[5] Tenemos que pelear
—¡Carlos, voy a salir! —Victoria gritó justo en la puerta de la casa y sin esperar respuesta de su esposo, salió de ahí antes de que el madrileño decidiera acompañarla.
Eran inicios de Noviembre, Carlos acababa de llegar de Brasil y estarían una semana juntos antes de que se fuera a Las Vegas.
Con seis meses de embarazo, la cantante seguía escondiendo su abdomen y aunque algunas personas habían descubierto su condición y se hablaba de eso en redes, ninguno de los dos lo había confirmado, así que la gente solo trataba de especular.
La cantante iba caminando lentamente, disfrutaba sus paseos, a veces simplemente salía a caminar al parque con su madre y Wes, está vez, su destino era el departamento de Harry.
Aunque se tardó más de lo necesario, llegó sin problemas sorprendiendo de sobremanera al productor.
—¿Victoria? ¿Qué haces aquí? —El castaño abrió la puerta sin saber que sería su amiga quien estaría del otro lado.
—¿Puedo usar tu baño? —Y sin esperar respuesta, lo empujó y entró al loft de Harry.
—¡Si claro, pasa!
Al salir del baño, Harry estaba sentado en la barra de la cocina esperando por ella.
—¿Todo bien? —Durante todos los años que habían trabajado juntos, el vaquero ya había aprendido a conocerla como pocos.
—Sí, sólo quería salir de la casa. Carlos está actuando algo raro.
La cantante se quitó su enorme sudadera dejando ver su abdomen creciente, Harry reprimió un comentario, pero Vic pudo ver la cara de desagrado del castaño sin decirle. Era raro para él verla de esa manera y ella lo entendía.
—Carlos siempre actúa raro —Harry comentó tomando uno de sus gatos haciendo reír a la futura mamá.
—Supongo que lo hace, pero está vez más. ¿Puedo revisar tu refri?
—Sí.
Sin esperar un segundo más, Victoria vio si había algo que pudiera comer, en realidad no tenía hambre, solo quería hacer algo.
—¿Cómo va el bebé? —Victoria rodó los ojos dentro del refrigerador.
—¿Quieres salir? —Harry volvió a fruncir el ceño ante la pregunta de su amiga.
—¿Todo bien? —Nuevamente preguntó.
—Sí, sólo quiero salir y caminar un rato.
El castaño asintió y ambos salieron del departamento, no sin antes, esconder la panza de Vic.
Los dos habían decidido ir a un parque, estuvieron caminando al ritmo de Victoria, para después tomar asiento en una banca.
—No voy a fumar frente a ti.
—¡Por favor hazlo! —La voz de Victoria sonó como una súplica haciendo que Harry comenzara a reír.
—Estás embarazada, no lo haré.
—Harry por lo que más quieras, ya me harté de olfatear a mi madre cada vez que la veo como un jodido sabueso porque ella ha decidido hacer lo mismo y dejar de fumar en mi presencia. Necesito que fumes frente a mí.
Victoria alejó su mirada del hombre esperando no sonar como una mala madre, pero había resistido seis meses sin tabaco, ¿tan malo sería olfatear un poco?
—Sólo fumaré si me dices que es lo que te ocurre, estás actuando como si no quisieras este bebé o como si no te importara.
Y eso fue suficiente para que Victoria se soltara a llorar cubriéndose la cara.
—¡No, no, no! No llores, no quise decir eso. Yo sé que tú más que nadie quiere esto, por favor, no llores, Vic. Lo siento mucho.
—Estoy bien, se calmará en cualquier momento. Son las hormonas —La rubia soltó entre llantos.
Harry sacó sus cigarrillos y prendió uno, supuso que estando al aire libre no sería tan malo para ella. Victoria no dejó de cubrirse la cara hasta que el humo del cigarro llegó a sus fosas nasales, fue como si le hubieran inyectado algo de vida.
—Te diré algo, pero no le puedes decir a Carlos.
—Uy sí, porque Carlos y yo somos los mejores amigos —Harry respondió con sarcasmo ganándose una mala mirada por parte de la mexicana —Vale. No le diré nada.
Victoria asintió y comenzó a hablar.
—Antes que nada, quiero que sepas que quiero mucho este bebé. Lo amo más que a mi vida. Más que nada en este mundo.
—Entiendo.
—Es en serio, esto es lo que he anhelado por años —Harry sentía que venía un pero y así fue —Pero, odio estar embarazada.
—¿Crees que soy la persona adecuada para hablar de esto? Me refiero, tengo un pene.
—Traté de hablarlo con Lucía y ella dijo: ¡Claro! Estar embarazada es lo peor, pero ¡Ella nunca ha estado embarazada!
(o al menos no por más de dos meses) pensó Victoria, pero no lo diría frente a Harry.
—Luego se lo comenté a Addison y ella dijo: Estar embarazada no es tan malo. Yo te tuve a los 20 y fue genial, blah blah blah. Ni de broma se lo menciono a Reyes y Tammy ya no vive aquí, pero ella tuvo hijos joven y dice que amó estar embarazada, que es un regalo de Dios.
Harry no dijo nada, solo fumó más y deliberadamente le aventó el humo, Victoria lo inhalo como si de aire fresco se tratara.
—He ido a grupo para papás primerizos, clases y todo mundo habla de esto como si fuera un regalo, pero lo odio —Vic señaló su panza agresivamente —Me veo horrible, mis pechos me duelen todo el tiempo, mi espalda me mata, no puedo dormir, mis pies se hinchan al punto de que no puedo usar mis botas favoritas, se me cae el cabello, mi cara está gorda al igual que todo mi cuerpo y no olvides que tengo que ir al baño cada 5 minutos. Y eso sin contar que me estoy cagando de miedo por el parto, ¿qué pasa si muero? ¿O si el bebé viene enredado en el cordón umbilical? ¿Qué pasa si me tienen que hacer cesarea y me desangro? ¿Y si todo sale bien y luego me da depresión postparto y odio a mi hijo? Considerando mis antecedentes y mi mala suerte, estoy segura de que podría suceder.
Dios, definitivamente Harry no era la persona adecuada para esto, porque quería salir corriendo desde que escuchó "mis pechos me duelen"
—¿Y por qué crees que no puedes hablar de esto con Carlos? —Vale, haría lo mejor que podía para ayudar a su amiga.
Victoria suspiró cansada.
—Porque él está tan emocionado, y se lo he dicho y solo dice: serás una excelente madre y eso solo me hace sentir culpable. No merece esto.
Harry volvió a aventar el humo hacia ella esperando que eso la hiciera sentir mal.
—¡Y no te olvides que estoy a dos segundos de yo misma sacar a este bebé y fumar un cigarrillo! Si es que no lo hago con él dentro.
Harry se mordió la lengua para no soltarse a reír por el comentario de la cantante.
—Wow. Es...
Mucho, Harry quería decir que era demasiado, pero Vic había confiado en él para desahogarse y por el estado de la cantante, podía ver que lo necesitaba.
—¿Ahora entiendes? Él es genial y ha leído todos los libros que yo le he dicho. ¿Y sabes que él y Lucía básicamente han planeado toda la boda? —Harry abrió sus ojos por la sorpresa —¡Exacto! ¿Qué he hecho yo? Nada. ¡Nada!
>>¿Y sabes que también odio? ¡Que ahora todo lo que la gente quiere hablar conmigo es sobre el bebé! Todos los que saben, lo único que quieren hacer es hablar de donde nacerá, su nombre, donde viviremos, si tendrá los ojos de Carlos. Me preguntan si como, si duermo, si tomo ácido fólico. Ni siquiera siento que les preocupe yo, siento que les preocupa él como saldrá el bebé.
—Vic, se preocupan por ti. Creéme —El productor puso su mano en el hombro de la cantante.
—No, ya no soy Victoria Ellis, cantante, escritora, persona, ahora solo soy MADRE.
El productor apagó su cigarro en la suela de su zapato y volteó a ver a su amiga.
—Entiendo porque me dices todo esto Victoria, pero tienes que hablarlo con Carlos.
—Le romperé el corazón. Está tan ilusionado y emocionado.
—Sí, pero él no está cargando a su hijo desde hace seis meses. Él no dejó su trabajo por esto.
Victoria sabía que Harry tenía razón.
—Si le rompes el corazón, puede recuperarse. Pero necesita escuchar esto. Es tu compañero, al final del día.
La cantante volvió a sentir como no podía dejar de llorar.
—Es mi mejor amigo y lo extraño. Me siento muy sola si él se comporta diferente conmigo.
Harry no tuvo otra opción que abrazar a la cantante, la verdad no le molestaba hacerlo, pero Vic y él habían mantenido su relación lejos del contacto físico (no es que lo fueran demasiado) porque sabían que a Carlos le seguía molestando.
—Ven, vamos. Te compraré lo único que puedes consumir. Gomitas de lombriz.
—El doctor dice que no puedo comer muchas porque me puede dar diabetes gestacional.
Carajo, ahora entendía porque Victoria estaba sufriendo tanto.
—Sí bueno, pero es eso o que consumas crack en la esquina —Y con ese chiste se fueron a comprar lo que Harry dijo.
Harry acompañó a la cantante hasta su departamento y Victoria tuvo que obligarlo a subir para comer algo, después del día que habían tenido, sería bueno servirle lo que sea que Carlos hubiera cocinado.
Conociéndolo sería algo saludable, estaba harta de cosas saludables también.
Al llegar encontraron a Carlos dando vueltas por todo el departamento, a punto de salir, pero se detuvo al ver a su mujer junto con Harry.
—¿Dónde estabas? Solo me dijiste que ibas a salir. Te fuiste horas y dejaste tu celular aquí —El madrileño estaba furioso, porque en su mente encontraría el cuerpo de Victoria dentro de la alcantarilla, atropellada, o tirada en las vías del metro, con lo mucho que le gusta tomar el metro y caminar a todos lados. Debía de entender que no podía hacerlo en su situación.
Habían sido las peores horas de su vida.
—Llamé a tu madre y Wes, no sabían de ti. Lucía y Patrick tampoco. ¡Nadie sabía dónde te habías metido! Tú y tu fea costumbre de no llevar el celular.
—No me hablaste a mí —Harry respondió divertido al ver a Carlos perder la cordura.
—¡No pensé en ti! Y no te metas.
Victoria solo volteó a ver al productor con una cara que decía: ¿Ves?
—Pues estaba con Harry, ¿contento? —La cantante se quitó la chamarra y la aventó lejos, le estaba dando calor.
—¡No! No estoy contento. ¿Qué hacías con Harry? Creí que no estaban trabajando.
El productor se alejó del recibidor, que era donde la pareja estaba peleando y fue a la sala para ver a Bolillo y Bodoque ¿y quien sabe?, prepararse un trago para ver el show.
—Estaba platicando y caminando. Es mi amigo.
—Si quieres platicar me tienes a mí.
El madrileño se sintió ofendido al saber que su esposa prefería a otros antes que a él para platicar o salir. Si de por sí, apenas se veían y cuando él estaba en casa, prefería estar con otras personas, ¿dónde lo dejaba a él en esa relación?
—¡Quería hablar con alguien que me sigue viendo como una persona, no una incubadora! —Ese grito de Victoria hizo que Carlos se echara para atrás.
—¿De qué hablas? —El tono de Carlos demostraba todo lo que sentía, confusión, dolor y traición —Yo te veo como una persona.
—No, no lo haces. Todo el tiempo quieres hablar del bebé y desde que te enteraste que es niño, más. Lo llamas tu pequeño campeón y Carlitos. ¿Acaso sabes si yo quiero ponerle así?
Harry se sentó lo más lejos que pudo esperando el momento perfecto para irse, pero no podía pasar porque ellos seguían peleando frente a la puerta. Esto solo traía bellas memorias de sus padres, pero al menos ahora estaba lo suficiente mayor para tomar algo fuerte.
Los dos gatos de la pareja fueron hasta él y se sentaron cerca para ser acariciados.
—Hablaría de otra cosa contigo si tan solo te interesara. ¡Como la boda!
Ahora quien abrió la boca ofendida fue Victoria.
—¡Si me importa! —Vale, estaba mintiendo un poco.
—Ni siquiera te importa que usarás o quienes invitamos.
—¡Te dije que no buscaré mi vestido de novia estando gorda! Esperaré a que nazca y buscaré algo.
—Claro, no es como si no quisieras ir de botas y jeans y algo para cubrir a nuestro hijo que tanto te avergüenza.
Harry pensó que podría irse por las escaleras contra incendios si tan solo supiera donde estaban.
—No me avergüenza nuestro hijo.
—No mientas, llevas seis meses embarazada y has hecho todo para que nadie se entere que esperamos un hijo —Carlos gritaba de la misma forma que Victoria.
Al parecer, la cantante no era la única que se había estado guardando cosas durante estos meses.
—¡Tener un hijo contigo no es lo que me avergüenza! ¡Me molesta que odio mi cuerpo y como se ve!
El madrileño sentía que perdería la cabeza en ese momento.
—¿De qué hablas? ¡Te ves hermosa! Te lo digo todos los días, Victoria.
—¿Y entonces por qué no me tocas? ¿Por qué no quieres tener sexo conmigo? El doctor dijo que podíamos y cada vez que intento algo, me alejas.
Harry ya no pudo más y se puso de pie yendo directo a la puerta, no importaba si los interrumpía.
—Victoria, creo que dejaremos la comida para otro día. Carlos, buenas noches.
Ninguno de los dos dijo nada hasta que se aseguraron que el producto estaba afuera y entonces Carlos volvió a hablar:
—¿Por qué no te vas con él? Parece que prefieres su compañía.
Carlos no quería sonar como una víctima, pero le dolía que su mujer prefiriera salir con su productor que con él, cuando él en la mañana le había ofrecido salir a caminar para que ella no estuviera encerrada.
—Tal vez lo haga —Victoria no quería llorar frente a Carlos, porque no quería parecer débil —Pero no hemos terminado de pelear y no pienso irme sin decirte todo.
—¿Y si quieres hacerlo? —Carlos preguntó burlón.
—Sí, porque te extraño. Extraño a mi mejor amigo.
Carlos sintió un golpe en el corazón al escuchar a su esposa sentirse tan abandonada.
—¿Qué no lo hiciste ya con Harry?
—¿Por qué te sigues poniendo celoso de él? —Victoria no entendía qué sucedía, desde hace mucho que Harry no era un problema para ellos.
—No son celos, pero odio que mi esposa vaya con su amigo cuando se quiere desahogar, que con su esposo —El madrileño comenzó a caminar por la sala ahora que ya tenían más espacio —Llegas y me dices que te sientes gorda, que no te gusta que te hable del bebé, que no le quieres poner Carlos, que quieres que tengamos sexo. ¿Por qué siento que Harry sabía esto y yo no? ¡Eso es lo que me molesta! Que me escondas cosas.
Victoria estaba atenta a todo lo que Carlos decía, pero dentro de ella podía sentir como su bebe estaba muy agitado, no dejaba de moverse. ¿Sabría que estaba peleando? ¿O solo sentiría el estrés que ella le provocaba?
—¡Lo hice porque justamente no quería lastimarte! Estás tan ilusionado y yo solamente quiero que se acabe todo esto —De nuevo, Victoria señaló su panza —Odio verme al espejo y odio sentir todo lo que siento. Odio que al menos una hora del día mis pensamientos se van a querer conseguir drogas o fumar un cigarro y no poder. Odio que tenga miedo de morir en el parto y no digo nada para no estresarte.
>>¡Y odio que cada vez que intento decir como me siento solo dices: Sé que serás una gran madre. —Los ojos de Victoria no abandonanban a Carlos —¿Y si no? ¿Has pensado que puedo ser una mala madre? ¿Qué planeas hacer si eso llega a suceder?
—¿Crees que esos pensamientos no corren por mi mente? —El tono de Carlos era tranquilo, porque verla perder el control de esa forma sabía que no ayudaría a nadie —¿Crees que no tengo miedo de perderte? Hoy fue prueba de eso, pero parece que nuevamente me sacas. Dices que lo haces para protegerme, pero solo me alejas.
Victoria agachó su mirada al escuchar a su esposo hablar de esa manera.
—¿Y qué quieres que haga? —La cantante preguntó con un nudo en la garganta.
—Quiero que me lo digas.
—¿Para que nos gritemos como ahorita?
—Preferiría pelear contigo todos los días a que te alejes, porque sé que puedes hacerlo tan bien que algún día no regresarás a mí.
La última frase dejó helada a Victoria. ¿En verdad creía eso de ella?
—La razón por la cual nunca te cuento mis miedos o mis ansiedades es por eso. ¿Y si te estresas y te vas? ¿Crees que yo no tengo miedo de llegar a casa un día y saber que te fuiste corriendo porque la presión fue demasiado para ti?
Y ahí estaba el meollo del asunto.
—¡Eso es lo que odio! Después de tantos años sigues viéndome como una persona frágil. Si me hubiera querido ir, ya lo hubiera hecho. Si hubiera querido consumir también. Solo Dios sabe lo fácil que es conseguir en esta ciudad —Carlos le regaló una mala mirada al escucharla decir eso —Un solo botón y tendría todo lo que yo quisiera a mi disposición.
—Parece que lo has pensado bien —El madrileño comentó enojado.
—¡Sí! Lo pienso todos los jodidos días y no lo he hecho. ¡Eso debería enseñarte lo fuerte que soy!
Después de aquellos gritos de Victoria, ambos se quedaron en silencio.
A lo lejos, Carlos y Victoria vieron como sus gatos habían salido de sus escondites. Hace mucho que no peleaban así, pero por alguna razón, fue como quitarse un peso de encima para ambos.
—¿Qué quieres que haga para que regreses a mí?
La voz de Carlos fue la que rompió ese silencio.
—Quiero a mi mejor amigo. Alguna vez dejaste de verme como este ser frágil, no porque esté embarazada significa que he vuelto a serlo.
El madrileño asintió —Lo haré.
—Y tenemos que tener sexo.
—Vic...
—Dime tus razones para no tenerlo y si no tienen que ver con que tienes miedo de lastimarme o al bebé, no lo haremos —El piloto se quedó callado, porque era cierto.
Carlos deseaba a su esposa como nunca antes, pero el miedo de hacerle algo lo detenía cada vez.
—Lo sabía —Victoria celebró al ver que tenía razón.
—Está bien, pero tienes que integrarte más a la boda, también es tuya —Carlos comentó serio, poniéndo de su parte.
Si Victoria decía que no era frágil, él podía pedirle que hiciera cosas.
—Lo haré. Tienes que hablarme de cosas que no sean sobre el bebé. Estoy harta. Antes éramos divertidos y ahora parecemos cualquier pareja y eso que el bebé no ha llegado.
Carlos asintió cabizbajo, él también extrañaba a su mejor amiga, pero había estado tan preocupado por ella, que dejó de verla así y comenzó a tratarla como una niña, como algo que tenía que cuidar.
Pero es que sus padres siempre habían sido así, ¿por qué siempre aprendía a la mala que lo que les funcionó a ellos no les funciona a Vic y a él?
>>Y cuando veamos ni siquiera hablaremos de nada, nos odiaremos en silencio, tendremos 40 años y comenzarás a engañarme con una joven de 20 y yo con el entrenador de fútbol de nuestro hijo.
Carlos trató de no reírse por el escenario, pero entendía a qué se refería la rubia.
—¿Tanto así has pensado?
—Tengo mucho tiempo libre.
—Lo último que te pido es que no vayas con Harry cuando te sientas mal. Quiero ser yo esa persona para ti —Victoria asintió —Yo también puedo soportar tus ansiedades.
El piloto fue hasta ella y la atrajó abrazándola fuertemente, pero Victoria se separó porque necesitaba decirle algo.
—¡Pero no puedes ser positivo! Tienes que dejarme sacar todo lo que tengo y no terminar con "piri siris ini grin midri" —La cantante imitó a Carlos de forma burlona y el madrileño la miró mal —No tolero tanto positividad. A veces no quiero una respuesta, solo quiero desahogarme.
—Hecho.
Carlos estiró su mano como cuando estás por cerrar un trato y Vic la tomó.
—Soooo... ¿tendremos sexo ahora o? —Carlos preguntó curioso haciendo a Victoria reír.
—Deja tomo un baño, sude mucho con Harry hoy —El madrileño se puso totalmente serio.
—Por favor, no me hagas tener esa imagen en mi mente.
—¡No así! Caminamos mucho, cerdo. Iug.
Los dos se rieron y Vic sintió como un poco de pipi salía de su cuerpo.
—Odio estar embarazada.
—Solo tres meses más —Carlos quiso no ser positivo, pero tampoco sabía qué decir. Esto era nuevo para él —Digo, ug estar embarazada es horrible.
Ese comentario hizo reír a la cantante porque apreciaba el intento.
—Gracias. Ahora espérame afuera.
—¿No quieres que nos bañemos juntos? —El piloto alzó sus cejas insinuando algo más que solo un baño.
—No, no quiero que me veas. Solo espérame afuera y apagaremos la luz.
—¿Qué? —Eso tomó por sorpresa a Carlos. Él amaba ver a su mujer —Yo amo tu cuerpo y te lo haré saber.
Victoria casi cae al ver a su marido rogar como un cachorro perdido, pero sus inseguridades no se irían de un día al otro.
—Sigue hablando y lo haremos con ropa porque no me siento segura.
—Pero —Carlos intentó apelar siendo callado por una mirada fulminante de su esposa —Está bien.
—Y no tocarás mis pechos. Están sensibles —Victoria gritó entrando al baño y cerrando la puerta detrás de ella.
—¡Ok, eso es tortura y me quieres matar!
El madrileño gritó a través de la puerta.
—¡Cállate y mejor ponte a buscar las posiciones que nos dijo la doctora!
—Está bien —Carlos terminó la conversación refunfuñando.
¿A quién engañaba? Amaba a su esposa, extrañaba el sexo con ella y moría por volver a tenerla entre sus brazos sin ansiedad de lastimarla.
- - - - -
Bueno, esto iba a subirse el viernes, pero son de esas cosas que escribí y no podía guardarme.
Espero les haya gustado porque esto es para celebrar las 20k en lecturas. ¡Vaya celebración! ¿No creen? Haciéndolos pelear, Broma.
Solo quiero que sepan que esto es de lo mejor que he escrito y amo escribir sus peleas
Las amo y espero les guste.
Fer <3
instagram: JavaddMad
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro