—Pasa.

Jungkook dijo después de abrir la puerta. Se deshizo de sus zapatos y chaqueta en la entrada de su lujoso departamento antes de entrar por completo.

Jimin sacó sus zapatos y los dejó en una esquina de la grande entrada, al igual que su chaqueta, la cual la dejó colgada junto a la de Jeon.

—Quiero mover algunas cosas, y quiero tu opinión.

Posó sus brazos en su cintura mientras veía con atención a su sala de estar, pensando en donde pondría ahora sus costosos muebles de cuero negro ahora.

Jimin miró sus alrededores y notó que su departamento era totalmente blanco y negro, no había ningún otro color, excepto algunas decoraciones doradas y plateadas.

Elegante.

—¿Qué te parece éste por ahí y este más allá?

Señalaba los muebles y Jimin visualizaba con detenimiento. Bueno, esos costosos muebles se verían perfecto hasta de cabeza, pero suponía que Jungkook quería elegancia, y las posiciones que proponía no eran las mejores.

—Mhm, quedaría mejor si este estuviera de lado y este hacía allá.

Jungkook miraba con detenimiento cómo Jimin hablaba, cómo esos esponjosos labios rosas se movían tratando de explicar algo que ahora mismo, había olvidado lo que era.

—¿Y, qué te parece?

Jimin dirigió su mirada hacia Jungkook, quien lo miraba perdido en sus labios regordetes, pero a simple vista, tenía una cara severa y sin expresión alguna.

—¿No? Supongo que queda mejor más allá.

Los labios de Jimin hicieron inconscientemente un leve puchero mientras veía los muebles, y el cuerpo de Jungkook simplemente actuó.

La gran mano tatuada de Jungkook se posó bruscamente en la nuca de Jimin atrayendolo rápidamente hacia los labios de él. Formó un deseoso y necesitado beso que Jimin no entendía.

¿Qué?

Es lo único que pensó antes de que ese beso iniciara de la nada.

Jimin no supo reaccionar por los primeros segundos de aquel acto, sus manos se posaron en los fuertes hombros de Jungkook para intentar separarse, pero claramente, Jungkook era mucho más fuerte.

Lo atrajo hacía el con su otra mano, posándola sobre la estrecha cintura del rubio. Los ojos de Jimin luchaban por no cerrarse, no quería caer en la tentación.

¡Su ídolo lo estaba besando!

Pero quería separarse de aquel brusco acto, no porque no quiera, dios, Jeon Jungkook lo está besando, si no porque sabía que esto no iba a acabar bien, y el aún tenía una deuda que pagar.

Los ojos del rubio se entrecerraban y Jungkook no paraba, eran los 10 segundos más lentos que había tenido en toda su corta vida, literalmente se sintió como toda una larga hora.

Las pequeñas manos de Jimin se hicieron puño con la camisa de Jungkook entre ellas, las ojos luchaban por cerrarse pero a la misma vez para no hacerlo.

Era su cuerpo contra su cerebro.

Tenía unos fuertes brazos en su cuerpo apagándolo más y más hacia el para profundizar aquel beso, ¿Quién se resistiría a eso?

Pues Jimin, en este caso no pudo.

Sus ojos se cerraron completamente e intentó seguirle aquel brusco beso, aunque para era fuese muy difícil, pues era su primer beso.

Nunca pensó que este fuera con él.

Con su ídolo.

Jeon Jungkook.

Jungkook simplemente degustaba aquella esponjosa boquita del bartender, explorando con su larga lengua cada espacio de la cavidad bucal.

Jungkook no tenía ni la más mínima idea, de que el acababa de darle su primer beso al rubio.

Y mucho menos que tal acción, complicara la relación de trabajo que tenía con Jimin. Pues el no tenía la misma mentalidad que el pelinegro.

Jimin es una persona reservada y tímida, mientras que Jungkook es una persona completamente contraria a el.

Para Jungkook un beso es solo eso, un beso.

Pero para Jimin, un beso es una demostración de amor, y el sabía que tal beso, no lo era, y eso fue lo que mas le dolió.

Que su primer beso, solo fuera eso, un beso, y no tenga ningún lindo y adorable significado, como el quería que fuese.

Todo un capítulo
para esto 😭

La historia ha perdido
mucho apoyo, pero
quería actualizar, aunque
no salió muy bien :(

Sorry 💜

[♤♡]