|29| La verdad con tintes de M E N T I R A
El amor es solo una historia que pueden probar.
Y cuando te hayas ido.
Les diré a todos que mi religión eres tú.
Cuando llegue Poncio
A matar al rey sobre su trono.
Estaré lista para sus piedras.
Bailaré, bailaré.
Con mis manos, con mis manos.
Sobre mi cabeza.
Como dijo Jesús.
Bailaré, bailaré.
Con mis manos, manos.
Sobre mi cabeza.
Cuando te hayas ido seguiré siendo:
BLOODY MARY (María Sangrienta)
Lady Gaga—Bloody Mary
Ante la revelación hecha por Tyler estaba anonadada.
Había una zona subterránea debajo de la estructura colosal de Millennium University.
¿Que se escondían allí abajo? ¿Quién? ¿Quienes?
—Mira.—Tyler me extendió una foto impresa.
Salía un mapa de Millennium University, cada metro cuadrado, cada salón de clases, cada parte de la escuela se revelaba ante mis ojos y allí, escondida a todos, sin que nadie notara su existencia, una zona subterránea que parecía bastante amplia, muy amplia, demasiado amplia. Era una zona que en extensión se igualaba a la universidad, a pesar de ser subterránea, se notaba que era extensa, no alta y a la vista como la grandiosa universidad pero se veía muy extenso aquel terreno oculto.
Era demasiado amplio para solo ser un simple escondite, o una simple casualidad, o un simple espacio sin utilizar.
No, allí había algo.
Esa extensión que poseía daba perfectamente para montar otra universidad allí abajo, un mundo subterráneo y oculto completamente distinto de Millennium University y manteniéndose en secreto gracias a la fachada de la perfecta universidad.
Todos me miraban con atención.
—Dios mío.—dije. De algún modo tenía un mal presentimiento. Por primera vez sentía que estaba jodidamente cerca de la verdad y eso me asustó.
—¿Iv?—preguntó Noa.—¿Estás bien?
La mire y asentí. Hacía unos días que no la veía. La chica alocada que en el entierro de su mejor amiga comenzó a gritar y a decirles as verdades a los riquillos falsos de Millennium University. Quién quería descubrir al asesino de s amiga y me transmitía confianza, tanta que la metí en todo esto para que nos ayudará a descubrir todo este misterio. Sin duda ella me caía bien.
—Chicos.—dije al fin.—Esto es realmente peligroso. Ya no hablamos de estar buscando a un maldito asesino entre los cinco hermanos más conocidos y influyentes de todo este lugar, ya no hablamos solamente de querer destruir y mostrar al mundo los asesinos que son los Pride. Hablamos del misterio de Millennium University, la universidad más conocida, el lugar financiado por políticos corruptos con tanto poder que podrían destruir siquiera antes de lograr entrar en esa zona subterránea, hablamos de una jodida parte de este lugar que yace oculta y que no sabemos que demonios habrá allí abajo.
Todos me miraron, el asunto era realmente serio.
—¿Te estás acobardando?—preguntó Noa, siendo la primera en hablar.—Te conté información que solo yo sabía de los Pride, gracias a mí sabes que no son hermanos, gracias a mí descubriste la obsesión de Eisha con Male y que pagó a mi padre para que borrase las huellas de él en el cuerpo de Vanessa.
Era cierto.
Noa con tan solo unirse a mí me había dado información valiosa sobre los Pride pero aún así no habíamos tenido nada tan grave como esto, no habíamos estado tan cerca de la verdad antes.
—No puedes rendirte ahora.—instió Noa.
—Iv.—me llamó Mack.—Eres la maldita chica Pride. Eres la chica que marcó este lugar siendo la primera en enfrentarse a los cinco Pride. Y aún así lo que las personas no saben es la maldita perra rompe culos y pateadora de traseros que eres. Viste a Luka morir en manos de un Pride y aún así seguiste adelante, viste el cuerpo de Vanessa, has tenido que convivir con ellos y tratar de descubrir algo, el asesino te llamó, has besado a dos Pride, todo con tal de seguir adelante y destruirlos, probar que son unos asesinos y acabar con la leyenda de los grandiosos Pride. Si hay alguien que puede entrar en ese lugar y descubrir que demonios ocurre aquí y que tiene que ver eso con los Pride, con el asesino y con los HEAVENS, esa eres tú.
Sonreí.
Los mire a todos.
Ellos confiaban en mí. Se habían sumado a esta locura desde el inicio.
Mack me apoyo desde que fingí que quería ganarles a los chicos en los juegos. Me apoyo en mis planes para destruirlos desde el comienzo.
Noa apareció en todo esto ante la muerte de su mejor amiga, dolida y con ansias de descubrir a su asesino. Confió en mí y me dió información que solo ella conocía y se unió en esta locura.
Tyler y Ryan se habían unido apenas hoy pero sentía que podía confiar en ellos. La vida de Tyler corría peligro al ser un Heaven pero ellos me habían creído cuando les conté que un Pride era el asesino y decidieron ayudarnos en vez de salir corriendo.
Ellos confiaban en mí y yo en ellos.
Ellos me hacían más fuerte.
—Vamos a descubrir que oculta este lugar.—dije sonriendo.—Hoy, cuando todos estén dormidos.
—¡Esa es mi chica!—soltó Mack abrazándome a lo que se unieron todos en un abrazo grupal.
—Tyler.—llame al chico que ajustaba sus lentes tras la abrazo.—¿Alguna idea de cómo accedemos a esa parte subterránea?
—He hackeado las cámaras de seguridad de la universidad en lo que te decidas, sabía que dirías que sí, en fin, no logré nada. Ningún lugar parece ser la puerta a este mundo secreto y subterráneo.—dijo mirando su laptop.—Peero he analizado lentamente el mapa de la universidad y en el sótano parece haber... Algo así como una puerta en el suelo, con una escalera hacia abajo y debajo de la universidad solo está esa zona que nadie conoce así que esa puerta en el sótano debe llevar hasta allí.
—Bien. Esta noche iremos.—sentencie.—Los que quieran quedarse pueden hacerlo. Repito: No sabemos lo que vamos a encontrar allí o si podemos ser descubiertos.
—Iv. Iremos contigo. Todos.—aseguró Tyler.—Además, seguimos en Millennium University, ¿Que tan malo podría haber allí abajo?
Su pregunta quedo grabada en las mentes de cada uno de nosotros. Había sonado despreocupado y su intensión era relajarnos y minimizar la situación pero había conseguido lo contrario incluso en él, pues la pregunta rondo nuestras mentes y el miedo se abrió paso en nuestros cuerpos, terminando por decidir que era mejor no responder a esa interrogante.
La puerta se abrió de pronto y todos giramos hacia ella al mismo tiempo.
Mis ojos se abrieron en sorpresa al ver a la persona que tomaba el pomo de la puerta entre sus manos y acababa de entrar.
Sus ojos verdes ya no poseían el entusiasmo del primer día de curso, su melena de color rosa tan peculiar en ella había desaparecido totalmente para dar lugar a un corte de cabello mal hecho y irregular, un corte que parecía haber sido hecho con un cuchillo pues habían quedado algunos lados más largos que otros y el color negro invadía su cabello como si de pronto hubiese pasado de manera mágica de ser rosado a negro al haber sido cortado, estilo Disney. Sus labios temblaban ligeramente. Estaba más delgada y pálida de lo que la recordaba y un uniforme parecido al de Millennium University pero al mismo tiempo diferente cubría su cuerpo, este nuevo uniforme era completamente blanco y más ancho, pantalones blancos y un camisón blanco con una chaqueta roja y negra mientras que el de la universidad era más pegado al cuerpo, negro y rojo el pantalón al igual que la camisa y en algunos estudiantes una chaqueta blanca.
La chica estaba casi irreconocible. Parecía otra persona, tanto así que mi voz tembló cuando intenté decir su nombre y lo pronuncie con algo de duda, aún pensando que no podía ser ella.
—¿Eisha?
La que una vez llegué a considerar mi amiga solo me miró y luego bajo su vista al suelo, se apartó de la puerta, dejando entrar a una mujer de unos cincuenta, delgada, alta, con cara de villana de telenovela y fundamentalmente cara de rica engreída, su pelo en una coleta larga, ojos negros y profundos y con un vestido ajustado a su cuerpo y de color negro, de esos estilo empresaria.
—Buenos días.—saludo con cara de pocos amigos pero con un tono y una educación muy desarrollados.—Supongo que ustedes son la señorita Müller y la señorita Díaz.—dijo la mujer mirándome a mí y luego a Mack.—Su roomie, Eisha, se retira de Millennium University.
¿Qué?
Mack y yo nos miramos.
Eisha había literalmente desaparecido luego de que la encarara y le dijera que sabía que ella había pagado para que las huellas de Male fuesen eliminadas de los cuerpos de Vanessa Holland y Luka Muns, prueba irrefutable de que Male podía ser el asesino.
Luego de eso habíamos descubierto las fotos que guardaba de Male y las cuales probaban su obsesión por él. Pero ella se había ido y no había regresado hasta ahora.
En aquel momento supusimos que se había ido con su hermana Aisha y como no compartimos clases no me extrañó no verla.
Y ahora estaba allí y... ¿Se iba?
—Eisha.—mire a la chica, los añicos, los despojos de lo que alguna vez había sido Eisha o lo que había fingido ser. Tal vez siempre había sido así, tal vez siempre había estado rota, triste y sin emociones aparentes como ahora pero su «alegria», su brillo y su manera de ser nos hicieron creer que estaba bien.—Eisha.
Ella solo miraba al suelo.
—¿A dónde irás?
—Eisha.—ante el llamado de la mujer ella la miró.—Responde a tus roomies.
—Me voy.—dijo entre dientes y obedeciendo rápidamente a la mujer extraña.—Lejos.
—¿Por qué? ¿Estás bien?—pregunte. Estaba preocupada por ella.
Nuevamente silencio. Solo miraba al suelo.
—Eisha.—dijo la mujer.— Recoge tus cosas. Se hace tarde.
Ella asintió y comenzó a empacar su ropa con rapidez. Parecía un robot que obedecía a esa mujer sin dudar y no lograba interactuar con nadie más.
—¿Quién es usted?—preguntó Mack, con el ceño fruncido. Notaba lo mismo que yo. Sucedía algo extraño.
—Soy la responsable de Eisha.—respondió.—Soy Clara Fuentes, su psicóloga, hemos tratado en los últimos meses en Millennium Mi...—la mujer cerró la boca rápidamente como si hubiese hablado de más.
Iba a decir algo pero sentía, estaba segura que el lugar que iba a mencionar no era Millennium University, aunque era un nombre parecido.
Eisha se levantó con su maleta en mano y camino hasta quedar frente a la tal Clara, cabizbaja, como si esperase su aprobación para irse.
—¿Haz tomado todo?—preguntó la mujer.
Eisha asintió.
—Bien.—dijo Clara.—Que no pase como en la habitación de tu hermana que quisiste regresar, luego de que salimos. No armes drama.
Las palabras de la mujer eran duras, frías, secas.
—Eisha.—insití en hablarle una vez más, acercándome a ella.—¿No te despediras de nosotras?
Por algún motivo tenía lágrimas en mis ojos. Verla así, tan robótica, parecía esclavizada a algo invisible, algo que estaba frente a nosotros pero no lo veíamos.
Sus ojos verdes al fin se posaron en mí, me miró por unos segundos, luego miró a Mack, pareció recordarnos por primera vez desde que había llegado. Una chispa de vida se encendió en sus ojos.
—I... Iva...nn...a—trataba de decir mi nombre pero era como una niña pequeña intentando hablar. Era como si hubiese renacido sin recuerdos, cómo si su mente se hubiese ido.—Ma...ck...
Mack se levantó y se puso a mi lado, frente a ella.
—¿Quieres decirnos algo?—pregunte.
—NO.—respondió Clara con voz molesta.—Eisha. No olvides. Tenemos que descender. Tus padres al fin estaran orgullosos. Él estará orgulloso.
Las palabras de ella tuvieron un fuerte impacto en Eisha, sus ojos verdes volvieron a apagarse como si le hubiese lanzado un hechizo.
—¿Eisha?—pregunte.
—¿Quién eres tú?—preguntó elevando su vista y mirándome con curiosidad.—¿Eres... Male?
Trague en seco.
—Eisha. Vámonos.—dijo la mujer.
Ella salió de la habitación mientras susurraba palabras que no parecían tener sentido alguno.
—Frío. Abajo. Lejos. Nuevo mundo. Bienvenidos al nuevo. Sí. Redención. Perdón. Cura. La cura a la locura está... En el nuevo mundo. No más Millennium University. Más Millennium Mind. Así. Así volveré. Me perdonarán.
—Sí.—asentía la mujer a sus palabras mientras se alejaban.—Así es, #267.
Y se fueron.
Me quedé petrificada.
Eisha ya no era Eisha.
¿Millennium Mind? Eisha había dicho «No más Millennium University, más Millennium Mind». ¿Que significaba eso?
¿La cura? ¿Que cura? ¿La redención? ¿Por qué la mujer había dicho que sus padres estarían orgullosos de ella si estaba saliendo de la universidad?
¿Por qué la psicóloga la había llamado al final #267?
—¿Que demonios acaba de suceder?—pregunte a los demás.
Todos parecían igual de asustados y confusos.
—Sobredosis con barbitúricos.—dijo Noa como la estudiante de ciencias que era.
—¿Qué?—dijimos los demás.
—Tambien lo pensé.—soltó Ryan.—Las ojeras en sus ojos, la lentitud de sus pasos y note que parpadeaba muy poco.
—¡Sí!—dijo Noa.—En situaciones normales los seres humanos parpadeamos una vez cada cuatro segundos, serían unas 15 veces en un minuto.
—Exacto. Y ella solo parpadeo unas seis o siete por minuto.—apuntó Ryan.—Eso justificaría el enrojecimiento en sus ojos.
—¡Ey!—grite llamando la atención de ambos.—¿Pueden hablar español? Es mi amiga y quiero entender.
—Creemos que Eisha está sufriendo dos cosas: Manipulación claramente por parte de esta mujer y sobredosis de barbitúricos.—explicó Noa.—Este tipo de sobredosis es mortal y sucede cuando existe un exceso en el consumo de calmantes o tranquilizantes. Su lentitud, sus ojeras, parecía estar drogada y son claros signos de este padecimiento.
—¿Pero quién le da calmantes en exceso?—preguntó Mack.
—Eso habría que preguntarle a la tal Clara.—dijo Ryan.—Pero Eisha se muestra sumisa y dócil ante ella, esta mujer está ejerciendo poder sobre ella.
—Recordemos que Eisha sufre un trastorno obsesivo hacia Male y en un mundo donde solo importa él, creo que de pronto la aparición de esta mujer como su psicóloga la ha hecho verla a ella como... Su dueña.—explicó Noa.—¿Han leído sobre los Hyde del género fantasía?
—¿Los monstruos?—pregunte.
—Si.—dijo.—Los hyde son monstruos que son despertados y al despertar reconocen a la persona que los despertó como su amo o dueño. Así mismo pasa con Eisha, alguien intenta hacerle ver que no está bien su obsesión con Male y su mente obsesiva se centra entonces en esta nueva persona, para ella, Clara es su líder, es la jefa, es quien tiene la razón y a quien debe seguir.
—¿Pero quién es esta Clara y de dónde salió?—pregunta Mack.—No me da buena espina.
—Clara Fuentes.—dice Ryan quién ya la ha buscado en su laptop.—Psicóloga graduada con excelentes notas, trabajo muchos en el psiquiátrico «Almas Perdidas» y... Oh, no puede ser.
—¿Qué?
Él seguía mirando la pantalla sin saber que decir.
—¡Habla!
—Clara Fuentes... Desapareció hace seis semanas.—dice Tyler.
—¡¿Qué?!
—Pero... La acabamos de ver.—dice Noa.
—¡Tyler entra a las cámaras de la escuela!—le ordene.—¡Miremos a ver si Clara y Eisha siguen aquí!
Lo que una de las cámaras reveló fue aún más impactante.
—NO PUEDE SER.
Clara y Eisha actualmente, en este justo momento, estaban bajando junto a un grupo de estudiantes por una escalera en el suelo de la cocina, la cual antes estaba tapada con una colcha para el suelo, la misma escalera les conducía hacia abajo y abajo de Millennium University ya sabíamos que existía la extraña zona que nadie parecía conocer o que todos fingían no saber de su existencia.
Lo más raro es que todos los chicos que bajaban junto a Eisha estaban en su mismo estado, parecían poseídos, sus miradas oscuras y pérdidas, cambios radicales en si físico y lentitud extrema en sus pasos.
—¿Aún quieren bajar allí?—preguntó Tyler preocupado y asustado, cómo estábamos todos.
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¡HOLAAAA!
Mucho por asimilar, lo sé.
¡Actualización de día entre semana!
¿Que les pareció el capítulo?
¿Tienen teorías?
¿Que creen que le sucede a Eisha?
¿Quién es en verdad la psicóloga extraña Clara?
¿Que sucede debajo de la majestuosa Millennium University?
Y...
¿Que tiene que ver todo esto con el asesino Pride?
Pronto lo sabremos.
Mañana actualizo así que esperen con ansias🖤
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