🌺| Capítulo 4: Angel or devil
Yuuki se mostraba poco preocupada ante la problemática, a decir verdad, esos dos no podrían mantenerse distanciados por mucho tiempo; por lo que, era cuestión de segundos para que se reconciliaran.
Aunque existía algo que no sé podía ignorar, y eso era el sentimiento de celos que procedía de ambos. Ninguno estaba de acuerdo con que el otro tuviera pareja, y eso causaba mucha disgusto en ambos.
El primero en mostrarse molesto fue la chica de cabellos negros. Ella detestaba a montones que el albino, pasará tiempo con esa mujer; o como ella suele llamarle, Señorita Fool.
La razón principal era porque esa mujer, tenía una personalidad bastante desagradable. Además de que no tenía consideración por los demás, con tal de conseguir lo que desea. Tenía todo para apuñalarte por detrás.
¡Por supuesto que no estaba celosa!
¡Solo se preocupaba por la seguridad de Shu!
Por otro lado el ojicarmin sufrió estrés ante la situación. Odiaba tener discusiones sin sentido, y esta no era la excepción.
No comprendía muy bien a su pequeña, la mayor parte del tiempo se comportaba muy madura; y rara vez, optaba la personalidad de un infante.
Quizás se debía a la adolescencia, todo este tipo de cambios se hacía muy evidente a esta edad.
Y aunque así fuera, no era motivo suficiente como para que ella le levantara la voz. Era la primera vez que ella reaccionaba de ese modo.
—Esa niña... ¿Qué rayos tiene en la cabeza?
Se dejó caer en su silla, y por consiguiente liberó un suspiro. Desvió su mirada hacía una fotografía, una muy especial para él.
Dicha imágen mostraba a la ojiverde en su etapa más dulce, junto a él. En esa ocasión, habían salido al parque y Yuuki insistió en tomar una fotografía.
Le costaba creer que habían pasado cinco años desde entonces, lo único que seguía igual era aquel sentimiento confuso que habitaba en él.
...
—Sigo sin entender tu enojo, lo único que haremos es cenar. Además, será aquí.
—¡Ya te dije que no! ¡No me agrada Maureen!
—¿¡Por qué?!
De nuevo se estaban gritando mutuamente, era cansado y poco racional seguir así.
El apellidado Kurenai decidió darse unos segundos, inhaló y exhaló, una vez más decidió preguntar el motivo del enojo de Tn.
—¿Acaso hizo algo malo? ¿Te hizo algo malo a ti?—esta vez, trató de verse lo más comprensible posible.
La pelinegra no lo entendía, cómo era posible que el ojicarmin no se percatara de la actitud de Maureen.
Él más que nadie, debería conocerla a la perfección. Es decir, desde hace tiempo que ambos se conocían.
Conociendo al albino, éste no estaría dispuesto a recibir una queja sin razón suficiente. Como él mismo solía decir:''No mereces opinar, si no tienes pruebas verídicas''.
—Lo siento, no debí actuar así. No soy nadie para decirte lo que debes hacer—soltó en un tono de decepción, y subió a su habitación.
Eso solo dejó aún más confundido al joven empresario. Realmente no entendía los sentimientos de las mujeres, era como tratar de resolver el acertijo más difícil del universo.
Solo se limitó a rascar su cabeza, como signo de extrañeza. Acompañando la acción, con un gesto de la misma emoción.
—Debes aprender a leer entre líneas, es obvio que te dijo todo—mencionó Yuuki con un rostro neutral.
—Pudo haberlo dicho, no es necesario crear tanto alboroto.
—No seas insensible, la próxima vez escúchala con más atención.
¿De qué estaba hablando Yuuki?
¡Obviamente le prestó atención estaba justo ahí!
¿Cierto?
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