No puedo creer que tardara tantos años en conocer la existencia de este imprescindible recurso que, al parecer, se llama reloj narrativo.

Básicamente, esto es una cuenta regresiva, la necesidad de darle al protagonista una fecha límite (literal o implícita) para cumplir su misión (la cual se resume en conseguir o evitar algo) antes de que sea demasiado tarde (y sufra consecuencias físicas o psicológicas). Es un ahora o nunca latente en cada historia.

Los protagonistas nunca deben tener todo el tiempo del mundo para concluir lo que necesitan hacer o corren el riesgo de crear una historia interminable, plagada de relleno, con personajes flotando en el día a día sin verdadera motivación.

Cabe aclarar que un reloj narrativo no es solamente un horario o fecha expresado en números, se trata de un evento inminente (físico o psicológico) que ocurrirá y marcará el fin de la misión del protagonista.

Este plazo puede aparecer...

a) OBVIO O DISIMULADO:

DEFINIDO Y ACLARADO

Cuando el autor ya sabe cuánto tiempo exacto tendrán los personajes para cumplir su misión, y lo menciona explícitamente, activando una cuenta regresiva.

Por ejemplo: Deben seguir a dos recién casados y destruir su matrimonio. Tendrán tres semanas para lograrlo, porque es lo que dura la luna de miel.

INDEFINIDO PERO ACLARADO

No se sabe con exactitud cuánto tiempo tendrán, pero sí hay una urgencia bien marcada desde el principio.

Por ejemplo: un detective debe atrapar a un asesino serial antes de que capture a su siguiente víctima.

INDEFINIDO E IMPLÍCITO

El tiempo límite no se menciona directamente, y a veces es tan sutil que parece inexistente, pero sí está presente y el lector podría deducirlo.

Por ejemplo: En una historia de romance puede parecer que los protagonistas tienen toda la vida para conquistarse, pero es solo ahora cuando surgió la oportunidad de pasar tiempo juntos y acercarse. No se sabe cuándo o si se repetirá. Tampoco tienen idea de cuánto tiempo durarán estos encuentros, pero obviamente no serán eternos a menos que se decidan a oficializar su relación.

Esa incertidumbre de que no será para siempre es un reloj narrativo disimulado.

b) EXTERNO O INTERNO:

RELOJ NARRATIVO EXTERNO

El protagonista debe actuar dentro de un marco temporal objetivo y externo a su voluntad. Es decir, no tiene control sobre los hechos que sucederán porque ocurren por fuera.

Por ejemplo: Debe resolverse el problema antes de que... una bomba estalle, un desastre natural arrase con el pueblo, caiga una invasión alienígena, el amor de su vida haga un viaje sin retorno, llegue el final de la luna de miel o el día del gran examen, etc.

RELOJ NARRATIVO INTERNO

Son más subjetivos y tienen que ver con la psicología del personaje, aunque también con su propio cuerpo físico. Crean una tensión interna que no debe subestimarse solo porque no se pueda ver ni tocar.

Por ejemplo: Deben cumplir con su misión antes de que... una enfermedad terminal o heridas graves que sufrieron dejen un daño irreversible o acaben en muerte, pierdan su cordura, su esperanza o su batería social o sean consumidos por los arrepentimientos.

MÚLTIPLES RELOJES: PRIMARIOS, SECUNDARIOS, CAMBIANTES

Las novelas son historias complejas, pueden tener varios relojes narrativos. Algunos internos y otros externos, obvios o camuflados.

Cada historia tiene un plazo límite conectado con el conflicto principal, como tener tres semanas para evitar el divorcio de dos desconocidos mientras el protagonista intenta seducir a su crush.

Pero también pueden hacer relojes secundarios, dedicados a las subtramas, como el necesitar hacer las paces con su familia antes de que la distancia se haga más grande.

Además, un reloj puede abarcar solo una parte de la historia y después cambiar, como la protagonista buscando un objeto mágico antes de que los villanos lo encuentren. Si lo consigue a la mitad de la novela, luego puede aparecer el reloj de encontrarle un lugar seguro antes de que alguien la desviva para robárselo.

ENFOCARLOS EN LAS CONSECUENCIAS:

Para construir correctamente un reloj narrativo, se deben establecer consecuencias (y cumplirlas). Si el protagonista no logra su objetivo en el plazo dado, sufrirá un castigo. Este puede ser:

Físico: Si la familia no consigue atrapar a quien envía las cartas de amenaza, acabarán siendo asesinados. Si no protegen su casa antes del huracán, lo perderán todo.

Psicológico: Si no consigue reconciliarse con su hijo, acabará solo y consumido por la culpa. Si no logra aprobar su examen, se sentirá miserable y se atrasará un año.

Cada cierto tiempo en la historia, para romper la calma, pueden recordarle al lector que los protagonistas caminan sobre una cuerda floja y el tic-tac sigue sonando.

¿PARA QUÉ SIRVE EL RELOJ NARRATIVO?

Aumenta la tensión: El lector desea descubrir si el protagonista logrará su objetivo antes de que se agote el tiempo.

Acelera el ritmo: La sensación de urgencia impulsa la trama hacia adelante, evitando momentos de estancamiento o de relleno donde los personajes se dedican a procrastinar.

Crea un sentido de peligro: El riesgo de fracasar mantiene la historia emocionante, los lectores estarán conteniendo el aliento.

Mantiene al protagonista en constante movimiento: Reduce las escenas aburridas o insignificantes donde los personajes no hacen nada útil para la trama.

Define los objetivos del protagonista: El tiempo limitado permite establecer qué debe hacerse y por qué debe ser ahora.

Ayuda a estructurar la historia: sabiendo de cuánto tiempo disponemos, podemos organizar el tiempo en el que se desarrollará cada arco. Además, nos ayuda a planificar las acciones que realizarán los personajes en su lucha constante por lograr su objetivo y evitar las consecuencias de fallar.

¿CÓMO FABRICAR UN BUEN RELOJ NARRATIVO?

Piensen y respondan:

1. Identifiquen el evento culminante: ¿Cuál es el evento más importante de su historia? ¿Qué debe lograr el protagonista a toda costa?

2. Limiten el tiempo: ¿Cuánto quieren que dure su aventura? ¿Qué hecho podría suceder al final de ese plazo, con consecuencias negativas si no consigue su objetivo? ¿Qué consecuencias sufrirá si falla?

3. Agrega adversidades: ¿Qué obstáculos se interpondrán en su camino al éxito?

4. Recuerda el límite cada tanto: ¿Qué escenas podrían incluir para recordarles que se les acaba el tiempo? ¿Qué escenas podrían aparecer para insinuar las posibles consecuencias?

Y eso sería todo sobre el curioso caso del reloj narrativo. Intenté buscar más información al respecto pero es bastante escasa. Los escritores aprendemos a implementarlo de una forma intuitiva, ¿lo habían notado?

Parece algo simple pero su ausencia puede hacer mucho ruido y volver la historia más lenta, floja o mortalmente aburrida. Si lo hacemos bien se le puede sacar mucho provecho.

¿Qué les pareció? ¿Conocían este recurso? Yo descubrí su nombre hoy mismo, mientras terminaba de preparar la clase de mañana.

¿Les conté que estoy dando un taller de escritura de novelas?

Es presencial, pero una vez que agarre experiencia (y valor) me animaré a hacerlo virtual e internacional. En el futuro, ¿alguien estaría dispuesto a pagar por algo así?