11
—Jungkook, esto es incorrecto, soy tu asistente.
Habló intentando parecer serio, pero el tono colorado de su rostro y sus nervios no ayudaban, pues sus palabras salían con un leve tartamudeo, algo que no quería, pero lo hacía inconscientemente.
Aunque ya era tarde para arrepentirse, ya se había entregado, no había marcha atrás.
—¿Por qué crees que eres mi asistente, eh?
Un silencio intranquilo inundó rápidamente la habitación, ¿había escuchado bien?
Jimin quedó atónito ante las palabras de Jungkook, de alguna manera, se sentía usado, ¡y es que lo hubiera pensado antes!
Era algo realmente estúpido que él, teniendo tanto dinero, le cobrase por unas cuerdas que posiblemente no rompió.
Todo tiene sentido.
Jimin se sentía ahora mismo tan estúpido, ¿Cómo no lo pensó bien? Debió darse cuenta desde el momento en el que dijo que sus cuerdas se habían roto. ¡Claramente el no las rompió! Si recuerda haberla entregado en perfecto estado.
—¿Me usaste?
Musitó sentándose sobre la cama mientras se cubría con una de sus sábanas. Había tenido sexo con él, había perdido su virginidad con él, ¿Por qué no lo pensó bien antes de entregarse a él?
—No quise decir eso.
—Pero lo hiciste.
Interrumpió con la voz algo quebrada, ¿Qué había hecho?
—¿Solo me quisiste como tu asistente por mi cuerpo?¿Para llegar a esto?
Lo miró fijamente. Jungkook había arruinado todo, si tan solo se hubiera quedado callado.
—En un inicio, ¡pero no es como tu lo piensas!
Jimin solo tomó la ropa que en un inicio se iba a poner, y se adentró en el baño.
—¿Por qué fui tan estúpido?
Una pequeña lágrima cayó por su rostro, y es que de nuevo, el no lo había querido así.
Para Jungkook solo fue sexo.
Pero Jimin se había entregado estúpidamente a él.
Ahora si que lo había arruinado, Jungkook se encontraba en su estudio mirando a la nada, tomando una botella de soju mientras se arrepentía por todo lo que llegó a hacer.
—Que estúpido eres, Jungkook.
Murmuró con su voz ya algo mareada por el alcohol que su sangre estaba recibiendo.
—¡Estúpido, estúpido, estúpido!
Dejó caer su botella vacía al suelo, la cual afortunadamente no se quebró y rodó hasta chocar con la pared de su estudio.
—Si tan solo...
"Si tan solo" eso era lo único que pensaba Jungkook sin parar. Se arrepentía de haber hablado tan descaradamente frente a una tan linda persona como lo es Jimin. Se arrepentía de haberlo hecho sentir usado como si fuera un juguete. Se arrepentía, y mucho.
Ahora quizás Jimin sea la persona que más lo odie, y eso lo atormentaba internamente.
Se impulsó en su silla, la cual tenía pequeñas ruedas en las patas, hasta llegar a un piano que tenía en su estudio musical. Extendió su mano y simplemente sus dedos empezaron a tocar una triste melodía.
Lo curioso es que su cabeza ni siquiera estaba centrada en el piano, si no hundida en sus pensamientos, su cuerpo estaba actuando completamente solo.
Si tan solo se hubiese quedado callado, nada de esto hubiera pasado.
El rubio se encontraba envuelto entre sus frescas sábanas hecho bolita en su pequeño sillón, pues no podía estar tranquilo en su cama, por alguna extraña razón, su cuerpo no quería acostarse en ella.
Lágrimas secas adornaban el pálido rostro del chico, quien estaba a minutos de quedar dormido por el cansancio.
Ni siquiera supo en que momento Jungkook se había ido, pues Jimin se había dado otra ducha, se sentía de alguna manera extraño si no se duchaba de nuevo, así que lo hizo.
Sus brazos se abrazaban a si mismo entrelazando sus pequeños dedos con las sábanas que traía encima, dándose un toque acogedor.
Unos cuantos parpadeos más, y el cuerpo de el pequeño Jimin, cayó totalmente rendido.
:(
[♤♡]
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