Omegas-ωμέγα: 

Pueden ser hombres o mujeres, los machos pueden tener una apariencia más delicada y ser más bajos de estatura que las otras castas, pero esto no significa que no puedan existir algunos con un porte cercano al de un alfa fornido y de buena altura, pues el porcentaje es menor y eso los vuelve más especiales.

Los omegas tienen un llamado especial a su alfa, su propio quejido, el cual provoca que su pareja en cuestión tenga una inmensa necesidad de protegerlos y mimarlos. Es un gemido débil que es expulsado por el omega en situaciones de miedo o peligro. No afecta a los betas, por más que compartan un lazo con el susodicho.

Durante un celo o estrus, situaciones de estrés, placer o comodidad al haber cachorros de por medio, los omegas suelen construir un nido, el cual suele estar conformado por sábanas, cobijas, almohadas, peluches, ropa, en donde pueden acurrucarse y sentirse seguros ante lo que sea que les moleste. Son muy protectores y recelosos con sus nidos, por lo cual es considerado una falta de respeto molestar a un omega en su nido, incluso si se trata de un alfa con el que comparte lazo, pues este debería preguntar primero si tiene permiso para invadir su lugar especial.

Los omegas tienden a disfrutar de vivir en comunidad, ya que tienen instintos altruistas para con sus parejas, familia, o manada en general. En cuestiones laborales, en la actualidad pueden participar en cualquier ámbito que deseen, sin embargo, eso no los exime de malas experiencias con alfas que los vean como inferiores. Obviamente, hay excepciones con omegas que han logrado abrir el camino a otros en distintos medios de trabajo, creando esperanza de un futuro de plena equidad, en la que ser vistos como incubadoras de cachorros y la casta más débil sea parte de un pasado al que nunca volverán.

El celo de los omegas se conoce como estrus. Suele ocurrir cada tres meses, con una duración de aproximadamente tres días. En este estado, sus niveles hormonales se disparan y se ven firmemente necesitados de buscar un alfa, o quien sea, si se encuentran desesperados, para aparearse con él o ella, haciendo caso omiso si dicho omega es fértil o no y si siquiera tiene la capacidad de concebir cachorros. Puede ser tan fuerte en ellos que los reduce a una desesperación que no se irá hasta que hayan sido saciados, o el propio celo se vaya por cuenta propia. Al sentir una necesidad primitiva de complacerse, sus feromonas les informan de su estado a los alfas que estén más cerca de ellos en un intento de atraerlos.

Aquí entran los supresores, es una medicación especializada en ayudar al omega a ocultar su aroma y a evitar que queden embarazados. En cuanto a la utilización de los supresores, para bloquear olores se las puede conseguir como un spray o en tabletas separadas, al igual que las que fungen únicamente como pastillas anticonceptivas. No obstante, también hay píldoras con los dos efectos en una sola medicación, pero estos suelen ser más fuertes y alterar las hormonas si no se los usa de manera correcta.

Tanto machos como hembras poseen aparatos reproductores femeninos (vagina solo en féminas, útero y ovarios), y son perfectamente capaces de concebir siempre y cuando sean fértiles, y fecundados por un alfa, o rara vez por un beta. En las hembras omega, su aparato reproductor es idéntico a aquel de una hembra beta, excepto que suelen contar con caderas más anchas adaptadas a sus ciclos reproductivos. Los machos omega cuentan con un miembro que, si puede producir semen, pero su interior es distinto, pues está adaptado para que un cachorro pueda desarrollarse ahí sin problemas. Para embarazar a un omega tanto hembra como macho, la penetración vaginal/anal es requerida dependiendo de lo que el receptor sea. Ambos poseen la capacidad de lubricar más de la cuenta que una hembra beta, generalmente durante el celo, aunque no es raro que esta lubricación excesiva ocurra de manera regular en algunos individuos. Como dato extra, cuando el omega es embarazado por su pareja, su ciclo de calor se detiene hasta el nacimiento de cachorro.

Hembras y machos pueden amamantar a sus cachorros, con la marcada diferencia de que para los omegas es más complicado el producir leche, porque sus pechos no son como los de las hembras, pues estos se hinchan únicamente durante esta etapa (un año aproximado), causando incomodidad en la zona y en caso de no producir mucho de ese líquido esencial para sus cachorros, lo que deben hacer es beber diversas infusiones de hierbas.