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|51| El caos tiene ojos grises

Quiero tu horror y tu forma de vestir.

Porque eres un criminal mientras seas mío.

Quiero tu amor.

Amor, amor, amor.

Quiero tu psicopatía, tu vértigo.

Te quiero en mi ventana trasera, amor, eres enfermo.

Quiero tu amor.

Amor, amor, amor.

Amor, amor, amor.

Lady Gaga—Bad Romance.

Había pasado una semana junto a los Pride y de algún modo no se sentía molesto. Se sentía... Bien.

Era una sensación extraña porque sentía con ellos un hogar y el hecho de sentir eso me daba una absoluta tristeza.

Hogar. Hogar. Hogar.

La última vez que sentí algo así fue...

No lograba simplemente recordarlo.

Pero con ellos se sentía tan bien, tan cómodo. Me sentía tan protegida entre los brazos dulces de Junior, las nalgadas disimuladas de Lax, las miradas frías de Jinx en mí por tanto tiempo que mi piel ardía, los besos dulces de Grey y la presencia imponente y protectora de Male.

Con el paso de los días me acostumbré a vivir con ellos y todo era tan pacífico y tan caótico, tan perfecto e imperfecto.

Nos levantabamos diariamente y desayunabamos todos juntos en la mesa, luego veíamos TV, series y películas mientras ellos discutían sobre las mismas.

Los días eran perfectos al lado de ellos.

Sabía que habían muchas preguntas sin resolver, sabía que había un motivo detrás de que me hubiesen sacado de Millennium University, querían protegerme pero me aterrorizaba preguntar de qué o mejor dicho, de quién.

Era todo tan perfecto en mi estancia aquí que no quería arruinarlo, quería disfrutar de cada minuto de esto como si de pronto todo fuese a desaparecer.

Esa mañana desperté en el sofá, recordé que habíamos visto películas hasta tarde.

Mi cuerpo me pesaba. Al mirar a mi alrededor la escena me sorprendió pero no me asustó.

Male yacía a mi lado con uno de sus brazos tatuados detrás de mi cabeza, además su pecho también quedaba muy cerca, sirviendome ambos de almohada. Una pierna de Grey yacía alzada sobre mi cadera junto a una de Lax allí mismo. La mano de Jinx descansaba en mi cabello como si se hubiese dormido acariciandome. Y Junior yacía en el suelo con su cabeza enterrada en mis piernas las cuales usaba de almohada.

Era la primera vez que amanecía con más de un chico, la primera vez que amanecía con ellos desde que estábamos aquí.

Pero a pesar de la sorpresa no sentí miedo, me sentí protegida, segura.

Estos cinco chicos se habían convertido en mi hogar, en todo lo que tenía.

Me removí un poco y como si todos estuviesen conectados a mí fueron despertando.

Eran tan guapos acabados de despertar, tan inocentes y somnolientos.

—¿Cómo dormiste, querubín?—me preguntó Grey mientras alborotaba mi cabello con dulzura.

—Bien.—exprese sonriendo.

Ellos se estaban ganando mi corazón, mi vida, mi todo.

—¡Voy a hacer desayuno!—gritó Male saliendo de la habitación.

—Voy a ayudar...

—Nada de eso.—me cortó Junior.—Te quedas descansando.

Ellos salieron y yo me quedé allí, sonriendo y cómoda en esa cama, siendo mimada a más no poder por esos cinco chicos.

Mire por la ventana. El sol brillaba con fuerza. Los árboles se extendía por todo el bosque.

No había preguntado donde estábamos pero no debíamos haber salido del país pues no dormí tanto como para haberme montado en un avión y no enterarme.

Ya sabía por la carta de Clara que ellos me querían, que querían protegerme pero aún no entendía muchas cosas:

¿Que pretendían hacer conmigo?

¿De quién huiamos?

¿A dónde iríamos?

Pero no había preguntado nada. Me sentía tan bien de estar con ellos que podrían llevarme al fin del mundo y estaría feliz.

En solo una semana me había acostumbrado a esto. A ser la niña mimada de cinco chicos posesivos y guapos. Mis chicos. Mis Hells.

Me levanté lista para otro día junto a ellos. Esto era el paraíso.

Salí de la habitación y pase por la sala donde Junior veía TV con solo un bóxer, me miró y supe lo que quería indicar pero lo ignore riendo. Grey comía cereales junto a Lax, pase por al lado de ambos mientras les lanzaba un beso a cada uno y ellos sonreían. Se había vuelto costumbre lo de lanzarles besos. Jinx estaba leyendo un libro sentado en el suelo en una esquina de la amplia sala. Su mirada gris cayó sobre mí y una pequeña sonrisa adornó sus labios. Si creía que lo perdonaría tan fácilmente estaba muy equivocado pero definitivamente lucía tan malditamente caliente y muy pero muy follable. El libro y él. Daban ganas de montar su miembro mientras me leía y gemía al mismo tiempo con su sensual voz masculina.

¡Madre purísima de todas las Heavens!

Pasar tanto tiempo con cinco chicos me estaba pasando factura.

Seguí hacia el baño, me lave los dientes y el rostro. Luego me metí en la ducha para un dulce baño mañanero con agua caliente. No había nada mejor.

Me amarre la toalla al cuerpo, cubriendo mis partes íntimas y agradecí haberlo hecho cuando la puerta se abrió de pronto.

Yo seguía en la ducha y una fina cortina que gracias a Dios no era transparente nos dividía a la persona que había entrado y a mí.

Me quedé helada.

¡Uno de los chicos acaba de entrar y solo tengo una toalla cubriendome!

Se supone que en una semana que llevaba aquí ya estos «accidentes» habían sucedido pero no. Hasta el día de hoy todo había sido normal y extrañamente sano para estar viviendo con cinco malditos hombres sexys.

Bien. Qué no cunda el pánico. Ya he estado con cuatro de ellos. Seguro es o Jinx, o Junior, Lax o Grey. Ellos ya me han visto desnuda así que no hay problema.

—Joder.—jadeo la voz que menos deseaba escuchar.

No había duda era Male.

Mierda. Mierda. Mierda.

Esto me estaba poniendo jodidamente nerviosa.

No quería que Male me viese con solo una toalla. Las cosas habían sido algo raras entre nosotros desde que me confesó que todo el tiempo estuvo aquí, que él se había enamorado de mí.

—Camille...—casi muero cuando oí mi nombre en sus labios pero luego entendí que no me veía por la cortina, no sabía que estaba aquí.

¿Entonces por qué dice mi nombre?

—Camille... Joder...

Esta vez lo capté.

No estaba «diciendo mi nombre» sino «gimiendo mi nombre»

Soltaba sonidos guturales y gemidos entre cortados.

La curiosidad fue más fuerte que mi miedo a que Male me viese y abrí la cortina.

Los ojos grises oscuros y profundos de Male se abrieron en sorpresa mientras los míos no creían lo que estaban viendo, mis labios se separaron exageradamente quedando boquiabierta.

Male. Desnudo. Tatuajes. Muchos tatuajes. Mano. Polla. Braga. ¿Braga?

Male estaba totalmente desnudo. Su cuerpo trabajado, esculpido como el mármol de las estatuas de los dioses griegos yacía expuesto ante mis ojos. Los grandes y exóticos tatuajes llenaban su cuerpo de dios, como si en cada tatuaje estuviese la historia de cada una de sus vidas, la historia del universo entero.

Entonces me fijé en su mano que envolvía su dura y gigante polla pero había algo más alrededor de su miembro... Unas bragas. ¡Mis bragas estaban siendo utilizadas para su auto placer!

—Male.—no sabía que demonios decir.—¿Que mierdas estás haciendo?

Algunos mechones negros caían sobre su frente sudada, su pecho tatuado y musculoso subía y bajaba en grandes respiraciones.

Sonrió.

Sonrió y pareció un maldito acosador con esa sonrisa y mis bragas obviamente robadas en su miembro.

Dió un paso hacia mí y yo di dos hacia atrás. Volvió a dar otro paso y yo volví a retroceder hasta que mi cuerpo chocó contra la pared de la ducha. Él se metió en la bañadera, quedando a pocos centímetros de mí.

Podía sentir el calor que emanaba de su cuerpo. Era excitante. Así como su miembro rozando levemente la toalla que me cubría.

—Has descubierto mi pequeña perversión hacia ti.—dijo mientras movía lentamente su mano sobre su erección.—No sabes cuántas malditas veces desee tocarte pero me odiabas con toda tu alma, así que recurrí a esto. Robar tus bragas, olerlas y masturbarme con ellas como un maldito pervertido.

Mi corazón latía furioso.

El grandísimo Male Pride rebajado a eso. No sabía por qué su confesión me excitaba tanto. Tal vez el hecho de sentirme deseada a tales niveles.

—Es esto lo que me vuelvo por ti, caótica.—me dijo y su aliento afrutado chocó contra mí mientras me retorcía ansiosa por probar sus labios.—Me prohibiste lo que más deseaba en este maldito mundo: Tu amor y tu coño.—sus palabras llenaban mi cuerpo de lujuria.—Por eso caí tan bajo. Me lo dijiste una vez, que me verías caer en lo más bajo. Pues, mírame, mírame, caótica. En esto he caído por ti.

Él se alejó de mí y cuando apartó su mano y mis bragas de su erección pude notar algo.

—¿Eso es...?

—Un tatuaje.—respondió.

Escrito con letras cursivas de maneras vistosa y hermosa su maldita polla estaba tatuada.

For YOU.  S U C K

Para ti. Chupa.

Para ti. Chupa.

Las palabras se repetían en mi mente. Era como un maldito hechizo porque cuando volví en me estaba de rodillas ante el musculoso cuerpo y la gran erección de Male Pride.

Y pensar que juré que nunca que arrodillaría ante este maldito.

Tomé su erección con mis labios y lamí suavemente su glande mientras Male aún parecía conmocionado, no se esperaba que me arrodillase e hiciera lo que él tatuaje indicaba.

Mordí levemente provocando un jadeo en sus labios. Sus manos se metieron entre mis cabellos desesperado por qué comenzará a adentrarlo en mi garganta.

Lamí suavemente, luego me dediqué a lamer sus testículos y luego pase mi lengua por su extensa longitud, haciendo énfasis en su tatuaje. Me encantaba.

Él estaba desesperado. Lo sabía y me gustaba.

—El hecho de que este de rodillas ante ti no quiere decir que no sea yo quien tenga el control, ¿Entendido?—le dije.

Él asintió rápidamente. Era tan sexy verlo desesperado y sumiso. El gran Male reducido a deseo puro por una simple chica.

—Creí que habías dicho que nunca te arrodillarías ante mí.—sus palabras salieron sin pensarlo.

Sonreí.

—Las reinas también nos arrodillamos pero nunca dejamos de ser reinas.—le dije y de un rápido movimiento adentre su miembro en mí quitándole la oportunidad de responder con algo que no fuesen gemidos.

—Camille... Soñé tantas veces con esto. Si es un sueño no quiero despertar, no esta vez.—gemía mientras yo hacía lo que su tatuaje ordenaba con gusto.

Sus expresiones eran memorables, ya no se veía engreído ni malicioso, simplemente era un chico con mucho deseo acumulado.

Me agarró de los cabellos mientras follaba mi boca a una velocidad tremenda. Mi garganta ardía y me producía arcadas por la longitud de su miembro pero lo estaba disfrutando.

Se corrió en mi boca sin poder aguantar más. Había esperado mucho tiempo y sus ojos llenos de lujuria lo decían.

Me levanté y él besó mi boca con euforia, frenesí, ímpetu.

—Voy a dejar un placentero caos entre tus piernas y un incendio en forma de besos en tus labios.—me dijo mordiendo mi labio inferior.

Me quitó la toalla y su mirada descendió por mi cuerpo, sus ásperas manos tatuadas viajaron a mis senos con los cuales jugueteó sacándome gemidos de placer, luego viajó lentamente por mi cintura, mi estómago y mi centro, ese lugar que palpitaba ansiando su toque.

Un gemido escapó de sus labios cuando sus dedos palparon mi nudo de sensaciones.

—Estas aún más mojadas deo que soñé jamás.—jadeo mientras adentraba un dedo en mi con rapidez.—No puedo esperar para tener tu coño alrededor de mi polla que te ha ansiado por tantos años.

Luego añadió otro dedo y era un jodido experto porque movía ambos con una destreza increíble.

—Male.—gemí.

Termine corriendo ante las embestidas de sus dedos ágiles y tatuados.

Él me cargó y yo enganche mis piernas alrededor de su cuerpo, él me estampó contra la pared y sin previo aviso se abrió paso en mi interior.

Me embsitió de manera ruda, dura y violenta.

—No espere tanto tiempo para un jodido sexo vainilla.—me advirtió.—Voy a follarte tan duro que te dejaré sin caminar por un maldito mes.

Sin decir más comenzó a embestirme de manera rápida y dura. Muy duro. Mis labios vaginales se apretaron contra su longitud que se movía violentamente, saliendo y entrando de mi interior, tocando el punto G sin mucho esfuerzo y haciéndome llegar al organismo disímiles veces.

Sus gemidos eran verdadera música, sus brazos musculosos alrededor de mí, su cuerpo sobre mí, su miembro haciendo un desastre en mi interior, un desastre erótico y lujurioso.

—Te odio tanto, maldito.—le decía entre jadeos.—Eres tan... Engreído y estúpido. ¿Por qué tienes que follar tan bien?

Él continuaba follandome alcocadamente mientras yo gritaba cosas que ni yo misma comprendía del todo.

—Te amo. Te amo.—gemía él.—Odiame todo lo que quieras pero yo te amo.

—Te odio...—gemí.—Odio lo malditamente caliente que eres y odio el hecho de que te amo. Male. Te amo y te odio... Male...

Entre gemidos y jadeos, sudor y esperma, lujuria y deseo terminamos teniendo una sesión violenta y no apta para todo público de sexo en el baño.

Al acabar salimos cómo si nada aún sabiendo que todos nos habían escuchado.

La tarde fue normal. Vimos pelis y series.

                        (...)

—Chicos.—hable cuando la película acabó.

Ellos me miraron.

—¿Ya me van a cobrar la verdad? ¿De que me esconden? ¿Dónde estamos? ¿A dónde vamos?

Ellos se miraron entre sí.

—Amor.—la voz de Junior sonó dulce como siempre.—Cuando sea el momento.

—¡Necesito la verdad! Estoy muy confundida. Antes de que Male apareciera Noa mandó un mensaje diciendo que yo soy la asesina, pero eso no tiene sentido, además... ¿Quién manda en el Nuevo Mundo? ¿Por qué no recuerdo cosas?

—Camille.—habló Male.—¿A qué hora Noa mandó ese mensaje?

Revise mi móvil.

—A las 10:05pm.

—Y yo llegue a tu habitación a las 10:15pm.—dijo.—Hubieron diez minutos entre cosa y cosa. ¿Qué hiciste en esos diez minutos?

Diez minutos.

Eso bastó para terminarlo todo. Para destruirlo todo.

—No lo sé, Male.—solté.—Estaba en shock. Estaba nerviosa.

—¿Te pasaste diez minutos mirando a Ryan sin explicarle nada del mensaje que había mandado Noa? ¿Solo en shock?—preguntó Male.

—Es cierto, querubín.—dijo.—Antes de que Male llegase fui al baño. ¿Qué le dijiste a Ryan en ese tiempo? ¿Qué hiciste?

—¡No lo sé!

Una notificación en nuestros móviles interrumpió el interrogatorio.

Nueva notificación de Millennium University APK.

Todos nos miramos.

—Camille no entres...

Presione la notificación y entré.

Los chicos me miraron expectantes, sabía que me ocultaban mucho aún y algo que no querían que supiera porque eso me llevaría a la cruel y oscura verdad.

Fruncí el ceño y mis ojos se cristalizaron ante lo que decía la publicación.

Es encontrado asesinado Óscar Reed, el director de Millennium University. Fue encontrado en su despacho con puñaladas por todo el cuerpo. Recordemos que este hombre sufrió el homicidio de su mujer Karla Hudgens y su hija pequeña Issy Reed. En aquel entonces se extendió el rumor de que su hija mayor, Camille Reed era la asesina de su propia madre y hermana debido a que las huellas de la chica estaban en el arma homicida, el hombre no declaró nada. Su hija mayor meses luego fue a Élite School donde fue la única sobreviviente de la matanza en esta preparatoria y luego se suicidó y ahora este hombre muerte. Trágica historia la de la familia Reed, cuyos miembros fueron cayendo uno a uno.

¿Qué?

Mi padre...

Mi padre estaba muerto.

Mi corazón latía con una sensación que no sabía reconocer. ¿Miedo, dolor, furia?

Pero sentía como un Dejá Vu, como si ya lo supiera antes.

Mire a los chicos.

Eran demasiadas revelaciones. Mi madre y mi hermana también estaban muertas.

Eso era imposible.

Cuando me fui a Élite School las dejé vivas, cuando vine a Millennium University las dejé vivas.

Imposible.

Yo hablé con Issy a inicios de curso.

Busque frenéticamente la llamada pero no había nada, como si nunca hubiese existido, como si lo hiciese imaginado.

Mi madre. Mi hermana. Mi padre.

—Debo regresar a Millennium University.—exigí.

No sabía por qué pero sentía que allí estaba la respuesta.

—Camille no podemos regresar. Es por tu seguridad.—dijo Jinx.—Planeamos muy bien estoy si regresas lo echarás a perder.

—¡Me vale verga!—grite.—¡Voy a regresar a Millennium University y descubrir la verdad con o sin ustedes!

                        (...)

El auto de Male se detuvo y todos bajamos.

Las caras de los chicos eran de sorpresa pura y algo de horror al ver la situación actual de Millennium University.

—Bienvenidos al infierno.—les dije.

Millennium University ardía en llamas. Los estudiantes corrían gritando y salían apresurados de aquel lugar plagado de secretos y mentiras.

—¿Tú hiciste esto?—preguntó Junior.—¿Cómo? ¿Cuándo?

—En los diez minutos sobrantes.—llegó Jinx rápidamente a la conclusión.

—¿Planeaste quemar Millennium University en diez minutos?—preguntó Lax.

—Pase años planeando destruirlos a ustedes y al final descubrí que no merecía la pena, que ustedes no eran culpables.—dije.—Aprendí que e necesita un gran plan para crear algo pero menos de cinco segundos para destruirlo.

Flashback:

Ryan me miró horrorizado.

—Voy al baño.—anunció Grey.

Cuando ya no estaba hablé.

—Escucha bien.—le dije.—Vas a hacer todo lo que te diga.

—¿Tú eres la asesina?—preguntó.

—No tengo esas respuestas ahora mismo pero si Noa mandó ese mensaje es porque todo está a punto de ser revelado.—dije fríamente.—Noa sabe algo que nosotros no sabemos. Ryan, tengo lagunas mentales.—me sorprendió mi frialdad al hablar.—Creo que si puedo ser la asesina.

Él tembló.

—Pero escucha.—dije.—La verdad de todo esto es muy complicada y de algún modo yo formo parte de todo esto. Pase lo que pase necesito que Tyler, Eisha, Aisha y tú hagáis lo que digo. No sé si soy la asesina, no sé cuál será la verdad del misterio pero antes de que Millennium University siga matando a jóvenes con trastornos en el Nuevo Mundo y engañando a todos diciendo que es una universidad normal debemos revelar la verdad.

—¿Qué quieres que hagamos?—preguntó Eisha entrando.

La tomé de los hombros.

—Todo es muy confuso en mi mente. No tengo tiempo para explicarlo pero creo que sí soy la asesina, pero antes de que todo esto empeore y llegue el día de la graduación debemos destruir a Millennium University. Solo estoy segura de eso: La noche de la graduación Millennium University no puede seguir en pie.

—Se que estás confundida.—dijo Eisha.—Confío en ti. Solo dinos que hacer.

—1) Tyler y Aisha deben tener control de la seguridad de todo esto. Pueden hacerlo. 2) Reunir TODAS las pruebas posibles sobre el Nuevo Mundo. Cuando bajamos yo llevaba una cámara escondida y lo filme todo. Lo tengo en esta memoria.—saqué una USB de mi cajón de ropa interior.—3) Planear una fuga. Hablen con Dallas Morgan. Él los ayudará. Sabe de todo y sé que está de nuestro lado. Deben tener carros disponibles y escondidos en el aparcamiento la noche de la graduación. 4) Nadie a parte de nosotros puede saber del plan. Si se filtra no funcionará. 5) Gasolina. La noche de la graduación mientras todos estén en el patio, en la fiesta, ustedes lanzarán gasolina por todos los pasillos de Millennium University. La única manera de acabar con esto es quemar este maldito psiquiátrico disfrazado de universidad hasta las cenizas. 6) Liberar a todos en el Nuevo Mundo con el control de toda la tecnología y seguridad que tendrán Tyler y Aisha. Si van hackeando poco a poco la seguridad sin que los descubran esa noche tendrán toda la seguridad en sus manos, podrán abrir las rejas y puertas metálicas del Nuevo Mundo y liberar a todos. 7) Mandarles a todos los estudiantes por Millennium University APK la verdad, las fotos y vídeos de la USB donde se muestra el Nuevo Mundo, en esa USB también está la verdad sobre los Pride que solo se divulgue la parte donde Aras les jodió la vida. No quiero que todos sepan que tienen el trastorno de personalidad múltiple. También están negocios turbios de Aras Pride que reuní. Todos sabrán la verdad. 8) Matar al director.

Fin de Flashback:

—¿Tú ordenaste matar a tu padre?—preguntó Junior.

Sus rostros expresaban su incredulidad.

—No. Porque lo mataré yo misma.—dije.

Entonces sentí la mano aferrarse a mi cuello y apuntarme con un arma a la cien.

—¡Todos atrás o la mató!

Los chicos sacaron sus armas pero en seguida las soltaron.

—Muy bien.—dijo mi captor.—Si hacen el más mínimo movimiento los francotiradores que están en el techo los mataran.

Mire al techo. Estaba lleno de francotiradores.

—Sabía que intentarían arruinar mis planes.—me dijo al oído la voz ronca y horrible que tanto conocía y ahora recordaba bien el monstruo que era.—Arruinaste mi planeada graduación para matar a todos estos psicópatas y sociópatas. ¿No es lo correcto? ¡Por eso cree está universidad! Para trastornados que luego mataría a sangre fría. ¡Es lo que merecen los malditos locos!

—Tú eres un maldito loco.—dije.

—Bonitas últimas palabras.—soltó entre carcajadas.—Pudiste arruinar mi plan pero nadie me quitara el gusto de matarte al fin y luego huiré.

Entonces sentí un cuchillo atravesar mi piel mientras escuchaba los disparos de los francotiradores en dirección a los chicos y... Sangre.

        🖤_________________❤️

¡Hola!

Me voy rapidito.

¿Les gustó el capítulo?

Se acerca el final.

El próximo capítulo es la GRAN REVELACIÓN. Se descubre todo absolutamente TODO.

Un capítulo cargado de recuerdos y un pasado horrible como la respuesta del misterio del presente.

Camille al final destruyó Millennium University.

En el próximo entenderemos todo mejor.

¡Nos vemos!

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