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Escribo esta para la posteridad, hacerlo se me es prohibido así que esperare el castigo pertinente que esto me confiere.
Comenzaré diciendo que extraño mi hogar, y admito ser un tonto por ignorar el consejo de mis padres, ellos me dijeron las consecuencias de entrar en esta religión pero hice caso omiso. Quisiera verlos por última vez…
…
Todo comenzó un diciembre invernal en Corea del norte, iba de camino hacia la universidad “Nayahomi”, cuando la vi… era una chica peli roja, delgada y con unos ojos café que te hipnotizaban al instante. Por un momento me quedé estático viéndola, al parecer ella se dio cuenta pues fijo su mirada en mí y me sonrió. Era muy tímido para ir a presentarme y además, ya era la hora de entrar al instituto, así que seguí mi camino, pero el rostro de aquella chica seguía rondando en mi cabeza, ¿la volveré a ver? ¿Cómo se llamara? Muchas preguntas me invadían a tal punto que preste poco o nada de atención a las clases.
Cuando iba de camino a mi casa, torpemente tropecé con un escalón, Como pude me levanté y cuando me reincorpore observe la figura de la misma chica que había visto antes de entrar a la universidad. Ella me miraba con una sonrisa pícara. No puedo negar que me sorprendí y acote como casualidad, lo que más tarde entendería que no era así.
Quisiera resumir diciendo que empezamos una conversación, lo que con los días se fue convirtiendo en una amistad. Su nombre era sishav, pensé que era extranjera aunque cuando le preguntaba me respondía que era un secreto. Después de algunos meses concretamos una relación amorosa. Desde ese punto me sentí cautivado en cuerpo y alma con ella, era como si la necesitara, me sentía como el hombre más afortunado y feliz de la tierra.
Hubo un día conversando, donde ella me comento que formaba parte de un culto religioso, me insistió que la acompañara a uno de sus servicios, no me rehusé, me parecía tan magnifico que mi chica tuviera un sentido religioso a flote. Ella no me comento nada acerca de su religión, me intrigo tanto su misterio pero confié que sería algo especial y grato, pues su personalidad era dulce y angelical.
Tomamos un autobús y salimos de la ciudad, me pareció algo fastidioso tener que ir tan lejos para congregarse. –son cosas de fe. –me explicó ella.
Se notaba a leguas la felicidad que sishav cargaba consigo, me miraba y abrazaba cada que podía y eso me hacía sentir feliz también. A veces, compartir las cosas que nos gustan con la persona que queremos trae ese tipo de sentimiento, o eso era lo que yo creía…
…
Tuvimos que caminar, el autobús nos había dejado al pies de un sendero, yo nunca había salido de la ciudad sin mis padres, e incluso para llegar aquí tuve que mentirles diciendo que iría para un campamento estudiantil obligatorio, shishav me había dicho que estaríamos fuera por 4 días, menuda religión la que esta chica tenia. Esperaba estar en mi casa el lunes por la mañana, si no había contratiempo ellos no sospecharían que su hijo tuvo la primera escapada de su vida.
Quisiera aclarar que mis padres no querían a sishav en mi vida, les caía mal. Me comentaban que les daba mala espina su forma de ser, aunque a los 21 años de edad nos vale poco sus peticiones, y menos cuando se trata de prohibirnos un romance, así que tuve que ideármelas para ver a mi novia sin que ellos supieran. Creo que ignorar sus argumentos fue el pecado más grande que he cometido.
…
Adentro del sendero pasaron horas, hasta que por fin vimos un arco grande que nos daba la entrada a lo que definiría como el lugar más hermoso nunca antes visto. Vi el gran templo alzándose entre aquel verde paisaje y cabañas pequeñas que lo rodeaban. No había ruido alguno, y la paz que sentía era única e inexplicable.
-deben de estar en la zona de remplazo- me explicó mientras me tomaba de la mano y me guiaba hacia una parte un poco alejada del templo principal. Llegamos a otro templo grande, pero estaba separado por un gran rio. –Escucha- me insistió.
En realidad no escuche nada, pero lo que si sentí fue vibraciones en el suelo, vi hacia al rio y podía ver ondas que se expandían, después de unos minutos la vibración se detuvo y un grito desgarrador de una mujer invadió el panorama.
…
Esa fue la primera experiencia sobrenatural que presencie, parecía mínima pero era solo el comienzo. Ese mismo día me entere que una mujer había tenido un milagro y el grito era por ese hecho. Al parecer ella había tenido un accidente hace mucho tiempo y por consecuencia quedó inválida, los médicos y otros entes dieron por hecho de que sería imposible que volviera a caminar, no obstante ella recurrió por invitación de alguien, venir y congregarse en esta religión y aparentemente el dios que ellos creían la había elegido de la multitud para cumplir su petición de ser sana. Honestamente me pareció una total locura. Se lo dije a mi novia, y ella me regalo una sonrisa retadora. – ¿Quieres formar parte de un Remplazo? -me preguntó. Les juro que no sabía el poder de esas palabras, pero por la intriga y las ganas de saber más, acepte.
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El viernes y sábado ella se la pasó mostrándome las cabañas y los paisajes. También fuimos al templo inicial donde se daba la palabra a través de un “Sha-o”, personas con la gracia del dios S para leer el “Targuet”, el libro con los relatos de la vida misma del dios. El libro contenía relatos que incitaban al amor, a la hermandad. Dejaba claro que el camino a la felicidad era dar y no pensar en recibir, porque el solo hecho de tener para dar era un privilegio.
…
El domingo me levantó temprano, me aconsejo no comer nada y abstenerme de algún gesto de violencia, de algún pensamiento perverso o malas palabras. Me explicaba que para ser grato antes el dios S en el día de un remplazo, tenías que resguardarte en pureza. Eran reglas estrictas e interesantes. Aparte de eso me enseñó el vestuario que se debía usar.
Parecían batas largas, con bordados únicos y coloridos, me la coloque y nos dirigimos hacia el templo del remplazo, pasamos el rio caminado, ella me tomó de la mano, me decía que solo los “Hasukos” podían hacer eso, de los contrario serian arrastrado y ahogado por el agua. Los Hazukos eran aquellos participantes fieles de la religión, es decir, personas que cumplían un rol o tenían un cargo.
Entramos al templo, su interior se dividía en un gran pasillo hasta el fondo, donde se encontraba la sala, donde según ocurría el milagro, pero esta sala estaba cerrada por una gran puerta y se encontraba custodiada por dos personas. Shishav me enseñó a la persona que esta vez había sido elegida, era un hombre ya mayor que padecía de ceguera, era muy devoto a esta religión y llevaba mucho tiempo rezando su sanidad. Y si, era cierto, él no podía ver, ni siquiera caminar por su cuenta por culpa de ese problema.
Cuando llegó la hora del remplazo, concepto que yo no entendía. Cada vez que le preguntaba a shishav sobre porqué se le decía así, ella salía con otras cosas. En fin, grupos de Hazukos entraron a la sala, mi novia me dijo que esperara en el pasillo pues todavía no estaba listo para presenciar de cerca el acontecimiento, quedé frustrado por no entrar y espere con ansias su regreso. Mientras estaba allí podía observar como las paredes de ese templo en específico estaban adornadas de un símbolo que se repetía y repetía por todo el lugar.
Me dio tanta curiosidad saber, que le pregunte a uno de los guardias de la puerta. Él me explicó que era la representación misma de su dios, donde la primera media luna era nuestros pecados o enfermedades que nos mantenían encerrados en un mundo inmundo y sensible. El circulo era esa cercanía que los creyentes logran a través de su devoción, fidelidad y amor, y la última media luna era la puerta de salida, donde nuestros problemas son remplazados y salimos siendo almas nuevas con un espíritu libre y una carne renovada.
Me quedé atónito tras su respuesta, incluso me hacía caer en cuenta que si mis dudas y burlas eran acertadas o era yo el equivocado.
Pasaron horas antes de que sintiera absolutamente los mismo que sentí aquella vez, el suelo empezó a vibrar y el hombre gritó. Minutos después todos salían, incluyendo el hombre que sorprendentemente había recobrado la vista. – ¡alabado sea! Exclamaba con júbilo.
-¿Sigues creyendo qué es mentira?
Debo admitir que ver a un ciego entrar por una puerta y salir sano es algo que no se ve todos los días, y fue en ese punto donde me rendí en seguir cuestionando, siempre pensé que las religiones no tenían el poder de hacer eso, pero esta si lo hacía. Además, personas eran sanadas, eso era algo bueno, algo que debía ser expuesto para que muchas personas pudieran disfrutar de eso, pero mi novia me reprendió cuando se lo hice saber.
-Esto no es un hospital, tampoco somos ayuda humanitaria. El dios S sana a aquellos que él quiere y lo hace por algún motivo. El dios S le gusta el silencio y que las cosas vengan a él por elección propia y no por muestra de su poder. Si le diera sanación a todo el mundo entonces ya no habría necesidad de la devoción ni pureza del alma, es por eso que debes ganarte su mirada.
…
El domingo en la noche Shishav se reunió conmigo, me comentó que tenía algo muy importante que decirme.
Me propuso convertirme en un Ha-uka, según ella yo tenía la bondad y un corazón agradable para serlo. ¿Qué era? Ella me dio una explicación que cualquiera tomaría como favorable y hasta halagador.
-Ha-uka es la persona que permite los remplazos, sin ella no es posible llevar a cabo la bendición del dios S.
Yo quería saber más, pero ella me respondía que al estar listo lo viviría en carne propia y todas mis dudas serian respondidas. Sinceramente seria grato ayudar a las personas que lo necesiten, además, yo hasta ahora no había destacado en casi nada e incluso mis padres me restregaban lo débil y parasito que era por no querer superar sus expectativas, pero ahora Shishav me daba una oferta de ser alguien importante.
*la puerta del cuarto donde se encontraba Sanjeru escribiendo empezó a ser golpeada*
-ve colocándote tu túnica que en dos horas iniciamos con tu ultimo reemplazo, eres afortunado de ser escogido para ir a ser parte de los celestes en el otro plano. -Gritaba tras la puerta una voz masculina.
Tengo que apresurarme, me queda muy poco tiempo. Shishav me convenció de pertenecer a su religión.
-y en cuanto a tus padres, yo mandaré a un Hazuko para que hable con ellos así que no te preocupes amor, aquí te convertirás en un ser completo y la próxima vez que te vean dirán lo orgullosos que están de ti.
En ese entonces no comprendía en lo que realmente me estaba metiendo, a mi parecer era ser parte de algo bueno. Mi tiempo de preparación era de seis meses, en ese lapso no podía salir de ese lugar, Shishav decía que la comunicación con mis padres tendría que ser por medio de cartas pues mi cuerpo estaría pasando por un proceso de renovación espiritual. Y acepte a todos los términos, qué pensaba en ese momento, no lo sé, sigo sin saberlo, mi decisiones ya no se basaban en apoyar a mi novia en su religión sino en seguir la idea de ser un instrumento en las manos del dios S para ayudar a alguien.
…
Los días pasaban rápido. Me enseñaron que al dios S se le reza cuando el cuerpo tiene sueño, hambre, tristeza, alegría. Etc…Pues así empiezas la lucha de controlar tus necesidades humanas y a dejarlas en manos del dios S. no podía comer nada de carne, eso contaminaba y se asemejaba a los placeres carnales. Tenía que cuidarme en mi caminar, me prohibían hacer algún tipos de actividades físicas que atentaran a mi salud física Incluso me enseñaron a leer parte del Targuet, estaba en un idioma similar al islam, pero con simbologías que desconocía por completo. Al principio Shishav monitoreaba mis avances, pero luego ella dejo que otra persona lo hiciera. Creo que tenía que ver con alejarme de todas las relaciones posibles incluyendo las amorosas.
…
Me empecé a sentir solo, veía a Shishav cada vez menos y cuando lo hacíamos su indiferencia se mostraba con defensa hacia mi cariño, yo esperaba que al terminar mi formación todo volviera a la normalidad con ella, también quería visitar a mis padres, cada semana les mandaba una carta pero nunca recibí una de ellos, logre pensar que ellos ya no querían saber de mi por tomar esta decisión. Aun así, quise mostrarme a mí mismo que si podía lograr algo y persistí.
…
Por fin había llegado el día de participar como Ha-uka en un remplazo, ese día me alejaron de todos, me dirigieron a un cuarto y me dieron una vestidura diferente a la que ellos utilizaban. Era una bata larga color negro con cintas rojas, me pareció un color un poco tétrico para una escena de amor del dios S, pero no replique y me la coloque. Cuando llego el momento me sacaron y llevaron por un sendero que daba con la parte de atrás del templo de los remplazos, es decir que rodeábamos la zona de los creyentes. Me acompañaban 8 Hazukos que me resguardaban y lanzaban agua a mi rostro a cada rato, por lo que aprendí era una pre-iniciación del ritual.
A algunos les preguntaba qué rol o que cosas haría siendo un Ha-uka, pero nadie me respondía, además, yo creía que me harían una graduación o una celebración por haber aprobado la formación, pero en cambio solo veía silencio y misterio en los rostros de los demás.
Llegamos a nuestro destino y pasamos por una puerta que nos adentró a un cuarto pequeño, allí había otra puerta que llevaba hacia la sala principal que era donde se realizaba el milagro. Pero me pidieron arrodillarme y rezar allí hasta que fuera el momento de abrir esa puerta. Yo desconocía quien sería sanado o qué había en esa sala y debo admitir que me sentía muy nervioso, así que más que rezar temblaba y me mataba la curiosidad.
…
Llego el momento
…
El interior estaba en oscuridad, iluminada por muchas velas. Vi que estaba un grupo de Hazukos rodeando a una persona, tenían sus manos levantadas hacia a ella. Cuando notaron mi presencia ellos se alejaron y me señalaron que me acercara hacia aquella persona. Cuando lo hice ellos empezaron a cantar un himno que helo mi sangre, aunque no logre entender que decían el tono que tomaban sus voces me daba a entender que lo normal y seguro se había quedado fuera de estas paredes.
Segundos después una presencia se acercó, cuando la vi me quede sorprendido, era Shishav, llevaba en su mano el Targuet, tenía un vestuario dorado y llevaba una corona en su cabeza y muchos collares colgaban de su cuello.
-Es hora de dar inicio al ritual de reemplazo, por favor coloquen al reemplazante al frente de la elegida por el dios S, la persona que recibiría el milagro era una mujer. Un hazuko me tomo del hombro y me llevo al frente de la mujer. Cuando la detalle me di cuenta rápidamente que su problema se debía a la falta de una pierna, ella tenía los ojos vendados así que no podía distinguir mi presencia.
-Hoy serán nuevamente participes de la bondad y humildad del dios S, así que rindan reverencia y postren su corazón.
Al culminar Shishav de hablar todos los demás empezaron a recitar un “ummmm”. De pronto varios Hazukos trajeron cargando una gran estatua, era la personalidad humana del dios S. un ser de cuatro brazos, en sus primeras dos manos cargaba el bastón de la dadiva y sus otras manos cargaba una perla amarilla. Los Hazukos la colocaron en el medio.
-Hoy conocerán la personalidad más humana del dios S, o conocido por los más fieles como dios “Shavis”.
Ese nombre penetro mi cerebro y dio vueltas hasta dar con la que había sido mi novia, su nombre era una mezcla del nombre de dios, pero esto qué relación tenia, en ese momento me sentía incómodo, asustado…
-Amarren de manos y pies al reemplazante. –exclamo ella.
Su petición me hizo entender que esto no había sido lo que esperaba, que el mundo de paz y amor se estaba convirtiendo en algo siniestro. Como respuesta empecé a exclamar que no quería dejarme hacer eso, pero era mi voz contra más de 40 Hazukos. A la fuerza me amarraron y lanzaron al suelo. A su vez Shishav empezó a leer el Targuet y decir cosas en un lenguaje que no me habían enseñado, los demás empezarón a danzar alrededor de la mujer y yo.
La voz de Shishav se tornó grave y sus ojos cambiaron a un color azul, y de ellos se derramaba litros de sangre. Estaba convencido de que las películas de terror y el miedo a la oscuridad eran juegos con lo que estaba viviendo. Empecé a gritar, pero nadie hacia nada, ni siquiera la mujer al frente de mí. De repente la estatua del dios S se ilumino y elevo.
-El dios Shavis quiere cuarenta latigazos para perdón de los pecados de esta mujer.
¿Latigazos? Cuando me di cuenta un Hazuko traía un látigo, se acercó a mí y me empezó… cuarenta veces me golpearon en todo el cuerpo, yo gemía de dolor pero estaba inmovilizado, lloraba, mis lágrimas reflejaban el grave error de haber seguido con esta elección.
-Levanten al reemplazante y únanlo a la mujer.
Los hazulos lo hicieron y en ese momento, todos empezaron a cantar, la estatua elevada dio giros a nuestro alrededor y para mí todo paso rápido. Mi pierna derecho me dolía mucho, incluso podía ver como los huesos y la carne de ella se desprendía de mi cuerpo. Me desmayé y eso fue lo último que vi en ese momento.
…
He pasado por tres reemplazos, me han quitado las dos piernas y perdí la visión en el ojo derecho. Hoy la persona elegida tiene problemas del corazón y tiene prácticamente nada de vida. Es decir, que su corazón afectado y muerto será mío.
Shishav no fue mi novia por placer, ese era su labor, reclutadora de personas débiles y con problemas como yo para ser instrumento de ese maquiavélico y sínico dios S, hoy estoy aquí perdido y peor que cuando llegue, más que solo estoy muerto, me siento vacío. Creo que los sentimientos de dolor y tristeza de los demás también han pasado a formar parte de mí.
Quisiera regresar el tiempo. Quisiera ver a mis padres por última vez… y decirle que me perdonen y que no saben cuánto los amo, pero no me dejan salir, incluso llevo tres días que no pruebo bocado, dicen que leer el “Torguell” calmara mi hambre carnal, pero por más que lo intento mi tripas no reconocen su contenido. Solo quiero advertirles que con solo leer lo que escribí se estarán condicionando a algo peligroso, no quiero que eso pase, pero tampoco quiero callar mi voz. Espero que comprendan lo peligroso que es esta religión, y lo imposible que es salirse de ella. Espero poder hacer las cosas bien en otra vida, o quizás la solución sea no esperar más nada.
Att: Por favor, no se confíen. Allá afuera hay muchos reclutadores y tal vez ya hayan puesto el ojo en ti.
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