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Mingyu abrió con pereza los ojos, encontrándose con su hermoso castaño entre sus brazos, despeinado y con la boca semi abierta, pegando suaves ronquidos. Sonrío ante tal escena y se pegó más a su novio.
—Mmm...–dijo entre sueños Wonwoo, aunque igualmente seguía profundamente dormido.
El peli-negro besó su frente, lo acurrucó contra su pecho y le rodeó con su brazo su cintura, para luego caer dormido otra vez.
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