Capítulo Cuarenta y Seis
CAPÍTULO CUARENTA Y SEIS
18 de noviembre, 2011
Por vigésima vez marco el número de Harry y obtengo la misma respuesta: el buzón de voz.
Mi mejor amiga me mira desde el sofá en donde amamanta a Adam, estoy a muy poco de llorar.
Harry me evita, si las señales son claras no quiere saber nada de mí.
Él realmente no va a contestar ni siquiera cuando dejé. No lo culpo, arruiné las cosas para nosotros, agoté su paciencia y se cansó de esperar por alguien que no supo dejarse amar.
—Quizás está indispuesto, Kae... —intenta consolarme Bridget.
—Claro, está indispuesto desde que comencé a llamarlo —Siento una opresión en el pecho—. ¿Cómo terminé arruinandolo todo? No quiere saber de mí.
—Dudo que se trate de eso, lo lastimaste, pero es algo que pueden solucionar.
Miro a Adam dormido en sus brazos, pero aun aferrado a su pecho. Es tan pequeño, indefenso y hermoso... Pronto nuevamente estaré viviendo esa experiencia.
—¿Y si sucede de nuevo? —La miro—. Pasar un embarazo sola.
Puedo admitirme que ver a mi hermano acompañar a Bridget en todo el proceso y desplegar toda una responsbailidad afectiva, me hizo extrañar no haber tenido esa experiencia con Dan ¿Será lo mismo ahora?
—Sabes que Harry no dejaría que eso sucediera.
—Su silencio podría ser toda la respuesta que recibiré.
Ella suspira y aleja a Adam de su pecho, extendiéndomelo con una sonrisa.
—¿Quieres sacarle los gases?
Lo tomo, besando su frente y acunándolo contra mi cuerpo mientras lo ayudo a liberar sus gases.
Adam huele como un bebé, con esa esencia de talco, piel suave y leche, un olor delicioso, mientras su cuerpo caliente está muy pegado a mi pecho.
Los minutos transcurren y poco después Adam se duerme en mis brazos lo que me tiene sonriendo, imaginando a mi futuro bebé en esta misma posición.
Sé que quiero tenerlo, no quiero interrumpir este embarazo, he aceptado que en mi pequeña familia con Dan ahora seremos tres.
No sé cómo tomará mi pequeño al nuevo integrante teniendo en cuenta que ha estado receloso sobre Adam siendo el bebé nuevo. En cuanto lo conoció lo llamó lindo, pero cuando vio a sus tíos y abuelos dándole atención los celos aparecieron, es todo muy nuevo para él y estamos trabajando en ello.
—¿Estas asustada ante la idea de tener otro bebé? Y se sincera conmigo, Kae.
—No, lo cual es sorprendente, esta vez es diferente, tengo experiencia y sé que soy capaz de cuidar de él o ella, que puedo ser una gran madre, solo me asusta no tener a Harry conmigo en esto, yo lo amo con locura.
»Admito que tuve un momento de miedo y pánico que me hizo empujarlo, pero ni por un momento pensé en expulsarlo de mi vida, solo necesitaba mi espacio por un momento, me sentí claustrofóbica, no me expresé bien y dejé que él pensara las cosas incorrectas, no quería herirlo, porque sé que es lo que he hecho y eso me duele más que la idea de perderlo, no quiero ser quien le cause dolor.
—Estás tan enamorada, Kae, no creo que esto tenga un mal final, solo que ahora el camino es un poco complicado.
Suspiro y asiento.
—¿Qué tal van los malestares?
—Las nauseas y los vómitos son lo peor. Cocinar para Dan es una tortura.
—¿Has programado ya tu primera cita con el médico?
—No, quiero que... quiero que Harry esté ahí, quiero hablar con él primero, darle la noticia.
Me sonríe un poco mientras retira algunos mechones de cabello del rostro y me acerca el teléfono.
—Pongámonos en marcha y marca una vez más el número del ardiente Harry Jefferson.
Y lo hago, solo que lo intento muchas veces, pero él nunca contesta.
***
Leo el volumen cinco de las travesuras del señor Cas para Dan, quien se aferra al peluche que hace un tiempo Dexter le regaló en el aeropuerto. Está resultando un poco difícil que él se duerma, solo me observa mientras leo.
Cuando termino de leer el cuento él aún está despierto, por lo que acariciando con mis dedos sus rulos termino por adormilarlo.
Agotada me dirijo hacia mi habitación, dispuesta a ponerme al deia con el trabajo debido a que estoy retrasada en la corrección del manuscrito, mi vida personal nunca había afectado de este modo el lado laboral.
Logro adelantar la corrección en dos horas, pero el resultado es tener los ojos irritados y cansados a pesar de usar mis lentes de lectura, además sentirme adolorida.
Bostezo y miro fijamente la pantalla de la laptop antes de caer en la tentación y escribir su nombre en el buscador.
Hay miles de resultados en tan solo 0,03 segundos.
«Harry Jefferson ¿molesto?»
«Harry Jefferson y Andrew Wood a las afuera de Londres»
«Gala de beneficencia contó con la presencia de Harry Jefferson»
Hay mucha información de Harry desde el día en el que lo dejé marchar y leo tanto como puedo, sin importarme mis ojos cansados.
Lo extraño tanto que para este punto ver imágenes de sus últimas movidas es un gran consuelo para mi anhelo.
Cuando llevo poco más de una hora y el reloj marca las tres de la madrugada, decido que es suficiente, pero entonces se actualiza la página y siento mi mundo nublarse ante el encabezado.
«Harry Jefferson y Jenny Fletcher un interesante fin de semana»
Sé que es masoquismo, que debería simplemente cerrar la página, apagar la laptop y esperar a comunicarme con él, pero no puedo evitar continuar.
Como siempre que un artículo de Jenny y Harry sale, lo narran como la crónica de un amor épico viviendo un drama.
Se les vio en las afuera de Londres el viernes y sábado. Pasaron todo el día juntos. Hay diversas fotografías y él no se ve destruido, ella luce tan feliz y reluciente.
El artículo encierra tantas incógnitas a las que le quieren dar respuestas que hacia final me encuentro con las mismas dudas de quien escribió el artículo.
¿Henny volvió? ¿retomaron la relación? ¿es un fin de semana romántico para recuperar la llama?¿en dónde queda Karry?
Sí ¿En dónde queda Karry? ¿En dónde queda Dan?¿En dónde quedo yo? ¿y en donde queda el bebé en camino?
Aun sin querer darme por vencida tomo el teléfono y lo llamo una vez más, recibo la misma respuesta: buzón de voz.
Lanzo el teléfono contra la almohada mientras siento mi cuerpo temblar.
Cierro las pestañas y rápidamente abro mi correo, busco por toda la bandeja de entrada hasta dar con el correo que Harry me envió desde su cuenta personal cuando le envié la autorización y acta de nacimiento de Dan para comprar los boletos para las Bahamas.
Copio la dirección del correo y la pego en un nuevo mensaje.
«Tengo muchas cosas para decir, pero quiero decírtelas a ti, no a una máquina que no trasmite ni de cerca todo mis sentimientos.
Por favor, Harry, habla conmigo.
Tu silencio me mata, ahora conozco lo que es un silencio ensordecedor y puedo comprender porque los odias.
Te echo de menos y te amo.
Comunícate conmigo en cuanto puedas.»
Presiono enviar y procedo a apagar mi laptop, luego simplemente apago las luces y me acurruco entre las sabanas de una cama que se siente tan grande.
Me doy cuenta de que estoy esperando una respuesta que posiblemente no va a llegar.
He caído en algo en lo que nunca creí y cuestione: fe, no una fe religiosa, simplemente una fe de que Harry me responda, de lo contrario el mundo rosa podría perder su color y no quiero saber cómo sería enfrentarme a esto sola... otra vez.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro