-Otra vez en problemas, Sevilla- le recriminó el director a Cassie. La hermana mayor, sonrió cínica, llevo la mano derecha a su barbilla y con su típico carácter de no importarle ni una verga el mundo, le respondió.

-Váyase a la mierda

El director, indignado por su comportamiento, supo que no llegaría a nada con esa chica. El anciano hiba a responder su comentario cuando Jorle, intervino en la conversación.

-Señor D, mi hermana y yo, no tenemos la culpa- se defendió- la culpa es de esta...niña- me señaló, con desprecio.

-La señorita Martínez, es una de nuestras mejores estudiantes, estoy seguro de que tiene una buena excusa para explicar lo sucedido- dijo el director y luego centro toda su atención en mi- Jovencita, ¿podría explicarme que fue lo que sucedió?

Suspire.

-Bueno todo comenzó en el horario del almuerzo. Hoy no tenia muchas ganas de comer, así que fui al patio y me senté en una de las bancas cerca del jardín trasero.

Estaba concentrada leyendo un libro y de la nada, me lo arrebataron de las manos. Levanté la vista para ver quien era..

-En serio, lees este tipo de cosas- me dijo Cassie, burlona.

-Dejala hermana, es mejor cuando los frikis como ella, están perdidos en su propio mundo- le dijo Jorle, a su hermana. No era la primera vez que se metían conmigo, y ya estaba harta.

-Devuelvemelo- le exigí, poniéndome de pie para poder coger el libro. Pero Cassie, como si no fuera nada importante, abrió el libro y le arrancó una página. Y otra y otra mas.

Intenté quitárselo pero Jorle, me sujetó del brazo impidiendome acercarme a ella. Sin pensarlo mucho, le jalo del pelo a Jorle haciendo que me suelte. Me hacerco a Cassie y le arrebató lo poco que queda de mi libro. Furiosa empiezo a gritarle.

-Ustedes dos, no son más que unas HAPYZ!!!- le escupo, con rabia.

-¿Y que se supone, que significa eso?- pregunta Cassie, con un tono de gracia en su voz.

-Hermanas adineradas, putas y zorras, o como yo las llamo H.A.P.Y.Z- le respondo como si fuera lo más obvio del mundo. Veo como Jorle, ya repuesta se pone al lado de su hermana y las dos me miran con superioridad.

-Me encanta ese término, pero después de la paliza que te voy a dar, no querrás pronunciarla de nuevo.

Todo lo demás paso muy rapido, las dos empezaron a golpearme y se formó un bullicio a nuestro alrededor. Dos estudiantes las alejaron de mí y ahí fue cuando llegó la profesora de Inglés y nos pidió que la acompañaramos al despacho del director.

-Básicamente eso fue lo que pasó- termine de decir. El directo, cambio su semblante a uno serio.
¡¡Hay Kate, esta vez la cagaste!!