La oscuridad de la noche sumió en tinieblas hasta el más mínimo rincón de la ajetreada ciudad cual manto de viuda negra sobre su víctima mortal. Duncan, en un intento desesperado de aliviar los oscuros pensamientos de su mente, caminó por las calles de aquel lujoso barrio donde vivía, el sonido de las hojas de otoño que caían sólo contrastaban con las pisadas que rechinaban en un grito de exclamación al roce con el asfalto.

Pasaron las horas y al fin, Duncan tuvo el valor necesario para entrar en casa y confrontar a Gwen, Courtney, por su lado, observaba hasta el más mínimo detalle que se mostraba en los actos del punk. Gwen se encontraba arreglando algunas cosas de su habitación, que por cierto, estaba en un desastre total, el crujir de la puerta llamó su atención; era Duncan con una mirada de odio en ese azul de sus ojos que algún día iluminaban como la luz del cielo.

Duncan: ¿Pero qué es esto? ¿Por qué tanto desorden?

Gwen: Disculpa, no te esperaba..., pero tranquilo luego lo arreglaré yo.

Duncan: No fuiste a tu casa para el almuerzo.

Gwen: ¿Cómo lo sabes?

Duncan: ¡Te he visto! Ni siquiera llegaste ahí.

Gwen: Sí, es verdad, se presentaron otras cosas y preferí comer un bocadillo afuera.

Duncan: ¿Estabas con alguien?

Gwen: ¿Por qué la pregunta?

Duncan: ¡Porque te vi con tus amiguitos del alma!

Gwen: Bien, supongo que puedo comer un bocadillo con quien quiera ¿no?

Los ojos de Duncan se oscurecieron aún más, mostrando lo más recóndito y temido de su negra alma, Gwen comenzó a sentir una sensación de pavor, que le carcomía por dentro, intentó ignorarla..., pero cuando volvió a la realidad, sintió el fuerte impacto de un golpe certero, que de inmediato hirió su mejilla y comenzó a arderle el ojo, ella cayó al frío suelo, intentando detener el dolor colocándose la mano sobre el ojo, mientras que con la otra intentaba resguardarse de la ira de Duncan que la había empujado contra el piso.

Duncan: ¡Debes decirme todo! ENTENDISTE!!!!!? ¡Todo lo que hagas debo saberlo yo!

La mente incrédula de Gwen apenas podía comprender lo que Duncan le había hecho, amargas lágrimas recorrieron sus mejillas, destrozando aquel fino rostro del que se había enamorado aquel cretino, sus ojos temerosos rogaban en silencio para que la ira de Duncan se detuviese, mientras Courtney miraba horrorizada lo que pasaba sin poder hacer nada al respecto. Parece que la inocente mirada de Gwen detuvo aquella rabia interior que tenía Duncan, quien sólo se fue, sin pedir disculpas, sin intentar ayudarla, salió de la habitación como si nada hubiese pasado...

Pasaron ya 15 minutos, el fuerte dolor que sentía Gwen no se detenía, su interior estaba completamente desgarrado y se reflejaba con un profundo llanto que la colocó en cama junto a la almohada. Courtney también estaba con ella.

Courtney: ¿Gwen? ¿Estás bien?

Gwen retiró la almohada que cubría su herido rostro, y con una mirada desgarradora, dej+o ver el gran moretón que se le había formado en el ojo derecho.

Gwen: ¡¿Te parece que estoy bien?!

Courtney: ¡Oh Dios! ¡¿Qué te hizo?!

Gwen: Te lo ruego, vete..., quiero estar sola.

Courtney: Tranquila, me ocuparé de eso ahora.

Gwen: ¿Qué quieres hacer?

Courtney: (Se acerca más a Gwen y le dice:) Ayudarte...

Sin pensarlo más, Courtney se acercó a Gwen, con una mano, acarició su mejilla, y le dio un suave beso en aquel moretón...

Gwen: Pero... ¿Qué hiciste?

Courtney: Te acabo de ayudar... ¿No te sientes mejor?

Gwen: ¿Mejor en qué?

Courtney: Dime, ¿cómo está tu ojo?

Gwen: ¿Mi ojo? 

Courtney le contestó con una cálida sonrisa mientras Gwen se daba cuenta de lo que pasaba.

Gwen: ¡Hey! Ya no me está doliendo... ¿Qué fue lo que hiciste?

Courtney: En pocas palabras digamos que..., tu dolor se convirtió en el mío.

Gwen: ¡¿Qué?! ¿Pero por qué se te vino eso a la mente?

Courtney: Tranquila... Puedo sentir tu dolor, pero soy un fantasma, y el dolor dura poco para nosotros.

Gwen: Gracias..., estoy en deuda contigo.

Una simple sonrisa entre ambas bastó para que Courtney se sintiera satisfecha.

Gwen: Pregunta. ¿Por qué me estás ayudando? Lo que quiero decir... es que deberías estar riéndote de mi, después de todo lo que te hice y también porque eres la ex de Duncan, deberías estar al menos un poco celosa.

Courtney: Duncan no me interesa en lo absoluto, aquí la única persona que me importa... eres tú, Gwen, fuimos grandes amigas, ¿lo recuerdas?

Gwen: ¿Pero cómo pudiste encontrarme? Yo nunca te volví a ver... ¿puedes decirme los motivos para que me quieras tanto?

Courtney alzó la mano, mostrando una especie de saludo, Gwen estaba confundida.

Courtney: ¿No te recuerda algo?

Gwen: Emmmm no... Yo...

En ese instante le vino a la mente un recuerdo de su tierna infancia, que había estado oculto por mucho tiempo... hasta ese día.

Gwen: ¡No puede ser! Tú eres..., eres aquella...

                                       ***Recuerdos del Pasado***

Courtney: Vaya..., parece que me perdí..., espero que mi mamá me pueda encontrar.

Un tierno llanto en aquel lugar llamó profundamente la atención de aquella niña que tenía un cono de helado en la mano, era el llanto de una niña. De inmediato, la pequeña Courtney se acercó, y con curiosidad le preguntó:

Courtney: ¡Hey! ¿Por qué estás llorando? ¿Qué pasó?

Niña: Yo... yo..., eso no es problema tuyo... 

Courtney le miraba con sus tiernos ojos de niña inocente, observando cada gesto de aquella niña extraña.

Niña: ¿Por qué me miras así?

Courtney: (Acaricia su cabello) Vamos, cuéntame, ¿qué te pasó?

Niña: Disculpa, pero ¿eso te importa?

Courtney: ¡Hey! Si no me dices lo que te pasas te haré cosquillas.

Niña: ¿Me puedes dejar en paz? Quiero estar sola.

Courtney: ¡Qué carácter! Ahora no me dejas otra opción... 

En ese momento, Courtney comienza a sacarle muchas risas cuando le hacía cosquillas en contra de su voluntad.

Niña (con risas): ¡No...! Jajajajajajajaj ¡Todo menos cosquillas! Jajajajajajaj ¡No es justo!

Courtney: Entonces ¿me vas a decir lo que te pasa?

Niña: Está bien jajajaj, te lo diré...

Courtney: Bien, entonces dime por qué llorabas al principio.

Niña: Adivina.

Courtney: Nunca me han gustado las adivinanzas.

Niña (baja la cabeza): Bien, estoy perdida... ahora creo que te burlarás de mí.

Courtney: ¿Por qué debería burlarme de ti?

Niña: Por haber llorado como una niña inmadura.

Courtney: ¿Y porqué te avergüenzas? Es normal que todas estemos asustadas.

Niña: Soy claustrofóbica..., el miedo no me deja moverme.

Courtney: Tener miedos es completamente normal. Por ejemplo, yo le tengo miedo a la gelatina.

Niña: Qué extraña fobia ¿le tienes miedo a la gelatina?

Courtney: Sí, pero sólo la verde...

Niña: Es una fobia muy extraña.

Courtney: Todos tenemos hábitos extraños.

Ambas se sonríen inocentemente, entonces Courtney dice:

Courtney: ¿Cómo te llamas?

Niña: Gwendolyn, pero puedes llamarme Gwen.

Courtney: Me llamo Courtney, escúchame.

Gwen: Dime...

Courtney: ¿Quieres ser mi amiga?

Gwen corrió a darle un abrazo mientras le decía:

Gwen: ¡Claro que quiero ser tu amiga!

Courtney: Amigas por siempre... Espera... ¿Y qué pasó con tu fobia?

Gwen: Si estás tú, no tengo miedo.

Courtney: Escucha Gwen, quiero hacerte una promesa.

Gwen: ¿Promesa?

Courtney: Te prometo que cuando estés triste, asustada o en una situación vergonzosa. Siempre estaré a tu lado.

Gwen: ¿Me lo prometes? 

Courtney: No te lo prometo. ¡Te lo juro!

Ambas se dieron la mano y se abrazaron con mucho cariño, deseando que ese momento se congele en el tiempo...

                                              ***Fin del recuerdo***

Al recordarlo todo, Gwen no pudo evitar que unas lágrimas corriesen por sus mejillas, la felicidad de aquel recuerdo la había conmovido por completo.

Courtney: ¡Hey! ¿Por qué estás llorando? ¿No será tu claustrofobia de nuevo?

Gwen se quedó en silencio, aún con lágrimas en los ojos.

Courtney: ¡Vamos...! Tu ya no tienes claustrofobia y también me dijiste que el ojo ya no te duele...

Gwen corrió hacia Courtney, un cálido y amoroso abrazo llenó sus almas, ambas lloraban por la alegría, por fin estaban juntas otra vez.

Gwen: ¡¿Cómo pude haberme olvidado de ti?! Perdóname... ¡Perdóname por todo lo que te hice!

Courtney: No... yo soy la que te debo pedir disculpas.

Gwen: Nunca te volví a ver desde que terminó todo. Perdóname.

Courtney: No, perdóname tú.

Gwen: No, perdóname tú.

Courtney: No, perdóname tú.

Gwen:No, perdóname tú. 

Courtney: No, perdóname tú. 

El dolor que tenía Gwen ya había desaparecido por completo, el cariño y apoyo de Courtney era lo único que le bastaba y le daba las fuerzas necesarias para seguir adelante, el tiempo se congeló en aquel abrazo, ya nada les importaba. La noche llegó a su fin con el consuelo de un reencuentro de las mejores amigas que algún día habían sido enemigas.

Bien, creo que ya es momento de presentarles el intro de la historia original de MrErZebra.

https://youtu.be/5-YyT_2Nf4E

¿Qué es lo que pasará ahora? Todas las respuestas a su debido tiempo... Nos vemos en un próximo capítulo de Gwen Life of Hell.