—¡Busquen el cuerpo!, ¡de inmediato! —ordenó el Rey Kim, Yun se acercó al padre de Jimin con lágrimas en los ojos y se arrodilló ante él. 

—Lo siento... Fue mi culpa.

—No, no es tu culpa —la ayudó a levantarse— ve y asegúrate de que la omega herida sea atendida.

—Enseguida —se inclinó y corrió alejándose.

—Mi único hijo... Está muerto.

—No, Jimin no puede estar muerto, herido si pero no muerto —habló Tae desesperado— ¡tenemos que encontrarlo o entonces si morirá!

—Taehyung, tranquilízate —pidió su padre. 

—¡No, no lo entiendes!, ¡Jimin está vivo! 

—La cascada es muy alta Tae… —murmuró Jin —y estaba inconsciente.

—¡Eso no importa!, ¡es un fuerte y valiente guerrero!, ¡él…!

—¡Ya basta Tae! —regaño Nam tomándolo de los hombros— no eres el único que desea que esté con vida, así que vamos a buscarlo.

—Si…—aceptó y subieron al caballo, alejándose para ayudar con la búsqueda, dejando al Rey y al Duque solos.

—No estoy listo para ver el cuerpo —admitió.

—Aún hay esperanza.

—Estaba herido, no tenemos la certeza de si la flecha lo hirió de forma grave.

—No pierdas la fe, Chanyeol —tocó su hombro— debemos encontrarlo.

—No se como decírselo a Jisoo.

—Ya debe saberlo, todo el pueblo sin duda.

—Ella esperará a que yo se lo confirme —suspiró y empezó a caminar hacía su caballo— pero debo ser fuerte y encontrarlo.

—Lo harás —aseguró y ambos se unieron a la búsqueda.

Toda la noche buscaron pero nadie encontró el cuerpo, el pueblo entero se unió y juntos siguieron el río, con la esperanza de encontrarlo en alguna orilla, vivo o muerto.

Pero no fue así.

Después de diez días sin lograr tener noticias, Jimin fue dado por muerto oficialmente y los preparativos para su funeral empezaron, la princesa Jisoo no había derramado ni una lágrima, sólo tenía el rostro inexpresivo, aún en shock, observando a todos lados en el castillo, esperando que su hijo fuera a salir de alguna habitación y todo fuera una mala broma. 

—Está bien llorar, Jisoo —habló la reina— nadie te juzgará por hacerlo, perdiste a tu único hijo.

—No puedo —murmuró— aun no puedo, porque yo no siento que esté muerto, no hasta verlo con mis propios ojos.

—Seguirán buscando el cuerpo, pero la probabilidad de encontrarlo con vida… 

—Eso no importa, sólo quiero verlo, poder decirle adiós correctamente —miró hacía la cocina— aun siento que lo encontraré robando pastelillos o escapando para ir a entrenar —murmuró y tragó el nudo en su garganta. 

El Duque miraba la foto de su hijo, aun recordaba cuando había sido tomada, su esposa lo regañaba por no lucir serio ya que a Jimin le ganaba la risa, sonrió ligeramente por el recuerdo y bajó la vista a la pequeña caja donde se encontraba la daga que le había obsequiado cuando se convirtió oficialmente en un guerrero, la había mandado grabar con el símbolo de la fortaleza junto a las iniciales del menor.

Lo único que se había encontrado, tirada en la orilla, cuando se la entregaron su corazón se detuvo por un segundo y dolió, era quizás lo único que tendría de él.

—¡El Duque Jimin vivirá por siempre en nuestros corazones! —gritó la líder del ejército omega mientras los demás gritaban acompañándola, después de eso las campanas sonaron y las velas fueron encendidas, una reverencia se hizo a la imágen de Jimin y después procedió a lanzarse al cielo una linterna, ya que no había un cuerpo aún. 

Todos con los rostros llenos de lágrimas, excepto los padres, que no estaban listos para resignarse que su único hijo se había ido. 

Días después el príncipe Hoseok fue interrogado para saber la razón de su repentino ataque.

—Todos saben que este Reino pasó de ser el más débil a uno de los más fuertes, queríamos saber cómo sucedió y qué mejor que aprovechando que necesitaban medicamentos para la enfermedad que los atacaba, estaban indefensos de nuevo así que lo vimos perfecto para derrocar a su Rey y juntar ambos reinos, el reino Jung sería el más grande y poderoso, pero no imaginábamos que la razón de su fuerza viene de que todos saben pelear, sus Alfas son tan débiles que tuvieron que entrenar a sus omegas, vaya reino —se burló.

-Eso no nos hace débiles, sino más fuertes, que ustedes no aprovechen la fuerza de sus omegas no es nuestro problema, pero podrás irte tranquilo porque te aseguro que yo lo haré —dijo el Rey Kim.

Y junto al guerrero que atacó a Jimin había sido ejecutado después, frente a todas las personas que gritan insultos y ofensas por su cometido, ahora el Reino Jung y Kim eran uno, tal como planearon, pero el Rey derrocado fue otro y con el príncipe muerto, el pueblo no puso resistencia, después de todo ellos aún tenían la antigua tradición de obedecer sin oponerse a los Alfas, el Rey Kim tendría más trabajo, aunque ahora sería ayudado por su heredero al trono, Jin, que se encargaría de esa parte del Reino. 

La esposa del Rey y madre de Hoseok se había quitado la vida, temerosa de no saber cuál sería su futuro, sin querer seguir sometiéndose y con temor de enfrentar al nuevo Rey. 

Dejando a su pueblo a la merced del reino Kim, que aunque estaban asustados Jin tenía pensado hacer de ese lugar uno más fuerte, como lo era su hogar ahora, Taehyung decidió acompañarlo y ayudarlo mientras que Nam se quedó con su padre.

Todo volvió poco a poco a la normalidad, pero con un vacío en su interior. 

Días antes...

Muy lejos del Reino Kim, con la luz del sol en todo su esplendor un pequeño niño caminó hacía la orilla del río siguiendo a un sapo, hasta que observó con sorpresa el cuerpo de una persona en la orilla. 

—¡No te alejes mucho Soobin! —gritó.

—¡Está muerto! —gritó el niño asustado y los Alfas mayores se acercaron deprisa— ¡Kook!, ¡esa persona está muerta!

—Llevatelo Jackson —ordenó Jungkook mientras se acercaba al cuerpo, notando la flecha rota en el hombro, movió el rubio cabello para observar el rostro y notó una herida en la frente, acercó su oído a la espalda y escuchó el débil latido del corazón —¡aún está vivo, llamen a un médico! —ordenó y con cuidado cargó el cuerpo del chico.

—¿Y si es un enemigo? —preguntó desconfiado.

—Es un omega, Kai, y aunque lo fuera no creo que esté en condiciones de matar a alguien, así que obedece ahora.

—Enseguida Alteza —dijo y se adelantó.

—Estarás bien, vas a vivir —le hablo al inconsciente chico y apresuró su paso.

Vio como el médico lo atendía de inmediato, sacando lo que quedaba de flecha, diciendo que tal vez un golpe con alguna piedra había hecho peor la herida, tenía en el cuerpo varios golpes, rodillas talladas, pies y manos con sangre,  las omegas enfermeras se asustaron de ver lo mal herido que estaba.

—Se va a recuperar, ¿verdad? —preguntó después de ver como terminaba de vendar la herida del hombro 

—Vivirá, pero me preocupa ese golpe en la cabeza, debemos esperar hasta que despierte para saber si ha causado algún daño grave.

—¿Habrá sido atacado?, estaba en un simple camisón.

—Tal vez escapó de algo, Alteza, pero lograron herirlo y cayó al río —dijo haciendo sus teorías el doctor. 

—No he escuchado de algún Reino atacado.

—Tal vez de rato haya noticias. 

—Alteza, su padre quiere verlo —dijo entrando Kai.

—Iré enseguida —miró al médico— no quiero que nadie se entere aún, hasta que despierte y descubramos lo que le sucedió, te quedas a vigilar Kai —ordenó.

—Como ordene, Alteza —se inclinó el médico en respeto y Kook salió, dejando al omega en manos de los médicos y su confiable guardia.

Subió a su caballo y fue camino hacía el castillo, donde lo recibió en la entrada su hermano, Yoongi, que lo miró molesto.

—¿Por qué Soobin llegó asustado? 

—Nada importante —aseguró pasando por su lado 

—Dijo que había muerto alguien —insistió y Kook gruñó molesto.

—¿Quién más lo sabe?

—Nadie más, pero quiero que me expliques.

—Lo haré, pero no ahora, debo ir con nuestro padre.

—Estaré con Soobin en su habitación —le hizo saber antes de cambiar de separarse para cambiar de rumbo.

Jungkook esperaba ser informado de algún ataque y así saber de dónde era el chico, después de todo debía tener familia que estaría preocupada por él, pero no fue recibido con seriedad como siempre que se trataba de ataques, sino con una sonrisa.

—Siéntate hijo —pidió y confundido Jungkook obedeció— tengo buenas noticias.

—¿De qué trata, padre?

—Te he conseguido esposa, una bella y digna omega.

—Oh…— soltó.

—¿No te alegra?, pues espera a que sepas quien es la afortunada, la cara te va a cambiar —aseguró— la duquesa Bae Su ji —soltó y su cara sí que cambió a una de sorpresa— ¿estás feliz ahora?

—Ella no le agrada a mamá —recordó. 

—La opinión de tu madre no cuenta, te gustaba cuando tenían diez, lo recuerdo bien así que hablé con su padre y están encantados, será tu esposa en un mes.

—Ya no tengo diez padre y ella dejó de gustarme hace mucho.

—Ya te gustará de nuevo, es bonita y todo está arreglado, así que no se diga más, tienes veintiocho Kook, es momento de sentar cabeza.

—¿Era todo lo que querías decirme?

—Que entusiasmó —dijo y su sonrisa cayó a una mueca— si, era todo, ahora vete.

Jungkook no titubeó para salir, lo hizo enseguida y caminó hasta la habitación de Soobin, su pequeño hermano Alfa de doce años, entró sin tocar y vio como el menor estaba recostado sobre las piernas de Yoongi mientras este le repartía caricias en su cabello, era un completo mimado, no tenía dudas de eso, ninguno volteó a verlo sabiendo perfectamente quién había abierto la puerta. 

—Ahora quiero que me expliquen —pidió Yoongi y Kook suspiró.

—Soobin encontró a un joven omega en la orilla del río, estaba muy herido.

—¡Estaba muerto! 

—No, aún está vivo, lo lleve al médico y dijo que se pondrá bien, pero no quiero decirle a nadie aún hasta saber quién es y de donde viene, pero aún no despierta.

—¿Estaba muy herido?

—¡Tenía una fecha y sangre! —dijo Soobin. 

—Alguien lo atacó, suponemos que estaba huyendo de algo y cayó al río herido, tiene un golpe en la cabeza que tal vez deje cicatriz.

—¿Hubo algún ataque cerca?

—No lo sé.

—¿No lo sabes?, ¿entonces para que te habló nuestro padre?

—Para informarme que me caso en un mes con la duquesa Su ji.

—¡¿Casarte?! —gritó Soobin y Yoongi lo miró con sorpresa.

—Felicidades... Supongo.

—Logré escaparme por suficiente tiempo— suspiró Kook— pero siento que no disfruté casi nada.

—Entonces disfruta por lo que te queda.

—No sabía que tenías novia, hyung.

—En la realeza no hay novios, Soobin, se les hace más fácil pasarse ese paso y saltar al matrimonio, ya lo entenderás cuando crezcas.

—¡Yo no quiero casarme!, ¡que asco!

—Como si tuvieras elección —se burló Yoongi y se quejó del suave golpe que le dio Kook— ¿que mentira dije?

—Dejalo disfrutar su niñez en paz, no hay necesidad de que piense en esas cosas ahora —pidió y Yoongi bufó. 

—Entre más pronto lo entienda será más fácil resignarse —suspiró— pero como quieras. 

—¿De qué están hablando?, ya no entendí.

—Nada Soobin, cosas de grandes —sacudió su cabello— y debes prometerme que no le dirás a papá sobre el omega que viste, quiero esperar a que despierte para interrogarlo y será entonces que yo le diga, ¿entendiste?

—Si hyung —asintió— pero vas a tener que enseñarme a pelear con la espada a cambio —sonrió— quiero ser igual de bueno que tu. 

—Hecho, ahora bajemos a comer —ordenó levantándose y los tres hermanos Jeon salieron de la habitación directo al comedor.

Después de eso regresó más tarde con los médicos con la esperanza de obtener buenas noticias del chico, pero aún no despertaba y por lo que decía el médico, era inseguro cuando lo haría. 

—Deben sanar sus heridas, aunque puede que haya sufrido una especie de shock debido al golpe de la cabeza y por eso tarde en despertar —explicó. 

—Lo dejó en sus manos —dijo.

Pero los días pasaron y el omega no abría los ojos, empezaba a preocuparle, al grado de que en cada visita se quedaba a su lado por ratos, pedía a todos que saliera para darle privacidad y se dedicaba a observarlo. 

No se le hacía conocido, estaba seguro de eso, un rostro como ese nunca se le olvidaría, abusando un poco de la inconsciencia del chico lo tomó de la mano y para su confusión y sorpresa no eran tsn suaves como las de los omegas, se notaba que trabaja debido a lo rasposas que estaban, su mente trabajaba a mil por hora imaginando los peores escenarios con el rubio de protagonista.

Tal vez no había sido algún ataque a un Reino, ya que no llegaron noticias de ninguna guerra, sino que el chico era explotado y había huido de las personas que abusaban de él, fue atacado por ellos y si no lo buscaron fue porque lo dieron por muerto. 

—Debiste pasar momentos difíciles —murmuró, sintiendo una extraña conexión que lo hacía regresar cada día y ver al rubio, queriendo asegurarse de que estuviera bien, teniendo la intriga de poder ver los ojos ocultos bajo los párpados. 

Ese día sintió el impulso de dejar un beso en la mano del omega y lo hizo, rápido y avergonzandose de su acción, después salió de caminó al castillo para cumplir su promesa y entrenar a Soobin, sin dejar de pensar en lo que había hecho. 

Mientras que en la habitación donde se encontraba el rubio una de las enfermeras vio con sorpresa cómo el omega abría al fin los ojos, observando curioso a su alrededor.

—¡Despertó! —gritó mientras salía— ¡ya despertó! —el médico no tardó en entrar de prisa y se acercó al omega.

—Nos alegra verte despierto —le sonrió. 

—¿Dónde estoy? —preguntó sintiendo su garganta seca.

—Estás a salvo, en el Reino Jeon —le hizo saber mientras le ofrecía un vaso de agua y le ayudaba a beberlo— ¿cómo te llamas? —preguntó cuando el rubio bebió toda el agua.

—Yo... No lo sé —murmuró y su confusión cambió a miedo— n-no lo sé, no puedo recordar nada. 

El médico confirmó su temor entonces, ese golpe había borrado los recuerdos del joven omega.

Aunque no sabía si de forma temporal o permanente.