Luego de aquella escena en la cual, ella y el albino fueron protagonistas, sus emociones comenzaron a ser confusas; y eso le generaba  incomodidad.

Ella creía que su relación era paternal, pero era evidente que no era así. Sus sentimientos señalaban algo más, y por ello, la atormentaban para que reaccionara.

¿¡Pero cómo!?

Desde pequeña nunca sintió la necesidad de crear lazos tan cercanos como ahora, jamás recibió una muestra de amor sincera; por lo que no tenía idea de cómo se sentía.

Por supuesto que su reacción sería extraña o retrasada, incluso podría ser capaz de moldear sus emociones de forma inconsciente; para hacerse creer que nada cruzaría la línea de la normalidad.

Necesitaba ayuda lo antes posible, de lo contrario se volvería loca o frívola ante las emociones de las personas.

Entre sus opciones estaba hablar con Yuuki o con el joven hombre de cabello rubio; sin contar al albino, esos dos eran personas de confianza.

Tras haber pensado con mucho detenimiento, decidió hablarlo con el de mechón rojo. Su razón era que él podría pasar desapercibido, ante las preguntas del apellidado Kurenai. En cambio, Shu podría leer con más facilidad a Yuuki; debido a que se conocen desde hace mucho.

Acordó reunirse con el joven en una cafetería, era un buen lugar para una charla; y la probabilidad de encontrarse con el ojicarmin era nula, ya que él odiaba el café.

—Vaya que has crecido, pero aún sigues siendo un pequeño retoño.

—Te agradezco el cumplido, sin embargo tú sigues igual, parece que los años no te afectan—soltó en un tono de burla, la chica de ojos verdes.

—Vayamos al grano, ¿Sucede algo malo?

Había olvidado que Free era incluso más directo que Shu, a tal grado que podía ser intimidante.

—Intenta no ser insensible, es difícil para mí expresar mis emociones. Estoy confundida.

—¿Confundida? ¿Respecto a que?

—A mí persona—Free se mostró sorprendido, la mirada de la chica le decía que estaba bien, pero no por mucho.

—No tengo idea si es algo temporal, o si seguiré sintiéndome así en el futuro. Pero se siente incómodo, y lo peor es que no sé cómo ponerlo en palabras. Me siento incomprendida.

—Escucha Tn—interrumpió el rubio, al ver que la mencionada estaba ahogándose en un vaso de agua.—Seré sincero contigo, es difícil entender a una persona, y aún más si se trata de una chica. Tampoco podré ser de gran ayuda, porque eres tú quien tendrá que decidir; pero puedes estar tranquila, te escucharé sin importa que.

Las palabras del masculino le brindaron tranquilidad, logrando deshacerse de un peso emocional.

Sonrío de oreja a oreja, y dejó salir un suspiro.

...

La plática le había servido de mucho, de hecho, hasta se sentía más ligera.

Por desgracia, no pudo ser del todo coherente con Free. Aunque logró expresar la mayor parte de sus preocupaciones; algunas se quedaron estancadas.

Quizás no quitó los problemas de raíz. Algo muy inútil de su parte, ya que sabía cuál era el mayor conflicto; pero se negaba a aceptarlo.

¡Juguemos a las escondidas!

¡El primero en revelar su secreto más profundo pierde!