Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

6. Heaven

«No necesito imaginarlo porque sé que es verdad, dicen que los chicos buenos van al cielo, pero los chicos malos te traen el cielo»

Jungkook permaneció con la mirada en su móvil, aun cuando había decidido irse a dormir terminó trabajado, intentaba contactar a su vendedor de arma en el extranjero, iban a necesitar todo un arsenal para enfrentarse a sus enemigos.

—¿Seguro que vienes a hablar y no en busca de sexo "casual" sin emociones involucradas? —cuestionó Jungkook sin mirar a Taehyung a la cara. La conversación que tenía con su vendedor era realmente importante.

—En cuanto a eso...

—Si solo vienes por sexo puedes irte, no sé qué es lo que realmente quieres y si es eso, lo siento, pero no —le interrumpió Jungkook—. Si lo que quieres es únicamente una relación sexual, es algo que yo no puedo darte, no soy capaz de separar las emociones del sexo cuando alguien me gusta, así que por favor mantengamos la distancia por ahora.

Taehyung lo observó sorprendido, se le estaba confesando y ni siquiera era capaz de mirarlo. Taehyung tomó el teléfono del pelinegro y lo dejó sobre la mesita de noche a su lado, para luego sentarse en forma de indio en la cama.

—Escúchame, no fue solo sexo para mí, antes no dije nada porque la verdad es que tengo miedo de los sentimientos que estoy experimentando después de lo que pasó anoche —explicó Taehyung con la mirada en la pared frente a él—. Me entregué a ti y eso no lo hago con todos —admitió.

—¿Y qué es lo que sientes?, ¿qué es lo quieres Taehyung? —cuestionó Jungkook dirigiendo su mirada al rubio a su lado y frente a él, pero éste solo se mantuvo en silencio.

Para Taehyung no era tan fácil confesarle lo que realmente sentía, pero sabía que si quería a Jungkook a su lado debía ser honesto con sí mismo y con él, pero no estaba preparado para ello, tenía miedo a abrirse demasiado sentimentalmente cuando la última vez que lo hizo terminó muy herido. En ese momento deseó que Jungkook no hubiese sido tan gentil la noche anterior, que no lo hubiese mirado y tocado con tanta calidez al día siguiente, porque eso era algo que él no había tenido en tanto tiempo y recibirlo del azabache, era simplemente atrapante y no podía evitar sentir algo más que solo atracción sexual, le gustaba y mucho.

Agh, olvídalo, si te vas a quedar callado toda la noche entonces no tenemos nada más que hablar —señaló Jungkook estirando su mano para volver a tomar su móvil, pero la voz de Taehyung lo detuvo, en cuanto el pelinegro lo miró se calló de inmediato.

Tae, prefiero alejarme antes de que sea muy tarde y haya sentimientos más fuertes de por medio —masculló Jungkook mirándolo a los ojos. Taehyung sintió una corriente atravesar todo su cuerpo cuando escuchó el diminutivo de su nombre de los labios de Jungkook, y que este lo haya dicho de una forma tan cálida y suave.

—No tienes que alejarte más de lo que deberías porque somos socios y aunque seas un idiota a veces me gusta cómo me miras y como me hablas, es como si fueras otra persona —explicó Taehyung.

—Eso es porque sólo soy así contigo, estás acostumbrado a ver al jefe de una organización que debe mantener un perfil de rudeza y frialdad todo el tiempo, no a Jungkook, tú amante —señaló llevando su mano a la cintura del castaño mientras le dedicaba una sonrisa de lado.

—Yo solía ser una persona muy abierta sentimentalmente, ya no tanto, pero aquí estoy, diciéndote como me siento porque realmente no quiero que te alejes —admitió Taehyung con la mirada en el brazo de Jungkook sobre su pierna y su mano alrededor de su cintura—. No quiero ser solo tú socio de negocios y joder, mi corazón parece que saldrá de mi pecho de tan solo estar hablando de esto tan honestamente contigo.

Tae —lo llamó Jungkook provocando una vez más ese cosquilleo en el rubio—. Si eso es lo que sientes, entonces no lo escondas. —Taehyung asintió con la mirada gacha y notó como Jungkook dejaba reposar su mano en su muslo.

—Me gusta tener esa versión de ti solo para mí —confesó Taehyung al levantar la mirada—. Intentémoslo.

—¿Intentar qué?, ¿salir? —cuestionó Jungkook ilusionado, mientras que Taehyung se moría de los nervios, no quería tomar decisiones precipitadas, pero nada perdería si intentaba darse una segunda oportunidad, quizás esta vez tenía más suerte.

Como repuesta Taehyung solo asintió sintiendo el caliente en sus mejillas, se sentía como un adolescente en aquel momento. Separó sus piernas y se recostó una vez más en el pecho de Jungkook, con su mejilla izquierda pegada a su pecho mientras observaba el mentón del pelinegro.

—Qué manera tan poco convencional y para nada romántica, deberías llevarme a cenar, comprarme un hermoso collar de perlas y pedirme que salgamos —bromeó Taehyung haciendo círculos en el pecho del azabache, acción que le resultaba bastante relajante.

—Podemos consumarlo ahora, no es como si fuéramos unos románticos empedernidos, ni nada que se le parezca —se rio Jungkook al llevar su mano al cabello rubio de Taehyung haciendo que éste cerrara los ojos en el proceso.

—¿Ahora si podemos tener sexo? —cuestionó Taehyung con ojos de cachorro, provocando una sonrisa en el azabache.

—Viniste aquí con esa intención desde el principio —masculló Jungkook deslizando sus manos hasta los glúteos del rubio haciendo que éste sonriera con travesura.

Jungkook se incorporó en la cama dejando a Taehyung debajo de él, por acto reflejo el rubio lo abrazó con sus piernas, mientras que el pelinegro lo provocó rozando sus labios sin llegar a besarlo.

—Entonces, ¿estamos saliendo? —cuestionó Jungkook tocando su nariz con la de Taehyung, quien solo respondió con un ajá mientras dejaba caer sus manos sobre los hombros del azabache.

—¿Y quieres que sea gentil como anoche? —cuestionó sobre sus labios y presionando su erección contra la de Taehyung. Jungkook obtuvo como respuesta a su pregunta un jadeo y río cuando éste se estiró para poder besarlo, pero el pelinegro se alejó.

—Jungkook, solo bésame y hazme lo quieras —suplicó Taehyung presionando sus manos en su cuello para mantener el rostro del pelinegro cerca.

(||)

Cuando finalmente sintió los finos labios de Jungkook sobre los suyos y su miembro rozarle por encima de la bata que llevaba puesta, dejó salir un jadeo de satisfacción. El pelinegro lo besó con pasión, haciendo que sus lenguas se encontraran en un beso húmedo y cada vez más excitante. Tomó entre su dedo pulgar y su dedo índice el rostro de Taehyung presionando su mejilla para profundizar el beso, giró la cabeza del mismo y besó su mandíbula, luego su cuello. Con una mano Jungkook deshizo el nudo de la bata y deslizó su mano por el interior de su bóxer hasta encontrarse con la rigidez de Taehyung, misma que acarició antes de volver a los labios del rubio.

Jungkook se separó para mirarlo a los ojos y cuando sus labios volvieron a unirse se besaron con desesperación mientras se desvestían uno al otro con la respiración agitada. Taehyung besó los hombros de Jungkook dejando marcas en la zona y una vez desnudo sobre la cama, vio como el pelinegro se alejaba para luego volver con un preservativo y lubricante en las manos.

Por la mirada que le dedicaba Jungkook mientras se acercaba, sabía que no sería nada gentil, su sonrisa ladina se lo decía. En cuanto llegó a su lado lo levantó con facilidad por la cintura haciendo que éste se girara sobre la cama quedando acostado de espaldas al azabache.

Jungkook no tardó en preparar a Taehyung antes de introducirse en su interior, pasó su mano por el pequeño tatuaje del rubio y terminó empujando un dedo en su cavidad provocándole a Taehyung un jadeo oculto en las almohadas de la cama, donde escondía su cabeza.

El azabache vio como éste se arrodillaba con las piernas ligeramente abiertas y removiéndose aún con la cabeza escondida entre las almohadas llevó una mano a su miembro, acción que a Jungkook le pareció muy excitante. En cuanto escuchó los gemidos susurrados del rubio no esperó un segundo más para empujarse hacía su interior luego de haberse lubricado y puesto el preservativo.

El ambos sentirse uno solo en un contacto satisfactorio, provocó un gemido profundo entonado al unísono por Jungkook y Taehyung, un placer que ambos sintieron de manera distinta pero igual de placentero. Jungkook al llenar a Taehyung y éste al ser llenado.

Taehyung se apoyó en sus antebrazos cuando los vaivenes de Jungkook se valieron más acelerados, llevaba un ritmo que apresuraba su pulso y le hacía gemir en cada embestida que recibía. Sintió el codo de Jungkook en su espalda y luego su mano enredarse en su cabello, mismo que sujetó en un puño mientras que con la otra mano se apoyaba en el brazo de Taehyung, quien sintió como sus muslos se rozaban en cada penetración.

—Joder, se s-siente muy bien —jadeó con dificultad al mismo tiempo que elevaba su pelvis, acción que a Jungkook le pareció muy atrevida de su parte.

—¿Ah sí? —cuestionó Jungkook con voz ronca, acercando sus labios al oído de Taehyung.

—Ujú. —Fue lo único capaz de articular mientras sentía como las profundas estocadas de Jungkook lo llevaban al borde de la locura.

El pelinegro dejó ir el cabello de Taehyung y sujetó su cintura al mismo tiempo que bajaba la velocidad para recuperar el aliento antes de volver a impulsarse con vehemencia a la cavidad de Taehyung; pasó sus manos debajo de los brazos del rubio y lo sujetó por los hombros haciendo que éste irguiera su cuerpo. Pronto pudo escuchar los gemidos de Taehyung resonar por toda la habitación, algo que a Jungkook le encantaba escuchar. Frunció sus cejas cuando sintió el cosquilleo en su glande y un orgasmo aproximarse, por como temblaba Taehyung supo que éste igual estaba cerca.

—Joder, Tae —gimoteó al ver como este movía sus caderas al compás de sus penetraciones, definitivamente lo estaba disfrutando.

El caliente de sus cuerpos ardían en excitación y lujuria, un deleite que terminó estallando en un orgasmo que les provocó una sacudida placentera, un orgasmo intenso que se manifestó en los gemidos guturales de ambos, sintiendo como poco a poco sus cuerpos se debilitaban luego de haber llegado al clímax.

(||)

Después de haber recuperado el aliento Jungkook se deshizo del preservativo y observó como Taehyung medio sonreía ahora tumbado boca arriba en la cama, quien luego se incorporó apoyando su peso en sus codos.

—Luces como alguien que acaba de tener el mejor sexo de su vida —señaló Jungkook riéndose por lo alborotado que Taehyung tenía el cabello.

—No puedo negarte eso —susurró Taehyung viendo como Jungkook se sentaba en la orilla de la cama aún desnudo y de espaldas a él—. ¿Por qué te atas el cabello para el sexo? —cuestionó al notar que llevaba el cabello recogido.

—Por comodidad —susurró Jungkook observando como Taehyung recorría todo su cuerpo con la mirada mientras se mordía el labio inferior, el pelinegro sonrió y volvió su vista al frente.

—A mí me gusta suelto —admitió gateado hasta llegar a él, parado sobre sus rodillas en la cama, le quitó la goma de pelo que ataba su cabello y lo peinó hacia atrás—. Así está mejor —masculló Taehyung dejando caer sus manos en los hombros de Jungkook, mismos de los que se sujetó para bajar de la cama.

El pelinegro ladeó su cabeza viendo como Taehyung se apoyaba en el para bajar de la cama, ahí fue cuando notó su pequeño tatuaje.

—¡Ah! ¿Qué te pasa idiota? —chilló Taehyung al sentir los dientes de Jungkook morder su glúteo.

—Ese tatuaje es demasiado provocativo —confesó Jungkook levantando su mirada, y solo recibió como respuesta un golpe en el hombro y una sonrisa cómplice.

Jungkook ve desaparecer en el cuarto de baño y antes de acompañarlo a lavarse, decide cambiar las sábanas. Para cuando entra al baño ya Taehyung ha terminado, por lo que Jungkook no tardó en limpiarse rápidamente antes de volver a la cama con Taehyung, quiso sorprenderse al no notar a presencia del rubio en la habitación, aunque era algo que esperaba de él, pensó que quizás como habían empezado a salir se quedaría a dormir, pero no fue así, no había rastro de Taehyung por ningún lado, definitivamente se había ido y eso le decepcionó un poco.

Dejó salir un suspiro cansado mientras se acomodaba en la cama, pensando que incluso había cambiado las sábanas para mayor comodidad de Taehyung, terminó apagando las luces y metiéndose debajo del edredón. Entre sueños escuchó la puerta de su habitación abrirse y posterior a eso unos brazos rodearlo, por el aroma a lavanda sabía que se trataba de Taehyung.

—¿Por qué apagaste las luces? —escuchó la voz profunda de Taehyung y su respiración en su cuello.

—Porque te fuiste, pensé que no te quedarías —susurró Jungkook.

Mmm, me di cuenta que duermo mejor acompañado de ti —confesó Taehyung. Jungkook sonrió y aún entre sueños tomó la mano del rubio para que se acerca más y sintió como este dejó caer su pierna sobre su cuerpo. Jungkook reposó su brazo sobre el de Taehyung y no tardó en dormirse entre los brazos del rubio.

***

El sol que se filtraba por la ventana de la habitación no era suficiente para que tanto Jungkook como Taehyung se despertaran, ya eran las ocho de la mañana cuando ambos seguían profundamente dormidos. Jungkook yacía en la cama boca arriba con Taehyung abrazándolo y aún con una pierna sobre el cuerpo del pelinegro.

Jungkook se removió incómodo al escuchar toques en la puerta de la recámara, mismo que no se dejaron de escuchar hasta que con dificultad y tratando de no despertar al rubio, Jungkook se levantó de la cama recibiendo un quejido por parte de Taehyung. A regañadientes y un poco adormilado abrió la puerta, encontrándose con Caleb, el asesor de Taehyung, luciendo bastante formal.

—Disculpe la intromisión, ¿Taehyung está con usted? —preguntó. Consideró que debía ser un hombre de confianza para que éste lo llamara por su nombre de pila.

—¿Por qué?

—Tiene reunión con sus contadores y él no es de dormir hasta tarde —informó.

—Sigue dormido, diles que esperen una hora —ordenó Jungkook apartándose el cabello de la frente.

—Si es tan amable, ¿podría despertarlo y decirle que su chófer ya está listo?

—No prometo que se vaya a despertar rápidamente. —Fue lo último que le dijo Jungkook.

Antes de tumbarse junto a Taehyung notó que éste llevaba su camisa puesta, estaba ligeramente levantada dejando ver parte de su ropa interior, lo que le resultó bastante sensual. Jungkook seguía teniendo sueño y por más que quería seguir durmiendo junto al rubio, sabía que debía despertarlo y que él también debía levantarse, si él estaba cansado por los sucesos de tan solo horas antes, podía asegurar que Taehyung estaría aún más agotado.

Llamó a Taehyung algunas tres veces y este seguía respondiendo entre sueños con un simple mmm, lo último que hizo fue aferrarse al cuerpo de Jungkook, quien optó por moverlo ligeramente hasta que éste finalmente despertó.

—Tu chofer te está esperando, vamos, levántate —le pidió el pelinegro mientras se levantaba y vio como Taehyung se sentó de golpe en la cama.

—Maldición, es día de cobro, los contadores joder —maldijo alarmado y el cabello completamente desordenado—. Me duelen las caderas como un demonio —se quejó mientras se aproximaba a Jungkook, quien estiraba su cuerpo, Taehyung lo abrazó mientras lo hacía y besó su barbilla.

—Buenos días y adiós —masculló alejándose a toda prisa.

—¡¿No piensas desayunar?! —vociferó Jungkook desde el umbral de la puerta, viendo como Taehyung se alejaba.

—¡No! —gritó el rubio desapareciendo por el pasillo.

Taehyung se preparó lo más rápido posible para poder llegar a tiempo a la reunión que hacía mensual con sus contadores, su asesor y su abogado, sabía que quizás se tardaría todo el día en la oficina con ellos. Si con algo era muy cuidadoso era con su dinero, es por eso que le dedicaba todo el tiempo que fuera necesario.

Debía revisar con los contadores y el administrador, que todo el dinero haya sido lavado correctamente en los distintos estableciéndose que poseía Taehyung y que no faltara un solo centavo. Tenía que leer los informes de los ingresos de todo el mes. Al revisar todo aquello se dio cuenta que habían aumentado la cifra de ingresos gracias a la venta de armas en el extranjero y a la extorsión en la banca, se había iniciado en el negocio de las bebidas alcohólicas y se dio cuenta que le iba mejor de lo que esperaba, eso solo aumentaba sus riquezas.

No pudo dejar de trabajar ni siquiera cuando llegó la hora de almuerzo, su agenda estaba llena de reuniones con líderes mafiosos del extranjero que como el buscaban expandir el negocio en otros lugares. Los rusos eran sus socios más potenciales, con quienes había tenido un almuerzo para finalmente firmar el contrato que los nombraba oficialmente socios del crimen organizado.

Jungkook estaba igual de ocupado que Taehyung, su jefe de operativos había conseguido nuevos escoltas tanto para Taehyung como para él que estaba planeando volver a casa ahora que había arreglado las cosas con el rubio, creyó que ya era hora para levantar sospechas.

Aquel día volvieron a verse el terminar al llegar la noche, se reunieron con sus asesores, al terminar, ambos aprovecharon para tener después de un día agotador, un momento a solas en el que solo hablaron de las cosas que habían hecho en todo el día.

En el transcurrir de los días Jungkook volvió a su casa, aunque Taehyung ya se había acostumbrado a ver a Jungkook todos los días antes de dormir y en la mayoría de esas ocasiones dormir con él, no podía oponerse a los deseos del azabache y simplemente lo ayudó a instalarse en su casa, misma que estaba más lejos de lo que el rubio quisiera.

Jungkook se había decidió buscar a Seo Joon, es por eso que le pidió a su jefe de operativos que encontrara su ubicación, mientras tanto espera conocer su paradero, planeaba que haría en cuanto lo tuviese frente a frente, porque estaba seguro de que lo iba a conocer y le haría pagar por lo que le hizo a Taehyung; no podía sacarse de la cabeza aquello y le enojaba bastante. Para olvidarse de ello buscó por cielo y tierra algo que Taehyung había mencionado que quería, quizás siquiera lo recordaba, pero Jungkook sí, es por eso que fue a una subasta en un hotel Four Seasons de Seoul y obtener lo que quería al pecó que fuese.

Desde que Taehyung dejó ir a Hoseok no había vuelto a saber absolutamente nada de los Yangban y tampoco de los Shimizu. Dejaron pasar dos días antes de enviar a los infiltrados al clan de Namjoon, necesitaban saber que estaban planeando, pero no habían conseguido nada y el silencio de sus enemigos los mantenía en alerta todo el día, ni siquiera podían dormir tranquilos sabiendo que en cualquier momento podrían a atacar a cualquier de los dos.

Jungkook y Taehyung aprovechaban el poco tiempo libre que tenían para salir juntos, casi siempre visitaban lugares en los que tuvieran mucha privacidad y solo se reunían públicamente cuando se trataba de trabajo.

En los pocos días que habían pasado juntos, Jungkook se enteró de que Taehyung era un aficionado de la cocina y la primera vez que probó algo de sus manos, el rubio tuvo que cocinarle con más frecuencia cuando se veían en su casa o en la de él, aunque casi siempre, esos momentos terminaban en sexo y risas, algo que Jungkook adoraba escuchar. Taehyung no era la excepción, aunque no tenían tanto tiempo para pasarla juntos, cada momento que pasaba con Jungkook era relajante y hasta armonioso, hace tiempo que no se sentía tan cómodo con alguien.

Después de haber discutido con sus empleados, Taehyung podía llegar enojado a casa de Jungkook y tan solo verlo lo tranquilizaba, la mirada que éste le dedicaba era tan acogedora que le causaba tranquilidad. Cuando las cosas en la organización no iban para nada como lo tenían planeado, disfrutaba olvidarse de todo ello sentándose frente a la televisión con Jungkook a su lado masajeando sus piernas.

En la sala de recibimiento de Taehyung, mientras el sol empezaba a ocultarse, el rubio estaba sentando en el regazo de Jungkook mientras hablaban de su hermano. El rubio no le había contado más del necesario sobre Namjoon, solo que era un hombre desalmado capaz de lo que sea por tener poder y que desde que Taehyung tomó el poder esta no ha hecho más que intentar por todos los medios posibles quitarle eso.

Era un tema del que no le gustaba hablar porque el final de cuentas se trataba de su hermano y en el fondo le dolía las cosas que hacía, sentimientos que no le mostraba del todo a Jungkook, seguía siendo reservado en ese sentido.

—No son hijos de la misma madre, entonces ¿por qué el cree que tiene más derecho que tú en tener este cargo? —cuestionó Jungkook dejando caer su mano en la rodilla del rubio que se encontraba de lado sobre sus pierna y ligeramente reclinado del brazo del sillón.

—Porque es el mayor de los tres y el único que no es de la misma madre —explicó moviendo su cabello con su mano de manera que cubría parte de su frente.

—¿Qué hay de tu otro hermano? —cuestionó Jungkook reposando en el espaldar del sillón.

—Seokjin se fue a vivir a Europa desde que fue aceptado en una universidad de Londres, es un empresario, un químico, quizás no sepa de la disputa entre Namjoon y yo —contestó con la mirada en las mujeres que caminaban por el segundo piso. Ciertamente todos en la casa sabían de la relación entre él y Jungkook, también sabían que no debían mirar más de la cuenta o hablar al respecto.

—¿Y él sabe que...? —Jungkook se detuvo a media frase bajando la mirada.

—¿Qué soy gay? Sí, es el único que realmente siempre lo supo —susurró Taehyung—. Él es una persona muy comprensible y divertida, ojalá puedas conocerlo algún día.

—Cambiando de tema, ¿No hemos sabido más nada de los infiltrados? —preguntó curioso.

—Lo último que supe de ellos es que Namjoon está buscando un supuesto archivo por mar y tierra, no estoy seguro si tenemos lo que el busca, la verdad lo dudo —consideró Taehyung volviendo su mirada a Jungkook, quien no apartó la suya.

Admiraba la belleza del rubio, la parecía realmente atractivo que el luciera tan varonil y delicado a la vez, la línea de su mandíbula era algo que el pelinegro consideraba como uno de los tantos atributos de Taehyung, la delicadeza estaba en sus manos tan bien cuidadas y en la mirada que tenía en ese momento se encontraba la ternura.

—¿Qué? —cuestionó Taehyung sonriente.

—Te ves hermoso con la frente descubierta —susurró Jungkook empujando el cabello rubio de Taehyung hacia atrás provocándole al mismo que sonriera aún más.

Jungkook deslizó su mano hasta el rostro de Taehyung, miró sus labios y no pudo resistirse a besarlos y con el pulgar acarició su mejilla. Al sentir el contacto de los labios de Jungkook sobre los suyos, Taehyung automáticamente cerró sus ojos disfrutando cada segundo. Amaba cuando se besaban de esa manera, tan pasional, delicada, sin prisa y con cariño, les parecía algo tan íntimo y amoroso.

Ambos estaban sumergidos en su propio mundo como para darse cuenta de que estaban prácticamente frente a frente a la puerta y cualquiera que asomara por allí podría verlos. Ninguno les prestaba atención a lo que pasaba a su alrededor hasta que escucharon a alguien gritar el nombre de Taehyung, lo que los obligó a apartase rápidamente. Jungkook miró a otro lado limpiándose la comisura de los labios, mientras que el rubio llevó su mirada a quien lo había llamado con tanta insistencia.

Inmediatamente hizo ademán de levantarse del regazo de Jungkook, pero éste lo obligó a quedarse al ver de quien se trataba cuando Minjae caminaba apresurado hacia ellos, luciendo bastante desaliñado y sorprendido.

—Oh, lo siento, no sabía que...

—¡¿Qué fue lo que te pasó?! —cuestionó Taehyung alarmado al ver que el chico tenía un labio partido y sangre en su ropa.

—Se metieron a la casa, Jimin está en el hospital, por favor, necesito que... —empezó a sollozar llevándose la mano al pecho—. Yo sé que te pedí que no llamaras, pero realmente necesito tu ayuda ahora.

—¿Qué pasó con los escoltas? —preguntó Taehyung con la mirada fija en el chico frente a él. Jungkook no le quitaba la mirada de encima y por cómo hablaban supo que el chico no fue solamente su amante, realmente se conocían.

—Están muertos, hubo una maldita masacre —indicó limpiándose las lágrimas del rostro. Taehyung se removió en el regazo del pelinegro, pero éste parecía no ceder a dejarlo ir, el rubio palmeó su rodilla y finalmente pudo levantarse para poder acercarse a Minjae.

—No quería interrumpir, solo estoy muy desesperado, tengo miedo de que le pase algo Jimin —se excusó Minjae sintiéndose incómodo con la mirada fulminante de Jungkook.

—¿Qué tan mal está? —cuestionó Taehyung y Minjae sólo se lanzó a llorar una vez más, cubriendo su rostro con sus manos—. La relación que tienes con él es muy extraña.

—Tú tienes participación en eso —masculló en un hilo de voz.

—Ve con él, yo me quedaré —señaló Jungkook.

—Puedes venir, me parece que necesitaré tu ayuda —consideró Taehyung.

—No quiero estorbar —comentó desviando la mirada y Taehyung solo bufó.

—Deja tus celos y camina —ordenó sin esperar una respuesta por parte de Jungkook, quien suspiró y los siguió hasta la salida, observando como Taehyung trataba de tranquilizar a Minjae.

El camino al hospital fue silencioso, Taehyung y Jungkook tenían la mente en otro lado, mientras que Minjae observaba lo incómodo que era la situación desde el asiento trasero del coche que conducía el rubio.

—Perdón, no sabía que tenías pareja, como siempre no lo pensé antes de ir a buscarte —se disculpó Minjae rompiendo el hielo.

—Supongo que se te hizo costumbre entrar sin más a su casa —opinó Jungkook antes de que Taehyung tuviese la oportunidad de negar que son pareja.

—Jungkook —se quejó Taehyung al volante.

—La verdad es que sí, hay la suficiente confianza como para hacer eso, pero tranquilo, no voy a quitártelo —comentó Minjae con desdén.

—Claro que no lo harás —demandó el azabache fulminándolo con la mirada para luego reír sin gracia.

Ninguno volvió a decir nada y Jungkook no dejaba de pensar en las palabras del castaño sentado detrás de él, "confianza", definitivamente le preguntaría luego a Taehyung sobre ello.

Cada vez se sorprendía de las cosas que se enteraba del rubio, era como una caja de pandora, de alguna manera sentía que no lo conocía del todo y eso le enojaba. Pensó que no era posible que Minjae y Taehyung hablaran como si no hubiese pasado nada entre ellos, como si Taehyung no lo hubiese llevado a su límite aquella noche, eso le demostró al pelinegro que aparte de haber sido parejas sexuales, había algo más que los relacionaba y se encargaría de averiguarlo.

En cuanto llegaron al hospital donde Park Jimin, hijo de un líder que murió junto a su clan durante la invasión de los Yakuzas, la pareja esperó paciente que pudieran entrar a verlo; Minjae se paseaba de un lado a otro en el pasillo.

—Me tienes mareado, siéntate ya —ordenó Taehyung.

—No me digas que hacer, recibió un disparo y puede estar muriendo allí dentro, todo porque seguimos guardando esos estúpidos archivos de nuestros padres —se quejó con el ceño fruncido.

—¿Qué archivos? —preguntó Jungkook curioso y le dedicó una mirada cómplice a Taehyung.

Minjae no pudo contestarle cuando los doctores le informaron que Jimin estaba fuera de peligro, por lo que podían pasar a verlo, cosa que el chico no dudó en hacer al instante, con Jungkook y Taehyung detrás de él, quienes presenciaron como Minjae casi se le abalanzaba encima al chico de cabellera rosa que reposaba en la camilla, lo besó y lo abrazó mientras que este se quejaba.

Jae, no tan fuerte que me duele hasta el alma —se quejó haciendo que éste se apartara. Al levantar la mirada se encontró con la de Taehyung y el pelirosa desvió la mirada hasta su novio.

—Ya sabía yo que ibas a salir corriendo con él, ¿por qué sigues haciendo eso? —cuestionó Jimin lo suficientemente alto como para que a Taehyung y Jungkook escucharán.

—Sabes que es el único que nos ayudaría, después de todo los escoltas los contrató el —se defendió Minjae.

—Ya, pero no creo que hayan sido para mí —susurró Jimin—. En fin, hagamos esto rápido, ¿Quién es el modelo de Calvin Klain?, ¿otro amante tuyo? —cuestionó dirigiéndose a Taehyung, mismo que se encontraba ahora frente a él.

—Jeon Jungkook, es mi socio —lo presentó Taehyung. Jungkook hizo una reverencia por educación, pero la forma en la que lo presentó el rubio le indignó.

—Yo sé qué clase de socios tienes —masculló Jimin—. ¿El mismo Jungkook de Geum? —le preguntó esta vez al azabache, quien asintió en respuesta.

—Esto sí me parece interesante —indicó tratando de sentarse en una mejor posición—. Vayamos al grano, un grupo de sicarios llegaron a casa en busca de un supuesto archivo que dejó tu padre y en el proceso mataron a todos los escoltas, cuando no encontraron lo que querían arremetieron contra mí.

—¿Sabes cuál es ese archivo? —cuestionó Taehyung.

—Yo lo sé, papá lo tenía en su bunker y me pidió que lo protegiera a toda costa, no creí que fuese algo así de importante y por eso nunca te lo conté —se excusó Minjae.

—Por Dios, si estaba en un bunker es porque el contenido de ese archivo tiene algo muy importante y Namjoon lo sabe, por eso lo quiere —señaló.

—No estoy entendiendo nada, ¿quién era tu padre? —preguntó Jungkook.

—Fue asesor de confianza del padre de Taehyung y luego del de Jimin, lo tres estaban aliados, tras su muerte dejaron muchos documentos y archivos importantes, yo los tengo en el búnker de papá —explicó Minjae a Jungkook, quien en ese momento comprendió porque Taehyung parecía ser cercano al castaño, no solo había tenido sexo, sino que sus familias estaban relacionadas enormemente y por eso había confianza entre ellos.

—Tienes que darme ese archivo Minjae, no podemos dejar que cualquiera que sea su contenido caiga en las manos de mi hermano, algo me dice que sería mi destrucción —consideró Taehyung. Minjae le pidió permiso con la mirada a Jimin y éste sólo asintió sintiéndose adormilado por los analgésicos.

—Pensé que si lo dejaba en casa, sería peor, así que lo traje conmigo —dijo Minjae buscado entre sus bolsillos su teléfono, de donde sacó una pequeña memoria USB para dejarla en manos de Taehyung.

—Gracias —susurró el rubio observando de cerca junto a Jungkook la pequeña memoria—. Enviaré a mis hombres a limpiar el desastre y les haré llegar nuevos escoltas.

—Me están obligando a retomar los negocios de papá —masculló Jimin con voz ronca—. Necesito hacerlo o nos van a terminar matando.

Jungkook no pudo seguir el hilo de la conversación cuando tuvo que contestar una llamada de Monique, éste se fue a una esquina de la habitación con la mirada de Taehyung puesta en él y respondió el llamado de Monique. Lo primero que la mujer le dijo fue que había problemas con una de las nuevas chicas, a la que estuvo investigando antes de la reunión mensual que tenía con el azabache y no encontró nada más que lo que decía su identificación. Descubrió que no tenía familia o antecedentes penales cuando lo que hacía en la calle era ilegal.

—¿Qué tiene de malo? Puede que no tenga familia —contestó Jungkook.

—Sí, pero que no tenga antecedentes penales ya es algo sospechoso, de todas las demás conseguí información de inmediato, de ella no, es como si fuese un fantasma con identificación falsa —determinó Monique del otro lado de la línea.

—Sospechoso —susurró Jungkook—. ¿Sigue en pie esa reunión para conocerme?

—¿Qué planeas? —preguntó Monique.

—Pues, averiguar quién es y que quiere, nos vemos esta noche —señaló Jungkook—. Mantenla vigilada mientras tanto e infórmame si pasa cualquier cosa —pidió antes colgar y volver junto a Taehyung, quien ya estaba despidiéndose de Jimin y Minjae.

—Veamos eso en mi casa, tengo algo que atender allá —le pidió Jungkook al rubio mientras se dirigían a la salida del hospital.

—¿Qué pasó? —preguntó Taehyung en cuanto subieron al coche que esta vez conduciría Jungkook.

—Algo está pasando en el burdel y creo que tiene que ver con tu hermano, no estoy seguro —explicó Jungkook.

—¿Y cómo lo sabrás? —cuestionó el rubio con la mirada puesta en la memoria que seguía en su mano, para luego ver el perfil de Jungkook mientras conducía.

—Tengo un plan.

Bueno, bueno, hasta aquí el capítulo de hoy, me tardé un poco, pero lo importante es que publique. Espero que les haya gustado.

Finalmente Tae y Kook se confesaron, ahora, ¿qué creen que tiene ese archivo tan importante que Namjoon quiere tanto?, o ¿cuál será el plan de Kookie? Yo solo diré que lo que se aproxima viene fuerte.

Nos seguimos leyendo pronto, cuídense mucho💜

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro