𔘓⋆ ʰⁱᵇʳⁱˢᵗᵒᶠⁱˡⁱᵃ 🍙 ᴗ͈ˬᴗ͈﹆
Yang Jeongin
𓍯 Cabello azul
𓍯 23 años
Kim Seungmin
𓍯 Cabello Castaño claro
𓍯 27 años
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Hibristofilia: Apetencia sexual desorbitada por tener relaciones con violadores, asesinos o criminales.
Pasivo dominante/Activo sumiso
Tw: Humillación.
También habrá un leve cambio de datos personales.
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Todo fue circunstancial.
Jeongin salió de su trabajo en plena madrugada ya que su turno de noche en la tienda de conveniencia a cuadras de, lo que podría llamarse, su departamento, recién había terminado.
Era un barrio peligroso, pero no podía hacer mucho porque el dinero de su trabajo solo daba para eso, al menos era un chico en sus veintes que tenía un cuerpo fuerte que servía como defensa si llegarán a asaltarle.
Además de que sabía sobre armas y el mundo criminal porque era un gran fanático de las historias de asesinos, no los romantizaba, pero su curiosidad era la suficiente como para dedicar horas de investigación y rearmar los casos de principio a fin.
Nunca creyó estar metido en algo así.
Su paseo a las 3 am se vio turbada cuando al pasar por una de los callejones más retirados de la calle principal se escuchó el fuerte sonido de un disparo, sin darse cuenta estaba observando a un hombre de traje de su misma altura con un arma en la mano y un cuerpo sin vida desangrándose sobre el cemento.
No pudo moverse, miraba al cuerpo sombrío de postura y prendas elegantes, pero rostro oculto parado a un lado del cadáver.
No era miedo.
Había leído tanto sobre casos de asesinatos, robos violentos y crímenes a sangre fría que, a pesar de estar viéndolo frente a sus propios ojos, no pudo sentir más que una curiosidad ardiendo en su mente.
-Vete— escuchó la profunda voz del hombre oculto.
—Y-yo...— un escalofrío recorrió su espinaasín sentirse intimidado.
Pudo distinguir los ojos verdosos y jugadores gracias a un leve rayo de sol que se asomaba al amanecer.
Son hermosos.
-Vete- pareció más una amenaza lo último.— Ahora— no se movió nada pero sus ojos verdosos seguían al tierno menor de cabello azul.
Yang no dijo más y solo siguió su camino, aunque miraba hacia atrás porque no era tonto, sabía que nadie que acababa de matar a alguien lo dejaría ir como si nada.
¿Perdonarle la vida o no?
Seungmin salió de la sombra sacando su móvil para realizar unas llamadas a los encargados de los cuerpos, en tanto no le respondian contaba el tiempo desde que el chico había dejado el lugar.
Kim era algo como un empresario al interior del mundo criminal, su padre desde pequeño lo obligó a utilizar armas y saber los puntos débiles de los humanos, actualmente era el heredero de una corporación de sicarios que trabajaban para personas con poder que pagaban demasiado bien por hacer algo tan frío.
Inocente niño.
-Changbin, la rata de Choi ya está liquidada-dijo sin dejar de lado la imagen del rostro tierno de ojos iluminados.
-Estaremos en unos minutos, puedes irte- respondieron al otro lado de la línea.
Kim comenzó a caminar en la dirección que el chico había tomado, aún podía verlo a varios metros de distancia, lo siguió hasta que un par de calles más allá entró aun bloque de apartamentos, aceleró el paso para saber el nombre de las calles e investigar más tarde.
¿Por qué no corrió?
Llamó su atención como el de cabello azul no gritó, ni corrió como si su vida dependiera de ello, ni siquiera sus subordinados estaban tan tranquilos a pesar de estar acostumbrados.
Sonrió para sí mismo cuando rememoró como un atisbo de emoción en los ojos casi negros se posaron sobre los suyos al ser levemente iluminados.
Volveremos a vernos.
Con determinación miró por última vez el lugar sabiendo que sus compañeros ya estarían estarían segundos de él al tener un rastreador.
Sin equivocarse a los segundos un auto negro de ventanas polarizadas apareció a su lado, se subió en el copiloto y el auto avanzó sonidos de por medio.
No podrás escapar de mi.
Mientras Jeongin estaca prácticamente baboso recordando lo que acababa de pasar sentado en su caman su respiración estaba ligeramente acelerada por la excitacion que lo recorría posterior al momento.
El cuerpo del asesino era bonito, firme, el traje se ajustaba como un guante a cada músculo, el cabello claro parecía suave y sus ojos prácticamente tocaron su alma, sin embargo, se maldecía por no poder ver el rostro del culpable de tantas sensaciones.
¿Qué es esto?
Sabía que estaba mal sentirse atraído por una situación tan cruel, le habían quitado la vida alguien frente a él, pero Jeongin solo podía concentrarse en quien tenía la arma y en lugar de sentirse intimidado, estaba caliente.
Ambos volvían al momento en que sus orbes chocaron sintiendo que veían el interior ajeno, pero por distintas razones, por un lado, Kim se sentía curioso por encontrar a un civil que no se inmutó ante él, por otro, Yang era recorrido por olas de lujuria sin comprender muy bien la situación.
¿Es lo correcto?
El castaño apenas llegó a la gran mansión a las afueras de Seúl comenzó a buscar al chico como si no hubiera mañana, además de exigir que sus mejores investigadores entregaran cada antecedente en la vida del desconocido.
Al día siguiente una carpeta con cada detalle de la vida del peliazul estaba en su amplio escritorio.
𓈈𓈈𓈈𓈈𓈈𓈈𓈈𓈈𓈈𓈈𓈈𓈈
Nombre: Yang Jeongin
Edad: 23 años.
Nacimiento: 08 de febrero de 1997.
Estudios: Escuela pública de Seúl, no estudios universitarios.
Trabajo: OXXO, de 22:00 a 02:00 am.
Familia: No se tienen datos.
Estado Civil: Soltero.
Domicilio: Calle xz, Bloque 136 departamento 07.
Antecedentes penales: No tiene.
𓈈𓈈𓈈𓈈𓈈𓈈𓈈𓈈𓈈𓈈𓈈𓈈
Abajo se encontraban sus expedientes escolares, no habían datos familiares ya que todos habían fallecido a lo largo de los años, primero sus padres, después su abuela, se encontraba cuanto ganaba, el contrato de su piso y fotos del chico desde su etapa preescolar cuando aún tenía el cabello color azabache.
Solitario y pobre.
Leyó los papeles cada momento que pudo sintiendo algo de lástima por el más joven, era una persona que solo vivía porque tuvo la oportunidad, pero podría apostar a que ambos se sienten igual de miserables.
Sabía que se estaba involucrando más de la cuenta con una persona que lo habíavisto matar, pero no podía evitarlo, algo en su interior lo guiaban a querer saber más.
Estaba jodido.
Ambos lo estaban.
Jeongin pasó durante semanas por algo similar, pero sin todo esa meticulosa investigación.
Él solo esperaba volver a encontrarse con el criminal que se colaba en sus sueños, pero no lo atormentaba, sino que lo hacía sentir bien cada vez que se encontraban en la nebulosa de su mente.
Pero estaba más cerca de lo que creía.
Hace unos días había vuelto a ver esos ojos en la tienda de conveniencia, pero esta vez la persona solo traía ropa casual, el cabello algo desordenado sobre su frente y su rostro estaba bajo la clara luz de la tienda de conveniencia.
No pudo decir palabra alguna al reconocer a la perfección esa mirada, pero no estaba seguro del todo, por lo que prefirió callarse antes de meter la pata.
Pero lo sentía.
Sentía esos ojos profundos siguiendo cada uno de sus movimientos.
-Son 12.000 wons— murmuró alzando la mirada esperando que la profunda voz confirmara sus sospechas.
-Quédate con el cambio—si era el asesino.
¿Y ahora qué?
No supo que hacer en el momento en que al fin lo encontró y cuando quiso hablar ya fue demasiado tarde.
Pero algo le decía que esto no era mera casualidad, esta vez no lo era, por lo que decidió esperar a una siguiente ocasión donde se encontrarán frente a frente y hablaría.
Un mes fue suficiente.
Seungmin estaba algo obsesionado con el menor, sabía sobre cada paso que daba el chico y necesitaba llenar esa curiosidad, además de que no podía negar que era totalmente su tipo, un joven, de vida tranquila, cuerpo ejercitado y rostro bonito.
Estaba esperando en el auto totalmente negro en la calle contraria frente al pequeño bloque de departamentos donde vivía el de cabello azul, ya eran las 21:45, el horario en que suele salir camino a su trabajo, sin esperar mucho más vio como Jeon dejaba su vivienda, por lo que decidió dar vuelta en u para quedar a su lado, el paso era lento, por lo que bajó su ventana viendo los ojos oscuros brillantes.
-Sube—murmuró deteniendo el vehículo cuando el otro se detuvo.
-¿Ah?— fue todo lo que pudo salir de la boca de Jeongin.
No podía creer que por fin apareciera el chico que lo reaparecía en su mente una y otra vez, cerró sus ojos varias veces tratando de aclarar su vista confirmando que si era la persona de la tienda.
El asesino.
-Entra al auto- se miraban fijamente, Kim notaba el fascinación en su expresión, sin ni una gota de miedo. Ahora volvió a ordenar.
Yang no dijo más para seguir las instrucciones en lo que parecieron unos segundos, evidentemente no estaba pensando con su cerebro, estaba en el auto de un tipo que mató a sangre fría y ni у siquiera estaba seguro de que fuera él, mas era su única oportunidad de confirmarla y la adrenalina recorriendo sus venas solo lo motivaba a seguir en lo que sea que se estuviera metiendo.
—¿Eres tu?— murmuró el de piel blanquecina cuando el auto partió, sin fijarse el camino que seguía.
-Si te refieres al que viste matar a un tipo, si— los orbes verdosos solo se concentraban en el camino bastante curioso del chico.
-Bien...- el peliazul murmuró para sí mismo con una pequeña sonrisa satisfecha.
¡Lo encontré!
Bueno, Kim fue quien en realidad hizo la mayor parte del trabajo, pero ambos estaban complacidos por compartir el mismo espacio por el tiempo que fuera.
Se quedaron en un silencio sepulcral, In moriría feliz en caso de ser secuestrado y torturado para que no hablara, no tenía quejas, ni preguntas, solo sentía la tensión en su vientre bajo mientras pasaban las imágenes de sus sueños impuros con el castaño a su lado.
Es más hermoso de lo que recordaba.
Sin darse cuenta el vehículo se detuvo frente a una gran mansión a lo que parecía bastante lejos de Seúl, Seungmin se bajó del auto después de que su puerta fue abierta por un gran hombre de traje azul marino, Jeongin se vio en la misma situación, pero a su lado afuera del transporte había un chico de cabello azabache que se veía algo más agradable que los otros dos presentes.
-Changbin, vigila en todo momento, estaré ocupado— escuchó la grave voz del criminal dirigida hacia el chico más grande.—Minho, también estás a cargo- ahora miró hacia el pelinegro.
Nadie en ningún momento se dirigió hacia el menor, pero no le importaba en lo más mínimo, ya que el de pielacanelada dijo que estaría ocupado con él y eso lo tenía por completo en las nubes, no le importaba la razón.
-Si señor- ambos desconocidos respondieron casi como si estuvieran en la milicia y desaparecieron sin hacer preguntas.
—Tú, sígueme— miró fijamente al chico.-Y no toques nada si no quieres morir hoy—hablo en serio le advirtió antes de abrir la puerta para que entraran.
Yang hizo caso en todo momento, el inmueble era excesivamente espacioso, de colores blancos, marrones y dorados, grandes candelabros colgaban en cada separación de cuarto y una escalera unía los tres pisos que parecían infinito.
Subieron a paso lento ambosllenándose de expectativas, finalmente llegaron a una habitación al fondo del pasillo izquierdo en el último piso de la casa, esperó que el mayor entrara para pasar segundos después.
Un joven obediente.
—Siéntate aquí— Seung palmeó el lugar a su lado sobre la cama tamaño king, el chico volvió a hacer caso sin chistar. -Me llamo Seungmin—
-¿Es tu nombre real?- sabía que no podía ser tan fácil.
-Soy un asesino, no un mentiroso- lo miró despectivamente.—Si Jeongin, es mi nombre real—
-¿Cómo sabes mi nombre?— preguntó algo ilusionado.
-Investigar a gente es mi trabajo chico, no fue muy difícil saberlo todo sobre un pobre adolescente de vida miserable- quería saber el límite del menor, hasta donde podía llegar sin tener miedo o si quiera sentirse intimidado.
Pero nada.
—¿Y por qué estoy aquí?— la intensa mirada ajena logró que In bajara sus ojos concentrándose en sus manos.
—Mi viste matar a alguien, pero no hiciste más que mirar e irte cuando lo ordené - explicó el castaño.-No fuiste a la policía, ni parecías temeroso...— recordó con incomodidad ese momento.— ¿Por qué?—
-Es interesante— susurró levantando su rostro para mirar al contrario.— Siempre sentí curiosidad por los asesinatos, crímenes o la sangre- Kim notó como los ojos oscuros ganaron un brillo distinto.—Ese día al llegar a mi piso me sentía tan...caliente – dejó salir el pensamiento reprimido. Deseaba haber visto tu rostro
-Eres un loco pervertido— río con desgana el castaño al escucharlo. —Un miserable y necesitado pervertido— siguió cuando las mejillas de cabello azul se sonrojaron con fuerza.
-Y-yo, si...- solo lo aceptó.
Si era un necesitado pervertido.
¿Qué clase de persona tiene sueños mojados con un asesino que solo vio una vez? Bueno, las personas como In, pero no es normal.
Sin previo aviso sintió como su cuerpo fue acostado sobre las sabanas rojizas y el mayor se posicionó a horcajadas sobre él.
-Tu polla ya está dura- el castaño susurró en su oído provocando escalofríos por todo su cuerpo.— ¿Quieres follarme Jeongin?— el lóbulo de su oreja fue mordido con fuerza.
-S-si quiero-¡Ah!- chilló por el repentino tacto sobre su entrepierna siendo apretada sobre la ropa.
-Pon tus manos adelante y junta las muñecas— se sacó la corbata dorada que traía en el cuello.—Si te comportas seré bueno contigo ¿Entiendes?—ató las manos con fuerza dejando las manos del menor inmóvil.
Si entiendo por fin estaba haciéndose real, iba a tener sexo con ese criminal que lo volvió loco desde el primer día.
Y no se arrepentía de nada.
Sus manos fueron guiadas hasta quedar sobre su cabeza permitiendo que el mayor levantara su sudadera, dejándola sobre en sus brazos con su pecho y rostro totalmente expuestos, los gruesos labios del de piel canela se posaron sobre uno de sus pezones para morderlo con fuerza logrando que alzara sus caderas haciendo fricción entre sus intimidades aún con la tela como obstáculo.
-Eres un jodido necesitado Yang- Seungmin movía sus caderas disfrutando de la gran polla bajo la ropa.
-Mgh...- el menor se hundió su cabeza en la cama al alzar su pelvis embistiendo en falso debido a la tentación sobre él.
Suficiente.
Kim se bajó del cuerpo ajeno para quitar todas sus prendasbajo la atenta mirada oscura y brillante, también tenía una erección que necesitaba ser atendida con urgencia, pero decidió entretenerse un poco más al quitar el pantalón y bóxer del chico, se subió a colchón sentándose sobre el dulce rostro blanquecino, dejando el suyo frente al duro y gran miembro de Yang.
Comenzó a lamer el falo mientras con su mano rozaba las notables venas, a los segundos sintió el sin hueso del menor en su entrada moviéndose de manera torpe, pero excitante, por lo que decidió meter el glande contrario para bajar hasta tenerlo por completo en su garganta ahogando sus gemidos.
—¡Se-Seungmin!- al aliento del menos chocó con su ano ya algo preparado.-Pa-par-¡Aah!—
-No me des ordenes— respondió bajándose del cuerpo pálido, para volver a su posición anterior ahora con el gran pene entre sus nalgas.— ¿Quieres que pare?- rozó su nariz con la ajena llevando sus manos a los pezones contrarios para tirar de ellos con fuerza. -¿Por qué?- mordió el labio inferior del menor con la suficiente fuerza como para hacerlo sangrar.
-Es-estoy cerca...— jadeó disfrutando del dolor de los pellizcos y el ardor en su belfo.
-¿Tan pronto? ¿Eres un puto virgen acaso?- sonrió engreídamente al lograr que el chico apartara la mirada.—Si lo eres, pobre niño necesitado — bajó su zurda al falo palpitante para alinearlo con su entrada.
—¡Mgh!―jadeó cuando el castaño bajó sus caderas
logrando que estuviera por completo en el caliente interior.
-No te atrevas a moverte Jeongin- ordenó con esa voz profunda que Yang era capaz de escuchar por el resto de sus días.
Seung posó sus manos sobre los gruesos muslos del peliazul para alzar sus caderas y dejarse caer siendo penetrado hasta lo más profundo por lo 22 centímetros del más joven.
Un virgen de polla grande, parece un regalo.
Arañaba la piel descargando las corrientes de placer mezclado con ardor que lo recorrían sin parar, el pre-semen del chico ayudó a lubricar sus paredes haciendo el ritmo más acelerado, en tanto el de piel blanquecina se encontraba totalmente perdidocon su polla siendo tragada por el culo del asesino.
—Más, por favor— murmuró queriendo alzar sus caderas para meterse por completo y necesitado del tacto de las delicadas manos del mayor. —Lo necesito...— jadeó gravemente.
Tan sensual.
Kim no pudo negarse a la petición cuando el chico estaba con su tonificado cuerpo brillante, su cabello hacia atrás dándole un estilo más maduro y haciendo expresiones tan eróticas.
-Te soltaré porque fuiste un buen chico, fóllame como quieras Yang-dijo en sus labios besándolo por primera vez mientras deshacía el nudo de la corbata y terminaba de sacar la sudadera.
Seung rápidamente se dio vuelta y volvió a penetrarse con el gran pene, pero esta vez las grandes manos se posaron sobre sus caderas, al mismo tiempo sintiendo el abdomen y pectorales marcados contra su espalda.
Gracias a los movimientos de ambos las estocadas se hicieron más profundas, la habitación se llenó de gemidos, la diestra de In se posó sobre la mandíbula del castaño y lo giró para besarse nuevamente mezclando sus salivas tomando todo del otro.
-Mierda-murmuró el menor sobre sus labios al sentir el tirón en su vientre.
-¡Aah Yang!- chilló el mayor cuando la polla en su interior tocó nuevamente en lo más profundo.—¿Q-qué haces?!— preguntó exaltado al notar que el chico quería salir de él.
-Me voy a correr... —trató de explicar.
-Hazlo adentro— lo miró fijamente guiando su diestra hasta la nuca para tirar las hebras azuladas con fuerza. -Es una orden— lamió los labios contrarios hinchados ya y rojizos para volver a un salvaje beso.
No lo cuestionó.
Las penetraciones se volvieron torpes y duras hasta que ambos llegaron al orgasmo ahogando sus gemidos en la boca del otro, Seungmin manchando su abdomen y Jeongin llenándolo por completo con su semen.
-No salgas aún- mandó el de piel canela, se acomodó como pudo para quedar frente a frente, pasando sus brazos por los anchos hombrosblanquecinos.-Te tengo una propuesta-Yang le prestó toda su atención.— No vuelvas a ese piso, ni a tu trabajo, puedes quedarte aquí y hacer lo que quieras, pero tienes que hacer lo que te digo y ser un buen chico—
-¿Ah? ¿Qué me mude a tu casa y que deje de trabajar?— observó al criminal como si le hubiera salido un tercer ojo.
-Si- sus ojos verdosos no tenían ni una gota de broma en ellos.
-No puedo- la culpabilidad de vivir como una garrapata, chupando de los bienes de otros, lo comería vivo.
-¿Recuerdas que investigo a gente y soy un asesino profesional, cierto?—
-¿Me estas amenazando?— el menor frunció el al comprender la linea de la conversación.
-Si, pero dejaré que lo pienses, si es por el dinero—Seung descubrió que es era la razón del rechazo inmediato a su propuesta cuando los ojos oscuros se abrieron de sobremanera. Págame con sexo
-¿Puedo hacer eso? cuestionó emocionado por estar con el castaño una y otra vez.
-Tómalo como una orden— murmuró sobre el cuello de Yang.— Solo quédate aquí— succionó la piel de la zona hasta dejar una marca violeta totalmente expuesta.
Desde ese momento esos dos miserables y solitarios corazones se vieron atrapados en lo que parecía una perfecta burbuja llena de amor y sangre.
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Sweeties aquí el primer capítulo de esta serie de os :3, espero y les haya gustado, cuidate mucho y habrá próxima adaptación, esperenla <3
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