuvo en su casa y lo más importante... Que sus padres lo amaban y que a pesar de todo estaban orgullosos de él y que lo amaban. Le dijo que le había traído esa comida casera que su madre sabía amaba; que le enseñó a prepararla y que su padre había enviado algo para él.

El abrazo lo apretó aún más fuerte, sintió su ligera playera humedecer bajo lo que supuso serían lágrimas de felicidad y alivio.

En parte así lo era, lo que no imaginaba era la batalla que Jung YunHo tenía en su interior, YunHo sabía que Kim JaeJoong era una persona importante en su vida, pero justo cuando había llegado a la conclusión de que lo era porque eran mejores amigos y compañeros de sueños, llegaba JaeJoong, a quien secretamente llamaba Joongie y le demostraba que ese tipo de amor fraternal quizá no era todo, él gustaba de su amigo, de cada uno de sus aspectos que lo definían como ser humano.

JaeJoong era amable, detallista, sensible, fiel, decidido y capaz

YunHo era sincero, protector, fuerte, cariñoso y honesto.

JeJoong supo que era YunHo esa persona que quería en su vida, aun no tenía etiqueta aquel amor, pero inicialmente era eso "amor" y no había nada más para él que eso.

Sin embargo YunHo se descubrió en el ojo de la tormenta, quería al chico entre sus brazos de todas las formas posibles que hasta ahora sus años le habían permitido experimentar y le asustaba, pero no estaba dispuesto a dejar ir aquello de forma tan fácil. Por ahora simplemente tomaría todo lo que JaeJoong le ofreciera, y él correspondería de la manera en la que sabía en la que hasta ahora era capaz.

Dejaría de lado esa pequeña grita que se formó en su corazón a ser casi consiente de aquello, no podía arruinar nada, principalmente porque no estaba seguro y tenía miedo.

El tiempo lo hablaría con voces quedas, melodías amorosas y manos unidas.