Cómo empezar con esta parte de la historia?. Quizás no sea tan horrible cómo otras historias de la vida. Pero es difícil, difícil de leerla y sobre todo escribirla. Pero aun peor es vivirla.

Uno no tiene la culpa de nacer como es, ya sea rubio o morocho, alto o bajo, hetero u homo, etc. Así como este niño que le toco ser omega. Una desgracia?, una desgracia para el que tenga que vivir siendo uno, pero no para los otros, si ellos lo único que hacen es criticarlos, maltratarlos y llevarlos a muchos al suicidio. Pero hay algunos que por mas que la vida les haya pagado de esta forma deciden salir adelante y lo logran.

Quizás porque deciden ser el cambio en la sociedad. Quizás porque después de todo quieren ver con sus ojos lo que les depara el futuro. Quizás porque la esperanza es lo último que perdemos. Quizás porque su otra mitad ya está cerca para rescatarlos.
Cual sea la razón, logran salir adelante.

Y esta vez esa razón llegó a su vida.

Debería empezar por el principio?, o por el final?. La realidad es que su final no está definido y su principio comenzó muy bien. El tema es después del comienzo, cuando el pequeño a sus cortos cinco añitos empezó a dar indicios de su estatus en el futuro.

Louis era tan delicado, tan infantil y femenino. Era tierno y lleno de bondad, su sonrisa iluminaba el día a aquel que se le cruzara, su vocecita chillona hacia sonreir a su mamá, su delicado cuerpito era el deseo de asquerosos alfas, su carita de cachorro hacía que la persona mas fría, sintiera calor. Le gustaban los colores y las flores. Le gustaba oler rico y tener cuidados suaves al mimar a un gatito o perrito.

Pero era simplemente un niño, un niño con un buen corazón.

Su padre al ver todas esas formas de ser en su único hijo barón, quiso vomitar del asco de saber que no le había tocado un alfa al cual le gustaran las cosas de hombres, y que para colmo de seguro iba a salir gay. Esto lo lleno de odio hacia su propio hijo, y desprecio hacia su  esposa que le dio este engendro.

Primero empezó con insultos hacia el niño y golpes hacia su omega. Pero con el tiempo, el alcohol lo empeoró. Se aseguró de que nadie nunca jamás volviera a ver a ese engendro que no quería como hijo. Así que convenció a la mujer que era de esta única forma que tenía para que él volviera a amarla.

Ese sótano jamás fue del agrado de Louis. Era chico, sucio y oscuro. Y menos ahora cuando vio las cadenas y un colchón. El niño se preguntaba porque sus papis lo llevaron ahí, si ahí no había juguetes. El terror le llegó cuando miró hacia sus papis, su madre estaba seria mirándolo como si fuera una escoria y su padre con una sonrisa tan macabra que se le heló la sangre por un instante. No entendía mucho y menos con sus tan solo 6 añitos.

Cuando la tortura comenzó, jamás creyó que las paredes eran de cemento y sus gritos jamás serían escuchados por mas que se rompiera las vocales gritando por ayuda y por un abrazo de su mami. A sus 7 añitos sus ojitos se volvieron mas opacos cuando una tarde su mami bajó con una soga larga y negra, era un látigo pero que iba a saber el pequeño ángel. El sueño de que su madre haya bajado para abrazarlo y cantarle y jamás soltarle, se volvió en pesadilla. En una que no sabía como escapar.

Primero su padre, ahora su madre.

Con lo único que se entretenía durante el día antes de que alguno de sus padres vinieran a hacerle una vista en la noche, era una vieja historieta que por alguna razón quedó debajo del colchón. Lo descubrió en su cumpleaños número 8. Cuando trataba de que una rata no se acerque a su cama. Levantó el colchón con un poco de esfuerzo, ya que apenas tenía fuerza, pero su voluntad porque esa rata se alejara fue mas fuerte.

Entonces notó algo que parecía una revista. Se puso muy feliz al ver algo de color además del gris del sótano y sus sabanas y ropas. Salvo la sangre que era de un rojo muy bonito, según él. Le gustaba ver su sangre porque el rojo era su color favorito.

Su mente ya se estaba quebrando de a poquito.

A los 9 deseaba con todo su corazon de niño que su superhéroe lo viniera a salvar como en aquél comic que encontró hace un año atrás. En este el gran alfa con disfraz rescataba a una hermosa omega del villano que lo único que quería era al superhéroe, consiguiendo así secuestrar a la omega y encerrarla en un calabozo.
Será que ese comic representaba su vida?, acaso iba a llegar ese superhéroe a rescatarlo?. Y si era así, porque se tardaba tanto?, acaso no sabia donde se encontraba la guarida del villano?. O quizás, el no merecía ser salvado por que era un hombre omega?.
Cual fuera la razón nuestro pequeño Louis no perdía las esperanzas de que algún día su superhéroe llegaría a por él, antes de que los villanos acabaran con sus pocas esperanzas.

A sus 10 años recibió la golpiza del año. Esta vez habían bajado sus dos padres y el pequeño e ingenuo omega creyó que al fin lo dejarían ver la luz del sol. Así Que comenzó a rogarles que lo dejaran salir, que el los quería, que les perdonaba por ser los villanos, pero que no importaba. Lo único que vio en sus ojos fue furia, odio y desprecio. Ese día lo golpearon hasta dejarlo inconsciente, para dejarle entendido que él no podía hablar. Los niños no pueden hablar, porque sino escapan mas fácil. Desde ese día, nuestro pequeño omega no volvió a hablar. Y lo único que salía de esa boquita eran no y una vieja canción de cuna que solía cantarle su mami cuando aún lo amaba. Ya no veía un futuro de él con su superhéroe felices por siempre. Ya no quería vivir, ni volver a soltar esos asqueroso​s chillidos. Quería ahogarse en el rojo de su sangre. Quería morir rodeado de su color favorito.

Su mente se terminó por quebrar.

Fue una tarde muy rara aquella vez a sus 11 años, cuando una niña mas grande que él bajó al sótano. Jamás había bajado alguien que no eran sus padres. Así que no entendía que hacía su hermana ahí. Aunque claro, ni la recordaba, fue la adolescente quien le contó quien era y que no lo lastimaría pero tampoco lo soltaría.

Solo estuvo ahí mirándolo y cuando descubrió su comic que sobresalía un poco por debajo del colchón se lo sacó y le grito de todo diciendo que él no podía mirar eso porque el jamás seria como la mujer del comic. Que a él le esperaba un futuro "mejor"  según ella. Que lo había escuchado de sus padres. Entonces se fue y volvio al rato con una revista en particular. Se lo lanzó a la cara y se marchó sin antes decirle que lo que ahí había era lo que le esperaba dentro de poco.

Ese día Louis lloró hasta que se desmayó por el dolor que sentía en el pecho y en la golpiza que le dio su padre cuando bajo todo borracho con el cinturón con la gran hebilla. La revista era una porno.

Ya a sus 12 se la pasaba desmayado, los golpes eran aún mas fuertes y duros que los de antes. Perdía la consciencia muy rápido ya que estaba más débil que antes, apenas comía y bebía, sus padres apenas y se tomaban el tiempo de darle un baño que era con agua fría, se la pasaba con fiebre y con menos sangre recorriendo por sus venas a cada minuto. Prefería esto de todos modos a que le pasara lo que aquella revista mostraba. No quería que le tocaran en sus partes de princesa. Solo su superhéroe podía. Y lo iba a esperar todo el tiempo que fuera, aunque rezaba con que se apurara antes de que el plan de los villanos se llevara a cabo.

A sus 13 años Louis ya no podía ni siquiera pensar con claridad. Apenas y si sabia como se llamaba, apenas y si sabía cuando era de noche y cuando de día. Pero es que la mayor parte del tiempo se la pasaba durmiendo para no pensar en su vida. Algunos de sus sueños eran muy bonitos y le gustaba vivir en ellos.

Su padre hace poquito había empezado no solo a pegarle sino a tocarle sus partes intimas. Y él odiaba eso, ya no quería vivir más. Louis tan solo podía pensar que había decepcionado a su superhéroe al ya no querer esperarlo más. Pero es que no podían hecharle la culpa, dentro de poco seria carne fresca para valla a saber cuantos alfas y él no quería que su superhéroe viera que ya estaba usado. Y que le pertenecia a muchos alfas a la vez.

Aquella noche, dos meses después de que cumpliera sus 13, su madre bajo con el látigo, y comenzó a azotarlo furiosamente mientras le gritaba un montón de cosas. Entre ellas que por su culpa su amado alfa ya no la amaba, que ya no se preocupaba por ella ni por su hermosa hija. Nuestro pequeño niño tan solo pudo encogerse en su lugar y llorar en silencio mientras recibía esas injustas palabras y azotes.

Pero un fuerte ruido se escuchó de la planta de arriba y su madre se quedo quieta para ver si escuchaba algo mas.  Fue cuando la puerta del sótano se abrió de repente y unos cuantos sujetos de negro aparecieron y agarraron a su madre y lo alejaron de él. Louis se encogió aún más y escondió su carita de aquellos hombres.

Y es que el pecho se le lleno de terror al pensar que todos aquellos sujetos iban a violarlo como había dicho su hermana años atrás. Pensó que su pesadilla había comenzado y con ella su sueño se había terminado. Y tan solo pudo quedarse ahí encogido esperando su final.

Grata fue su sorpresa cuando vio que nadie se movia y su madre tenía una cara de terror. Eso algo le dijo, ellos quizás no eran sus violadores. Y suspiro un poco de alivio. Vio como uno de aquellos hombres se separó del grupo y volvio a la primer piso. Mientras todos se quedaron quietos. Su madre ni siquiera intento safarze o hablar.

Después de estar un rato quieto hecho un ovillo en el colchón con todos aquellos sujetos y su madre, escuchó cómo alguien venía bajando hacia el sótano. Entonces Louis con todo el miedo del mundo respiro profundamente y pudo oler el olor mas exquisito del mundo.

Era un aroma tan peculiar, tan fuerte y protector. Aquel aroma se componía de menta, bosque y tierra mojada. Era el aroma a un Alfa. Su omega se regocijó ante aquel aroma que desprendía aquel alfa y su primer instinto fue relajarse.

Nuestro Alfa llegó. Ya no hay nada que temer.

Pero en cuanto sintió que alguien se le acercaba, se volvió a tensar y temblar del miedo. Al rato escuchó como una voz grace y llena de furia habló, por lo visto, hacia aquellos hombres que sostenían a su madre. Pero aquella voz mas que darle miedo, le dio tranquilidad.

Sintió como aquel Alfa se le acercó despacio y se inco para estar mas cerca de él y le comenzó a hablar tan cálidamente que Louis pudo relajarse y mirar por fin a aquel hombre. Y fue cuando nuestro pequeño sintió que su sueño aplastó a la pesadilla para darle la esperanza que él creyó perder.

Mientras aquel​ hombre le seguía hablando, Louis lo miraba absorto, era tan hermoso. Ojos verdes como el bosque, cabello rizado chocolatoso que el omega quizo tocar y enrrollar sus deditos en ellos. Pero por miedo solo se quedo mirándolo. Su cuerpo era tan grande, pudo ver que tenía dibujos en su piel que escondía en su camisa. Sus labios eran gruesos y rosados, su mandíbula tan afilada, su nariz tan perfecta. Era tan solo el Alfa mas hermoso que allá conocido. Aunque jamás conoció otro que no sea su horrible padre.

-N-no- fue lo único que pudo decir Louis, y es que mas que eso no podía decir, pero tenía tantas cosas que decirle a ese hermoso hombre. Como por ejemplo, si el era su superhéroe que vino justo a salvarlo en su peor momento. Pero solo salio un no como chillido.

El Alfa lo volvió a tranquilizar, dandole una suave caricia en sus cachetes y Louis sintió derretirse ante su suave contacto de aquella grande mano de dedos largos y llenos de anillos. Y justo cuando quizo animarse a decir algo mas un sujeto entro rápidamente al sótano interrumpiendo. Louis se asusto y volvió a esconderse haciéndose un ovillo.

Después de que escucho como aquel hermoso alfa hablaba con el otro y que este se largarse​ luego de que le halla dado algo. El hombre hermoso volvió hacia el y le hablo nuevamente suave volviendo a tranquilizarlo, sonriéndole y oh dios!!..  tenía unos maravillosos pocitos al costado de sus labios tan bonitos que Louis sintió ganas de hundir sus deditos en ellos.

El hombre empezó a abrir sus cadenas que lo aprisionaban y el se dejo sumisamente mientras lo miraba embobadamente. Es que ese hombre era irreal. No se veía como un superhéroe. Donde esta su capa y su antifaz??. Quería preguntarle pero no se animaba ya que tenía miedo de hablar mal y que este hermoso Alfa lo castigara como sus padres lo hacían. Además de que se veía como si fuera un hombre serio y frío pero que por alguna razón en sus ojos se veía un brillo de dulzura y delicadeza y otras cosas.

Luego de que le quitara las cadenas y tocara suavemente sus muñecas para aliviar quizás un poco el dolor del minino aquel hombre tan masculino le volvió a hablar. Louis entendió lo que le preguntaba pero simplemente el miedo le carcomía el pecho. No quería que aquel buen hombre que lo estaba liberando de esas pesadas cadenas lo volviera a encadenar y pegar por ser un bicho raro que no sabe hablar bien. Él era la princesa que este hombre tenía que rescatar y no lo iba a arruinar hablando con su fea voz chillona.

-N-no- volvió a decir el omega mirándole con sus brillosos zafiros. Nota como de repente el Alfa pone nuevamente su cara seria tan hermosa pero escalofriante a la vez. Le preguntó algo pero Louis no lo escucha, lo único que atina a hacer es estirar sus manitas y tocar sus largos y chocolatosos rizos. Eran tan suaves que Louis simplemente dejó de pensar y solo quería tocar sus rizos hasta dormirse, y que el hombre lo abrazara y le dijera que ya estaba todo bien. Que al fin llego su superhéroe a rescatarlo, aunque uno sin superpoderes, claro. Pero estaba bien, dolo importaba que no lo dejara ahí con aquel futuro morboso.

El hombre le volvió a hablar tan delicadamente, con esa voz tan grave pero mostrando suavidad y protección. Louis tan solo volvió a mirarlo a los ojos sin soltar aquel rizo perfectamente hecho. Pero en cuanto los dos cruzaron miradas algo en Louis se prendió. Sentía calentito en su pecho, lleno de algo que no sabia que era, pero le encantaba. Su omega salto de alegría de excitación. Y pudo sentir que aquel alfa estaba sintiendo algo parecido.

Ese algo que se estaba enlazando entre los dos.

Cuando el alfa logró convencerlo del todo con que lo iba a sacar de ahí para siempre y que el pequeño se pusiera de pie, Louis recordó que hace bastante que no se ponía de pie tan tiempo, por lo general siempre anda o en cuclillas o gateaba un poco lastimándose sus delicadas rodillas. Así que cuando se paró e intentó dar un paso y calló, pero a los brazos del Alfa sonrojándose hasta parecer un tomate, lo único que atino a hacer fue agachar la mirada y pucherear. El alto hombre le levantó el menton con sus largos dedos y lo miró a los ojos y le sonrió tranquilizandolo. Louis sintió entonces que no estaba haciendo el ridículo ante su supuesto alfa, así que tan solo volvió a agarrarse de aquel rizo que antes había soltado.

En cuanto el hombre puso sus manos debajo de sus axilas y lo alzó, el pequeño omega se asustó un poco, ya que hace mucho que nadie le hacía upa y tan delicadamente. El hombre lo tranquilizó y le dijo que tan solo subirían y se irían para siempre de ahí. Louis trato de tranquilizarse, pero la verdad es que tenía miedo de saber que quizás apareciera su padre y lo arrebatara de los fuertes y protectores brazos de su alto alfa.

Pero en cuanto el hombre lo acomodó y el apoyó su cabeza en el hombro de este y respirara su delicioso aroma, lo único que hizo fue acercar su cara hasta el cuello del hombre y esconderse ahí para embriagarse de su aroma. Quería quedar impregnado de él, para que supieran de que al fin estaba a salvo de sus villanos y que de cierto modo le pertenecía a aquel alfa.

Al momento de sentir como el alfa se movia, parecía que lo estaba acunando y por primera vez en años sintió que estaba en un buen colchón con un buen alfa que lo cuidaría de todo mal y tan solo pudo suspirar de alivio y entregarse a los brazos de morfeo, con una sonrisita, sin que nadie lo viera.

Ya todo estaba bien. Su alfa lo encontró. Y su corazón volvió a latir con fuerza por volver a la vida.

Dos mitades de un mismo corazón se volvieron a unir esta noche. Una mitad oscura y fría, la otra gris y quebrada.

Besoos
Ceeless10