Gwen cerró su cuaderno en un intento desesperado de ignorar todo lo que había pasado, aunque en su interior sabía que no podría ocultarlo por siempre. Fue al estudio de Duncan, quedándose maravillada por la belleza del lugar:

Gwen: Muy bello, ciertamente.

Nilla (Interrumpe): ¡Señorita!

Gwen: ¡Ah, Nilla! Buenas tardes a usted.

Nilla: ¿Necesita algo, señorita?

Gwen: No..., gracias. Sólo estaba dando un vistazo al estudio de Duncan.

Nilla: Bien, pero debe saber que al señor Duncan no le gusta que entren en su estudio.

Gwen: Cierto, perdón por eso.

Nilla: Ya he secado su ropa, ¿me ayuda a recogerla?

Gwen: Claro. 

Gwen y Nilla salieron de la casa, se dirigieron a una esquina del inmenso y bien cuidado jardín que tenía la mansión, comenzaron a descolgar la ropa y luego la llevaron adentro para distribuirla entre los armarios de cedro y de noble origen que tenía cada uno de los dormitorios.

Gwen: Sabe..., Duncan es muy afortunada en tener a una sirvienta como usted.

Nilla: Oh..., exagera.

Mientras guardaban la ropa, Gwen abrió la puerta de un bello armario, empolvado por los años, ella quedó fascinada con los hermosos vestidos de seda que allí se encontraban, unos vestidos que guardaban la melancolía del ayer, pero mantenían su elegancia y hermosura como una prenda perdida en un armario donde el tiempo no existía.

Gwen: Nilla, ¿de quién son estos vestidos? ¡Son hermosos!

Nilla: Son de la señorita Courtney, debería saberlo.

Gwen (Baja la cabeza con amargura): Ah... Si... Estaba tratando de olvidar aquel nombre.

Mentía... Gwen no podía olvidarla, no podía dejar atrás todo el pasado que había tenido con Courtney, recordaba con amargura aquella noche en la que apareció como una visión, un fantasma que intentaba salvarla de Duncan, Gwen se deprimió, sus ojos enrojecieron y cayeron saladas lágrimas por su tersa mejilla.

Gwen: ¿Dónde la vi? ¡¿Dónde?!

Nilla: Señorita, ¿está bien?

Gwen de inmediato se secó las lágrimas e intentó poner una falsa sonrisa en su rostro para no preocupar a aquella dulce anciana.

Gwen: Si..., si, estoy bien. No hay de qué preocuparse. (Alzó un bello vestido azul que le hizo brillar aquella triste mirada y dijo) Muy bello.

Nilla: Su ex era muy perfeccionista, y hacía todo para enseñar a Duncan los buenos gustos.

El sonido de la puerta y unas llaves alertaron que Duncan había llegado a casa, Gwen, sin temor alguno, fue a mostrarle aquel bello vestido.

Gwen: ¡Duncan!

Duncan: Hola, Gwen.

Gwen (Se puso el vestido): ¿Te gusta?

Duncan: ¡Claro que sí! Se lo compré a Courtney... Pero te ves preciosa con ese vestido.

Gwen: ¿Estás seguro? ¿No estás molesto?

Duncan: Claro que no, estás bellísima, quiero que te lo pongas, saldremos esta noche, juntos.

Los dos enamorados compartieron un dulce mirada y después un tierno beso, aquella noche, Gwen se veía muy hermosa con aquel vestido de exquisitos encajes. Duncan la llevó a un lujoso restaurante de cinco estrellas, el mejor de la ciudad, en bebidas claro está.

Gente de la alta clase llenaba el salón de lámparas doradas, mesas de cedro y cortinas de terciopelo, allí sólo había la "clase selecta" de la ciudad, nadie imaginaría que Chris por un tiempo estuvo entre aquellas personalidades, pero su despilfarro terminó por hundirlo junto con lo que quedó de Drama Total. Pero no hablemos de esto, volvamos a la historia...

Duncan pidió uno de los mejores vinos, pero, mientras hablaba con el camarero, notó que Gwen estaba dibujando algo en su diario, entonces le preguntó:

Duncan: ¿Qué estás dibujando, amor?

Gwen: A tí..., mira...

Ella le mostró un bello retrato suyo, Duncan, encantado, le dijo:

Duncan: Gwen..., harás que me sonroje. 

Ellos no lo notaban, pero tras esa ventana de cortinas finas estaba una silueta que los observaba con los ojos ardientes de las llamas del mismísimo infierno:

Courtney (Pensamientos): Como sea, sabes que te estaré vigilando, bastardo.

En ese momento llegó de imprevisto un gran amigo de Duncan:

Geoff: Buenas noches, Duncan.

Duncan: Igual a ti, Geoff.

Gwen: ¡Vaya! ¿Te acuerdas de mi?

Geoff: Pero claro que te recuerdo, si apenas pasaron unas semanas, Gwen. Acabo de leer tu proyecto y sabes...

Gwen: ¿De verdad?

Geoff: No estaba nada mal, ¡a quién engaño! ¡Tienes mucho talento! Casi, casi estaba pensando en darte una colaboración.

Gwen: ¡No lo creo! Espera... ¿hablas en serio?

Duncan (celoso): Bien, creo que ya es suficiente, dejemos esto. Gwen tiene mucho que estudiar.

Gwen bajó la cabeza con una mirada amarga y de resignación, le desagradaba aquellos celos enfermizos de Duncan. 

Geoff: Está bien... Hablamos luego.

Duncan: Gracias Geoff.

Geoff se despidió, pasó un tiempo de silencio, donde el frío y la indiferencia se imponían al amor entre Duncan y Gwen, Duncan no soportó más y dijo:

Duncan: Gwen..., lo hice por ti.

Gwen: ¡Duncan, era una propuesta interesante!

Duncan: Gwen!! (Silencio...) Perdón, pero todavía debes prepararte y estudiar. Ya veras que tendrás mejores propuestas en el futuro, no te preocupes.

Gwen (molesta): Bien, entiendo...

Duncan: Vamos Gwen, sonríe un poco

Gwen dejó de lado su rabia, y mostró su bella sonrisa a Duncan.

Gwen: ¿Contento?

Duncan: Mucho...

Regresando a la casa de los enamorados, antes de darse las buenas noches, Duncan abrazó a Gwen y la tomó por la cintura, notando que ella todavía estaba molesta, le dijo:

Duncan: ¿Qué puedo hacer para que me perdones?

Gwen (con una sonrisa): Ya sabes cuál será la respuesta, Duncan.

Un profundo beso acabó con la frialdad de Gwen, y de a poco, se iba encendiendo la llama de la pasión, los dos amantes cayeron a la cama, mientras se daban profundos e inolvidables besos en el rostros y otras partes..., la noche es otra vez testigo de su unión. 
(ya saben a lo que me refiero xD)

¿Qué pasará entre los dos amantes? ¿Cuál será el destino de Gwen? ¿Duncan es realmente el "monstruo" que Courtney dice? Todo esto en el próximo capítulo de Gwen Life of Hell.