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|34| Horribles Verdades

Maratón 2/3. Revisa haber leído el capítulo anterior por si Wattpad te trajo primero a este. Y recuerda que luego hay otro capítulo más.

No me queda nada que perder, usar o hacer.

Mis malos hábitos llevan a ojos, a mirar al vacío.

Y sé que perderé el control de las cosas que digo.

Sí, estaba buscando una salida, ahora no puedo escapar.

Nada pasa después de las dos, es verdad, es verdad.

Mis malos hábitos me llevan a Ti.

Ed Sheeran—Bad Habits

Observó a Mack, veo a Ryan en el suelo, Eisha grita, Aisha a mi lado me dice algo que no logro entender.

Un pitido ensordecedor llena mis oídos.

¿Que está sucediendo?

Ryan se retuerce de dolor, su pecho sangra y veo sus ojos perder vida lentamente.

Mack sonríe sosteniendo la pistola y pasando a apuntar a Aisha.

—Tú.—dice la Mack de sonrisa malévola que no conocía.—Eres la próxima.

Dicho esto dispara en dirección a Aisha quién se lanza al suelo antes de que el balazo la impacte.

—¡Malditas sanguijuelas!—grita Mack disparando en todas direcciones, hacia el techo, hacia los costados y una bala da en la ventana, cuyo cristal se rompe.

Todos los presentes estamos asustados, completamente asustados y sin entender que demonios le sucede.

—¿Mack?—pregunto.—¿Qué te ocurre? Habla conmigo.

Ella me mira con absoluta locura. Sus ojos destilan demencia.

Entonces recuerdo:

—Mis padres... Ellos no sabían de esto... Si no, nunca me hubiesen enviado.

Mack.

La duda cuando dijo aquello, el miedo en su expresión al enterarse de que este lugar en verdad era un psiquiátrico.

Mack. Estaba. Loca.

Debía de padecer algún trastorno, intentó mentirse a si misma y pensar que la había enviado por error pero obviamente padecía un trastorno.

¿Pero que trastorno?

—Mack Díaz.—dijo cuando nos conocimos.

Mack nunca había tenido vida propia, nunca parecía preocupada por los estudios, nunca salía con nadie, nunca sufría depresiones.

Mack parecía una simple muñeca de cuerda, la perfecta amiga que desde en comienzo me apoyó en mis planes contra los Pride. A diferencia de Eisha, ella nunca se opuso a que destruyera a los Pride, ella conocía a cada uno, sus características y como eran a pesar de nunca haber hablado con ellos. Desde el inicio me apoyó en destruirlos. ¿Por qué?

Estaba tan centrada en mis planes que no note lo raro en su actitud.

Me apoyó para destruirlos. Me dijo sus características. Me insistió en ganarles en los Juegos de Heaven. Me apoyó sin dudar aún sabiendo que eran asesinos. Descubrió la lista en las redes sociales de Aisha. Siguió a mi lado aún después de que Eisha descubriera que poseía varias identidades. Nunca me crítico. Nunca me detuvo en mis planes.

Entonces todo encajó como piezas de un puzzle.

—Fuiste tú todo el tiempo.—dije. Ella sonrió.—Eisha no tenía el trastorno obsesivo compulsivo eras tú.

Eisha me miró sorprendida y Aisha aún más.

Todo era una gran locura.

Mack comenzó a reírse.

—Fue tan fácil jugar con ustedes.—dijo.—Ver cómo se movían y hacían lo que yo había planeado.

—¿De qué hablan?—preguntó Aisha sin entender.

—¿Cuando descubriste que tu hermana estaba obsesionada con Male?—pregunte a Aisha.

—Mack...—Aisha miro a la chica que ahora le apuntaba.—Cuando Eisha salió de su habitación y vino conmigo me dijo que ustedes estaban acusándola, que dijeron que había ayudado a Male y que había algo extraño. Luego Eisha desapareció y Mack vino decirme que había huido porque descubrieron que estaba obsesionada con Male.

—Eisha, ¿Por qué asumiste que estabas obsesionada con Male? ¿Por qué me pediste perdón?—pregunte ahora a Eisha.

—Al comienzo estaba segura de que sucedía algo extraño, yo no había pagado para que borraran las huellas de Male del cuerpo, me dolió que creyeras eso de mí y por eso me fui pero entonces me obligaron a ir al Nuevo Mundo y allí me dieron electro choques, terapias de dolor y decían que debía dejar mi obsesión por Male. Lloré, grite, les juré que yo no estaba obsesionada con él pero termine por asumir la idea, mientras más rápido lo reconociera las terapias disminuirían y menos dolor. No quería sufrir más.—respondió Eisha.

—Esa tarde, la tarde en que te fuiste de la habitación, dónde te acuse de ayudar a Male. Cuando llegue me habías preguntado por qué tenía tantas identidades. ¿Quién las encontró?—pregunte.

—Mack.—dijo Eisha.—Yo llegue y ella dijo que las había hayado, que no debíamos confiar en ti.

Mire a Mack.

—Jugaste muy bien tus cartas, Mack.—dije.—Lo planeaste todo. Tú tienes el trastorno obsesivo compulsivo, estás obsesionada con los Pride, específicamente con Male, por eso sabías tanto sobre ellos, por eso sabías hasta cuánto le mide a Male, pero nadie sospecharia de ti porque decías ser lesbiana. Cuando Male me dijo que no le gustaba mi compañera y que me cambiaría de habitación se refería a TI, no a Eisha. Sabías que estaba cerca de los Pride y ellos conocen de tu obsesión porque los acosas, era cuestión de tiempo para que uno de ellos me dijese de tu obsesión por ellos, así que llevaste a cabo un alocado pero eficaz plan. Primero fue Noa, quién supongo está de tu lado, ella mintió cuando me dijo que Eisha había pagado a su padre para que elimimara las huellas de Male, porque eso lo hiciste tú. Luego sabías que cuando culpará a Eisha ella no lo negaría porque estaría demasiado triste por mi acusación y solo se iría. Segundo, me hiciste creer que era Eisha quién había encontrado mis identificaciones y quién nos quería poner en contra, cuando fuiste tú quien las encontró y le llenó la cabeza a Eisha en mi contra para que yo me molestara y la acusara con lo que Noa me había contado y ella se fuese. Tercero, las fotos. Parecían ser la prueba clara de que Eisha era la obsesiva pero no. Sabías que una vez se cumpliera todo lo anterior y Eisha se fuera, yo buscaría pruebas. Tú planteaste las miles de fotos de Male bajo su cama, fotos que en verdad había tirado tú mientras lo seguías. Luego, fuiste con los directivos de la universidad y les hablaste de Eisha y su supuesta «obsesión». Llamaste la atención de quien sea que controla el Nuevo Mundo y por eso se llevaron a Eisha. Tú sabías de la existencia del Nuevo Mundo y sabías que por tu trastorno era cuestión de tiempo para que fuesen a buscarte, sabías que en el momento en que un Pride abriera los labios y dijese que los seguías y fotografiabas irías a parar a un cubículo del Nuevo Mundo, así que hiciste ver cómo que era Eisha la que padecía este trastorno, así ella iría a parar allí abajo y tú seguirías fingiendo cordura ante todos y acosando a los Pride a escondidas.

Mack sonrió.

—Convencí a Noa de que iba a destruir a los Pride, pero que tú estabas de su lado y había que mentirte. Ella solo quiere vengar a su amiga.—contó Mack.—Así que estuvo dispuesta a mentirte sobre Eisha. Le dije que ustedes estaban del lado de ellos y que debíamos matarlos a ustedes para luego acabar con los Pride.

—¡No!—gritó Ryan desde el suelo.—¡Tyler!

Era cierto. Tyler se había quedado con Noa.

—A estas horas ya Noa mató a tu amado Tyler.—dijo Mack.—Te quería ayudar a destruir a los Pride, sí, destruirlos, porque cuando estuviesen destruidos serían solo míos. SOLO MÍOS. Pero debía asegurarme de no ir a parar al Nuevo Mundo, así que mande a Eisha en mi lugar. Mientras pensaran que ella era la obsesiva creerían que yo era una inocente y que estaba controlada. Pero tú—me señaló con el arma.—maldita perra, zorra, cachonda de mierda. Tenías que arruinarlo todo al ver que existía una zona subterránea, al ver a Eisha bajar con Clara, tenías que arruinarlo todo y venir a buscar a tu amiguita, sabía que al rescatar a Eisha, tarde o temprano sabrían que fui yo quien hizo todo. Así que idee un nuevo plan: MATARLOS A TODOS.

Maldita loca. Estaba totalmente loca.

—Luego de que regresaramos, los mataría uno por uno y nadie nunca sabría la verdad. Nadie nunca sabría que yo estoy obsesionada con los Pride, nunca me descubrirían y NUNCA iría al Nuevo Mundo, no, no, no, allí abajo no, me matarían. Además, mataría dos pájaros de un tiro: Mataba a los únicos testigos de la verdad sobre mi trastorno y mataba a la maldita perra que se acostó con dos de mis Pride. ¡Ellos son míos! No sabes cuánto tuve que aguantar para no matarte. Yo te seguí el día que follaste con Junior en el cementerio, los filme. Él se veía tan bien. También estuve escondida el día que lo hiciste con Lax en la biblioteca, también los filmé. Y lo publiqué. He seguido a los chicos, he escuchado sus conversaciones. Jinx está loco por ti. Sabía que si subía ese vídeo él se molestaría. Tal vez... Hasta se fijara en mí. Ahora, mataré a Aisha, mañana bloguera no puede sobrevivir para contar sobre mí trastorno, fueron años fingiendo ser lesbiana para que nadie sospechara, no van a desecharlos a la basura. Mataré también a Eisha, otra testigo de la verdad. Y Ryan morirá desangrado. Noa ya debió matar a Tyler. A ella la controlo. Cree que vengare a su amiguita, la tengo comiendo de mi mano, es fácil de manipular. Y te mataré a ti, así no podrás follar con más ninguno y ellos dejaran de desearte cómo lo hacen. Una vez mueras se olvidarán de ti.—me apuntó, apretando el gatillo.—No te desearan todos. ¿Que les has hecho? ¿Cómo hacer para que todos te deseen? Ya no importa. Tú morirás. Ellos te olvidarán. Y serán míos.—el arma apuntaba directo a mi cabeza.—MÍOS. MÍOS. MÍOS.

Entonces sucedió.

Cuando estaba lista para morir a manos la de una loca obsesiva que creí mi amiga, vi una silueta abalanzarse sobre ella, la tomó de la cintura y la lanzo lejos de mí con un empujón pero el cuerpo de Mack se tambaleó una vez lejos, perdió el equilibrio y cayó por la ventana.

El grito se escuchó por toda la universidad rompiendo el silencio de la noche.

Nos asomamos por la ventana y lo vimos, el cuerpo sin vida y lleno de sangre de Mack yacía clavado por la barriga a una de las largas y puntiagudas barillas de metal que rodeaban el patio. La sangre goteaba de su cuerpo. Su expresión era de horror.

Mack había muerto.

Entonces me di la vuelta para encarar a la figura que la había empujado y quién me había salvado de morir asesinada por la chica que ahora yacía muerta.

Sus ojos grises se posaron en mí, sus labios finos en una expresión fría y sería.

Su ropa negra, apretada, resaltando sus músculos.

Jinx.

El asesino de Mack pero al mismo tiempo mi salvador.

        ____________________

¡Hola, Heavens!

Me voy rapidito.

¡Mack termino siendo la verdadera obsesiva!

¡Sorpresa para esas lectoras que desde un inicio sospechaban de Eisha! Yo las dejé porque sabía que al final se iban a sorprender y las sorpresas y revelaciones solo comienzan.

¿Si Mack fue quien público el vídeo de Iv con Junior y Lax pero ella no era la asesina, entonces quién es el asesino?

¡Jinx salvando el día!

Sigue al próximo capítulo...

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