🖤M A L E PRIDE❌
Los sucesos de cada extra no serán de un tiempo definido. Es decir, el extra de hoy narra lo que sucedió tras los chicos huir con Camille pero el próximo puede narrar tres años después de eso.
La idea es narrar los momentos más importantes de Camille con cada Pride luego del final, por ende, cómo cada extra es narrado por un Pride diferente el tiempo también será distintos.
Cada extra es narrado por el Pride cuyo nombre saldrá en el título del capítulo.
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Una noche fue suficiente para que todo lo que durante meses habíamos planeado se hiciera realidad.
Camille estaba aquí, junto a nosotros. Junto a todos nosotros.
La emoción se abrió paso en mi interior cuando la vi en mi auto junto a nosotros para irnos muy lejos luego de acabar con Millennium University y con Óscar Reed.
Nos pasamos una hora conduciendo hasta llegar al aeropuerto, allí tomamos el avión privado de Aras Pride, el cual teníamos preparado para nuestra huída hacía meses.
Allí estábamos, los seis, montados en aquel avión rumbo a Cancún.
—No puedo esperar a mostrarte las hermosas playas que hay en Cancún.—le dije a Camille.
Ella me miró y vi un brillo especial en sus ojos.
Ella estaba emocionada como nosotros de dejar todos atrás.
—Y yo no puedo esperar a ver tu pequeño cuerpo en esos bikinis sexys mientras tomas el sol.—le dijo Lax.
Lo miré severamente.
Aún debía acostumbrarme. Ella no era mía. Era de todos.
Pero... Joder. Quisiera tenerla solo para mí, sí, eso sería perfecto.
Tal vez en otra vida, tal vez en otra dimensión.
En esta debía compartirla con mis hermanos porque ella nos quería a todos y eso la haría feliz y sin duda nosotros haríamos todo por verla feliz.
A las cuántas horas aterrizamos en México. Llevamos a nuestra chica hasta el hotel que hacía meses habíamos escogido como el inicio de nuestra nueva vida.
—Es...—vi nuevamente el brillo en los ojos de Camille y entonces supe que era sin duda el brillo de la libertad.—...hermoso.
Ante nosotros yacía el grandioso hotel cinco estrellas, la playa y las miles de atracciones que ofrecía este lugar.
—¡Dios mío!—chilló Camille.—¡Quiero estrenar cada pequeña parte de este lugar!
Me acerqué a ella y susurré en sus oído.
—Tengo unas cuentas ideas de cómo hacerlo.
Mis hermanos se rieron suavemente.
—No nos dejen fuera de esos planes.—dijo Junior pasando su brazo por el hombre de Camille, marcando territorio.
Jinx la tomó fuertemente de la cintura mientras soltaba una risa fingida.
—Esos planes se ven interesantes.
Grey no perdió tiempo y tomó la mano derecha de Camille.
Lax se echó a reír.
—Esto será muy divertido.—dijo.
—¿Qué será tan divertido?—interrogue.
—Verlos cómo leones hambrientos sobre su presa.—dijo y comenzó a caminar.
Realmente no podíamos negarlo: éramos unos jodidos posesivos.
Debíamos compartirla, era lo que ella quería pero cada uno de nosotros la quería solo para él.
Lax era el más liberal y no era celoso.
Entramos al hotel y mostramos la habitación a Camille. Era la suite más costosa debido a su extremada amplitud, comodidad y sus lujos.
—¡Ahhhhh!—gritó Camille.—¡Esto no puede ser real!
Ella se lanzó a la cama y comenzó a saltar sobre la misma.
El primero en seguirla fue Junior, luego Lax, luego fue Grey, no dude más y me uní a la diversión de soltar sobre la cama y... ¡Joder! Era como saltar sobre una nube.
—¡Ven Jinx!—gritó Camille.
Jinx negó con la cabeza.
Era demasiado frío para eso.
—¡Esto es el paraíso!—dijo Camille.
Poco a poco acabamos la diversión sobre la cama y nos dispusimos a ir a la piscina.
Mis hermanos salieron corriendo como niños para la piscina, quedando solo Camille y yo.
Me estaba quitando la ropa cuando ella entró en mi «parte de la habitación». Sí, como la habitación era tan grande cada uno había establecido su parte.
—Male...—su dulce voz me sobresaltó. Sonaba tan malditamente caliente.
Mire detrás de mí para encontrarme con nuestra chica metida con su cuerpo sexy en un pequeño bikini que le habíamos comprado para cuando viniera y puedo asegurar que comprarle ese bikini fue una de las pocas cosas en las que estuvimos los cinco de acuerdo desde que nacimos, todos la imaginábamos con ese traje pequeño y sexy, la parte que cubría los pechos era solo una pequeña tela que dejaba a la vista más de lo que guardaba y la parte de abajo, era tan corto, marcaba la «V» entre sus piernas de una manera excepcional.
La había imaginado miles de veces pero nada se comparaba a la realidad.
—Camille...—no pude disimular la excitación en mi voz mientras mis ojos la recorrían.
Note que ella también me miraba y por primera vez tuve miedo de no ser lo suficientemente guapo o sensual para una chica.
Tenía un short negro corto de playa y no llevaba camisa. Ella se centró en la protuberancia que se marcaba en el centro de mis shorts y quise follarmela allí mismo.
Había esperado tanto tiempo por esa chica y solo había estado con ella una vez pero... Mierda, me moría por volver a tener sus labios envolviendo mi longitud, me volvía loco por adentrarme en su interior.
Aún no podía creer que realmente estuviésemos aquí, libres al fin, juntos al fin.
—Quiero follarte.—solté.
—Quiero que lo hagas.—me dijo en un suspiro.
—Wow.—dije sorprendido.—¿Son ideas mis o estamos de acuerdo por primera vez?
—Así es.—me respondió.
Hice un puchero y me sentí ridículo. Jamás había hecho algo así, creo que sí lo hice dos veces de niño era mucho pero ella sacaba lo mejor de mí, mi parte más infantil, mi parte más salvaje. Ella era mi todo y despertaba todo en mí.
—Si estamos de acuerdo no hay adrenalina.—dije haciendo otro puchero.
Ella sonrió.
—Eres un imbécil.—me dijo.
Algo en mí se retorció.
Mierda.
Ella me volvía loco.
Me dolía que me ofendiera tan fácil pero me ponían a mil sus ofensas.
—Este imbécil te sacó del infierno.—le dije acercándome y no me perdí como me miraba de arriba a abajo con un inefable deseo.
—Eso no te quita lo imbécil.—dijo con una sonrisa provocadora.
—Pero me convierte en el imbécil que te salvó el trasero.—le dije acercándome hasta que sólo unos pocos centímetros nos separaban. Apreté una de sus nalgas con mi mano hasta que ella gimió e imaginé su trasero de color rojo debajo de ese bikini.—Te salve ese trasero suave y sexy. ¿No recibiré una recompensa?
Ella unió sus labios y los míos con desesperación.
Yo la ansiaba. Ella me ansiaba.
Había algo erótico, adictivo y sensual siempre en los besos que nos dábamos. Eran besos desesperados, alocados, fuertes, violentos. Nosotros siempre nos dejábamos llevar por nuestros instintos más salvajes como si nos hubiésemos anhelado durante años, cosa que en mi caso era cierta.
Dejé sus labios y comencé a besar cada parte de su piel: su cuello, baje hasta sus senos y rompí el traje de baño sin pensarlo dos veces para masajear esos dos senos que me ponían literalmente de rodillas.
—¡Maldito bruto!—gimió Camille.—Eres... tan... Salvaje.
Mordí su pezón y sonreí cuando su cuerpo tembló y de sus labios salió un fuerte gemido.
—¿Soy muy salvaje para ti?—pregunte lamiendo el pezón que antes había mordido.
Ella tomó mi rostro entre sus manos y me besó. Nuevamente esa desesperación que caracterizaba nuestros besos. Mientras nuestras lenguas jugueteaban ella daba ligeros golpes en mi pecho.
—Maldito imbécil.—gemía entre mis labios.—¿Por qué te deseo tanto? ¿Por qué te odio a veces y luego te amó?
Le mostré mi sonrisa más endiablada.
—Porque somos caóticos.—le dije.—Somos incapaces de sentir solo una cosa el uno por el otro. Nos amamos. Nos odiamos y luego nos follamos.
Ella sonrió.
—Nunca antes mejor dicho.—me dijo y me volvió a besar.
De un tirón termine de romper su bikini, dejándola totalmente desnuda.
Me encantaba la idea de que solo yo la había visto con ese pequeño y sexy traje de baño y ahora lo había roto para follarla como el animal que era.
Nadie más la vería con ese traje. Yo. Yo y solo yo.
Al carajo lo de compartirla. Ella era mía. ¡Maldición! Estos labios perfectos, este cuerpo cálido, estos besos lujuriosos. Todo sería mío.
Ella me quitó los shorts y luego el bóxer, liberando mi miembro.
—Mierda.—gimió.—Eres tan grande.
—Tú si que sabes elogiarme.—le dije, acariciando su mejilla pero vi en sus ojos una chispa de lujuria que me decía que no lo había dicho por elogiarme.
Ella soltó una pequeña risita y luego su rostro se ensombreció.
—Esto me recuerda cuando acababa de llegar a Millennium University y planeaba vengarme de ustedes. Mack me dió los perfiles de cada uno, a pesar de que yo ya los había investigado por años, y cuando habló de ti iba a decirme cuánto te media según los rumores pero la frené.—el tono de su voz era triste y su rostro decía lo mismo.
Se me apretaba el corazón de verla triste pero no quería ni podía pensar en lo que había sucedido hacía meses, cuando ella llegó creyendo una realidad que era mentira. No quería pensar ni recordar a Mack, que había resultado una loca obsesiva que intentó matarla.
—Olvida todo eso. Olvida a Millennium University y a Mack.—le pedí.—Recuerda: Nuevo comienzo.
Ella asintió.
—Pero... ¿Quieres que te dé el dato exacto que no dejaste que Mack te dijese?—le pregunté con la lujuria corriendo por todo mi cuerpo.
Mi chica asintió también llena de deseo.
Me acerqué a su oído y su susurré con la voz ronca de lujuria, deseo y obsesión.
Era eso. Me había obsesionado con esa chica. Era la única mujer en todo el maldito universo que me había convertido en un maldito pervertido que se daba placer pensando en ella. Un jodido romántico que durante años planeó salvarla y huir con ella. Un maldito imbécil que a pesar de que ella me odiara hice de todo para tenerla a mi lado, como romper sus documentos.
Cuando me separé de ella vi en sus ojos marrones el deleite y la sorpresa. Miró mi miembro sin pudor y tras enrollar su mano alrededor de él comenzó a subir y bajar en una serie de movimientos que me volvieron loco.
—Joder...
Termine corriendome en su mano. Luego la preparé para mí y la cargué en mis brazos. La llevé a mi cama y la follé como si fuese la última vez cuando solo fue la primera de muchas, el inicio de nuestra nueva y sexual vida.
Cuando la puerta se abrió y la mirada fría, seca pero llena de celos de Jinx se posó sobre nosotros, sonreí, pude ver el color rojo de las mejillas de mi chica pero no paré de follarla aún ante la presencia de mi hermano.
Ella no podía evitar gemir ante mis embestidas mientras él nos miraba con severidad.
A ella le gustaba. La prendía que él nos estuviese viendo. Era una mezcla: sentía miedo por su reacción y la adrenalina de ser vista en aquella situación.
Para mí era aún más placentero. Mi maldito ego me gritaba que la hiciera gritar frente a él para que viera que ella era y siempre sería solo mía. Mi hombría me decía que siguiera y no parara. Qué lo dejara ver como mi chica gozaba conmigo. Y así lo hice. Además estaba demasiado eufórico con nuestro sexo salvaje como para detenerme y la presencia de Jinx nos puso a ambos aún más cachondos.
—¿Estoy obligado a ver esto?—preguntó Jinx sin moverse de la puerta. Los celos brillaban en sus ojos.
—No.—dijo Camille y vi la vergüenza desaparecer de su rostro y ser sustituida por el descaro y el desenfreno.—Pero ya que has visto, estás obligado a participar.
Ahí sí paré.
—¿Qué?—solté.
Debo parecer un completo idiota. Mi cara era la de un niño al que le dicen que tendrá que compartir su juguete favorito, un trozo de su postre predilecto.
Había querido que Jinx viese como hacía gozar a mi chica y ella le proponía unirse.
Ese no era mi plan.
MI PLAN era que el nos viese y se fuese y yo la tendría a ella, mía, solo mía.
Pero en un giro dramático ahora ella le proponía descaradamente unirse.
Jinx sonrió. Lo hacía muy pocas veces y las pocas que lo hacía era porque Camille estaba cerca.
Él sabía que me molestaría su presencia así que cerró la puerta y no estuve en serio convencido de que lo haría hasta que se quitó la ropa y quedó expuesto ante nosotros.
¡Mierda! Jinx estaba bueno y aunque me molesta admitirlo, eso me hizo sentir inseguro.
Era por esto que no quería que se uniera. Era por esto que cuando lo vi aparecer no me detuve y le quería mostrar en su cara como me follaba a la mujer de mi vida que también era la mujer de la suya.
No planee que Jinx entrará y nos viera y menos planee que se uniera.
—No seas mojigato, hermanito.—me dijo Jinx mientras me guiñaba un ojo.
Estas cosas de los tríos no se le daban, al menos no los tríos donde éramos dos hombres para una sola mujer. No me gustaba compartir lo mío.
Pero esa tarde mientras Jinx le daba placer a Camille en su centro con su boca y yo la besaba y le daba atención a sus senos, esa tarde en que mi hermano y yo compartimos a la misma mujer y la follamos a la misma vez, mientras gemiamos los tres, nos mirábamos los tres y follabamos los tres de diferentes maneras y sin duda de modo salvaje y lujurioso, esa tarde me di cuenta de que Camille no era mía, ni de Jinx, era de todos.
Esa tarde no sentí más celos (solo de vez en cuando) y comprendí que si podíamos lograr esta relación entre los seis y podíamos compartirla.
Ya no me molestaba compartir a NUESTRA CHICA al contrario, me excitaba comprarla con mis hermanos y que entre todos le diéramos el paraíso que ella se merecía, le sacaramos los gemidos del verdadero placer.
Esa tarde comprendí que ya era adicto a Camille y también sería adicto a esta relación entre los seis, porque la quería y quería verla feliz con todos nosotros, porque si la iba a compartir con quién mejor que con mis hermanos y porque descubrí que era jodidamente excitante verla con ellos mientras yo también estaba presente, verla retorcerse por mis toques y los de ellos, verla disfrutar de lo que cada uno de nosotros le ofreciamos.
Semanas después de aquella tarde que abrió mi mente descubrimos que Camille estaba embarazada. Pero... ¿De quién era ese hijo? Por la fecha era de esa tarde pero ella había estado conmigo y con Jinx al mismo tiempo. ¿De cuál de los dos era? A esa pregunta nadie le presento atención y nos propusimos criarlo como sus padres, los cinco éramos sus padres y ella era su madre.
Solo años después cuando ese pequeño que nació de aquel lujurioso trio tuviese veintidós años descubriría cual de nosotros dos era su padre.
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¡Hola, mis Heavens!
¡Primer extra de HEAVEN narrado por Male!
¿Qué les pareció?
Ya ven van quedando algunos pequeños misterios que se resolverán en HELL. ¿De quién es hijo ese niño?
J I N X 🖤⚠️🚫
M A L E⭕▪️🎯
Más o menos así van a ser los extras. Narrando algunos momentos de la vida de Camille con los chicos.
¡Se les ama!
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