Capítulo 38
Una semana y media había pasado desde aquella amenaza, primera semana de Diciembre, Gwen estaba oculta en su habitación, aislada del mundo por que terror que le provocaba cruzar esa puerta.
Se escucha un golpe en la mesa.
Trent: ¡¿Que hizo qué?!
Cody: La golpeó brutalmente y ahora Gwen está siendo acosada.
Alejandro: Espero que mi advertencia le haya servido en algo.
Zoey: No, Duncan seguirá moviéndose en las sombras.
Leshawna: La blanquita debe denunciarlo para acabar con esto.
Zoey: Sigo preguntándome porqué no lo denuncia.
Bridgette: Está "perdidamente enamorada"
Alejandro: Tiene razón, es difícil denunciar a alguien cuando le tienes mucho cariño.
Cody: ¿Quieres decir que Gwen todavía lo ama? ¡¿Es enserio?!
Alejandro: Tristemente, sí.
Cody: ¿Qué debemos hacer ahora?
Alejandro: Debemos convencerla... ella debe denunciarlo.
Bridgette: Pero como tú lo dijiste, para Gwen es muy difícil hacerlo.
Leshawna: Pobre mujer, ese delincuente le ha lavado el cerebro.
Trent (pensativo): Violencia psicológica.
Leshawna: Tú lo has dicho.
Bridgette: Y no podemos hacer nada más, la policía no va a intervenir hasta que ella lo denuncie.
Leshawna: Odio este sistema.
Cody: Pero aquí estamos nosotros, para protegerla, ¿verdad?
Leshawna: Es lo único que podemos hacer.
Alejandro: Ella se va a arrepentir tarde o temprano.
Trent: ¡Todos sabemos eso! Al.
Alejandro: Se dice Al-ejandro.
Bridgette: ¡Basta ustedes dos!
Se escucha un grito en la habitación de Gwen.
Leshawna: No otra vez.
Trent: ¡Gwen! (se dispone a ir a su habitación)
Zoey: (lo detiene) Tranquilo, de esto nos encargamos nosotras.
Leshawna y Zoey entraron en la habitación, Gwen estaba sentada al borde de la cama, apoyada sobre sus brazos, con la mirada perdida en el vacío.
Leshawna: ¿Qué pasó ahora?
Zoey: ¿Tuviste otra pesadilla?
Leshawna: ¿Duncan te sigue mandando mensajes?
Gwen no responde.
Leshawna: ¿Quieres algo de comer?
Gwen (suspira): No, no me siento bien, sólo quiero descansar un poco.
Leshawna: ¡Oh vamos! Tienes el estómago vacío... Te haré las pastas que tanto te gustan...
Gwen: No gracias, yo sólo quiero dormir un poco, de verdad.
Leshawna: ¿Mañana entonces?
Gwen (cierra los ojos): No te prometo nada.
Leshawna: Mañana debes ir a la universidad, ¿cierto?
Gwen (se levanta de golpe): No, no puedo.
Zoey (pensamientos): ¿Está temblando?
Gwen: Tú sabes bien que no puedo, no puedo ir a ninguna parte.
Leshawna no responde.
Gwen: Tengo miedo ¿bien?
Alejandro (interrumpe): ¡Gwen!
La gótica lo miró con cierta sorpresa.
Alejandro: Entonces... ¿Lo vamos a denunciar?
Gwen no dijo ni una sola palabra, se aferró a su almohada y la estrujo contra si.
Zoey: Te comportas exactamente como él lo quiere.
Gwen no responde.
Zoey: Él te quiere ver así, encerrada, con miedo de salir.
Alejandro: ¡No puedes darle el gusto!
Gwen: Al, no sabes cómo estoy ahora.
Alejandro: Son las siete de la noche, la cena está lista, espero que más tarde tengas hambre.
Leshawna: Si no te alimentas, estarás peor de lo que estás ahora.
Gwen no responde.
Todos salieron de la habitación, la gótica, como siempre, estaba inmóvil, a un costado de la cama, con la mirada perdida y una lágrima rozando su mejilla.
Mientras tanto en la policía...
Chef (con unas hojas en la mano): Al fin tenemos pruebas, excelente trabajo soldado.
Brick: Gracias, maestro Chef.
Chef: Por cierto, los amigos de la gótica ya están enterados de todo.
Harold: Y yo no sé cómo agradecerles, al fin Courtney tendrá justicia.
Dawn: Ahora, sólo nos falta la denuncia de Gwen.
Harold: Por cierto, ¿saben dónde está ahora? Tal vez pueda convencerlos trucos de persuasión.
Chef: ¡Quiero ver que lo intentes!
Brick (recuerda algo): Espero que la camarera de Duncan esté bien.
Harold: ¿Te refieres a Nilla?
Brick: Si, le dimos la dirección de Gwen hace mucho, tenía que devolverle la ropa que había dejado en la mansión de Duncan.
Chef (se dirige a Harold): Aquí tienes la dirección flacuchento.
Harold: Gracias.
En casa de Leshawna, el sonido del timbre interrumpe la cena.
Bridgette: ¿Quién puede ser?
Leshawna: Alejandro, ve a ver. Yo recojo los platos.
Alejandro: Estoy en camino.
En la puerta principal...
Alejandro: ¿Si? ¿Le puedo ayudar en algo?
Nilla: Buenas noches, jovencito, ¿Gwen está en casa?
Alejandro: ¿Qué es lo que quiere? y ¿Quién es usted?
Nilla: Tengo que hablar con ella, dígale que soy Nilla, la camarera del señor Duncan.
Alejandro: Lamento decirle que pierde su tiempo, Gwen no quiere hablar con nadie, y mucho menos con alguien que venga de parte de Duncan.
Nilla: Jovencito, no me ha mandado el señor Duncan.
Trent escuchó la conversación y de inmediato fue donde Gwen para avisarle.
Gwen: ¿Qué es lo que quieres?
Trent: Alguien ha venido a buscarte... se llama Nilla ¿la conoces?
Gwen se puso mas tensa de lo normal.
Trent: ¿La dejo pasar?
Gwen: S-si, que venga.
Alejandro: Disculpe mi estimada señora, pero no... no puedo dejarla pasar.
Nilla: Por favor... he venido desde muy lejos, quiero hablar con mi niña.
Alejandro: Lamento haberle hecho perder el tiempo.
Trent (interrumpe): Está bien Al... (se dirige a Nilla) Venga señora, Gwen quiere verla.
Nilla: Es muy amable de su parte, jovencito.
Alejandro: ¿Estás seguro de esto, Trent?
Trent: Si, tranquilo, mi amigo.
Trent acompañó a la camarera hasta la habitación de Gwen.
Nilla: ¡Buenas noches, señorita!
Gwen: Hola... Nilla.
Trent (se dispone a salir): Las dejaré a solas.
Gwen: ¿Como va todo por allá?
Nilla (sonríe): Digamos que he decidido retirarme.
Gwen: ¿Por qué?
Nilla: ¡Eso no importa! Mira... te traje todos los vestidos que dejaste en tu antigua habitación.
Gwen: No era necesario... te arriesgaste demasiado.
Nilla: No se preocupe señorita, estoy bien, ¿no me ve?
Gwen (sonríe): Gwen, me llamo Gwen.
Ambas quedaron en silencio por unos segundos, la camarera, con la dulzura de su alma, hizo desaparecer el miedo que había en la gótica.
Gwen: Sé que estás aquí para hablarme de Courtney. Sabes... ahora me siento como ella... ella ha vivido lo mismo, ¿verdad?
Nilla (baja la cabeza): Después de un tiempo... el señor Duncan comenzó a ser muy prepotente y posesivo con la señorita Courtney... Sus últimos días ya no hablaba con nadie, el señor Harold la abandonó unas semanas antes.
Gwen: No me dijiste el motivo de tu renuncia. Sabes..
Nilla: Estoy en peligro, señorita, sé demasiado sobre el señor Duncan, no puedo quedarme ahí, estoy amenazada desde hace mucho tiempo, y... le juro que quería defenderla... como defendía a la señorita Courtney cuando peleaban, pero... él tiene mi pasaporte, si digo algo, hará que me devuelvan a mi país... y yo... no puedo volver... (con lágrimas en los ojos)
Gwen: ¿Tú la defendías?
Nilla: Una vez, tuve que intervenir por la fuerza.
Gwen: ¿Qué?
Nilla: Él me golpeó a mi también. (baja la cabeza)
Gwen (cierra los ojos): ¿No podías denunciarlo?
Nilla: Lo mismo le pregunto a usted.
Gwen se quedó en silencio.
Nilla: La misma historia se está repitiendo... pero tú, al menos tienes amigos a tu lado, la pobre Courtney estaba sola, encerrada todos los días. No sabe cuántas noches ella lloraba, yo me quedaba a su lado hasta que se quedaba dormida, ya no puedo más... No puedo estar más en esa casa,.
Gwen: Ella siempre me lo advirtió... y yo... pensaba que estaba celosa (sonríe con sequedad)
Nilla: ¿Usted conoció a la señorita Courtney?
Gwen (voltea los ojos): Es una larga historia.
El timbre de la puerta sonó de nuevo.
Cody: Alguien está tocando.
Alejandro: ¿Ahora quién puede ser? ¿El mayordomo?
Leshawna: Ve a ver, Alejandro.
Alejandro: Bien...
En la puerta...
Harold: Al... mi viejo compañero.
Alejandro: Dejame adivinar, ¿quieres pasar verdad?
Harold: La policía me dijo que Gwen está con ustedes.
Alejandro: Lo siento mi amigo, no puedes entrar. Que tengas un buen día (se dispone a cerrar la puerta)
Harold: No no no espera... Tengo que hablar con Gwen.
Alejandro: ¿Vienes de parte de Duncan?
Harold: ¡Dios no! No hay nadie en el mundo a quien odie más que Duncan.
Cody (interrumpe): Si quieres saberlo, Gwen fue golpeada brutalmente por Duncan.
Harold: Claro que lo sé... Por eso vengo a convencer a Gwen de que lo denuncie.
Alejandro (lo deja pasar): Espero que tengas suerte, mi amigo.
Este capítulo es un poco más de relleno... pero bueno es parte de la historia. En unas cuantas horas publicaré el capítulo siguiente. Nos vemos hasta entonces.
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