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05

Sucedió lo que YoonGi había dicho. Desapareció sin dejar rastro de que alguna vez hubiera estado en aquel departamento, JiMin se sentía entre aliviado y tenso, por mucho que una parte de si mismo dijera que era lo correcto, la otra anhelaba que YoonGi no se hubiera ido a la mañana siguiente después de haberse acostado.

Pero con los días entendió que era estúpido de su parte esperar algo así.

No debía.

YoonGi era una mala persona, hacía cosas incorrectas y gozaba de riquezas gracias a su sucio trabajo, JiMin no podía hacer de la vista gorda con eso. Por mucho que YoonGi se haya comportado tan bien con él, no quería decir que era todo un ángel.

Pero, tampoco podía negar que a pesar de saber la clase de persona que era Min, accedió sin problema alguno a sus peticiones.

Lo único que Park agradecía realmente, es que Min YoonGi fue la clase de persona que le advirtió sobre lo que eran, sobre lo que pasaría y lo que sucedería después de que todo acabará.

Los días pasaron entre ir a la universidad, trabajar y hacer tareas, su vida siempre había sido así de aburrida, así de simple. Y es que, él no era la clase de chico universitario al que le gustaba salir cada fin de semana para alcoholizarse con el único objetivo de follar.

No, esas cosas no iban con JiMin, podía tener padres que le cumplieran sus caprichos, vivir bien y cómodamente, trabajar y ganar lo suficiente para darse lujos, pero realmente no era la clase de joven adolescente que le gustara beber y beber hasta perder la conciencia.

Su amigos ya le habían notado lo suficientemente ido, alejado y dividido entre su mundo y sus pensamientos, pues a ser verdad, JiMin estaba muy distraído.

Pero, él no se sentiría así ni tampoco se volvería loco por algo tan simple como eso, no podía simplemente aceptar que estaba así desde que YoonGi había desaparecido de su vida.

Era injusto, según él.

YoonGi había llegado a su vida para escarbar un poso sin fondo, se había auto invitado a vivir en su departamento por las noches, se había apoderado de sus pensamientos la mayoría de las veces y todo eso durante más de un mes.

Está bien, YoonGi había sido claro y sincero con sus sentimientos, JiMin era quien pensaba que Min sería la clase de persona que dejaría todo por él. Que estupidez, él sólo era un universitario con problemas banales, nada como todo lo que Min YoonGi ya tiene.

Ese hombre no perdería su tiempo con él, sólo habían tenido sexo, nada más allá de eso sucedería entre ellos dos. Sobre todo ahora que ya no estaban juntos.

Tal vez esto era lo que tenía que pasar.

—A veces me pregunto por qué suspiras tanto. — la voz de uno de sus amigos lo sacó de sus pensamientos, Taehyung le sonrió ligeramente.

—A-ah... es complicado.

—¿Tiene que ver con el tipo que me contaste?— Seokjin fue quien habló está vez, JiMin asintió sin prestarle mucha atención —, vaya, creí que estabas en la fase de superación.

JiMin rodó los ojos. —Quisiera decirte que así es, pero lamentablemente soy estúpido.

—¿El tipo que decías que sólo quería coger? — preguntó Taehyung, recargándose en la mesa en la que estaban comiendo.

—... Sí, pero ya todo está bien, me estoy convenciendo a mí mismo que eso fue un error, uno del que ya salí. — respondió, aunque le gustaba pensar que así era, cuando realmente no estaba ni cerca de hacerlo.

—Sí yo fuera tu, iría con ese hombre y le diría que no quiero que eso termine — Taehyung abrazó sus hombros dejando sus mejillas juntas —, y luego dejaría que me follara hasta perder la conciencia.

—¡Oh por dios! ¡eres demasiado desvergonzado!— regañó JiMin, riendo al igual que sus otros dos amigos cuando escucharon a Taehyung decir aquello.

Su amigo tenía un buen punto, pero, no podía pedirle nada a Min YoonGi.





—— 🥀 ——

JiMin se odia, no puede sacar de su cabeza las imágenes de YoonGi entre sus piernas, no puede borrar esa preciosa y maldita sonrisa de hombre seductor que le dio cuando lo fallaba. Sus piernas tiemblan ante el recuerdo y se deja caer en el sofá de su departamento.

Su celular vibra y lo toma sin ganas, observa el mensaje que le ha llegado, es un mensaje de su amigo, quien lo invita a salir al bar en la noche. JiMin realmente no quiere salir, sólo necesita dormir y dormir.

Sin embargo, una parte de su conciencia le dice que tiene que hacerlo, puede servirle como distracción, para desviar sus concurrentes ideas con Min.

Así que le responde diciéndole que lo verá antes de las 8. Bufa con cansancio cuando deja su celular de lado y no puede evitar sentirse un idiota por seguir pensando en Min YoonGi.

Maldición, sólo fue una vez, una sola vez la que montó su verga y lo besó como si no hubiera un mañana. Quiere repetirlo y se molesta constantemente con ese pensamiento, pues aunque sabe que está mal, sigue deseándolo.

De pronto, siente un tirón en su parte baja y sus testículos duelen. No debería estar pensando en Min YoonGi y en su polla, pues la suya ya ha reaccionado.

—No debería... — se dice a sí mismo por el fugaz pensamiento que pasa por su mente —, no sería correcto.

JiMin se levanta de su lugar y va hasta su habitación, busca su ropa y toalla para después meterse al cuarto de baño y darse una ducha. Está tan empeñado en relajarse, en fijar su atención en otra cosa que no sea su entorno, que pasa por desapercibido como la puerta de su habitación se abre.

JiMin tararea una canción no tan alto, en su mente sólo se repiten imágenes de la canción y el video, pues trata con todas sus fuerzas del mundo de ignorar el pensamiento de Min YoonGi.

No obstante, el hombre al que trata de ignorar y el cual está dispuesto a superar, está en su habitación, sentado en su cama mientras escucha como JiMin está en la ducha.

YoonGi sabe que no tuvo que volver, sabe que está mal seguir vigilando a JiMin, pero no puede evitarlo. Ahora mismo puede confirmar las palabras de Namjoon, había quedado enajenado con aquel chico sólo por lo bueno que era utilizando su boca en su pene.

Ojalá fuera fácil de aceptar, pero tuvo que prepararse mentalmente para esto, pues no es cómo que todos los días Min YoonGi se encapriche de un desconocido. Se supone que no debía ser así, se supone que tenía que dejarlo de lado e ignorarlo, hacer como si nunca se hubieran conocido realmente. Pero ahora mismo, ahora mismo él se desconocía.

Meses antes él no estaría siendo esta clase de persona.

Se levanta de la cama y se pasea por la habitación del menor, todo sigue igual desde la última vez que vino. Aunque no había pasado tanto tiempo, la verdad es que se había acostumbrado a estar allí.

El celular de JiMin vuelve a vibrar y YoonGi dirige su atención a este, se acerca con pasos cuidadosos para no alertar a JiMin con sus pisadas, toma el objeto entre sus manos y baja la ventana de bloqueo para verlos, sin embargo, no puede ver más que el nombre del tipo que le envía mensajes a JiMin.

Reprime una maldición y es cuestión de segundos para él descubrir la contraseña del celular, abre la aplicación de chats y entra a la conversación de aquel tipo.

Sonríe algo incómodo, la amargura baña su pecho y se siente como un adolescente desilusionado con su primer amigo. Que mamada, él no debería sentirse así, no debería estar siendo un idiota en estos momentos.

Suspira sonoramente y deja el celular bloqueado de nuevo, sale de la habitación del chico y se escabulle en aquel departamento para cuando JiMin sale del baño.

Al rubio no le toma tanto tiempo alistarse por completo, ponerse un poco de loción y crema sobre su piel, acomoda su camisa de modo en que puedan verse sus clavículas y se mira al espejo para aplicar un poco de labial a sus labios, nada exagerado, simplemente algo que lo haga verse bien está noche.

Toma su celular y abre el chat con Taehyung, frunce el ceño extrañado al darse cuenta que Taehyung ha enviado mensajes que están marcados como leídos pero que él no había abierto.

De pronto, mira todo a su alrededor, su cama sigue igual y todo parece estar en orden, trata de ignorar la emoción de su corazón al pensar que Min estuvo ahí. No sería imposible para él entrar en su departamento, ya lo ha hecho otras veces y en todas ha tenido éxito.

Sale de su departamento tan rápido como pueda, cierra todo con llave y cuando ya está abajo del edificio, busca el auto de su mejor amigo. Se sube en él y besa la mejilla de Taehyung, mientras ríen buscando un tema de conversación para entretenerse.

JiMin ama mucho a su amigo, a sus dos amigos los ama por igual, bueno, puede que un poco más a Taehyung pero eso no quiere decir que su cariño y afecto por Seokjin sea nulo, simplemente; Taehyung ha estado allí para él desde hace mucho tiempo.

Seokjin también, pero él es mayor que él y la mayoría de veces tiene sus propios problemas, por eso evitar abrumarlo con los suyos, aunque eso no le impide contarle sus asuntos de vez en cuando y obtener sabios consejos del mayor.

En el bar, el ambiente está al tope, JiMin puede identificar a la bolita de amigos de Taehyung. Claro, son más amigos de Kim que suyos, pues aunque si los conoce y les habla, no son tan cercanos.

Reconoce al rubio de cabello largo, el cual tiene amarrado parte de su cabello en una colita. Ese chico siempre le pareció atractivo, es alto, masa corporal ligera, es delgado pero sus hombros son algo anchos y tiene músculos leves, pero notables. Además de que sus facciones son realmente preciosas, en su rostro el lunar debajo de su ojo le hace aceptar que él es atractivo, Hyunjin es su nombre.

Pero lo conoce, y sabe que tiene pareja, no le interesa de todos modos, pero aunque le parezca atractivo no está interesado en meterse con él. Además, sabe que su pareja es el otro rubio delgado de pecas que está ahí, no quiere sufrir las consecuencias, pues por lo que ha escuchado, su pareja es adorable y buena gente, pero defiende lo que es suyo.

JiMin ríe bajito al hacer sus comparaciones, él también es la clase de persona que hace eso. Puede ser muy amable y divertido con todos a su alrededor, pero sí alguien se atrevía a ponerle los ojos encima a alguien que quería mucho, entonces no podría calmarse.

Aunque ha pasado mucho tiempo desde que estuvo en una relación.

Él sería esa clase de persona con Min.

Joder, ya, debería dejar de pensar en él, se supone que por eso estaba ahí.

Ignorando el malestar en su corazón, camina hasta sus amigos y le sonríe, todos lo saludan, puede reconocer a todos, los primeros dos rubios que son pareja, y luego dos más de sus amigos. También reconoce a Soobin y Yeonjun, quienes ya parecen más afectados por el alcohol, y eso que recién han llegado.

Observa a todos, bebe con ellos y ríe también, trata de concentrarse de verdad en pasar bien, pero no puede.

El chico que está abrazado a Hyunjin se acerca y susurra algo a Taehyung, quién estaba frente a JiMin. Taehyung mira sobre los hombros de él y el menor no sabe que pasa.

Su amigo se acerca y susurra algo que le hace paralizarse.

—Hay un tipo con complexión de mafioso a unos metros de distancia de aquí, y no deja de mirarte.

JiMin le sonríe avergonzado a su amigo, le dice que lo ignore y siguen en sus cosas. Pero JiMin ahora puede sentir con mayor claridad la mirada de aquel hombre en él, suspira cansado, no quiere verlo, no quiere mirarlo y caer de nuevo, porque sabe que lo hará.

Sin embargo, es tarde para cuando se da cuenta que algo anda mal, pues sus amigos miran detrás de él y uno de ellos intenta decirle algo, pero para cuando trata de escucharlos, es jalado por unas manos que se pasan en su cintura.

Su corazón late con fuerza al percibir el rico aroma del mayor, ese aroma que extraña tanto, y que ahora mismo no se siente como un loco al admitirlo para sí mismo, había extrañado ese aroma.

Gira sobre sus talones y posa sus manos sobre los hombros de YoonGi, le mira con cierta duda y alza una de sus cejas. YoonGi sólo mira detrás de él a sus amigos, como tratando de decirles que no se metan.

—No preguntes, sólo ven conmigo.

JiMin no tiene tiempo de negarse para cuando es jalado por aquel hombre, salen de aquel bar y caminan unos cuantos pasos hasta doblar a la otra esquina, en donde hay tres camionetas y algunos cuantos hombres armados esperando a su jefe.

JiMin traga con dificultad y mira al mayor.

—Te lo explicaré después, por ahora vienes conmigo.

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