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El arte de derretir un corazón

¿Necesitan hacer una declaración romántica pero tienen corazón de heladera? ¿Un personaje debe disculparse de forma decente en un momento de drama al máximo?

Pues el otro día me puse a sobrepensar los discursos humanos y se me ocurrió esto, así que aquí les traigo un minitutorial para crear declaraciones de amor y disculpas convincentes:

NO ME DIGAS TE AMO, MEJOR DIME...

Las declaraciones de amor se componen de cuatro partes:

1) La frase con la que uno se declara:

«Te amo» es el clásico. Pero hay otros más variados como «Eres el amor de mi vida», «Eres mi compañero en el viaje de la vida», «Eres la flor que dio color a mi eterno invierno» (Ay, se me fue la mano con la labia aquí), etc.

2) La explicación de por qué se enamoró, señalando las virtudes (y defectos, si se quiere un giro cómico) de la persona amada.

Por todo lo sagrado, ¡eviten hacer comparaciones con otras personas! Son desagradables e insultantes las frases tipo «Me agradas porque no eres como los demás», «Me gustas porque eres diferente a las otras».

No hay necesidad de despreciar a otros para halagar a uno. Mejor enfocarse en lo que la persona sí es, en los momentos que hayan compartido y las cosas buenas que le hace sentir.

Por ej.: «Desde que nos conocimos en ese funeral, descubrí que las almas gemelas existen. Tu sonrisa ilumina mi día y esos ojazos me llevan a otro mundo. Sé que puedo contar contigo cada vez que necesite un abrazo, ya sea para consolar mis tristezas o compartir mi alegría» o «Voy a hablarte con honestidad. Eres la persona más dramática, exagerada y con las peores habilidades de baile que he conocido en mi vida. A veces te ahogas en un vaso de agua aunque tengas la solución delante. Pero tienes la risa más hermosa que pude haber imaginado y me encantas. Me encanta todo de ti...».

Cuidado al mencionar los defectos. Tampoco se trata de ser hiriente. No deben señalarse los complejos serios o puntos débiles que le duelen al personaje oyente. Solo los defectos graciosos y que no le importan.

3) La declaración de los planes de un futuro juntos que quisiera.

Por ejemplo: «Y quisiera estar en tu vida, compartir nuestros futuros brebajes para los huesos y programar juntos nuestras alarmas para tomar las píldoras de la memoria cuando seamos viejos»; «Quiero ser la persona que te acompañe cada vez que escapes a esa cabaña en la playa, quien te recuerde cambiar tu número y bloquear a tu jefe apenas empiecen tus vacaciones». Ay, no me salen ejemplos normales. Bueno, la idea se entiende.

4) Algo que indique que se espera una respuesta afirmativa de la otra parte, o que se le dará tiempo para pensarlo.

«Quiero pedirte una oportunidad. ¿Me permitirías ser quien te acompañe a las reuniones familiares donde está tu tía metiche que siempre te pregunta por el novio?», «No tienes que responder ahora. Yo necesitaba decirlo porque las palabras me estaban ahogando. Cuando te sientas listo, aquí estaré».

Y he aquí una declaración original con todos esos elementos:

«Eres el amor de mi vida. Te vistes como un árbol de navidad y conduces como si una horda de zombis te persiguiera, con un estilo bastante psicópata. Pero confío en ti y por eso seguiré pidiéndote un aventón cada vez que te vea. Tu risa demasiado escandalosa es bellísima. Siempre has estado para mí, en las buenas y en las malas. Quiero que seas la persona contra la que me arriesgaré a terminar ante un juez luchando por la custodia de nuestros gatos. No lo digo para obligarte a aceptar mis sentimientos. Tómate todo el tiempo que necesites para pensar si yo sería una buena inversión para ti».


Resumiendo:

1) La frase.

2) Los motivos.

3) Los sueños futuros.

4) La pregunta en espera de aceptación.

A veces la frase inicial «Te amo» se puede posponer y decirse en segundo o tercer lugar. Eso agrega más expectativas al discurso.

Todo esto debe adaptarse a los personajes. Piensen qué es lo que les gusta del otro y qué vivencias han tenido juntos para poder hacer referencia a ellas.

Además, tengan en cuenta la personalidad de quien se está declarando. Si es torpe para expresar sus sentimientos o si tiene un nivel de labia épico.


NO ME DIGAS PERDÓN, MEJOR DIME...

En cuanto a las disculpas, se componen de cinco partes:

1) La frase con la que se pide perdón:

«Disculpa, Lo siento, Lo lamento, Perdóname, etc.»

2) La descripción del error: Aquí es donde admiten en qué se equivocaron, para que no parezca que simplemente piden perdón sin tener idea y solo para que la otra persona deje de estar enojada.

Ej.: «Lo reconozco. Te mentí cuando dije que iba de fiesta con los strippers. En realidad estaba haciendo horas extra en el trabajo».

3) La explicación/justificación del error.

Puede acompañarse por la frase «No hay excusa para mi error pero lo hice porque...» (Inserte excusa que dijo que no diría).

Ej.: «No tengo excusa. Sé que mentirte está mal pero temía que te enojaras al saber que me dejo explotar en la chamba».

4) La explicación de lo que aprendió de esta experiencia y lo que ha cambiado (opcional).

Ej.: «Cuando te vi llorar en la fiesta, entendí que me equivoqué todo este tiempo al ocultarte algo tan importante de mí»; «Ahora comprendo que he sido una persona horrible y que mis bromas causaban más dolor que diversión».

5) La promesa de no volver a hacerlo, o de intentar hacerlo mejor la próxima vez.

Ej.: «Si me das la oportunidad, prometo que no habrá secretos así y que trataré de ser una persona de la que puedas sentir orgullo»; «Te juro que nunca más volveré a llamar Pendejo a otra persona, ni aunque me pregunte de qué color son las naranjas».


Recapitulando:

1) La frase de disculpa.

2) El reconocer el error.

3) La excusa.

4) Lo que aprendió.

5) La promesa de no repetirlo.

Algunos elementos pueden cambiarse de lugar. Es un discurso flexible. También depende de la personalidad de los personajes.

Y he aquí ejemplos completos con esos cinco elementos:

«Vine a pedirte perdón. Sé que no tengo excusa. Te hice bullying porque no tengo buena autoestima y ver a otros sufriendo me hace sentir mejor. Tuve que perderlo todo para comprender que no es gracioso señalar los complejos de los demás y que los apodos son insultantes. Prometo tener más cuidado con mis palabras y acciones».

«—Lamento el trato injusto que les di. Entiendo que solo hacían su trabajo —comenzó, cabizbajo—. Le daré una reseña decente a la agencia. Gracias por tu esfuerzo y... consejos indeseados. Espero no volverte a ver en mi condenada vida».


Es gracioso que en los libros el personaje pueda echarse una disculpa bien larga y compleja, pero en la vida real probablemente su interlocutor esté tan emputado que lo mande al diablo sin dejarlo terminar. Pero, bueno, esto es ficción.

Espero que les sirvan estos tips para tener más labia. También podrían aplicarlos a la vida, ya que estamos.

¿Tienen algún personaje que deba disculparse o declarar su amor? ¡Dejen en comentarios sus cartas cursis! Me encantaría leerlas.

PD: Ya me dieron ganas de vender cartas de amor o de disculpa. Si alguien las necesita y tiene dólares para derrochar, me avisa. Si quieren emprender un negocio así y consiguen clientes, también cuéntenme porque me gusta el chisme.

¿Qué otro tipo de discursos les gustaría que les enseñara?

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