57
—Amor.
El menor dejó de observar el paisaje del atardecer por la ventana para observar a su pareja, el mismo le observaba con una sonrisa y con un brillo en sus ojos.
—¿Qué sucede?–dijo, acercando su mano a la de Mingyu y entrelazando sus dedos.
El pelinegro acarició los nudillos del castaño, para luego acercarla a su altura y plantarle un pequeño beso en el dorso, causando que las mejillas de Wonwoo se tiñeran de un suave color rosado y que su corazón bombeara cada vez con más rapidez.
—¿Estas bien? Estuviste callado todo el viaje y mirando por la ventana–preguntó, dedicándole una preocupada mirada.
Wonwoo negó con la cabeza, para luego dedicarle una sonrisa para que se tranquilizara.
—Estoy bien, no te preocupes–respondió seguro.
Mingyu asintió, compartiendo la misma opinión que su amado novio. Aún sosteniendo su mano, se puso un auricular, le dio play a la música y cerró los ojos.
Wonwoo le observó por unos segundos, admirando sus delicadas facciones. A pesar de todo, Mingyu aún mantenía su figura, más guapo y apuesto que la primera vez que le vio, con su cuerpo buen formado y tonificado, con unos marcados abdominales y unos brazos de infarto, dándole un aspecto sexy. Su cabello de color negro con unas mechas rosadas y un único piercing, después de tantos en su rostro, en su labio inferior.
Y por alguna razón, comenzó a recordar en su pasado y a sentir como la nostalgia le invadía.
Mingyu siempre tuvo una chispa, a diferencia de él. Siempre brillaba, llamaba la atención por donde pasaba, ganándose las miradas de varias personas. Podía ser su llamativa manera de vestir, su atractivo, sus perforaciones, o lo que sea. Aún ahora seguía siendo así, pero siendo uno de los Idols más populares de Corea.
Su carrera había ido en aumento demasiado rápido, y todo porque: 1- Era jodidamente atractivo, 2- Tenía una voz de los mismos dioses, 3- Estaba comprometido con un hombre. Y sí, se habían hecho virales por ese último punto.
Fue una mañana, cuando Mingyu tuvo una entrevista en una radio. Solamente para hablar sobre su último mini-album, pero el entrevistador se dio cuenta que el pelinegro tenía un llamativo anillo de oro en su anular, y claramente tuvo que preguntar quién era la afortunada. Seguramente ni él ni los oyentes se esperaban un "Bueno, no es un "ella" sino un "el", mi querido novio, aunque... ¿debería decir futuro esposo?".
Y sí, llamaron mucho la atención, recibiendo mucho odio, pero también mucho apoyo. A pesar de todo, Mingyu –aunque mejor ahora conocido como KM–, nunca dejo de producir música y seguir adelante con su carrera, a pesar del peso de la prensa y las críticas tras su espalda.
¿Y Wonwoo? Al principio le sorprendió y asustó mucho que de un día para otro miles y miles de personas hablarán de él, pero tener el apoyo de su familia, su pareja y sus amigos hacían que no se haga pesado y no sufriera un ataque.
Ahora, él también se había metido en la industria de la música. Con una carrera de solista en progreso bajo el nombre de "Woo" y también compartiendo escenario junto a su prometido. Todo producto a que Mingyu le había escuchado cantar una mañana, para luego abrazarle por la espalda y decirle que tiene una voz de los mismos ángeles.
Mingyu lo apoyó muchísimo, dándole ánimos para subirse a un escenario y cantar. No sentir pena ni vergüenza, ni darle importancia a los malos comentarios que solamente buscaban herirle.
Wonwoo a veces pensaba que no merecía a alguien como Mingyu, una persona bondadosa, llena de amor y buena, sin esperar nada a cambio. Era un sol, su sol.
También estaba el apoyo de sus amigos. Hablando de sus amigos... Si que las cosas habían cambiado.
Jaebeom y Jinyoung se encontraban felizmente casados. Luego de años manteniendo su relación en secreto, un día decidieron contarle a sus amigos, para también añadir que se habían comprometido. Aunque ya gran parte se lo imaginaba, aquellos dos eran tan discretos como un oso.
Por otro lado, una noche, Mingyu le contó a su querido mejor amigo que se había besado con Joshua. Luego de su fiesta de cumpleaños número 18, Minghao ya ebrio le tomó del rostro y le plantó un casto beso en los labios, siendo correspondido al instante. Ambos estaban felices, aunque no le habían puesto la etiqueta de "Novios" a su relación, se encontraban cómodos con la idea de besarse en los labios, tomarse de las manos en la calle, darse mimos y demás cursilerías.
Aunque, su relación no duró más de tres años, puesto que una noche Minghao se enteró que su querida pareja le era infiel desde hace meses. Wonwoo recuerda perfectamente como aquella noche le llamó, contándole entre lágrimas lo sucedido, culpándose de ser tan estúpido y por creer que alguien podía amarlo. Lloró junto a él y no dudó un segundo en ir a visitarle una vez que cortaron la llamada. Sí, Minghao se había mudado a Seul en un departamento que compartía junto a Joshua.
El pelinegro intentó arreglar la situación, excusándose de que no sabía a que se refería. Aunque finalmente confesó, diciendo que desde hace meses no sentía lo mismo por él y que había encontrado a una chica genial, la chica de sus sueños. Le pidió su perdón entre lágrimas y le dijo que si quería golpearlo que lo haga, que se lo merecía por haberle hecho creer algo que no era.
Actualmente Joshua le comentó a Wonwoo que se encuentra en pareja con esa chica, viviendo felizmente en un departamento con un hurón de mascota. Su relación con Minghao no es la mejor de todas que digamos, aún les cuesta estar uno cerca del otro, pero poco a poco lo van superando. Su relación con los demás miembros sigue igual, de vez en cuando choca con Jaebeom por el tema del Estadounidense, pero aún el grupo sigue muy unido.
Por otro lado, Minghao había vuelto a China. Aún seguía estudiando y vivía en un gran departamento junto a sus gatos. Le había dicho a Wonwoo que no estaba interesado en buscar pareja, solamente quería terminar sus estudios y realizarse.
Luego estaba Jeonghan, ¡el si que era toda una celebridad ahora! No podían verse muy seguido, pero siempre hablaban por chat. Debido a su trabajo, tenía una agenda muy apretada, ¿que de qué trabajaba? Actor, primero como extra en algunos dramas y ahora por fin luego de mucho esfuerzo y trabajo consiguió el papel principal en una película romántica, con otros actores muy conocidos y populares en Corea.
Que Wonwoo sepa, Jeonghan intentó estar en una relación con otra actriz, pero las cosas no funcionaron y cada uno continúo por su propio camino. Actualmente dio una entrevista a una famosa revista, en la cual aclaró que en este momento no estaba saliendo con nadie y que tampoco le interesaba, quería concentrarse en su carrera actoral. Viviendo felizmente en un departamento y con un pequeño pájaro de mascota.
—Ya hemos llegado–la amigable voz del chofer lo sacó de sus pensamientos, trayéndolo a la realidad.
Escuchó gritos, muchos gritos. Sonrió levemente ante aquello. Volteó a ver a su pareja, la cual le dedicó una dulce, para luego alzar una mano y tocar su mejilla. Era suave, la piel de Wonwoo siempre fue muy suave, como la de un bebé, aunque para Gyu, Wonwoo era su bebé.
No pudo resistirse, el menor cortó la distancia entre ambos con un casto beso. Rápido, pero cargado de cariño y amor. Aún a centímetros de distancia, intercambiando respiraciones, Wonwoo intentó separarse, pero el mayor le tomó del rostro y volvió a juntar sus labios, logrando que soltara un pequeño gemido.
—Tenemos que salir–susurró contra sus labios, para luego juntarlos nuevamente en un pico.
Mingyu soltó un gruñido, lo cual hizo sonreír a Wonwoo. Se separaron, el menor se arregló un poco el cabello y abrió la puerta.
Chillidos y gritos se escuchaban a su alrededor, junto al sonido de las cámaras y los repentinos flashs. Mingyu rodeó el auto y se acercó a su pareja, con un barbijo de color negro y saludando a las cámaras con su izquierda. La seguridad los rodeó, un poco cómico puesto que eran hombres muchos más altos y robustos que la pareja, como si fuese una película.
Que cliché, ellos eran un cliché.
.
.
Jadeos y chasquidos se escuchaban en la habitación. Wonwoo soltó un gemido, el mayor le había mordido fuertemente en el hombro, para luego descender hasta sus clavículas y succionar la piel, haciendo que se escaparan pequeños suspiros de placer al menor.
Sin poder resistir más, Wonwoo bajó su mano hasta su miembro, el cual gritaba por atención. Se acarició por sobre la tela de su ropa interior, mientras el mayor descendía hasta sus pezones, comenzando a lamer uno, haciendo que su gimiera de placer. Ya no aguantaba más, comenzó a bajarse con rapidez la ropa interior. Sin embargo, justo cuando iba a bombear su sensible intimidad, el mayor se detuvo.
—Espera–dijo grave, observando con aquella oscura y penetrante mirada a los ojos de Wonwoo —. No te toques hasta que te lo diga–ordenó, para luego alzar su mano hasta la mesita de luz, abrir el cajón y sacar de ella una cinta de color azul oscuro.
—¿Para qué es eso?
Sin embargo Mingyu no respondió, solamente acercó la cinta a los ojos de Wonwoo y los cubrió.
—Solamente disfruta–jadeó contra su oreja, mientras hacía un nudo para que la cinta no se cayera. Wonwoo tragó saliva y hizo caso a lo que dijo el mayor.
Una vez que quedó completamente privado de su visión, Mingyu procedió a quitarse la ropa, tirarla en cualquier parte de la habitación y acercarse al menor. Lo tomó de las caderas, girándolo y haciendo que quedará boca abajo, con su trasero un poco alzado y su miembro goteando contra su vientre.
Wonwoo apretó las sábanas y tragó un jadeo cuando sintió la cálida respiración de Mingyu contra su entrada. Quería tocarse, quería que Mingyu lo tocara, sentía su piel arder por la vergüenza.
Gimió fuerte cuando el mayor le dio una lamida, apretando las sábanas y hundiendo su cara en la almohada. Alzó su trasero al sentir como la húmeda lengua de Mingyu comenzó a lamer y chupar su sensible entrada, adornando la habitación con aquellos sucios sonidos que hacía al succionar.
—M-más–gimió.
Chilló cuando fue penetrado. Mingyu enterraba su rostro entre las nalgas de Wonwoo, chupando y penetrando su entrada, mientras sus manos acariciaban sus muslos. Bombeó reiteradas veces su interior, haciendo retorcer a su pareja. Gritó cuando su próstata comenzó a ser abusada con violencia, haciéndole ver las estrellas y gemir sin ningún pudor ni vergüenza.
Su lengua entraba y salía sin ninguna dificultad, saliendo para únicamente para besar su trasero y volver a enterrarse, penetrando sin piedad su próstata reiteradas veces.
—Mingyu~V-voy a...–balbuceó, para luego hundir su cara y callar sus palabras por gemidos. Sentía su rostro arder, al igual que su vientre y unas lágrimas acumularse a causa del inmenso placer.
Mingyu bombeó por última vez su interior, para luego salir, dejando un hilo de saliva tras de sí. Mordió suavemente un muslo del menor, mientras dirigía su mano a su propio miembro y comenzar a estimularlo.
—Date la vuelta pequeño, quiero verte–gruñó mientras se masturbaba.
Wonwoo hizo lo que le pidió, quedando bajo la atenta y hambrienta mirada de Mingyu, con su erección dura como una roca, una capa de sudor cubriendo su pálida y delicada piel, lo cual hacia que algunos mechones se pegaran a su frente, el rostro rojo cual un tomate y las piernas levemente separadas. Era un hermoso desastre y Mingyu estaba satisfecho con ser el autor de aquello.
Se tiró sobre su pareja, uniendo sus labios en un salvaje beso. Sus labios se amoldaban a la perfección, como si fuera del destino. Wonwoo gimió cuando el pelinegro mordió su labio inferior, dándole paso a su húmeda lengua, comenzando así una danza entre ambos músculos. Enterró sus dedos en su pelinegra cabellera, mientras se comían la boca.
Cambiaron de posición, quedando Mingyu sentado, apoyando su espalda contra el respaldo de la cama de hotel y Wonwoo sentado sobre su palpitante miembro.
—Montame–jadeó el mayor, rompiendo el beso.
—Q-quiero verte~
Mingyu besó por última vez sus labios, para luego desatar el nudo de la cinta y tirarla por algún lado de la habitación.
Wonwoo se mordió el labio al ver el estado del pelinegro, como sus labios se encontraban hinchados, con el cabello despeinado y un brillo especial en su mirada. Debería ser un delito que sea tan malditamente sexy y ardiente.
Se levantó, alineando su mojada entrada con el miembro del mayor, para luego enterrarse lentamente, abriendo la boca en una perfecta circunferencia ante lo grande que era y lo jodidamente bien que se sentía. En especial con aquel piercing que había decidido hacerse. Si, un piercing, el cual le hacía gritar y gemir sin ninguna vergüenza ante lo bien que se sentía contra su próstata.
Mingyu lo tomó del trasero, besando y succionando su cuello, dejando una que otra marca. Amasó sus nalgas, haciendo gemir al castaño contra su oído.
Wonwoo se movió con suavidad una vez que se acostumbró, pegando un lindo saltito, haciendo que Mingyu gimiera. Se aferró a sus hombros, hundiendo sus uñas y comenzando a montar cada vez más rápido y con más necesidad.
—¡M-más!–chilló.
Wonwoo le embistió con salvajismo, levantando al castaño para que solamente se volviera a hundir en su miembro, haciéndole gritar y ver las estrellas.
Cambiaron de posición nuevamente, quedando la espalda de Wonwoo apoyada contra el firme pecho del pelinegro. La diestra de Mingyu apresó su miembro, comenzando a masturbarlo mientras le continuaba bombeando el interior sin compasión. Wonwoo gimió y hecho la cabeza hacía atrás cuando Mingyu tocó su próstata, haciéndole morder el labio inferior para intentar callar sus balbuceos sin sentido.
—Ahí~ ¡Mingyunnie!
El mayor mordió su hombro, penetrando varías veces aquel dulce y sensible punto, aún masturbándose con fuerza y rapidez. Gimió alto cuando las paredes del castaño lo atraparon, avisando un orgasmo.
—Vente para mí, amor–susurró en su oído, dejando en paz su erección y tomando su cadera para darle salvajes estocadas—. Juntos.
Unas cuantas estocadas más bastaron para que Wonwoo explotará, soltando en tiras todo lo que estaba aguantando, acompañado de un fuerte grito. Mingyu gimió ante lo apretado que se encontraba el interior de su pareja, pero solo le bastaron unos segundos para que el también soltará todo su contenido dentro.
Se quedaron así por unos minutos, recuperando el aliento. El pelinegro salió de su interior y se recostó, soltando un gran suspiro de satisfacción.
Wonwoo mordió su labio al sentir como el líquido de su pareja corría por sus muslos. Luego se limpiaría, ahora se encontraba demasiado cansado como para moverse. Se recostó al lado de Mingyu, siendo abrazado por el mismo.
—Te amo–habló Mingyu, dejando su tierno beso en su frente.
—Te amo–respondió el castaño, con una dulce sonrisa y besando el cuello del mayor, para luego apoyar su cabeza en su pecho.
No pasó mucho tiempo cuando ambos quedaron profundamente dormidos.
FINAL
Pd: El nombre del piercing que tiene Mingyu es Apadravya, es una perforación que atraviesa el glande. Se, es doloroso y tarda mucho en curarse, pero el Meanie lo disfruta.
Falta un especial Navideño.
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