—¿Jimin?

Una voz algo baja llamó la atención de Jimin, que estaba literalmente, a unos segundos de caer dormido.

—¡Jimin!

—¡Si!, bienvenidos a AllBar, ¿quisieran ordenar uno de nuestros grandiosos cócteles?

Dijo en automático parpadeando varias veces para poder atender a los supuestos clientes.

Su compañero lo quedó mirando extrañado, Jimin nunca había actuado tan cansado, y mucho menos, se había quedado casi dormido en el trabajo.

—¿Te encuentras bien?

Jimin entró recién en cuenta que no habían llegado clientes, y mucho menos alguien pidiendo algún cóctel.

—Si, solo que...estoy algo cansado, es todo.

Pasó sus pequeñas manos por sus ojos soltando un pequeño bostezo, pues desde que trabaja con Jungkook, ha tenido que levantarse más temprano a lo que acostumbra, pues el acostumbraba a descansar por el día, para poder cumplir su turno completo en la noche.

—¿Y eso?

—Tengo un trabajo en el día, y no pensé que me consumiría tanto.

Hizo su cabeza hacia atrás soltando un pesado suspiro.

—Amigo, ¿por qué trabajas tanto?

El chico posó su mano sobre el hombro de su compañero bartender sintiendo pena por el, de verdad se lo notaba muy cansado.

—Tu sabes, deudas, y todo eso.

El más alto mordió su labio inferior pensativo, quería ayudar a Jimin, así como todas las veces que él lo ayudaba cubriéndolo cuando su madre se encontraba en el hospital.

—Jimin, anda a descansar, yo te cubro hoy.

El chico agarró ambos hombros del rubio y le ofreció su ayuda con una sonrisa.

—¿Qué? No, como crees que te dejaré solo...

—No, no, tu me has ayudado demasiado, es ahora mi turno.

Sin más, hizo que Jimin se fuera a casa sin dejar que lance más objeciones.

Jimin caminaba con cansancio, pero estaba muy agradecido con su compañero, nunca nadie lo había cubierto como él se había ofrecido, bueno, de todas maneras nunca pidió que lo cubran.

Llegó al fin a su pequeña casa y entró en ella, cerró la puerta tras el y puso sus cosas el la pequeña mesita de la sala de estar; caminó hacia su habitación y empezó a buscar algo de ropa cómoda para dormir.

Un mensaje interrumpió a Jimin, el cual agarró su celular para ver de quien se trataba.

Era Jungkook, preguntando a que hora salía del trabajo hoy.

¿Qué acaso ya no le había dicho sus horarios?

Jimin suspiró y le respondió con un "Ya salí" antes de dejar su teléfono a un lado y entrar al baño, quería darse una ducha con un poco de agua caliente.

Abrió la llave y dejó caer las tibias gotas de agua sobre su escultural cuerpo, dejando que recorran y así poder relajarse. Aplicó un poco de jabón sobre la palma de su mano y empezó a esparcirlo por su pálida piel en movimientos circulares.

No pudo evitar recordar aquel suceso con Jungkook, el cual le había quitado la esperanza de tener un digno primer beso.

¿Y si ese no cuenta?

Duró más de lo que debería, ¿Cómo no iba a contar?

Empezó a enjuagar su cuerpo para así, dar por terminada su pequeña ducha. Salió de aquel baño envuelto en una toalla de color crema, listo para ponerse su cómoda ropa y dormir.

Pero el sonido del timbre se interpuso en el plan de Jimin. El rubio soltó unos quejidos mientras caminaba hacia la puerta, aún envuelto en solo una toalla.

Abrió la puerta dejando ver a la persona que menos quería ver en este momento, nada más y nada menos, que Jeon Jungkook.

—¿Qué haces tú aquí a estas horas?

Preguntó el más bajo con el ceño levemente fruncido, no le agradaba del todo la idea de que Jungkook toque su timbre en plena madrugada.

—Hola para ti también.

Intentó pasar pero Jimin se interpuso en el camino del pelinegro.

—¿Qué haces aquí?

—¿No me dejarás pasar?

Jimin bufó molesto ante la pregunta del pelinegro, claramente, el iba a pasar aunque su respuesta fuese un no.

El rubio rodó los ojos y se hizo a un lado para que Jungkook entrase. El pelinegro caminó hasta el sofá y se sentó en el cómodamente.

—¿Ahora si me dirás que haces aquí?

Jungkook dirigió su mirada hacia Jimin, recién entrando en cuenta en el estado en el que este se encontraba. Su mirada recorrió el cuerpo que era cubierto con tan solo una toalla descaradamente, haciendo que Jimin viera lo evidente que era.

—Espera, vuelvo en un segundo.

Caminó rápidamente hasta su habitación para ponerse algo de ropa, agarró las prendas que había seleccionado anteriormente para así poder ponérselas en el baño de su habitación, pero una presencia tras de el hizo su piel erizar.

Volteó para comprobar si de verdad alguien se encontraba ahí, o simplemente se había imaginado todo.

Al voltear pudo ver a un Jungkook muy, pero muy cerca de él, quien lo miraba atentamente con una mirada algo intimidante.

—¿¡Qué haces aquí!?

Jungkook sonrió levemente dando pequeños pasos hacia el rubio, quien retrocedía al notar su cercanía.

—¿Qué acaso no lo entiendes?

Dijo Jungkook con un tono sereno, algo que alarmó a Jimin en todos los sentidos.

—¿Entender qué?

Se atrevió a preguntar Jimin, quien sujetaba con fuerza la toalla que aún envolvía su cuerpo.

—Así que no lo sabes...

Antes de que Jimin chocase con el mueble que se encontraba tras de el, Jungkook atrajo al rubio posando su grande mano en la estrecha cintura de este.

—¿Saber qué?

Murmuró intentando no tartamudear, sus manos estaban hechas puño sosteniendo con fuerza la toalla y su cara estaba empezando a tomar un tono carmesí.

—Que me vuelves completamente loco.

No tengo nada que argumentar
ante este capítulo jshsjs, solo pido
disculpas si hay alguna falta de
ortografía, pues ando escribiendo
esto en la madrugada ^^

Saludos <3

[♤♡]