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quizás timothée solo era un capricho, quizás sara solo quería demostrarle a su madre que un hombre como el podía estar con una chica como ella. 

fuese cual fuese el motivo por el que se había empeñado en conquistarlo, algo era seguro, sara estaba decidida a conquistarlo y ni su madre, logan, su padre, ni siquiera el mismo timothée, podían hacer nada para que eso cambiase. 

esa noche mientras trataba de dormir, lo único que pasaba por su mente era la hermosa sonrisa del chico, la forma tan perfecta en la se veía su cabello, su increíble asentó, y lo hermoso y sensual que sonaba cuando decía su nombre. 

sintió algo de calor cuando pensamientos del chico diciendo su nombre con otras intensiones llegaron a su mente. 

—sara. —dejo de sonreír y fingió estar dormida al escuchar la voz de su madre. —buenas noches, cariño. que dios te bendiga y te libre de todo mal y te aleje de esos malos pensamientos, hijita. —acaricio su cabello. 

sara tuvo que contener la risa que quería salir de sus labios. si tan solo supiese lo que estaba pensando en ese momento. una vez que la mayor salio de la habitación, tuvo que colocarse la almohada en el rostro para reír sin ser escuchada. 

—ay madre, si supieras lo que va a pasar. —sonrió y cerro los ojos lista para irse a dormir. 

unos cinco minutos después la chica se encontraba en un profundo sueño, sonreía de vez en cuando, soñaba con timothée, aquel sueño salia de todo lo que su madre creía correcto, y aquello lo hacia aun mejor. 

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—sara, amor, hora de despertarse. —la chica suspiro. 

era lunes, lo que implicaba que debía ir a la escuela, aquello la hizo sentirse irritada y aun mas cansada.

—no olvides rezar, sara. iré por tu uniforme. —dio un beso en su frente y salio de la habitación. 

—si lo hago probablemente seria para pedir que timothée me follara, y no creo que dios me cumpla ese milagro. —rio por su propio comentario, pero dejo de hacerlo al observar a su madre de nuevo en la habitación. 

—debes apresurarte, el chófer espera. aun debes desayunar y arreglarte. —ella rodó los ojos. 

—¿no puedo ir como las chicas normales al colegio? que se note que me levante hace una hora y no parezca que salí de un show de victoria secrets.

—¿y que la gente hable de ello? jamas.

siempre pensando en el que dirán los demás, típico de su madre. 

—ahora apresúrate, timothée y tu padre nos esperan para desayunar. —eso fue suficiente para que la chica saliera de la cama con emoción.  

luego de realizar la misma fastidiosa rutina de todas las mañanas, tomo sus cosas y bajo al comedor, donde en efecto, se encontraban timothée y su padre hablando. ambos sonrieron al observarla entrar. 

—buenos días, hija. —la rubia fue hasta su padre y beso su mejilla, siendo observada por timothée.

—buenos días, papá. —sonrió acercándose al chico.—buenos días, timmy. —beso la mejilla del chico igualmente. 

—buenos días, sara. —sintió algo en su estomago cuando lo escucho decir su nombre, mientras caminaba a su asiento, solo pensaba en cuanto deseaba seguir escuchándolo hablar, podría hacerlo por horas sin cansarse. 

—timmy me contó que vas a enseñarle la ciudad. —la chica observo a su padre sonriente.

—si, pensé que seria una buena idea, ademas de que conozca un poco sirve para conocernos mejor.

—me parece asombroso, si quieres puedes tomar la tarjeta dorada, diviértanse.

—por supuesto que si, me encargare de eso, papá. —llevo una fresa a su boca observando a timothée. el chico sonrió inocente de lo que realmente quería decir sara. 

luego de terminar su desayuno, la rubia tomo su mochila, se despidió de ambos y espero para irse a la escuela. 

—sara. —se detuvo al escuchar a timothée llamarla, sonrió y se giro. 

—¿que ocurre?

—pasare por ti a la escuela, te llamare cuando este afuera, ¿si?

—oh, por supuesto, timmy. estaré esperando con ansias, te veo luego. —se acerco a el sensualmente y beso su mejilla, bastante cerca de sus labios. 

sin mas, salio de ahí dejando al chico algo aturdido, el solo le resto importancia a la situación, sara era una niña, quizás ni siquiera lo había hecho intencionalmente, pensó. 

lo que timothée no sabia, es que aquella salida por la ciudad, era apenas el principio de una serie de eventos que sin duda alguna cambiarían su forma de ver no solo a sara, si no a si mismo. 

el resto del día, la chica solo estuvo contando las horas para verlo de nuevo. por su mente solo pasaba su linda sonrisa y la forma en la que sus ojos se achinaban cuando reía, cuando por fin la ultima campana sonó, sara no lo pensó dos veces, salio con rapidez del salón de clases, siendo perseguida por sus amigas, quienes habían estado observando su extraña actitud. 

—sara. —la chica trato de caminar mas rápido a la salida.—sara. —observo su teléfono, timmy le había enviado un mensaje avisándole que estaba fuera esperando por ella, no pudo evitar sonreír al leerlo.—sara, estoy hablando contigo. 

se detuvo y rodó los ojos al observar a logan delante de ella. sus amigas los observaron con curiosidad, ella solo se dio la media vuelta y trato de irse de nuevo. 

—sara, enserio, quiero hablar contigo. 

—pero yo no.

—solo cinco minutos. 

—apresúrate, te quedan 4 minutos y cincuenta y seis segundos. 

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