Narra Cassie:
Kate, ya se había tardado mucho para buscar una simple bebida. Le grite por encima de la música a Jorle, que la iría a buscar a Kate y cuando vi un asentimiento de su parte fui caminando hacia la barra para ver si estaba ahí. Cuando llegue a la barra, pregunte al chico de las bebidas si había visto a una chica con las características de Kate. El me dijo que había visto a una chica muy linda irse con un chico afuera. Le agradecí y emprendí camino hacia la salida del establecimiento. Pero antes de pasar por las puertas del lugar fui halada bruscamente hacia atrás, levante la vista para encontrarme con, ¿Taylor?

-Te estoy llamando desde hace rato, parece como si me estuvieras ignorando.- me sonrió mientras bajaba su agarré de mi brazo a mi mano- Lamento mucho como termino nuestro último encuentro.

-Si, como sea, adiós- intenté soltarme de su agarré pero este sólo me pego más a él pasando su mano libre por mi cintura.- Tengo que irme.- le mencioné ya fastidiada.

-¿Tan rapido?- acercó sus labios a mi oído- Podemos divertimos los dos juntos.- Antes de que pudiera reaccionar, me había llevado con el hacía una de las mesas del fondo. Me hizo sentarme en sus piernas y hacerco su boca a mis pechos para morder mi pecho izquierdo por encima de mi vestido mientras acariciaba mi cintura.

-¡Sueltame pervertido de mierda!- chille mientras intentaba safarme de él. Separó mis piernas intentando llegar más lejos, pero en eso le golpeó fuertemente en la cabeza. Me levanto y prácticamente corro como una loca hacía la salida.

-Mejor voy subiendome al coche...- me dije para mi misma. Cuando estaba caminando por el estacionamiento vi que una pareja estaba bien pegada casi teniendo sexo en la puerta del carro. Frunce el ceño cuando reconozco a la pareja y la chica llora sin cesar mientras el chico hace lo que quiere con ella. La furia crece dentro de mi, y corro hacía donde están ellos y separó bruscamente a Leonardo de Kate.
Lo tiro al piso y empiezo a golpearlo. Kate, grita por la escena que está presensiando. En eso Jorle aparece en nuestro campo de visión y se acerca a nuestra amiga.

-¡¡Maldito, hijo de perra!!, ¡¿como se te ocurre si quiera tocarle un pelo a mi amiga?!- le grita Jorle a Leonardo mientras yo sigo propinandole golpes.

Me separo de él y me acercó a las chicas. Kate esta siendo abrazada por Jorle, paso mi mano por su espalda mientras llamo a Lucas para que venga.

-Hola...- escucho al amor de mi vida somnoliento, claro, son las 2:39a.m. de la mañana.

-¿Podrías venir al club Media Noche?- miro a todas direcciones.

-¿Cassie?- observo a Leonardo que se retuerce de dolor -¿Que haces en ese club?- escucho ruido y deduzco que se esta levanto.

-Larga historia, solo ven y trae a los chicos- cuelgo la llamada y miro a Jorle. Le hago una señal para que camine y me obedece.

Íbamos a ir al carro para sentarnos allí, quería esperar a Lucas por la sencilla razón de que él traerá a Ben y Kate, necesita a alguien en estos momento. Por mi parte me siento asquerosa y observo a mi hermana.

-¿Te hicieron algo?- le pregunto, ella me observa y asiente.

-No me había sentido así desde...- la interrumpo.

-Ni lo menciones- advierto. Cuando llegamos al auto Kate se sienta en el suelo y Jorle a su lado. Estas se abrazan y mientras ellas se consuelan yo observo cada movimiento que hacen las personas al pasar.

Escucho la voz de Jorle pero ando sumisa en mis pensamientos y cuando reaccionó, siento dos manos en mi cintura. Me levantan y me lleva con el, veo una camioneta de color negra y enseguida me suben a ella. No puedo gritar debido a que me taparon la boca y él olor a cloroformo me esta durmiendo. Por ultimo, veo a mi hermana tratar de ayudarme pero ella también es llevada conmigo. Kate nos observa sin poder hacer nada y se aprovechan de eso. Antes de poder imaginarmelo, ya estaba en un profundo sueño.

Narra Kate:
Abrí mis ojos, los cuales, aun pesaban y pedían a gritos poder seguir durmiendo. Observo él techo de madera y comienzo a moverme pero me detengo en seco. Mis manos están atadas a los costados de una cama, al igual que mis pies. Muevo mis manos y halo para poder zafarme pero no lo logro.

Escucho como una puerta se abre y observo hacia esta. Leonardo entra con una bandeja de comida y se acerca a la mesita que se encuentra al lado de la cama. En la bandeja habían unas tostadas con huevo y un zumo de naranja.

Este me mira detenidamente y toma una silla, la coloca a un lado de la cama, frente a la mesita de noche y me observa. Yo intento no apartar mi mirada y no sentir asco al verlo.

-¿Tienes hambre?- se limita a decir rompiendo él silencio incomodo. Miro hacia la ventana para ignorarlo y no contesto a su pregunta.

<Si, tengo hambre maldito imbécil pero no voy a darte él gusto de darme comida envenenada o con droga o lo que sea>.

-Te lo repetiré una vez mas, ¿tienes hambre?- y una vez mas, lo ignoro.

<Si piensa que después de lo que me hizo ayer en la noche, va a venir a hablar como si no hubiera pasado nada, esta muy equivocado>.

-Kate...- al pronunciar mi nombre, escucho una suplica para que le mire pero no lo hago -No es mi culpa que hayas decidido irte con ese gilipollas- su voz sale gruesa pero no veo su rostro para saber si esta molesto o no.

-Ese gilipollas es mil veces mas hombre que tu- le digo y esto sale raspando mi garganta, anunciando que llorare si vuelvo a hablar.

-Solo quiero que seas mía, una noche, luego vamos a soltarlas- por un momento pensé en la libertad, en que sus palabras podrían ser ciertas pero ya confíe mucho en mi propio primo y le esta haciendo daño a una de mis mejores amigas.

-No confió en ti, ni en Taylor y mucho menos en la palabra de Marcus- pronuncio en un susurro.

-Ese era él trato, las cogíamos una noche. Sin importar si fuera una violación y luego se irían- giro mi cabeza para mirarlo.

-Pudrete- escupo su rostro y este suspira limpiándose. Se esta molestando y a mi me vale una mismísima mierda.

-Te estoy dando la oportunidad de que no sea como ayer y la estas desaprovechando- me señala y yo solo sonrió de lado.

-¡Te puedes meter tus oportunidades por él mismísimo culo!- le grito pero a cambio recibo una cachetada. Me desata y luego escucho como sale por la puerta, desde afuera me grita.

-¡¡Hay de ti que regrese y la bandeja no este vacía!!- mi cuerpo tembló de miedo y dejo escapar un sollozo, he comenzado a llorar.