Aquí Vigilante con una nueva sección de esta Guía.

En esta ocasión abordaremos un tema bastante común entre los héroes de Wattpad: los héroes adolescentes.

¡Pónganse sus trajes, preparen su equipo y disfruten de esta sección heroica!

Por las características demográficas de los usuarios Wattpad no es extraño que nos crucemos constantemente con protagonistas jóvenes en su gran variedad de historias y en distintos géneros. Esto se da porque 1) somos jóvenes (o éramos, auch) y nos resulta más fácil escribir nuestras obras hablando desde una perspectiva que nos es conocida y "segura" y 2) porque los lectores, también jóvenes, muchas veces se identifican más fácilmente con personajes de su edad porque ven reflejados en ellos muchas de las tantas situaciones y problemas que ellos mismos deben vivir día a día.

Con el género de superhéroes la situación es la misma: Wattpad está lleno de héroes adolescentes que deben aprender a manejar esta doble vida, mientras aún viven su adolescencia con todo lo que ello conlleva.

Ahora bien, ¿qué cosas esperamos ver en una historia de héroes adolescentes? La base de todas las historias de héroes debe estar por ahí: el héroe que surge para proteger a aquellos que aprecia y enfrentarse al mal para lograrlo, con mucha acción entre medio.

Pero lo que distingue a un héroe adolescente de un héroe común, es justamente la parte "adolescente" y eso va a condicionar toda la historia de ahí en adelante. Esto esencialmente porque la adolescencia es una etapa clave en la vida de las personas: es donde formamos nuestro grupo de amigos, nos empezamos a separar de nuestros padres, adquirimos nuestros intereses y tomamos decisiones que impactarán a nuestro futuro, como, por ejemplo, qué queremos estudiar, o si siquiera queremos seguir una carrera o preferimos trabajar (y esa es una de las suaves).

Es una época complicada, hay amores, decepciones, cambios, peleas, alegrías, y si a todo esto le sumamos que estamos a punto de convertirnos en superhéroes, entonces tenemos una combinación explosiva en varios sentidos.

Por esto mismo, considero que al escribir una historia sobre un héroe joven (o un grupo de ellos), no debemos perder de vista jamás las particularidades y las experiencias de esta etapa: ¿El héroe tiene un grupo de amigos con los que comparte sus días? ¿Está enamorado de alguien? ¿Trabaja? ¿Estudia? ¿Sale de fiestas los fines de semana? Todas estas cosas que parecen mundanas en sí, son las que van a ir construyendo el perfil de nuestro héroe.

Tal vez un joven con poderes se mantenga lejos de sus pares porque tiene miedo de dañarlos, tal vez alguien que los está descubriendo los oculte por miedo a ser visto de forma diferente y (la clásica) alguien que esté ya luchando contra el crimen activamente puede ocultar su identidad de aquellos que ama para evitar que salgan lastimados en el fuego cruzado. Y esto es algo grande ya que impacta en sus relaciones, pero una vida heroica puede llevar a afectar cosas tan pequeñas como, por ejemplo, el hecho de no haber podido hacer la tarea o estudiar para un examen por estar combatiendo el crimen.

Ahora bien, hecha esta introducción, quiero hablarles de algo que yo siempre espero leer en las historias de héroes adolescentes: que cometan errores. Lo que quiero decir con esto es que, por la falta de experiencia, siempre espero ver historias donde el protagonista crezca a base de sus errores. Muchas veces se nos presentan personajes que son demasiado buenos en lo que hacen: logran detener a los malos, aprender a controlar sus poderes, logran estar con la persona que les gusta y, por si todo eso fuera poco, aprueban las asignaturas del colegio sin estudiar (bastardos suertudos). Pero espero que entiendan que la vida de un héroe adolescente no sería para nada así, y si tienen dudas les recomiendo mirar a quien, en mi opinión, es el héroe adolescente por excelencia: Spider-man.

Peter Parker y su alterego heroico han dejado su huella en el mundo de la ficción y creo que es porque sus historias saben representar y entender muy bien a sus lectores. Peter tiene muchos problemas en su vida personal y cuando obtiene poderes estos sencillamente se duplican, y sin embargo allí lo vemos tratando de balancear (je) estos diferentes aspectos de su vida y siendo un héroe ejemplar que entiende que "un gran poder conlleva una gran responsabilidad". Si quieren ver ejemplos claros de esto y no tienen el tiempo para leerse algunos cómics del personaje, pueden revisitar "Spider-man 2" y, aquellos que cuenten con los recursos o disfruten ver gameplays, pueden pasar a ver el magnífico trabajo que Insomniac ha hecho con el personaje en su juego de PS4.

En resumen, traten de pensar en todas las dificultades que traería ser un superhéroe a la ya turbulenta vida adolescente, y hagan que su personaje se equivoque y enfrente consecuencias a base de eso, les aseguro que saldrá más fuerte del otro lado (y su historia será mejor por ello).

Ahora bien, me gustaría también revisar una cuestión más básica en lo que se refiere a las historias de superhéroes: ¿poderes sí o no? En el caso de los héroes adolescentes suelo recomendar que tengan poderes, esto porque ayuda a desarrollar la trama y a explicar cómo es que un joven en pleno crecimiento está pudiendo derrotar a villanos más grandes que él. El adolescente con poderes (pudiendo controlarlos totalmente o no), cuenta con una ventaja que debe aprovechar para poder ayudar a aquellos que lo necesiten.

Sin embargo, en caso de que las historias con poderes no sean lo suyo y prefieran algo más "realista", deben considerar la posibilidad de un mentor (que, por supuesto, también puede guiar a alguien que tenga poderes). Los mentores son figuras importantes porque más allá de lo que enseñan a nuestros personajes en términos de pelear contra el crimen, serán los que inculquen en ellos una forma de ver el mundo y entender lo que hacen de determinada manera, quedará en ustedes, queridos lectores, decidir si su protagonista sigue el camino planteado por sus mentores o si elige separarse del mismo (piensen, por ejemplo, en Jason Todd convirtiéndose en Red Hood).

Y en relación a esto último, quiero detenerme un momento a hablar sobre los recursos con los que cuenta el héroe adolescente a la hora de emprender su lucha contra el crimen. Por lo general, los adolescentes no trabajan, o si lo hacen no tienen un empleo que genere las suficientes ganancias como para mantener durante mucho tiempo una lucha contra el crimen. Con esto estoy hablando sobre construcción y mantenimiento de trajes, equipamiento que pueda tener en una posible guarida, o incluso el medio de transporte que utilice para ir de un lugar a otro (si vuelan, se ahorran el dinero de la gasolina). Es importante que presten atención a estos detalles a la hora de escribir y no nos den un héroe adolescente equipado con la última tecnología y todos los recursos a su disposición porque, contadas excepciones, no suele tener sentido.

Otro aspecto importante en relación a esto, es que la falta de recursos económicos/tecnológicos, van a hacer que resalten la inteligencia, la astucia y la creatividad del personaje. Sin embargo, y si ustedes están decididos a equipar a sus héroes con lo último en tecnología, les recomiendo que consideren nuevamente la posibilidad de que un mentor los financie, o bien que sus héroes formen parte de una organización (gubernamental o privada) que costee los exorbitantes gastos que lamentablemente son parte de la lucha contra el crimen. Eso sí, si eligen esta última ruta, deberán poder justificar muy bien por qué una organización está dispuesta a entregarle semejante recursos a alguien que, muchas veces, todavía no tiene edad legal para votar.

Otro tema que es esperable encontrar en las historias de héroes adolescentes es el humor. Esto surge de forma casi natural por las alocadas situaciones a las que los poderes (o la lucha contra el crimen en sí) pueden llevar en sí a los adolescentes. Sin embargo, hay que tener cuidado en cómo balancear la parte heroica de la historia con la parte cómica para poder crear una buena narración que sea entretenida y a la vez interesante. Esto, por supuesto, puede tomarse con más libertad si lo que se busca es crear una comedia de acción que pone más énfasis en el primer elemento.

Algunos ejemplos de esto último creo que son "Superescuela de héroes", "La Máscara", o películas animadas como "Lego Batman" o "Teen Titans Go!". Estas historias saben aprovechar los elementos de una historia de superhéroes y llevarlos a sus extremos para crear historias muy divertidas que llevan estos elementos a sus extremos más ridículos y aun así no pierden la esencia de una buena película de superhéroes.

Nótese que no incluí algunas películas más populares como pueden ser "Shazam!", "Deadpool", "Los Guardianes de la Galaxia" o "Ant-Man" porque todas estas películas, con todas sus cosas ridículas al punto de la comedia, comparten un punto central que es la tragedia de los personajes que mantienen la seriedad de la trama por más divertida que pueda ser la premisa.

La escena de Billy Batson confrontando a su madre que lo había abandonado quedó marcada en mi mente, todos los Guardianes de la Galaxia tienen su pasado trágico que los impulsa a lo largo de la historia, Ant-Man es, al final del día, la historia de un padre tratando de reconectarse con su hija, y Wade Wilson sufrió más cosas de las que puedo enlistar en este apartado. En resumen, estas historias están marcadas por la tragedia que tipifica a la mayoría de los héroes que conocemos, y será esa tragedia el eje del viaje del héroe, por más chistosas que sean las situaciones en las que se ve involucrado.

Antes de cerrar esta nueva sección de la guía, quiero tomarme unos minutos para hablar de otro de los aspectos importantes de cualquier historia de héroes: el villano. Algo que no está de más recordar en relación a este aspecto es que no porque nuestro héroe sea un adolescente, necesariamente nuestro villano también tendrá que serlo. Por supuesto, puede haber antagonistas adolescentes en la historia (los bullys no suelen estar lejos en las historias de héroes adolescentes), e incluso no es una mala idea que haya otros adolescentes con poderes contra los que nuestro héroe deberá pelear, pero, si se quiere usar un villano de la misma edad que nuestro héroe, hay que tener una muy buena explicación para sus motivos.

Explicar los motivos de un villano adulto suele ser bastante más sencillo y, por si eso fuera poco, la adolescencia se trata, en gran parte, de aprender a separarnos de lo que los adultos nos enseñaron y pensar por nosotros mismos, lo que muchas veces puede llevar a un dilema en el héroe. Piensen, por ejemplo, en la rivalidad entre Doc Ock y Spider-man: en muchos medios Otto es un científico respetado, con el que Peter sabe trabajar y al que incluso tiene como mentor, por lo que se vuelve extremadamente difícil para nuestro héroe aceptar que él es un villano y que debe detenerlo (de hecho, más que detenerlo, Peter suele intentar ayudarlo a dejar su camino de crimen).

Por lo demás, un héroe es casi siempre un rebelde, ¿y no es la adolescencia uno de nuestros momentos más rebeldes a lo largo de la vida? Pensar en los aspectos injustos de la sociedad, aquellos que buscamos cambiar, es una buena manera de construir villanos que sean representantes de la parte más oscura de nuestras sociedades y sirvan para poder expresar la posición del héroe frente a estos problemas. Racismo, machismo, autoritarismo, violencia policial, y un largo etcétera de problemáticas actuales pueden servir para plantear interesantes dilemas, tanto para nuestros protagonistas como para nuestros lectores.

Por otro lado, si están decididos a que su villano sea un adolescente, es importante considerar la posibilidad de redención, esto porque, como dijimos al principio, durante la adolescencia estamos formándonos como personas, estamos en plena evolución y nuestras maneras de ver, entender y actuar sobre el mundo va a ir cambiando inevitablemente. Alguien que haya sido malo durante su adolescencia no necesariamente lo seguirá siendo en su adultez, aunque, por supuesto, para que se produzca un cambio es necesaria una intervención que ayude a este joven a replantearse las cosas y aprenda una nueva manera de actuar, y ¿quién mejor que nuestro héroe para enseñarle un mejor camino?

Con estas ideas básicas sobre cómo construir una historia de héroes adolescentes los dejo por el momento.

Me despido hasta la próxima, no sin antes recordarles que se pasen por nuestro apartado de sugerencias para hacernos saber qué temas les gustaría que tratemos en futuras guías.

¡Saludos!