Nuestra historia con Camille había llegado al punto donde al fin la paz era parte de nuestro día a día y la cotidianidad era algo normal.

Pasaron los años y los años. Y aunque al inicio pareció imposible y pensamos que nuestra relación no duraría lo logramos.

Creamos una familia hermosa. Fuimos felices. Somos felices.

Nuestros hijos crecieron y nosotros envejecimos.

Camille se convirtió en una ama de casa excepcional durante los primeros años de nuestros hijos, aprendió a cocinar, a lavar BIEN la ropa y fundamentalmente aprendió a limpiar a los bebés y cambiarlos sin pincharlos con el alfiler. Cuando ya los niños eran suficientemente grandes ella comenzó a trabajar como económica en una poderosa empresa. ¿Qué podemos decir? Tenemos una mujer empoderada. Y lo sexy que se veía con su traje negro de falda y chaqueta negra.

Male, por su lado, fundó nuestra nueva empresa: PIERCE. En algún punto, antes del nacimiento de Aspen habíamos decidido cambiar de apellido. No queríamos seguir teniendo el apellido de Aras y no queríamos que nuestros hijos lo tuvieran. Por eso cambiamos al apellido de nuestra madre: Pierce. Male buscó un lugar sin uso y construimos desde cero una empresa para nosotros. Nuestra empresa. Male es el CEO o director general, aunque todos tenemos acciones de manera equitativa.

Grey a pesar de tener acciones no quiso unirse a la empresa y creó su propio bufete de abogados. Dirigido y encabezado por él. Se hizo muy famoso y logró vencer sus traumas pasados ayudando a personas a través de la justicia.

Jinx se convirtió en el subdirector de la empresa PIERCE. Se caracterizó siempre por si firmeza en el trabajo así como por ser el motivo de suspiros con su traje(siempre negro) apretado a su cuerpo. No fueron pocas las insinuaciones de secretarias calientes o las veces que Camille lo acusó de traición con una secretaria. Pero, vamos, el hombre mataba por su mujer y se podía decir que solo tenía erecciones con ella.

Lax era el responsable operativo y era una tentación andante para las mujeres de la empresa el tal solo verlo. Pero ese era otro que solo podía pensar en sexo si de su mujer se trataba y amaba tenerla y poseerla sobre su escritorio. Participe en algunas de esas fiestas sexuales en el trabajo, no lo puedo negar, era excitante hacerlo con paredes de cristal.

Y, bueno, yo, Junior. Era el responsable de ventas. Se me daba bien. Muy bien. Gracias a nuestra empresa ganábamos mucho dinero y rápidamente nos convertimos en la empresa #1 en el país con miles de trabajadores, un rascacielos como cede, socios pedantes y mucho dinero de por medio.

Al fin le dimos a nuestra esposa la vida que ella merecía. Ser feliz. Con nosotros. Con nuestros hijos. Con todas las posibilidades económicas.

Logramos lo que quisimos desde que la vimos por primera vez: Completarla. Unir las piezas de su alma. Y que ella uniera las nuestras. Y luego no ser seis personas completas, sino una sola persona. Ser una sola alma.

Ya no había más trastornos. Ya no más pasado. Solo había un presente, un futuro y un «nosotros».

Los cinco le pedimos casamiento a Camille en una playa y aceptó. Nos casamos allí mismo. Cada uno colocó un anillo en uno de sus dedos y ella colocó un anillo a cada uno de nosotros. La follamos entre todos en todas partes de aquel lugar. Más que follarla le hicimos el amor, como nuestra, como nuestra esposa, allí y dónde fuere, en ese momento y siempre.

Habíamos creado algo hermoso entre todos: una relación sólida. ¿Quién decía que nosotros no éramos una verdadera familia? Lo éramos. Nos amábamos y amábamos a nuestros hijos.

Todos los fines de semana íbamos de paseo con los chicos.

Pasaron los meses y cada día se volvió un cúmulo de una extraña felicidad que jamás había tenido. Obviamente hubo problemas, hubo peleas pero había algo en nuestra vida que era felicidad, era eso, era vida, esto era vivir. No como cuando éramos pequeños y vivíamos una muerte lenta a manos de Aras. Ahora estábamos vivos. Eso nos trajo Camille: la vida.

Pasaron los años y vi a Camille reír, la vi llorar, la vi sanar la primera caída de Callum, la vi pelear con Aspen cuando escapó de la escuela, la vi discutir con Male, la vi enamorarse cada día más de cada uno de nosotros, nos vi corresponder sin problema a su amor y sentir esa grandeza de pasión por ella, la vi perder el sueño y esperar viendo TV a que Brixton llegase de cada una de sus fiestas, la vi preocuparse cuando Aspen tuvo un accidente en moto, la vi prohibirle la moto un a vez estuvo bien y también la vi casi infartar cuando Lax le compró una moto años luego, la vi en la graduación de secundaria de cada uno de sus hijos con su sonrisa despampanante, la vi en la graduación de preparatoria, y ahora, la veo ahora, después de tantos años aún junto a nosotros en esta inmensa cama y me alegro, me alegro de haberla conocido, de tenerla a nuestro lado y de que a pesar de los años siga siendo una sensual y dulce Camille, que aún nos amé, nos quiera, nos desee a todos por igual porque después de tanta alegría, joder, no puedo imaginar mi vida, nuestra vida sin esta mujer.

—Cam.—la llamo y deposito un suave beso en su frente.

—Es sábado, Junior. Vete a joder con tus levantadas temprano a otra parte.—me dice Male de mala gana mientras se pone la almohada en la cara.

Supongo que a pesar de los años todos seguimos siendo los mismos. Y bueno, eso incluye físicamente. Vamos, seguimos estando buenísimos, digo, por si os lo preguntaban.

—¿Han olvidado que día es hoy?—pregunto.

Jinx suspira con pesar. Obviamente él y yo somos los únicos que lo recordamos.

—Hoy llega Heather.—dice nuestra esposa. Ella también lo recuerda.

Cuando nos llamaron diciendo que Eisha había muerto nadie podía creerlo. Camille lloró por semanas. Y nosotros no pudimos dejar de sentirnos en un estado pésimo. Eisha era una mujer tan espacial como Camille. Ella nos ayudó con nuestro plan de huir con Camille y salvarla de su padre. Eisha era sin duda una mujer de garras a pesar de ser completamente dulce.

Eisha y Dallas murieron, según las autoridades a manos de la misma mafia a la que perteneció el padre de Dallas. Al final esa mierda también los salpicó a ellos. Los mataron frente a sus dos hijos. Los cuales Eisha había pedido que fuesen cuidados por nosotros si a ellos les pasaba algo.

Habíamos mandando a buscar en nuestro avión privado a ambos jóvenes y los traían a casa. Ellos vivían en Canadá. Nosotros en los Ángeles.

Era momento de pagarle a Eisha y a Dallas por todo lo que habían hecho por nosotros. Debíamos cuidar de sus hijos.

Nosotros éramos una familia. Podíamos perfectamente incluir a dos miembros más.

—¡Maldición!—expresa Lax levantándose.—Con dos adolescentes más en casa ya no podré follarte donde quiera.

Camille lo besa suavemente y sonríe.

—Eso será bueno. A ver si tomas un poco de autocontrol.—dice Jinx también levantándose.

Todos nos reímos.

—Jinx no eres un ejemplo de autocontrol.—le dice Grey entre risas.

—Bueno, vamos. Esposos.—Camille interviene.—Hoy la familia se hace más grande.

Sonreímos y la acompañamos fuera de la habitación. Listos para enfrentar juntos el nuevo infierno que se nos viene arriba.

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¡Hola, mis Heavens!

Aquí termina HEAVEN oficialmente. ¡Gracias por sus votos, gracias por sus comentarios!

Publique estos dos últimos extras porque me era imprescindible que estuvieran disponibles antes de subir HELL ya que aquí yacen pistas de sucesos y misterios de HELL.

Bueno, una vez este extra esté publicado pasaré a subir el capítulo 0 de HELL, la segunda generación de HEAVEN. Este segundo libro inicia a partir de donde termina este extra con la diferencia que aquí culmina la historia de los Pride y Camille y en el segundo inicia la historia de Heather y los Pierce, los hijos de los Pride. Otra historia que estará llena de secretos y misterios que espero me ayuden a descubrir y me acompañen en ese nuevo viaje. ¿Quién viene conmigo?

¡Gracias eternamente a cada lector y lectora de HEAVEN!

Amé está historia con toda mi alma❤️

Amé a Camille. Amé a los Pride.

Se despide el sexto Pride😎. ¡Nos vemos en HELL!