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36

Y ahí estaba Jimin, saltando de alegría porque finalmente alguien había compuesto una canción en su honor.

Él había estado esperando durante años que alguien lo notara, y ahora, por fin, lo habían hecho. Alguien le ha dado el cariño que le faltó.

Jungkook estaba parado junto a él, sonriendo de oreja a oreja mientras todos los demás en la fiesta cantaban y bailaban al ritmo de la música que sonaba en aquel bar.

Jimin se acercó a Jeon, con lágrimas de alegría en sus ojos, pues al parecer ya eataba algo ebrio, y le agradeció por la canción.

—Nunca pensé que alguien escribiría una canción sobre mí.

Dijo el chico con una sonrisa.

—Es simplemente increíble.

Jungkook se rió y dijo

—Bueno, no fue tan difícil escribir una canción sobre alguien tan inspirador como tú...

Y con eso, la fiesta continuó. La música seguía sonando, la gente seguía bailando, y Jimin seguía sonriendo.

Jungkook había visto algo en él que nadie más había visto, y había tenido la habilidad de expresarlo a través de su música al extrañarlo.

—Kookie, ¿podemos irnos a otro lugar?

Musitó el rubio acercándose a Jungkook, quien también se encontraba borracho.

—¿Para qué?

Le preguntó mientras agarraba el shot de whisky que le habían servido.

—Quisiera agradecerle, señor Jeon, por la hermosa canción que ha lanzado.

Le susurró en tono pícaro antes de alejarse y guiñarle el ojo.

Jungkook sonrió antes de pagar por los whiskys que había tomado y dirigirse hacia el auto con Jimin.

Jungkook atacaba ferozmente los labios del rubio sin pudor, antes de empujarlo a la cama de su habitación.

Se colocó sobre él sin recargar su peso en el, para así seguir besandolo como si el mañana no existiese.

Las prendas de sus cuerpos fueron desapareciendo poco a poco, hasta que ambos quedaron solamente en ropa interior.

Jungkook deleitaba cada parte del pálido cuerpo, dejando su marca en cada una de ellas.

—Ah...

Por otro lado, Jimin era un mar de gemidos, el toque de Jungkook era lo suficiente para poder volverlo loco, y cada vez lo confirmaba aún más.

—Koo...

Jungkook estrujaba el redondo trasero de Jimin a su antojo, antes de deshacerse por fin, de aquellas telas que apretaban a las enormes erecciones formadas.

Jungkook posó su gran mano sobre la erección de Jimin, para así empezar un vaivén rápido sin romper aquel feroz beso.

Ambos estaban completamente ebrios y solo se deleitaban el uno del otro de la mejpr manera posible.

Jungkook era tan irresistible para Jimin, y Jimin era tan atrayente para Jungkook.

De repente, el falo de Jungkook empezó a introducirse en la pequeña entrada del rubio, al cual lo tomó por sorpresa.

Un gran quejido salieron de los labios regordetes del chico, sintiendo el infierno y a la vez el puto cielo.

—Aah...

Ver a Jungkook goteante de sudor por todo su cuerpo dándole embestidas sin parar era una vista extremadamente excitante para Jimin.

El antiguo Jimin nunca habría imaginado que tremendo monumento iba a estar maltratando su próstata de una manera tan caliente.

El vaivén de las embestidas eran fuertes y rápidas que golpeaban bruscamente ese punto de exitación, y seguramente harían llegar al orgasmo a Jimin sin necesidad de muchas más.

Jungkook paró por unos segundos para darle la vuelta al rubio y seguir embistiendolo sin pudor.

Los pequeños ojos de Jimin soltaban pequeñas lágrimas sin parar por la gran estimulación tan excitante que su cuerpo recibía en cada embestida.

Jadeos por parte de Jungkook se escuchaban sin parar por toda la habitación; si no fuera por las paredes ultrasonido del departamento de Jungkook, todos escucharían el mar de gemidos y jadeos por parte de ambos.

Jimin sintió un cálido líquido llenar su entrada que aún estaba siendo fuertemente embestida, el no paraba aunque ya hubiese llegado al orgasmo.

Un poco más y un blanco líquido salió disparado de Jimin, acompañado de un gran gemido por parte del rubio.

—Ahh, kook...

Ese fue uno de los mejores orgasmos de su vida.

Jungkook cayó a su lado y su cara fue escondida en el cuello del rubio, el cual estaba a nada de quedar completamente dormido.

Jungkook jaló como pudo una de las cobijas para taparse ambos antes de quedar profundamente dormido.




Uy 🔥








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