Capítulo Treinta y Dos
TREINTA Y DOS
6 de julio, 2011
—¿Qué estás haciendo? —pregunto en un murmuro a Dexter mientras lo veo sacar su teléfono.
—Quiero grabar a la pequeña bestia despertar —me responde encogiéndose de hombros.
Anoche o más bien, en la madrugada, cuando terminé con los pasteles, Harry se había quedado dormido en el sofá, Dexter eligió mejor y se acostó en la única habitación de visitante del apartamento. Pensé en despertar a Harry e invitarlo a mi cama, pero parecía tan profundamente dormido y cómodo que no quise molestarlo.
Es por ello que para el amanecer del cumpleaños número tres de mi hijo, los hermanos Jefferson se encuentran aquí. La ropa que están vistiendo es de Keith, la que suele dejar cuando se queda una que otra vez.
Con un cupcake de chocolate en mi mano y con una vela que Harry amablemente enciende, camino hasta el cuarto de mi bebé. Él cumpleañero.
Son las siete de la mañana, normalmente para esta hora Dan ya se encuentra despierto, pero tras tanto chocolate y energía desgastada el día de ayer, se encuentra profundamente dormido.
Quiero morir de ternura cuando al entrar en su habitación lo encuentro estrujando uno de sus ojos mientras sus labios hacen un puchero, sus rizos son un desastre salvaje. Él nos mira con fijeza y el labio inferior comienza a temblarle al encontrarse desconcertado, eso lo abruma y pronto pequeños sollozos se les escapan junto a grandes lágrimas.
—Pero ¿Qué le sucede? —pregunta un desorientado Dexter.
Le entrego rápidamente el cupcake a Harry mientras me dirijo hacia la cama y consuelo a Dan.
—Ya cariño, mami está aquí, no pasa nada.
Mi bebé enreda sus brazos en mi cuello mientras esconde su cabeza en mi pecho y lo abrazo con fuerza sin creerme que esta hermosa personita proviene de mí y tiene tres años de vida conmigo.
Harry y Dexter permanecen de pie en la entrada sin saber qué hacer, les sonrío para tranquilizarlos.
Espero pacientemente a que Dan despierte del todo y termine de llorar lo que toma unos pocos minutos. Le sonrío y beso su nariz.
—Hola, mi cielo ¿Adivina quién está de cumpleaños hoy?
Ante mi pregunta, frunce el ceño y sacude la cabeza haciéndome saber que no sabe.
—¡Tú! —Lo abrazo con fuerza— ¡Feliz cumpleaños, Harry Daniel!
—¿Yo, nani?
—Sí, mi cielo, tú.
Me sonríe como si yo le hubiese dado la mejor noticia de su vida y me deja abrazarlo mientras beso continuamente su rostro, y no me sorprendo de encontrarme conteniendo las lágrimas ante la felicidad.
Lo escucho reír en tanto lo siento retorcerse en mis brazos ante mi amor excesivo.
—Te amo, te amo, te amo —Le repito sin parar y haciéndole cosquillas, plantándole besos por todas partes
Termina acostado en la cama jadeando entre risas y me mira con tanto amor y devoción que el pecho se me llena de un amor que no me cabe en el cuerpo. Nunca había amado tanto a alguien como a mi hijo.
Él me sonríe y frunce sus labios haciéndome saber que quiere darme un beso en mi nariz por lo que me acerco recibiendo su beso baboso.
—¡Puta madre! Me alegro de haber grabado esta escena, Hottie, ha sido preciosa —dice Dexter con sinceridad haciéndome reír mientras Dan los mira.
Me incorporo ayudándolo a sentarse mientras con sorpresa mira el cupcake de chocolate entre las manos de un sonriente Harry que se acerca a nosotros a paso lento seguido de Dexter.
—Feliz cumpleaños, pequeño hombrecito —murmura Harry viéndolo con fijeza y sin perder su sonrisa, Dan le sonríe y se inclina hacia adelante haciéndole saber que puede tomarlo.
Tomo el cupcake para que él pueda cargar a Dan, dándole un abrazo fuerte y un sonoro beso en la mejilla. Dexter graba cada detalle y sé que ese video tengo que tenerlo porque es un momento que siempre recordare.
Dexter también lo abraza y luego procedemos a cantar cumpleaños, mi hijo nos mira maravillado, mordiéndose el pulgar y con ojos hinchados aun del sueño.
—¡Pide un deseo! —Lo alienta Harry con una emoción tan infantil que me hace reír.
—¡Una Flor! —grita Dan con emoción a instante de soplar las velas, pero ruedo los ojos y lo detengo.
—No bebé, pide otra cosa.
Mi hijo parece momentáneamente molesto de mi interrupción y se queda largos segundos en silencio mirándonos, entonces sonríe mostrando sus dientes y sin mentir me da una mirada que dice "no me detendrás," se inclina y antes de soplar las velas dice:
—¡Un papi! —grita y sopla las velas.
No puedo moverme mientras Dan da pequeños aplausos y Harry me mira fijamente, Dexter se aclara la garganta.
—Tres años para la pequeña bestia —dice llenando el silencio.
Un papi.
Esas palabras resuenan en mi cabeza.
Un papi.
***
—Harry Daniel quiere un papi —Le digo a Bridget que deja de hablar abruptamente sobre su trabajo.
—¿Un papi? —repite y asiento— ¡Carajo! Dame contexto.
—Es lo que pidió esta mañana.
—¿Y si le das un perro?
—¡Mi Dios, Bridget! No puedo sustituir un papi por un perro, debes practicar más eso de las decisiones maternales, por suerte tienes meses para ello.
—Siete meses —Me dice con una pequeña sonrisa—, estoy de dos meses.
No puedo evitar sonreír ante su enorme sonrisa, creo que finalmente lo ha aceptado y lo está llevando bien, aun cuando Keith luce como un acosador viendo cada uno de sus movimientos.
En cuanto a Dan él está girando alrededor de papá con una linda niña rubia, disfruta de su fiesta de cumpleaños. En la fiesta hay aproximadamente quince niños de los cuales Dan solo juega con la niña rubia, es como si el resto de los niños para él no existieran.
Mi hijo vio con horror el payaso que mamá contrató, además le dijo su nueva palabra favorita cortesía de Keith "viejo" y cuando fue el momento de jugar, mi hijo dijo su famoso "no quelo," tiró de la mano de Harry y le dijo que quería Chocholate, por supuesto Harry le dio.
En esta fiesta esta una parte de mi familia, esos familiares que no vez hasta ocasiones como esta, hay aproximadamente cinco adolescentes, todas ellas primas que solo ven con adoración a los miembros de BG.5, y luego están las madres de los niños y primas jóvenes que parecen buitres alrededor de los chicos y mi hermano.
Como la persona organizada que soy, establecí las normas, lo último que deseaba es que BG.5 se sintiera incomodo, y hasta ahora puedo ver que se están divirtiendo conversando con mi hermano y en ocasiones algunos primos.
Lo más adorable ha sido ver llegar a Ethan Jones con cupcakes dignos de un programa de televisión y que se ve que están muy buenos, muero por probarlos y aunque desestimó los halagos, no me perdí que sonreía complacido.
Nunca imaginé que de este modo se llevaría a cabo el cumpleaños número tres de mi pequeño e inconscientemente me llevo una mano al vientre recordando las pequeñas patadas que él solía dar al estar dentro de mí.
—Quita la mano de ahí, Kae, tu familia pensara que estás embarazada— ante sus palabras le doy una mala mirada—. ¿Qué? Apuesto a que ese Harry Jefferson tiene un semen potente.
—¡No bromees con eso! —digo dándole un golpe no tan fuerte en el brazo— ni mucho menos hables de él semen de Harry en una fiesta infantil.
—¿Qué puedo decirte? En lo único en lo que puedo pensar es en sexo, en desvestir a tu candente hermano y darme un gran festín.
—Veo que el desastre hormonal llegó temprano a tu embarazo, yo pasé más tiempo cabreada y llorosa, solo tuve pequeños momentos de calenturas que yo misma debí calmar, qué tristeza.
—Pues amiga mía, yo me siento hecha un caos caliente. No quiero ni hablar con Keith luego de su desastrosa manera de pedir mi mano, pero solo pienso en que me toque ¡Malditas hormonas!
—Bueno, bien podrías cumplir tu fantasía adolescente y tener sexo con Keith en su antigua habitación, después puedes salir digna de la habitación haciéndole saber que aun estás cabreada, pero que necesitabas de los servicios de su candente cuerpo.
Siento la mirada de Bridget mientras miro a Dan decirle algo a papá mientras señala a Harry, quien está siendo acosado por una prima lejana que está comenzando a irritarme, quizás debí presentarlo como mi novio.
—Tienes razón —dice Bridget y volteo a verla, tomando el vaso de jugo cuando me lo extiende.
—¿En qué?
—Voy a tomar a tu hermano en su habitación y seguiré cabreada con él, después de todo él me embarazó y es su culpa que este toda caliente.
—Brid, yo solo estaba bromeando.
—¡Joder, Kae! Es un calvario que con solo un mes sienta todo en mi removerse, estoy adolorida, necesito los servicios de tu hermano.
—¡Qué mierda! No puedo creer que acabo de ser informada de que vas a follar con mi hermano.
—Lo superarás, tal vez deberías llevar a Harry a tu antigua habitación.
—Claro, entonces ambas tendríamos sexo al mismo tiempo, que linda amistad —digo con sarcasmo haciendo que ella me saque su dedo corazón y se dirija a paso rápido a Keith.
Mi hermano parece sorprendido mientras ella gesticula muy rápido con las manos, me doy la vuelta y dejo de verlos en el instante en el que Keith sonríe de costado, claramente Brid consiguió lo que quería.
Veo a Dan dirigir a papá hacia Harry interrumpiendo el ataque de Mena, la prima lejana, hacia mi novio. Sonrío feliz porque Harry Daniel sin darse cuenta acaba de quitar una gran molestia.
Me deshago de la bebida de Bridget y camino hacia mi padre, mi hijo, mi novio y la odiosa y atacadora prima lejana.
Cuando llego Mena solo me mira, es curioso, nunca nos agradamos, quizá era rivalidad tonta de niñas contemporáneas que querían atención. Cuando toda la familia supo de mi embarazo, Mena fue absolutamente feliz, creo que ella pensó que me hundiría en la miseria y abandonaría mis estudios.
Para cuando llego hacia ellos, Dan está señalándole algo a Harry mientras papá ríe y Mena tiene una de esas molestas sonrisas en su rostro.
—Pero aún no puedes comerte el pastel —Le dice Harry a Dan.
—¡Nani! Quelo esho...
Sigo el lugar al que señala y me doy cuenta de que quiere el pastel de Ben10 relleno de chocolate.
—Aun no, cariño.
—Te lo dije, Dan, aun no es hora —Le dice papá revolviendo su cabello, Dan como es costumbre frunce el ceño.
— ¿Por qué no vas con el abuelo a buscar una rica galleta de chocolate? —Sugiero.
—Shi, Kebu —dice tomando la mano de papá y comenzando a arrastrarlo.
—Eres una chica lista —me felicita guiñándome.
Quisiera saber cuál será la reacción de mis padres cuando sepan que van a ser nuevamente abuelos gracias a Keith.
—No puedo creer que tu hijo ya tenga tres años y por fin le hicieras una fiesta —dice Mena.
—Sí, tres asombrosos años, un día como hoy conocí a mis dos chicos —presumo y no me pierdo la manera en la que Harry sonríe.
Es posible que le gusten mis muy notables celos.
—¿Dos chicos? —pregunta mi prima.
—Mi hijo y mi novio.
—¡Me alegro! —Mena sonríe hacia Harry—. Kaethennis nunca tuvo un novio, sé que es difícil de creer porque ella ahora tiene un hijo...
—No veo que hay de malo en ello —interrumpe dice Harry.
—Por supuesto que no hay nada malo, solo que ella nunca tuvo un novio.
—Harry sabe de eso, prima.
—Bueno ¿Quieres ir por algo de beber, Harry? —Le pregunta ignorándome completamente.
Harry me ve y sé que estoy frunciendo el ceño, él ríe suavemente mientras me da un pequeño empujón con su hombro.
—No, pero muchas gracias, estoy bien aquí, Kaethennis sabrá atenderme muy bien.
—Espero y disfrutes de tu bebida – le digo a Mena, quien frunce el ceño y decide ir a atacar al pobre de Ethan y Dexter.
Escucho la risa ronca de Harry y me doy la vuelta, sacude la cabeza con diversión.
—¿Qué es tan gracioso? – pregunto cruzándome de brazos.
—Tu siendo una mujer territorial y celosa.
—Ella se estaba arrojando sobre ti.
—Lo hacía, pero estaba a instante de decirle que tenía novia, pero pensé que entonces no te gustaría que aparte de tus padres, hermanos, Bridget y los chicos alguien más supiera.
Suspiro, él es demasiado comprensivo, tanto que creo que no estoy siendo justa. Me alzo sobre las puntas de mis pies y lo tomo por sorpresa cuando le doy un beso suave en los labios.
Él no es mi sucio secreto y sé que es seguro.
—No me molesta, solo quiero que las personas no lo enloquezcan, me preocupa cómo el que todos lo sepan afectara a Dan.
—Lo sé, pero me encargaré de que él este seguro, lo prometo —Me asegura sonriendo—, me parece que él de hecho ahora está intentando convencer a tu madre de que le dé pastel.
Volteo y rio al percatarme que eso es exactamente lo que mi hijo está haciendo porque no se da por vencido. Mamá ríe mientras niega con la cabeza, pero logra sacarle una sonrisa cuando tomándolo en sus brazos le da uno de los cupcakes de Ethan.
—¡Vaya! Mira su expresión de asombro, deben de estar muy buenos.
—Todo lo que Ethan cocina sabe a gloria —Presume Harry como un padre orgulloso.
—Tendré que probarlos más tarde.
Katherine con cámara en mano camina hacia nosotros, creo que ella ya lleva mejor el estar rodeada de sus ídolos.
—Sonrían, esta será una linda foto —nos avisa e inmediatamente Harry se coloca tras de mí rodeándome la cintura, mi sonrisa viene naturalmente—. Perfecta.
—Gracias, sé que soy hermosa —bromeo.
—Y humilde —musita mi hermana caminando hacia los invitados para tomar más fotos.
—Me agrada muchísimo tu hermana —dice Harry aun a mi espalda con sus brazos alrededor de su cintura.
—Ella es un encanto... como yo —digo haciendo reír y besar mi mejilla.
—Por supuesto que eres un encanto, mi encanto.
***
Dan tiene un capricho a la hora de cantar cumpleaños: los hermanos Jefferson.
Se niega a que ellos no estén cada uno a su lado mientras yo lo tengo en mis brazos. Mamá obliga a Harry y a Dexter cumplir con las exigencias de mi hijo y es por ello que para el momento en el que cantamos cumpleaños, me encuentro entre Dexter y Harry mientras a sus lados están mis padres y hermanos, Bridget prefirió grabarnos, parece menos tensa desde su regreso de la habitación de Keith y mi hermano parece más feliz, luego averiguaré el estatus de esos dos.
Dan mira a todos con entusiasmo mientras cantan cumpleaños.
Muy bien, no fue la mejor fiesta, Dan odio al payaso, jugó solo con una niña y pasó todo el cumpleaños intentando que alguien le diera pastel, pero ahora él está riendo mientras Harry y Dexter cantan cumpleaños picando con los dedos su cuerpo haciendo que se retuerza de la risa en mis brazos.
Tengo esa sensación de que voy a llorar, porque este momento es perfecto. Es el momento en el que quiero aplaudir mi decisión de quedarme con mi bebé, en el que recuerdo cómo me enamoré completamente de ese niño en cuanto lo vi por primera vez, como vomitaba sobre mí, sus pañales sucios y el día en el que por primera vez me dijo "nani."
Harry Daniel ha construido maravillosos momentos en mi vida que no cambiaría por nada, si ser una adolescente salvaje e irresponsable fue lo que lo trajo a mi vida, entonces no me importa. Él es mi luz, lo más preciado que poseo, lo amo como es y no cambiaría absolutamente nada.
Me parece ver que Dan esta maravillado de la luz de las tres velas mientras sonríe, me inclino con él hacia el pastel.
—Pide un deseo, cariño —Le indico y parece que la explicación que Harry le dio en la mañana acerca de que era pedir un deseo él no la ha olvidado.
—Quelo pastel —dice soplando las velas y sé que tengo que enseñarle a pedir mejores deseos.
Me alegro de no tener un deseo que pedir, porque todo lo que quiero se encuentra aquí, a mi lado, a mí alrededor. Todos ellos están aquí.
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