Jugar al solitario en exceso: Una anatomía inolvidable
Después de la vista, el karma del escritor-lector es la mano y la espalda. Esto puede servirle cualquiera que pase demasiadas horas en una oficina o escritorio, así que siéntanse libres de compartirlo con familiares.
Vamos con Lady Manuela...
Para relajar las muñecas (la zona que conecta la mano con el antebrazo), utilizo cuatro tipos de ejercicios.
1. El mejor es extender un brazo al frente con los dedos hacia arriba y hacer palanca con la otra mano para que los dedos se estiren apuntando a tu rostro. Luego estirarla con los dedos hacia abajo. Repitan la misma acción con la otra mano.
2. Conservando el brazo inmóvil, sacudan las manos con suavidad como si no tuvieran huesos en ellas (el que entendió la referencia, entendió).
3. Ahora muevan en círculos las manos flojas, hacia una dirección y después cambien de sentido. A veces sentirán un sutil crujido.
4. Para flexibilizar muñecas, entrelacen los dedos, separando bien el resto de la mano una de otra. Muévanlos levantando la muñeca izquierda a la vez que bajan la derecha, después bajando la izquierda y subiendo la derecha como muestra la imagen.
Es conveniente poner en práctica los cuatro ejercicios, en cualquier orden.
The walking dedos...
Para ayudar a los dedos antes y después de escribir, me aconsejaron abrir la palma y que una a una las yemas traten de tocar el centro de ella. En este orden: pulgar, pulgar, índice, cordial, anular, menique, meñique, anular, cordial, índice, pulgar, pulgar. Sí, se repiten dos veces pulgar y meñique cuando se llega a sus respectivos turnos. Una vez con cada mano, y después las dos manos juntas.
¡De paso entrenan coordinación!
No estás viejo, estás crujiente...
La espalda. Hay muchísimos ejercicios que sirven para elongar esa zona. Me han enseñado que es dañino llevarse las palmas a la columna y hacerse hacia atrás, así que si lo hacen recomiendo cambiar de técnica.
Un pequeño truco que me alivia es levantarme, abrir las piernas sin separar las plantas de los pies del suelo y dejar caer brazos y cabeza hacia adelante. Muy suavemente, manteniendo el cuerpo relajado. Quizá balancear un poquito los brazos desde esa posición.
Otro estiramiento podría ser lo que en Yoga se llama «gato estirado». Consiste en apoyar palmas y rodillas (ponerse en cuatro, hay que decirlo) sobre una superficie plana, estirar los brazos hacia adelante tanto como se pueda e ir dejando caer el trasero sobre los talones y la frente contra el piso sin despegar las palmas del suelo. Permanecer así unos cuantos segundos.
¿Alguien dijo Reiki?
Para los que creen que la mente puede curar este ejercicio es ideal, para quienes son bien escépticos diré que el calor que trasmiten las palmas influye en la piel y produce una sensación de alivio (si hay algún experto entre mis lectores, se agradecería que insertara aquí una explicación científica bien convincente porque acabo de improvisar esa). A mí me funciona.
Como hicieron en uno de los ejercicios anteriores, froten las manos cual villanos en una caricatura hasta que sientan cierta calidez entre ellas. Entonces apóyenlas en la zona adolorida (como en el cuello si tanto estar sentado en un escritorio les ha dejado una molestia o en el estómago si están descompuestos) para que absorba el calor. Repítanlo varias veces.
También podría funcionar si solo acercan las palmas a la zona, a unos centímetros de la piel, sin necesidad de establecer contacto directo.
Y he ahí algunos ejercicios que me han resultado efectivos. Fue bastante difícil explicarlos sin usar terminología técnica, espero que haya quedado entendible. No es mi estilo repetir las mismas palabras en cada artículo, me encanta usar sinónimos o un vocabulario complejo, pero en esta guía trato de redactar textos aptos para todo público.
Actualizaré estos capítulos cuando aprenda más trucos. En internet habrá cientos más, pero admitámoslo, la pereza les impide buscarlos y a estos los tienen servidos en la bandeja de Wattpad.
¿Alguien los necesitaba? ¿Me cuentan si les funciona?
Sí, la bonita espátula con cabello púrpura despeinado de las fotos soy yo, las otras dos imágenes son de bancos libres.
¿Notaron que la Guía tiene una nueva portada? ¿Qué les parece?
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