Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 30

—Hola. —Saludo a MinHo.

Este se gira con brusquedad del sillón y se levanta rápidamente al verme.

—¡ChangBin! N-No sabía que ibas a venir. —acomoda las latas de alcohol y se acomoda un poco el cabello mientras camina hacia mí—. Hay un...

—Hay un timbre, sí, ya lo sé. —digo riendo levemente.

—Creí que no querías verme.

—Y no quiero. —aseguro con descaro—. Bueno... Estoy molesto contigo... Conmigo por ser tan idiota con Iseul y todo eso, pero. —me rasco la nuca—. Eres de mis pocos amigos. Al menos de los pocos que quiero.

—Es obvio. —dice posando como diva y poniendo los ojos en blanco.

—Creo que tu ego está ocupando mucho espacio, aún puedo irme. —hablo, señalando la puerta con las cejas alzadas.

Él quita su ridícula pose y corre a abrazarme fuertemente, aunque yo no le correspondo, río.

—Sí, lo siento. Pero no podía permitir que Iseul destrozara esa guitarra, la amo. —habla cuando se separa, aún dejando sus manos en mis hombros.

—Sí, al parecer más que a mí.

—ChangBin...

—Sí, mejor no hablemos más de eso, o específicamente, de ella, no quiero hablar de eso contigo. —le doy unas palmaditas en el hombro para luego caminar a la cocina.

—Está bien, con que no estemos peleando. —me dice caminando detrás mío.

—¿Hay de comer?.

—Estaba por comer, calentaré algo. —comenta mientras abre el refrigerador—. ¡Dios, Bin!.

—¿Qué?. —pregunto tomando un durazno para darle un mordisco.

—Parecemos una pareja de novios peleados, no somos normales.

Me encojo de hombros intentando ignorar su comentario.

—Sólo te aviso que yo sería el activo. —dice y termino lanzándole la fruta en la nuca.

—Cierra la boca, eres asqueroso. —le digo mientras tomo otro durazno.

—Ay... —se acaricia la nuca donde le pegué—. Creí que lo habías superado.

—No es algo de superación, idiota.

—Ya para de insultarme, ¿no?.

—¿Cuán ofendido crees que me sentí al que supusieras que fuera homosexual?.

—Pues no mucho, ni siquiera es un insulto. —al final saca una caja de pizza y nos sirve una rebanada en unos platos.

—Lo es para mí, lo sabes... ¿A ti no te molestaría que los demás pensaran que eres un asqueroso de mierda?.

—Supongo...

—Entonces basta de decir cosas así.

—Por supuesto que no me gustaría que pensaran eso de mí, pero el ser gay no es ser eso. Por lo que la gente no tendría que opinar así de mí... Si lo fuera, por supuesto. —toma su rebana de pizza y le da una gran mordida.

—¿Habrá algún día en el que no peleé con alguien por esos idiotas? Los homosexuales, me refiero.

—No sé. —de encoge de hombros—. ¿Habrá un día en el que dejes de insultarlos?.

Ríe y yo le lanzó el hueso del durazno.

—Ay, ya, nenita. Vamos a mi estudio, aprendí una nueva canción en la batería.

—No lo creo. —le doy varias mordidas a la pizza—. Sólo venía a hacer las pases.

—¿Seo ChangBin dejando de lado su orgullo? Wow ¿Mañana dejarás de ser homof...?. —al ver mi cara de fastidio se calla y bebe agua.

—El punto es... —termino de comer mi pizza rápidamente—. Me tengo que ir.

—¿Qué más importante tiene que hacer un entrenador de basketball?

—Tengo que organizar los ejercicios del gimnasio y hacer estadísticas.

—Que importante. —rueda los ojos y yo río.

—Nos vemos luego, culón. —me despido y corro con rapidez a la salida, pero siento un durazno golpear mi nuca justo antes de que salga.

—¡Maldito MinHo!.

Río y corro hasta mi auto mientras me limpio el néctar de la fruta del cuello.

Pasé toda la tarde en la escuela para hacer las estadísticas y tarea que tenía. En realidad, sólo quiero descansar un poco en casa. Agradezco que los entrenamientos empiecen a las dos así puedo levantarme tarde.

El camino es tranquilo, al menos, hasta que llego a casa y mi celular comienza a sonar.

Llamada entrante: Mamá.

—¿Qué?. —contesto de mala gana la llamada.

—Basta de juegos, ChangBin. —me dice mi mamá—. Sabemos que volviste a Seúl, la pobre Iseul está sufriendo mucho, ¡todo por tu culpa!.

—¡Ella fue la que me mintió, lo sabía!.

—¡No es algo que se decida, es natur...!. —cuelgo y apago el celular para después meterlo a mi bolsillo.

Salgo del auto y voy a tocar un poco de batería al sótano. La he puesto desde que regresé y sólo he tocado dos veces desde entonces.

Ni siquiera estoy tocando una canción, solo mezclo ritmos y sonidos hasta que tengo una melodía que seguir una y otra vez

—¡Carajo, ChangBin!. —grita alguien desde arriba, pero no distingo quién. Apenas lo escuché por el ruido.

—¡Van!. —grito mientras dejo las baquetas en el sillón y corro escaleras arriba.

Distingo la silueta de Chan y JiSung en el umbral por lo que quito el seguro de la puerta y abro sonriendo.

—¿Ves? Si pones un seguro evitarás que entre sin tu permiso. —sonrío con descaro y ambos entran mirándome ligeramente molestos—. No es por nada, pero, ¿qué hacen aquí?.

—Te estuvimos llamando desde hace dos horas. —habla JiSung que se ha acostado en el sillón de la sala.

Saco el celular de mi bolsillo y lo enciendo, recibiendo las notificaciones de llamadas perdidas por parte de ambos y de mamá.

—Perdón, apagué el celular. —digo con una mueca.

—¿Fue... Fue por Iseul?. —pregunta Chan algo preocupado.

—No, no... Espera, ¿la han visto?.

—No, pero me habías dicho que la viste el otro día, ¿no?. —pregunta nuevamente Chan.

—¿Viste a Iseul?. —JiSung se levanta con algo de brusquedad.

—Sí, ella...

—¿Le pediste disculpas? ¿Aclaraste todo? ¿Volvieron?. —pregunta rápidamente.

—Por supuesto que no. Ella es la que me tiene que aclarar todo y no, ni en mil años. —hablo mirándolo con el mismo enojo con el que comienza a mirarme.

Pone los ojos en blanco y niega con la cabeza.

—¿Habra algún día en el que no estén peleando?. —Chan se acaricia la sien y cierra los ojos con fuerza.

—Sólo díganme porque me estuvieron llamando. —digo y empujo a Han al sillón para sentarme a su lado.

—¡Nuestro grupo dará un concierto en L.A. este domingo!. —dice Bang mientras pone manos de jazz.

Me quedo neutro, simplemente mirando el rostro de ambos intercaladamente.

—¿Es otras de sus estúpidas bromas? Porque si es así el día en que llamen diciendo que uno se está muriendo yo no pienso...

—¡No es broma, idiota!. —grita Chan con una sonrisa grande comenzando a saltar por la sala y Han siguiendo sus pasos.

—Voy por mis llaves... —comento poniéndome de pie.

—¿Qué?. —dicen ambos al unisono, viéndome incrédulos.

—ChangBin, tenemos que festejar, si volverás a huir hazlo mañana. —se queja Han con un puchero.

Tomo las llaves de la barra y camino hasta la puerta.

—¡Vámonos al bar, idiotas, tenemos que festejar bien!. —grito, escuchando sus pasos detrás mío hasta el auto.

Todos subimos rápidamente y yo enciendo la radio poniendo alguna buena canción a todo volumen.

—Los dejaré después de un rato, necesito sexo. —hablo mientras río y acelero.

—¡ChangBin!. —grita Christopher y me golpea en el hombro.

—Fue una broma, idiota. —no lo era, conozco un viejo antro a las orillas de Seúl.

Comenzamos a imitar los sonidos de los instrumentos de la canción, pero cuando pasamos por el parque central yo guardo silencio aunque los chicos no lo noten, sólo siguen cantando y bailando.

Veo a Felix y HyunJin, están comiendo un helado y platicando animadamente entre ellos, para luego terminar en un beso pequeño.

Felix trae puesto unos jeans negros, una cosa blanca y una chamarra de adidas.

Él no ha roto su palabra. HyunJin, por otro lado, sí.

—ChangBin, acabas de pasarte el bar... —la voz de Chris me distrae y agito un poco la cabeza, bajando el volumen de la canción y mirando atrás.

—Me declaro culpable de que la música me atrapara. —todos reímos levemente, pero sé que Chan no me cree, lo sé.

Doy vuelta en U y me estaciono a una calle del bar. Desde aquí no se puede ver el parque, pero es en lo que menos pienso cuando un par de chicas ríen mientras entran al bar.

—Demonios. —me quejo golpeando el hombro de Chris—. No puedo divertirme porque estás casado.

—¿Y yo estoy pintado o qué?. —me pregunta JiSung mientras caminamos al bar.

—Dudo mucho que haya algún gay ahí dentro... Y sabes cómo terminaría si lo hubiera.

—¿Con nosotros tres echados de por vida del bar, yo molesto contigo y el otro gay en el hospital?. —pregunta fingiendo pensar.

—Solo si me fastidia o se sobrepasa contigo. —aclaro, aunque el simple hecho de su existencia ya me fastidia.

—¿Y qué hay de mí?. —pregunta Bang—. ¿Y si se sobrepasa conmigo?.

—Solo puedo cuidar uno a la vez. —me encojo de hombros mientras entramos al bar—. Además, ¿qué gay se interesaría en tí, Chan?

—¿Que gay lo haría en tí, ChangBin?. —me regresa el golpe y luego pide una ronda.

C.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro