Es una vida hermosa
Siempre te protegere
Es una vida hermosa

Tan solo apoyate en mi

Es un amor hermoso
Tus lágrimas y tus sonrisas.
Si te quedas conmigo, podremos compartirlas juntos

Beautiful - Crush

El tiempo no se detiene para nadie y por nadie; Kyungsoo lo sabía muy bien. 

Cinco años habían pasado desde que se despidió de Jongin en el aeropuerto, y unos dos desde que dejó de comunicarse con él. 

Gracias a Minho se enteró que el año pasado había logrado graduarse con honores, y que se había convertido en uno de los principales bailarines de la escuela, lo cual le hizo sentir muy orgulloso. También supo que Jongin había conocido a alguien que ocupaba más su tiempo. Se llamaba Dimitri y era difícil de olvidar porque en cada plática con Jongin ese nombre salía a relucir una y otra vez, además que en alguna videollamada pudo ver al hermoso rubio de ojos azules que acompañaba al moreno. Pensó que tal vez era hora de dejar de estorbar para que Jongin pudiera conocer su verdadero yo, así que lo liberó de las promesas que le hizo. Incluso cambió su número de teléfono y cerró sus redes sociales, le daba pánico buscar "Jongin" en Google y ver que había triunfado, saber que estaba a punto de casarse, sobre todo porque estaba en un país más libre que el suyo. Después de todo, Jongin era un gitano, y viviría por fin como el loco que era.

Se dedicó a trabajar en su totalidad, no había rincón de Corea que no conociera al mejor MC del momento. Do Kyungsoo estaba en el punto más alto de su carrera y estaba orgulloso de que así fuese. 

Baekhyun siempre estuvo a su lado, incluyendo, claro, a Chanyeol. Ahora eran un trío de mejores amigos, sobre todo desde que esos dos decidieron casarse porque al parecer el único cuerdo era él. Sus amigos habían decidido viajar al otro lado del mundo para firmar los papeles y amarse con todas las de la ley. Eso a veces lo hacía sentir solo, pues también quería sentir ese amor puro y arrebatador que sintió por Jongin. 

Aún recordaba el día que le propuso matrimonio y él aceptó. Se preguntaba en varias ocasiones si aún usaba el anillo o si se había deshecho de este. Se sentía estúpido por aún pensar en él después de tanto tiempo. Estaba seguro que ellos eran un pequeño para siempre, y ahora se tenía que conformar con eso.

No estaba deprimido, llevaba su vida normal, además, el trabajo siempre lo tenía de arriba a abajo. Sí, pensaba en Jongin, lo amaba y lo extrañaba, pero tenía una vida que vivir.

Justo ese día estaba yendo al foro de los programas en vivo, ahora no sólo tenía un programa, tenía tres. Cuando llegó su productor, el cual era Chanyeol, lo llamó al camerino. Se le hizo raro ver a Baekhyun ahí, comúnmente no se juntaban para trabajar porque siempre terminaba siendo un desastre.

—¿Qué pasa? —preguntó Kyungsoo.

—No sabemos, Junmyeon ha estado muy extraño. Ni siquiera tenemos tu escaleta —contestó Baekhyun

—Tiene que ser una broma. ¿Algo que decirme, Chanyeol?

—Kyungsoo, estoy en ceros igual que tú, por eso te dije que vinieras al camerino para preguntarte si sabías algo.

—Tú eres el productor, si tú no sabes, yo menos.

La puerta del camerino sonó, para después ser abierto, dejando ver a Sehun con un ramo de flores.

—¿Alguien sabe porque Junmyeon está así de misterioso?

Los tres negaron con la cabeza.

—¿Y esas flores?

—Se las mandan a Kyungsoo.

Fue Baekhyun quien se puso de pie y arrebató las flores para buscar una nota. 

—No traen tarjeta.

Cuando iban a seguir hablando entró Junmyeon, quien los encontró muy serios. Le hizo una señal a Kyungsoo de salir y este obedeció. Esa situación no le estaba agradando.

—¿Que pasa Jun?

—Ya es hora.

—Sí, ya sé que es hora, pero no tengo ni mis tarjetas.

—Ahora te las doy, ve al foro.

A regañadientes fue al foro donde lo maquillaron ligeramente, estaba furioso. Ese programa era en vivo, no había margen para el error y ni siquiera sabía quién sería el invitado de hoy o algo parecido. Tenía muchas ganas de maldecir a su jefe y a todos los que se ponían en su camino. Cuando Chanyeol gritó "veinte", fue Sehun quien se acercó a entregarle sus tarjetas que ni siquiera tuvo tiempo de leer.

—¡Al aire!

Respiró hondo y comenzó.

—Buenas tardes, queridos televidentes. Como todos los sábados, hoy estamos aquí con un super invitado y por supuesto conmigo. —Miró sus notas para ver el tema—. El tema de hoy, la danza. La danza es una expresión artística con el cuerpo y que al apreciarla te provoca muchos sentimientos. Sin más por decir, démosle la bienvenida a nuestro experto en danza. —Nuevamente miró la tarjeta y anunció—. Gente detrás de cámaras, un aplauso para el bailarín, Kai.

Hacía mucho que Kyungsoo no se quedaba sin habla o respiración, pero en ese instante, en el que Kai salió, el mundo se detuvo. Frente a él no solo estaba el famoso bailarín, estaba Jongin, el amor de su vida.

—Buenas tardes, es un gusto acompañarlos.

No estaba listo, estaba nervioso, no podía hablar o articular palabra, solo podía mirarlo. A la producción no les quedó más que mandar a un corte comercial para darle tiempo al conductor de salir de su estado de shock. Jongin no fue ajeno a eso, así que le ayudó a sentarse y pidió que le trajera agua.

—Creo que no debería continuar con el programa —dijo el moreno.

—¡No! Yo… Ya estoy bien.

—¿Seguro? —preguntó.

El tiempo se detuvo nuevamente al mirar los ojos de su gitano. Aún no podía creer que lo tenía delante suyo, tan hermoso, tan él.

Junmyeon dijo que quedaban cincuenta segundos para salir al aire, por lo que volvieron a sus posiciones. Cuando le hicieron la señal, puso su mejor sonrisa a la pantalla y empezó.

—Una disculpa por el anterior suceso, pero seguimos con el programa. Antes que nada, bienvenido, Kai.

—Es un honor estar con el mejor MC de Corea.

—Exageras, pero cuéntanos…

Kyungsoo hizo preguntas genéricas, las cuales no fueron elaboradas por él, pero se sentía agradecido de estas ya estuvieran escritas en las tarjetas, pues ni siquiera sabía qué preguntarle. Así pasó la siguiente media hora, entre conversaciones mecánicas y cortes comerciales. Mientras Kai hacía lo posible por hablar, el bajito no se sentía listo. El último bloque estaba por iniciar, lo cual le hizo sentir aliviado.

—Dime, Kai, ¿cuál ha sido tu inspiración para el baile?

—Mi abuela, definitivamente aquella mujer que sabía que era un loco e hizo todo lo posible para que cumpliera mis sueños.

Kyungsoo sintió un nudo en la garganta, pero contestó.

—Ella seguro era una gran mujer.

—Y… Un mago.

—¿Un mago? —Sabía a dónde iba eso.

—Yo era un gitano asustado del mundo, contrario de lo que la gente cree. Mi comunidad era cerrada y muy tradicional, apegada a la religión, fue difícil. Un día, llegó un precioso payo.

—¿Un payo?

—Así es, un hombre. Cuando lo vi, supe que quería ser más. Quería que cuando tomara mi mano se sintiera el más orgulloso del mundo.

—¿Estás enamorado? —Eso claramente no estaba en el libreto.

—Como el primer día que lo besé.

Un Kyungsoo nervioso volteo a la cámara y vio a sus compañeros sonriendo. Como pudo se despidió del programa y salió corriendo a su camerino. Sin avisarle a nadie huyó a su departamento, se encerró en su habitación y se escondió bajo las sábanas, quedándose dormido poco después.

La paranoia lo alcanzó, no quería salir porque tenía miedo de encontrarse a Jongin en algún lugar. Estaba siendo terriblemente patético y lo sabía. 

Al despertar, se puso a reflexionar seriamente sobre su muy inmaduro actuar, mientras esperaba su pedido de pizza. La puerta fue llamada, por lo que supuso que su comida había llegado; sin embargo, al atender no encontró a un repartidor afuera de su casa.

—Jongin…

—Joven payo.

—Yo…

—Abrí mis alas y volé, pero todos los caminos que recorrí me dirigieron a ti. Es hora de tomar tu mano, ahora soy la persona que quiero ser, ahora incluso estoy orgulloso de mí mismo. Soy libre y estoy feliz de amarte. ¿Podrías aceptarme, joven payo?

Kyungsoo soltó muchas lágrimas antes de tirarse hacia sus brazos y contestar:

—Te acepto, mi gitano.